martes, 26 de julio de 2022

FRANCISCO DE CÓRDOBA MARIN "PACO DE LA VEGA DE FUENTE ÁLAMO"

 


Hace unos días me sorprendió la noticia del fallecimiento de Francisco de Córdoba Marín, conocido como “Paco Córdoba”. Me quedé sobrecogido, aunque seguramente a él también le cogió desprevenido a sus pocos 68 años. Aunque había recibido algún aviso, seguramente no estaba preparado, pues la última vez que hablé con él, tenía ganas de aprender nuevas cosas y proyectos en su cortijo de la Vega.

Según me informaron nos dejó el día 10 de julio.

Aunque nuestra amistad se había forjado hacía poco tiempo, tenía conocimiento de su persona y sus actos a través de mis familiares y otros fuentealemeños, a quienes profesaba afecto, y les echó algún cable para que mediante su contratación pudieran percibir las ayudas del campo.

Era un hombre culto e interesado por la historia de Alcalá la Real y de la aldea de Fuente Álamo. En el momento que se enteró que había alguna publicación sobre nuestra aldea, se interesó en localizarme, y en las conversaciones telefónicas me transmitía sus conocimientos sobre acontecimientos ocurridos en el balneario de Ardales, propiedad de su familia.

 Paco era el último bastión de los De Córdoba en Alcalá la Real. Su vinculación con Fuente Álamo y sus gentes estaba arraigada y era total y absoluta. Era el heredero representante de D. Manuel de Córdoba, su tatarabuelo, propietario del Balneario de Fuente Álamo en sus años de auge. Hijo de José María de Córdoba Ruiz y nieto de Paquito de Córdoba Villuendas. Echó los dientes en las tierras de la Vega, en el paraje de la Fuente de la Encina y  en aquel Balneario de Ardales, ya en decadencia y solo refugio familiar. Sin embargo, fue empapándose de cantidad de anécdotas de tipo costumbrista que envolvieron a sus familiares y amigos cuando visitaban el Balneario, y así lo dejó plasmado en la Revista de la Virgen de las Mercedes del año pasado de 2021. En esta publicación, lo cuenta de manera sutil para no herir susceptibilidades, si bien personalmente me las contó con sus pelos y señales y con la campechanía que le caracterizaba. Me contó que su madre siendo una recién nacida (1926) se cayó de la cuna en una de las visitas que sus abuelos maternos realizaron a los Baños de Ardales.  

 En su artículo fue muy agradecido a mi trabajo sobre la familia, y yo no podía corresponderle de otra manera que dedicándole estas cuatro letras.


Hace poco más de medio año fue la última vez que le vi en persona. El 6 de noviembre de 2021 nos acompañó en una visita guiada que organizamos por Fuente Álamo, llegamos hasta el balneario de sus antepasados y nos ilustró como buen conocedor sobre los últimos años de su funcionamiento. En la Torre Atalaya Musulmana, cuyo recinto también perteneció a su familia, me contó que el primer naranjo que llegó a la zona lo plantó  allí su bisabuelo Francisco Javier de Córdoba.  Hizo todo el recorrido,  incluido la subida a la Mina, pese a padecer un esguince de tobillo y cojear ostensiblemente. Nos ofreció lotería de navidad de la Virgen de las Mercedes, deseándonos suerte.

Finalizando la jornada, como no podía ser de otra manera, nos tomamos un buen vino, y nos fumamos un purillo que él me ofreció.

Paco de Córdoba, aparte de gestionar una correduría de seguros, tenía como pasión el campo. Acondicionó el Cortijo de la Vega, siendo este lugar su vía de escape. Fue un empresario agrícola, que siempre respetó a los obreros del campo. Su cuadrilla la formaban casi siempre jornaleros fuentealmeños. Dio mucho trabajo a este pueblo. Como me confesó durante la cata de vino, jamás dejó a deber ni un solo salario, aunque a veces él mismo me reconoció que cuando pasaba por algún apuro, demoraba el pago hasta final de campaña. Pienso en lo poco que le llegué a conocer; era un hombre íntegro, que representaba al antiguo “señorito” ahora más cercano a la gente. Las circunstancias le condicionaron mucho, sobre todo el tener que honorificar el apellido de una familia tan influyente en otros tiempos.

Después de aquel día de charla, nos hemos mandado varios mensajes  por teléfono y especialmente por Navidad me mandó como mensaje: “Amigo Domingo te deseo Salud y Paz. Un Abrazo”, yo le contesté: “Igualmente Paco para ti y los tuyos. Un abrazo”. A veces los deseos no se cumplen en cuanto a la salud,  pero Paco como buen cristiano que era, seguro que se ha ido en Paz.



sábado, 23 de julio de 2022

COOPERATIVA AGRÍCOLA NTRA. SRA. DEL ROSARIO DE FUENTE ÁLAMO. ADIÓS A 63 AÑOS DE HISTORIA

 


Este pasado día 20 de julio de 2022 se aprobó por la Asamblea General la fusión por absorción de la Cooperativa Nuestra Sra. del Rosario de Fuente Álamo con la Cooperativa “Martínez Montañés” de Alcalá la Real. Fue por la mayoría cualificada de 49 votos a favor  por 13 votos en contra, o lo que es lo mismo, por una diferencia a favor de 7 ó 8 votos, que bastaron para conseguir los 2/3 requeridos para su aprobación. Fueron convocados al acto 128 socios, votaron 62.  El acuerdo también fue aprobado por la Asamblea General de la cooperativa alcalaína, pero al día siguiente

La constitución de la Cooperativa y Caja Rural Ntra. Sra. del Rosario, como en un principio se denominó, supuso la reordenación y agrupación de pequeños y medianos agricultores frente al monopolio del molino de aceite que explotaba D. Francisco Serrano del Mármol “Don Paco”, que circunstancias de la vida, fallecería el 16 de diciembre de 1959, justo al inicio de la recolección de la cosecha con la  que comenzaría formalmente su puesta en marcha y que por tanto no pudo ver el funcionamiento de la competencia.

El lugar que ocupó era la zona de lo que anteriormente se denominada “El Cortijo”, cerca de la fuente, donde había instalado un pequeño molino de aceite que se había construido en 1947 tras la compra a Dª María Luisa Díaz Molina: “Molino Cornicabras-Cañuelos”. Era un molino con su prensa, empiedro, vasijas y demás accesorios, dentro de una casa cubierta de teja formada de dos cuerpos, planta baja y piso alto, con 15 metros de fachada y 20 metros de fondo. En cuanto a la  propiedad, una mitad indivisa era del matrimonio formado por Antonio Ramírez Sánchez “Cornicabras” y María del Carmen González Palomino, una cuarta parte indivisa de Pedro González Ruiz, “Cañuelos” y una veintiocho ava parte indivisa, cada uno, de Maria del Carmen, Patrocinio, Francisco, Pedro, Miguel, Manuel y José González Palomino, quienes vendieron tanto el molino como el inmueble para hacer la Cooperativa Ntra. Sra. del Rosario, participando como socios fundadores, por el precio total de un millón veinticinco mil pesetas, elevándose a escritura pública el 10 de diciembre de 1959.


Dirigió las obras de reforma como albañil un tal Andrés de San José de la Rábita y Juanele Aguilera estuvo trabajando como peón, mientras que Antonio Anguita con su motocarro retiraba los escombros.

La actividad propiamente dicha se iniciaría con la campaña 1958-59. Los socios fundadores fueron inscribiéndose desde el día 3 de diciembre de 1958, siendo Brígido Ruiz Calvo el primero en hacerlo, hasta un total de 53 socios, siendo Josefa Serrano García, con 60 años de edad, fue el nº 53, y se inscribió el 20 de marzo de 1959, dos días antes de la celebración de la Asamblea de Constitución, causando baja dos años después.

Los primeros cagarraches que molturaron fueron: Amador Pérez Bolivar, José Pérez Pérez, Custodio Jiménez Pérez, José Pasadas Montañez y Miguel La Rosa Rodríguez, como maestro de prensa. Había una única prensa con un pistón de 35 cm de diámetro y tres rulos pequeños movidos por poleas. A una de las poleas la llamaban la “loca”, la cual no llevaba transmisión y se utilizaba para parar y echar a andar los rulos. Con unos ganchos se iba ésta desviando y al no agarrar se salía y se paraban, y para andar igual se iba enganchando. Sólo había un motor eléctrico, la espiral y los rulos andaban a la vez.


Con posterioridad a la fecha del acta de constitución y sobre todo durante el mes de diciembre de 1959, con el inicio de la temporada de recolección 1959-60, se fueron agregando socios hasta estabilizarse en más de un centenar, que serían los que molturarían sus aceitunas el segundo año de su puesta en funcionamiento.

               La Asamblea de Constitución con el levantamiento de Acta de constitución se celebró el 22 de marzo de 1959, después de una oración a su titular Nuestra Señora del Rosario. Se abrió la sesión para dar cuenta del recibo del oficio, que acompañaba un ejemplar de los Estatutos debidamente diligenciados por la Delegación Provincial de Sindicatos de Jaén (Departamento de Cooperación), constituyéndose la primera Junta Rectora y Consejo de Vigilancia, compuesta por: Presidente: D. Brígido Ruiz Calvo; Tesorero: D. Manuel López Martín; Secretario: D. Antonio Pérez Jiménez; Vocales: D. Manuel Fuentes Moyano; D. José Pérez Lizana; D. Miguel González Palomino; Consejo de Vigilancia, formado: Jefe:  D. Gregorio Aguilera Calvo; Consejo: D. Francisco Ibáñez Castillo; D. Antonio Aguilera Montes; D. José Aguilera Vico; D. Daniel Aranda Villén; D. José González Palomino; D. Benito Fuentes Moyano; D. Narciso Ramírez Sánchez; D. Félix Carrillo Pérez.

            Entre otros acuerdos se nombró contable de esta entidad a Matías Bailón Serrano.

               Durante los sesenta y tres años de funcionamiento, ha sido necesario que a las reformas iniciales de aquel pequeño molino de aceite, se fueran añadiendo nuevas e importantes mejoras para aumentar la productividad y competitividad. Lo que en alguna ocasión no fueron muy bien entendidas por lo socios y  producía un efecto de retirada o dejar de aportar temporalmente sus cosechas, a la espera del saldo de la deuda.

               La primera gran reforma se realizó a principios de los años 70, es decir, pasados los primeros diez años desde su constitución. Consistió en sustituir los rulos o empiedro por el molino de martillo e instalar el cargador automático de las prensas. Las dos prensas iniciales fueron sustituidas por cuatro más pequeñas.

               Comenzaron a inscribirse nuevos socios, primero como consecuencia de haber invertido las divisas de la emigración en pequeñas parcelas y después, a finales de los años 70, debido al repartimiento de tierras del Cortijo de Clavijo, lo que supuso un aumento progresivo en el número de socios y en la producción de aceite.

A principios de los años 80, se instaló la acribadora automática y cuatro años más tarde se introdujo el lavado automático de la aceituna, mediante la instalación de una la lavadora. Esta reforma coincidió con el momento más difícil respecto de su continuidad. Se produjeron turbulencias en cuanto a la amortización de las reformas realizadas, lo que provocó a su vez una salida de socios. Se estudió incluso posibilidad de su venta, para lo cual en el verano de 1984 se convocó una Asamblea General, en la que hizo presencia un apoderado de “La Baronesa” con la sola intención de adquirir el local y la actividad. En aquella reunión ante la situación dramática, se me “escapó” una risotada sarcástica, fruto de la impotencia o de mi inmadurez, aunque creo que produjo un efecto disuasorio, abortando la idea.


En 1992, se acometió una profunda reforma, y previamente se encargó un informe de valoración al ingeniero agrónomo D. Francisco Mozas Martínez, a petición de la Caja Rural Provincial de Jaén, con el fin de la concesión de un préstamo hipotecario. En dicho informe que se concluyó el 13 de noviembre de 1992, (ya iniciadas las reformas, que entrarían en funcionamiento en la cosecha de 1992), se indicaba que toda la reforma se basaba en una estructura de la antigua edificación, adecuándola en cuanto a la nueva distribución de espacios en patios, sala de máquinas, sala de aclaradores, ampliando la anterior; una segunda planta con comedor y sala de juntas (almacén), una nueva sala de calderas y servicios y vestuarios separados del edificio. Además, se llevó a cabo la adecuación del antiguo troje con tolvas metálicas y la reforma de la antigua bodega con la instalación de 7 nuevos depósitos de acero inoxidable, (lo que no se llevó a cabo hasta 1993), cuyo valor estimado sería de 7 millones de pesetas.


 Se instaló el sistema continuo de extracción de aceite completo, es decir, molino martillos, batidora, centrífuga horizontal para la masa, centrífugas verticales para caldos, cuadros de funcionamiento y sistemas de circulación de fluidos, o sistema de tres fases, que al poco tiempo se sustituyó por el de  dos fases, por problemas con la alpechinera, (el alpechín se incorporó al orujo).

En aquellos años donde algún socio opinó que era necesario cambiar  “todo” lo que produjo una nueva estampida quedando con tan solo 132 socios o “pararrayos”.

En un principio la capacidad de molturación nominal era de 76 Tm/24 horas y el rendimiento previsto de 60 Tm/24 horas y actualmente es de 150 Tm/ 24 horas.

La aceituna molturada es de la variedad Picual con un rendimiento medio del 24 %, aunque actualmente se ha conseguido aumentar dicho rendimiento en 3 ó 4 puntos y se aumentó la cosecha media molturada de  2.000 Tm. a 2.500 Tm.  Últimamente en años de  mejores cosechas no llega a 1.500 Tm. 

La superficie total del solar es de 1.375 m2.

En 1992 las dependencias fueron valoradas en 12.977.500 pesetas, las maquinarias y utillaje  en 69.783.000 pesetas, en  total 84.289.000 pesetas.

El personal estaba formado en los años 90 por un maestro de almazara, dos ayudantes de máquina y dos peones de patio y un basculista, mientras que actualmente hay  uno ó dos maestro de almazara y un basculista.

Durante todo este periodo se han sucedido una docena de presidentes, alguno de los cuales ya no son socios, ni sus herederos. Ceferino Aguilera, desde cagarrache, pasando por maestro de molino y ocupando diversos cargos en la Junta Rectora, llegó a la presidencia; o Juan Aguilera que era el camionero, encargado del transportar el orujo, fue a la vez que presidente. Estos han sido por orden cronológico: Brígido Ruiz Calvo (1959); Benito Fuentes Moyano; José Aguilera Vico; Miguel González Palomino; Juan Carrillo Pérez (1980); Miguel González Palomino(1981-1982); Santiago Cano Muñoz (1983-1984); Juan Aguilera Castillo (1984-1992); Ceferino Aguilera Pérez (1992-1998); Valeriano Muñoz Nieto (1998-2002); Antonio Palomino Pareja (2002-2005) y José Antonio Haro Ramírez (2005-2022).


Fueron contables: Matías Bailón Serrano al inicio de su constitución, 3 ó 4 años, Teodoro Ibáñez Nieto (hasta 1984), Manuel Jiménez Pérez (1985-2020)  y María del Carmen Martínez.

Actualmente la componen unos 128 socios activos. Se ha mantenido fundamentalmente gracias a los pequeños y medianos cosecheros, ya que los más “grandes”, salvo excepciones, como hemos dicho cuando se realizaban gastos para reformas, abandonaban la entidad, o hacían algún tipo de  triquiñuela para llevar esos años sus cosechas a molineros particulares, siempre buscando mayores beneficios. En algunos casos, posteriormente, han solicitando el alta, y se les ha readmitido, porque la obra social de la cooperativa está ante todo.  Hoy deberíamos hacer un homenaje a todos los socios, ahora herederos de aquellos fundadores, que se han mantenido pese a las turbulencias y dificultades, lo que ha supuesto cierta estabilidad para los agricultores fuentealameños, frente a las acometidas primero del molino de Don Paco y después de diversos fabricantes particulares.

Concluiremos con alguna anécdota y en este caso, se cuenta que: siendo dirigente Eusebio Vera, en los años 70, aconsejaba a los socios a quitarse el sombrero o gorra para entrar a las oficinas, en señal de respeto a la Entidad, cosa que no era muy bien entendida por los hombres del campo, que estaban acostumbrados a llevar la gorra puesta todo el día y en cualquier lugar. Lo de “apagaluces” de Manolito González fue mucho antes. Luis Gomarín siempre prefirió llamarla: “La Colectiva”, quizás en recuerdo a la colectividad que creó su antecesora “La Espiga Floreciente” en tiempos de la Segunda República.

El local de la sociedad ha estado a disposición de los  fuentealameños, para cualquier tipo de eventos lúdicos y culturales como eran las fiestas de los quintos (en el antiguo molino), las representaciones teatrales de los años 70 y cualquier reunión de socios. Así mismo siempre que se le ha solicitado ha colaborado en las fiestas populares con pequeñas aportaciones.

 Como proyecto a corto o medio plazo estaba su reinstalación o reubicación en un local más amplio y más funcional, que se ha quedado en agua de borrajas.

Luego vendrán también los Organismos Públicos y se les llenará la boca al hablar de la España Vaciada y la necesidad de potenciar la vida rural, pero se quedarán sin argumentos, porque no hicieron nada para evitarlo.

Si el día de su fundación, 22 de marzo de 1959, se le dedicó una oración a la Virgen del Rosario,  el  día 20 de julio de 2022 deberíamos haberle dicho una misa de réquiem, deseándole que descanse en paz y pidiéndole perdón por los daños y los males ocasionados sobre todo por  los socios no cooperativistas.

 Mi enhorabuena a todos los socios de bien que durante todos estos tiempos han conseguido, pese a obtener menores rendimientos, mantenerla viva o al menos moribunda. 

Solo nos queda estar vigilantes para que  al menos se cumpla nuestra propuesta, que quedó así redactada: Ambas cooperativas manifiestan la voluntad, tras la fusión, de negociar con el Ayuntamiento de Alcalá La Real la gestión de los Terrenos de la S. Coop. And. Ntra. Sra. del Rosario, para que bien por permuta, o cualquier otra posibilidad, suponga un beneficio a la Cooperativa resultante, de cara a su utilización para cualquier actuación, ya sea productiva, social, cultural o de cualquier otra índole, en beneficio siempre de los socios cooperativistas”.