viernes, 21 de septiembre de 2012

AGRICULTURA, GANADERÍA Y MINERÍA EN FUENTE ALAMO

EL CAMPO DE FUENTE ALAMO


PRIMERA PARTE.

    Como cuestión previa, debo decir que no intentaré con esta entrada hacer un estudio demasiado técnico, con datos actuales, pues no hay más técnico en la materia que el propio agricultor o cabrero, que viven “in situ” el día a día y al que se le han transmitido los conocimientos de generación en generación.
     Encontramos los primeros datos sobre el terreno del partido de campo de Fuente-Álamo en el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Volumen VIII, Edición de 1830,  escrito por Pascual Madoz, en su  página 223, y dice: “El terreno de su campo es en lo general de inferior calidad, aunque hay algunos pedazos buenos y tiene muy poco arbolado.”


Prosiguiendo con los datos obtenidos del Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, de Pascual Madoz (pag. 390), y “lo más aproximado que se puede”, dice que el Caudal de Propios que Fuente Álamo aportaba al Ayuntamiento de Alcalá la Real era de 36 suertes de tierra, que componían 259 fanegas, entendemos que básicamente sería el Cortijo de Clavijo, el cual perteneció al Ayuntamiento de Alcalá la Real hasta finales de los años noventa, que fue en principio dividido en parcelas en régimen de arrendamiento y posteriormente vendido a los aparceros. Los requisitos que se establecieron para el arrendamiento eran el estar empadronado en Fuente Álamo, no poseer en propiedad tierra superior a una fanega y el pago de una pequeña renta. La posterior venta se realizó al precio tasado por el Ayuntamiento con carácter unitario por fanega.

   En páginas sucesivas dice el mismo Diccionario, que en Fuente Álamo no había ninguna fanega de primera clase, de segunda clase  habían 600 fanegas de secano y 200 fanegas de monte y de tercera clase 900 fanegas de secano y 300 de monte, total 2.000 fanegas, sin que hubiera alguna de riego, viña u olivar;  en toda la comarca de Alcalá la Real había sólo dos molinos de aceite, uno en Alcalá y otro en Santa Ana. En Fuente Álamo tenemos conocimiento del primer molino de aceite productivo al finalizar la Guerra Civil.
Fuente Álamo era a mediados del siglo XIX, un partido de campo eminentemente productor de grano, dos terceras partes (1.500 fanegas) del terreno era tierra de secano, tierra calma en donde se sembraba fundamentalmente trigo, cebada, escaña, habas, garbanzos, lentejas, yeros, gijas, habichuelas, maíz. En los años cuarenta del siglo XIX había dos molinos harineros en La Rábita y uno en La Hortichuela, que eran los lugares donde se molía el grano de Fuente Álamo, pues hasta principios de siglo XX no contó con molino harinero.  La otra tercera parte (500 fanegas) era tierra de monte destinada a la producción de bellota para el ganado y al pastoreo de ovejas, cabras y cerdos. Prueba de ello es el nombre de los cortijos Coscojar Alto y Bajo o Fuente de la Encina Alta y Baja, pues era la coscoja,  planta similar al chaparro, chaparra, carrasquilla o carrasquizo, una especie de arbusto predominante en la zona. Asimismo si preguntamos a los mayores de la aldea casi todos recuerdan como de pequeños estuvieron guardando cochinos, unos eran de los señoritos y otros propios de la economía familiar.             
                La producción de grano también lo atestigua la cantidad de eras para la trilla situadas en cada uno de los cortijos que rodeaban el partido de campo e incluso en lo que actualmente es el centro de la aldea, así en la parte baja estaba la era de Pepe Aguilera,  Luis Montes, o de Brígido Ruiz, en la parte alta  la de Manolillo Fuentes, Lázaro García, Manolito González, Lore Ibáñez, Cortijillo, a las afueras las tres eras de La Torre, el Praillo, Enfrente, La Sangradera, Cuatrovientos, Clavijo, por nombrar algunas, si bien como hemos dicho anteriormente cada pequeño o gran cosechero tenía su propia era, y el que no la poseía, solicitaba el prestado temporal y con la sola obligación de dejarla limpia.
               Asimismo el asociacionismo en Fuente Álamo en los años treinta lo representaba la Sociedad Obrera de Trabajadores de la Tierra «La Espiga Floreciente», ya el nombre de la sociedad, da a entender cual era la actividad principal en los años anteriores a la Guerra Civil, y que ha sido objeto de estudio en otra entrada.
               El inicio de la Guerra Civil paralizó de alguna forma la actividad productiva, a lo que se unió los malos años, como el de 1945, “año de hambre” debido que la lluvia no acompañó y además, casi todas las tierras, estaban en manos terratenientes.
               En los años posteriores a la Guerra Civil los “destajos” más grandes o grandes latifundios eran el de D. Francisco Serrano del Mármol “Don Paco”, quien en una época tenía en propiedad el Coscojar Bajo, las propiedades que después donaría a la SAFA, además del Ruedo y otras pequeñas parcelas como la Erilla, en el Peñón, ect, y en régimen de arrendamiento el Coscojar Alto y el Cortijo de Pineda, de tal forma que empleaba diariamente más de dieciocho personas entre gañanes y cabreros y además a familias que estaban fijas como las de los encargados, Blas Zamora, Matías Cándido, con sus niñas, o Juan Aguilera “Gazpacho” que era el guarda, y su hijo Antonio Aguilera que cada día tenía que llevar a Alcalá la Real en un carro, la leche producida por la cabras. Don Paco creó su propio molino de aceite en la zona de la Torre. Posteriormente con la muerte del Sr. Serrano en 1959,  su sobrino Paquito Sierra, se haría cargo de la explotación de todas las tierras hasta que su tía Dª. Casilda Sierra Montañez, esposa del Sr. Serrano, donara a la SAFA parte de las propiedades, el Coscojar Alto perteneciente a un asilo de Priego de Córdoba fue arrendado a una familia del Castillo de Locubín, formándose “destajo menores” como el nombrado de “Los Curas” propiedad de la SAFA, además de la “Casilla Magarzo” de la Sra. Dabán Sánchez-Cañete, La Cabrera, La Loma del Virote, de la familia Sánchez-Cañete, La Solana, de la familia Sánchez-Cañete, Clavijo del Ayuntamiento de Alcalá la Real, dedicado éste último más a la producción de grano. Cada uno de estos “cortes”, en la época de la recolección de la aceituna podía emplear durante 60 días a una decena de familias, pues era el cabeza de familia, el que formaba su propia cuadrilla, cuando era al ajuste.


   El terreno de Fuente Álamo lo han clasificado nuestros antepasado fundamentalmente en tres categorías teniendo en cuenta la simple visualización del terreno, la producción que daba el mismo y sin hacer ningún análisis de las composición del suelo,  así tenemos en la parte baja de la aldea lo que se llama “tierra recia”, es un terreno arcilloso y yesos muy necesitada de agua pues apenas retiene la humedad, formándose en otras épocas grandes “húmedos” ó “derretieros” y que sirvió durante mucho tiempo para la siembra de grano y después, alcaparra;  la “tierra colorada” arenosa y piedra, de la parte alta que forma el monte hasta La Coronilla, rica en hierro y más fresca, de poca profundidad lo que hace que el olivo le cueste su adaptación en la parte alta del cerro; y la “tierra blanca” formada por  arcillas que rodea la anterior y la de más calidad y de mejor labranza para la plantación de olivar, que últimamente ha permitido incluso la plantación de cerezos.

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