sábado, 18 de julio de 2020

ANGEL MORENO MARTOS: “KUBALA” DE FUENTE ÁLAMO” II PARTE


Ángel es el menor de siete hermanos, fruto de matrimonio entre Rafael Moreno Ibáñez “Perote” y Encarnación Martos Saez “Perejila”, de los cuales  actualmente solo quedan dos en vida. Descendiente de la saga “Moreno”, de tan fuerte arraigo fuentealameño y tan estrechamente unidos a los acontecimientos sociales y políticos de la Aldea, así como a la cultura musical de los años 60, junto con su hermano Mateo “Perote”. Apodos que para él, es todo es un orgullo llevarlos. Fue como el que dice el retoño, pues se lleva con su hermano Francisco 7 años de diferencia. Nació en Fuente Álamo el 7 de abril del 1947 en la casa familiar situada en una bifurcación ascendente de calle Sacristán, que últimamente fue de José “Benino”. De su infancia apenas tiene recuerdos, no obstante cuando se reunía con su amigo Santiago Cervera, le hacía recordar momentos de aquella infancia, como cuando ponía las trampas para pillar pájaros, el frío que hacía y como otros niños se las quitaban, la regañina de hermano, o cuando se bañaban en los estaques y pillaban ranas y algunas otras situación, que apenas recordaba, pero que se las refrescaba Santi. Sí que recuerda que jugaba bien al fútbol en un campo improvisado de las eras de la Torre. Jugaban con una pelota de trapo y otra que le regaló una tía suya de Córdoba, que era de goma, pero apenas aguantó unas cuantas patadas. A él le llamaba “Kubala”, “pásala Kubala, pásala Kubala”, le decían y con ese apodo se quedó en Fuente Álamo, en otros sitios no le conocían así.
Hizo la Primera Comunión en la Iglesia de San Antonio de Padua y después la merienda en la escuela, aunque no recuerda mucho de aquel acto.  El maestro era Don Manuel y  sus amigos de la infancia eran el referido Santiago Cervera “Tufos”, Antonio Pérez “Nono”, Antonio Vega “Bañero”, que era su compañero de pupitre y con quien coincidió en la mili. Eran los más traviesos, recuerda que Antonio y él se orinaron en los tinteros de los pupitres, y se armó una buena, el maestro tenía una regla, y le dio unos reglazos fuertes. Aprendió a leer y escribir y las cuatro reglas, recuerda que en los recreos les llevaban a los trigos a quitar amapolas y malas hierbas.
            No recuerda haber trabajado mucho en el campo, pero alguna temporada estuvo recogiendo aceituna en el Cortijo el Coscojar a corta edad. Le ayudaba a sus padres y, como hemos relatado en otra parte de su historia, con la música a  otra parte. Le pagaba algo por las actuaciones, muy poco, aunque no lo recuerda.
Con 13 ó 14 años se marcharon a vivir a Alcalá la Real a la Calle Corredera, sería en torno al año 1960. Estuvo trabajando, más bien como ayudante de su hermano Rafael, haciendo bovedillas en Vialca, que tenía la fabrica en la zona del Coto, en el campo que ahora hay unos los colegios.
Antes de incorporarse al servicio militar, se fue a trabajar a Seu de Urgell, tendría 16 ó 17 años, tuvo que ser entre los años 1961 y 1965.  Estuvo allí, con sus hermanos Rafael y Paco y su cuñado Eladio. El era el más pequeño. Allí estaba Quini de la Sancha, que trabajaba en la obra, y otros fuentealemños que  trabajaban con los payeses: Matías, Nono, José “El Largo”,  José Pedro del Alcalde...
Es de la quinta del 68, la instrucción la hizo en Viator (Almería) allí coincidió con quien después fuera Camilo Sesto, por entonces vocalista integrante del grupo “Alex y Los Botines”. Ángel estaba en el Batallón 23 y Camilo en el Batallón  22, formaban uno enfrente del otro.  La mili la hizo en Granada en el Cuartel de “Córdoba 10” colocándose en la banda de música gracias a sus conocimientos musicales. Estuvo muy a gusto, allí vestía de paisano porque formaron un grupo musical que tocaban para los mandos en fiestas privadas, ellos estaban liberados de formar, de levantarse temprano, estaban excluidos de maniobras y de rebajados de servicios, así como le estaba permitido dejarse el pelo largo. Los altos mandos se creían que eran un grupo musical de Granada, pues el Teniente les había dicho que no podían decir que eran militares, porque se le podía caer el pelo a él, e incluso cobraban algo, ello lo pude corroborar  Antonio Vega “Bañero”, que era de un remplazo posterior y  le metió él en la banda, para tocar el bombo. Recuerda que el Brigada, le decía: “tu paisano es muy ceporro para la música, llévatelo y lo enseñas a tocar bien”. Después aprendió y  estuvieron haciendo desfiles en Ronda y Granada. De su quinta son Francisco Escribano Moyano, Manuel Aguilera Pérez “Manolín”, José Jiménez León, Antonio Aguilera Cano “de Clavijo”, y el referido Antonio Vega Ávila.
Una vez que finalizó la mili, se fue a Madrid a trabajar con un primo por parte de Los Perejiles que tenía una pescadería y tocaba la trompeta, estuvo 3 ó 4 meses. Un día fue a la Castellana a una oficina de extranjería, echó los papeles para Suiza, y estuvo trabajando en un restaurante unos 6 meses a las afueras de Zurich.
Cuando volvió de Suiza, fue a ver a su hermano Mateo que vivía en Hospitalet de LLobregat, pues iba de paso para irse a Palma de Mallorca. Su hermano le recomendó a un amigo, para que trabajase como repartidor de butano, donde estuvo dos años porque daban buena propina, y a la vez compaginaba el trabajo con la música.  Al final se quedó allí unos 4 ó 5 años, donde se casó en 1974 y tuvo un hijo. Después vivió en  la Urbanización de  Cardedeu hasta que se separó, allí fue vecino de Eugenio, el humorista, quien vivió en la calle de abajo, unos 5 años hasta que falleció. Después se compró una casa en la playa en Montgat.
Aficionado al fútbol como dijimos al inicio, no podría ser de otro equipo que el de su ídolo “Kubala” y se hizo socio de número del Barça, durante más de veintitantos años.
En el laboratorio Martínez Llenas que comercializaba la marca “Galeno” del famoso esparadrapo, ha estado trabajando 28 años en expediciones (pedidos), tanto a nivel nacional e internacional. Como hemos dicho allí conoció a una compañera del trabajo con la ha estado casado 25 años, y con la que tuvo un hijo que desgraciadamente falleció el 23 de diciembre de 2004, con 29 años, triste acontecimiento que le ha afectado bastante, en los recuerdos y en la vida misma.
Cuando se jubiló invirtió sus ahorros, como no podía ser de otra manera, en el montaje de un espectáculo musical tipo Karaoke, en Lucena. Se hacían concursos importantes y se daban premios de clasificaciones a nivel casi profesional. El  cantaba para animar a los clientes y venía mucha gente hasta de Málaga para escucharle. Pero los negocios familiares a veces no salen bien y supuso su ruina económica, que se unión a la familiar.
 Actualmente, decidió un retiro tranquilo alejado de todo el mundo vivido, y se ha instalado en la casa familiar de Alcalá la Real, donde lleva una vida tranquila, con su huerto, su karaoke y  junto a su loro “Yako”, que nos estuvo entreteniendo o interrumpiendo con su charla durante toda la entrevista.

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