martes, 24 de junio de 2025

DESPOBLACIÓN EN FUENTE ÁLAMO Y EN LAS ALDEAS DE ALCALÁ LA REAL. TENDENCIA DEMOGRÁFICA GENERAL (2000–2024).

 


En nuestro perseverante trabajo divulgativo para intentar comprender la despoblación que está sufriendo la aldea de Fuente Álamo, el 1 de mayo de 2020 publicamos en este blog: https://historiadefuentealamo-jaen.blogspot.com/2020/05/despoblacion-de-fuente-alamo-la-espana.html, con esta nueva publicación queremos completarlo analizando los datos demográficos del último lustro (fuente INE) y  el trabajo titulado “Reflexiones sobre Despoblación y Territorio en la Provincia  de Jaén” de José Domingo Sánchez Martínez, jefe del Área de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Jaén. Publicado en el Boletín. Instituto de estudios Giennenses enero-Junio 2025 – Nº 231 – Págs. 475-504 – I.S.S.N.: 0561-3590.

Este estudio nos ha hecho reflexionar y hacernos la pregunta: ¿Cuál será la población de  Fuente Álamo dentro de veinticinco años? Es una interpelación hecha a corto o medio plazo que vamos a intentar responder en base a datos de la evolución de la población en estos últimos veinticinco años, en comparativas con otras aldeas cercanas y teniendo de referencia la ciudad a la que pertenecen, Alcalá la Real. En el referido trabajo se constata que para la población de la provincia de Jaén y, según la proyección del INE en el año 2037, se pronostica una pérdida considerable de población de unos 46.000 habitantes;  para Alcalá la Real la población proyectada para el año 2040 es de 18.990 habitantes con una pérdida 2.620 habitantes desde 2024, que posee 21.610 habitantes[1].

Después propondremos algunas de las claves o posibles soluciones para que no se produzca más pérdida de población en el mundo rural, aunque parece irreversible según las proyecciones del INE. Por consiguiente intentaremos reconducir la desaparición de pequeños núcleos rurales y evitar que se cumplan peores temores, pues dicho autor cuestiona invertir en situaciones irreversibles.

En estos últimos veinticinco años hemos observado una pérdida progresiva de población, pasando de los  258 habitantes que en el año 2000[2] tenía Fuente Álamo a los  140 habitantes del año 2020, sin embargo se ha frenado en el último lustro (2020-2024) y se ha estabilizado en torno a los 150 habitantes. Por lo que a primera vista ya tenemos casi contestada la pregunta inicial, si los parámetros y las actitudes  no cambian y la proyección para Alcalá la Real del INE no abarca la aldea de Fuente Álamo, esta verá estabilizada su población.

Según el autor del mencionado estudio Sr. Sánchez Martínez, no hay duda que la causa principal que está produciendo la despoblación, refiriéndose a la provincia de Jaén, es la existencia de un saldo vegetativo negativo y que esta tendencia se prolongará. En el caso de Fuente Álamo sabido es que hay una casi nula fecundidad (solo han nacido dos niños en el último lustro) y el incremento de la mortalidad de una población cada vez  más longeva (aumenta el número de  personas mayores de 80 años, si bien este año han fallecido Mercedes Ramírez Vera y Francisca Ramírez Zuheros, ambas con 87 años). Pero también hay un saldo algo positivo con la llegada de nuevos vecinos, por lo general personas mayores, que está permitiendo compensar la tasa de mortalidad y de ahí esa estabilización de los últimos años, ayudada por el aumento de la esperanza de vida (actualmente Feliciano Ibáñez ya ha superado el centenario, Mariana Pérez los 93 años, o Luis Aguilera Cano con 90 años al que hay que unir  varias familias de origen anglosajón que rozan también los 90 años)[3].

Tal y como vemos, estamos jugando con micro-datos, por lo que el margen de error es muy corto, pues en una población de 150 habitantes no puede haber cambios significativos y menos aún a corto o medio plazo, pero lo que parece claro es que en el próximo cuarto de siglo no se recuperará la población que se ha ido perdiendo desde principios de siglo XXI (108 habitantes), ni mucho menos que se pretenda.

Llegamos a esta conclusión, en base a que la esperanza de vida hará que se mantengan más tiempo los actuales vecinos y  las defunciones solo se repondrán con la llegada de nuevos vecinos que ocupen sus casas, pero al igual que ha ocurrido hasta ahora, no llegarán en edad fértil o de procrear, pues no ven futuro para sus hijos y el incremento de la natalidad no será posible. Por otra parte, el hecho de que la población cada vez sea más longeva y más envejecida supone la necesidad de utilizar personal para su cuidado, siendo una fuente de contratación de servicios y una forma de atraer nuevos habitantes para cuidar a sus vecinos más ancianos, que en el panorama actual solo lo puede ofrecer temporalmente la población inmigrante, al igual que en época de recolección de la aceituna.

Del mismo modo que el renombrado profesor Sr. Sánchez, nos hacemos la pregunta: ¿es necesario invertir para tratar de paliar situaciones que parecen irreversibles o es mejor centrarse en las que son reconducibles?

Por lo expuesto y, siguiendo una postura neoliberal, parece ser que  no es necesario tomar medidas que incentiven la vida en el mundo rural, ni tomar verdadera conciencia de la llamada España Vaciada, pues ya tenemos la respuesta de que dentro de veinticinco años en Fuente Álamo todo seguirá igual. Por tanto, no hay que hacer nada para paliar la despoblación de las aldeas que parece irreversible, pues todo se está generando automáticamente o de forma natural, como ha ocurrido en este último lustro. Debemos centrarnos en lo que pueda ser reconducible.

Lo más significativo y que también puede ser causa de que no sea necesario tomar medidas, es que la ciudad a las que pertenecen las aldeas estudiadas, Alcalá la Real, en el mismo cuatro de siglo no ha variado su número de habitantes. Así, en el año 2000 contaba con 21.599 habitantes y en el año 2024 con 21.610 habitantes, aunque como hemos visto esa no es la proyección. Esto quiere decir que mientras las aldeas han perdido vecinos, el núcleo de la ciudad se mantiene igual, y por tanto no es necesario actuar, ya que la pérdida de habitantes del mundo rural se compensa con el urbano, siguiendo al profesor Sánchez, “que ofrece más  posibilidades, no solo para la formación y el empleo, sino también para el ocio” o cuidados sanitarios.  Esto se refleja en números, pues en el padrón del año 2000 la población conjunta de las aldeas era de 6.282 habitantes y en 2024 ha sido de 4.739 habitantes, por lo que se ha producido una pérdida de 1.543 habitantes aldeanos en 25 años, gran parte de ellos establecidos en la ciudad, que ha conservado la misma población. Los que no se han marchado y están contribuyendo a la estabilización que se está produciendo en las aldeas estudiadas se relacionan más con razones de rentabilidad económica que a razones emocionales, (es más barato vivir en el campo que en la ciudad y sobre todo el tema de la vivienda).


Por tanto los datos muestran una clara regresión poblacional en la mayoría de las aldeas del término de Alcalá la Real en los últimos 25 años. Algunos ejemplos:

·         Fuente Álamo: pasa de 258 habitantes (2000) a 150 (2024), es decir, una pérdida del 41,9%.

·         Hortichuela: de 250 a 148 (−40,8%).

·         La Rábita: de 885 a 685 (−22,6%).

·         Peñas de Majalcorón: de 57 a 22 (−61,4%).

Solo el núcleo urbano de Alcalá la Real ha mantenido estable su población: de 21.599 (2000) a 21.610 (2024), lo que indica que la pérdida de habitantes rurales se ha absorbido en el núcleo urbano, como hemos constatado.

No se trata de revertir la situación y hacer que todos los fuentealameños que se marcharon a la ciudad vuelvan y quitarle habitantes al núcleo urbano a favor de las aldeas, se trata de reconducir o redistribuir el espacio geográfico y atraer nuevos habitantes de otros lugares que se integren, incluida la población inmigrante.

Por lo general,  el abandono de los núcleos rurales es debido a cuestiones de mayor peso:

1º) La progresiva mecanización de las explotaciones agrarias. 

2º) La creciente hegemonía de dos sectores económicos importantes como son el industrial y el sector servicios, con respecto a la agricultura.

 3º) La baja rentabilidad económica del sector primario.

Como decíamos el 1 de mayo de 2020 en la referida  publicación en este blog, las decisiones personales que buscan un bienestar, oportunidades y mejores servicios públicos no pueden serles reprochadas a quienes las buscan, si bien en los últimos tiempos se estaba renunciado al bienestar que daba el mundo rural en favor de la especulación con la vivienda o una revalorización en el mercado inmobiliario, aprovechando el “boom” económico que se vivió  en España (que está volviendo, con la diferencia de que los precios son más desorbitados en la ciudad) y que tuvo  también  un  reflejo  demográfico  en  las  áreas  rurales  despobladas  como Fuente Álamo. La prueba de que fue pura especulación se observa en que, de  las aproximadamente 25 de viviendas vendidas a personas de origen británicos, actualmente solo una decena están ocupadas de forma permanente.

¿Cómo se puede reconducir esto actualmente?

Si bien no se ha actuado contra la despoblación de forma directa o mejor dicho no se ha invertido para tratar de paliar situaciones que parecen irreversibles, tampoco se han adoptado medidas para reconducir la situación. Un ejemplo muy simplista sería,  cuando, ya se habían marchado gran parte de la población fuentealameña por motivos de aislamiento, se construye en 2008 un nuevo trazado de carretera para acercar Fuente Álamo con el centro urbano, posiblemente para que todos los que se habían marchado pudieran venir a cuidar las posesiones que habían dejado. Vista la situación con un poco de humor, al enemigo que huyó se le hizo camino de plata. Lo que paradójicamente produjo la creación de esta necesaria infraestructura fue la salida de población al núcleo principal, pues en el caso de Fuente Álamo lo acercaba a la ciudad y compensaba irse a vivir a ella, aunque cada día se tuviera que venir a labrar sus posesiones. Si se intentara reconducir la situación, estas infraestructuras podría atraer a nuevos vecinos de forma permanente, dada la cercanía, bien con incentivos para zonas desfavorecidas, bonos para la vivienda, bonos para transporte de forma individual, ayudas para la creación de pequeñas explotaciones agroalimentarias, incentivos para el arrendamiento de tierras de labranza, bonos eléctricos o de telefonía … Ya sabemos que esto puede ser insostenible para las arcas públicas, pero para eso se están creando programas por la Unión Europea,  cuyo  reto demográfico es una prioridad política (Parlamento Europeo, 2022) y son muchos los Estados, caso de España, que cuentan ya con estrategias para hacerle frente (DAX Y COPUS, 2022), pero debe ir acompañadas de dotaciones económicas que deben ir directamente a las zonas desfavorecidas (aldeas)  y no al Alcalá la Real como núcleo urbano, que también las necesitaría por su proyección demográfica negativa. Es cuestión de una mejor redistribución y reconducir la situación.

El problema actual de la vivienda puede ser un incentivo para retener o atraer a jóvenes a la aldea. Existe casi una veintena de casas deshabitadas, pues no se entiende que en una España donde la vivienda escasea y es muy cara, existan en las aldeas tantas casas sin ocupar. Podrían las instituciones públicas crear una bolsa de viviendas en alquiler en las aldeas y así producir una importante redistribución espacial de la población.  Según  el profesor Sánchez Martínez “la capacidad para tratar de reconducir las tendencias pasa, necesariamente, por definir un modelo territorial más resiliente y equilibrado, capaz de retener y atraer población joven  formada.”

Estamos de acuerdo que  para trabajos cualificados no se necesita personal en los pequeños núcleos, porque no hay actividad industrial o manufacturas,  pero si es cierto que cada año cuesta más encontrar personal para realizar labores del campo, especialmente en la recogida de aceituna y en general el mantenimiento del olivar tradicional, pequeños trabajos de albañilería, fontanería, electricidad, cuidado de personas mayores… Creo sinceramente que si se incentivara con la residencia en la aldea, podrían establecerse de forma permanente 5 ó 6 familias  que podrían cubrir todas estas necesidades que cada vez son mayores. No importa que provengan de la emigración o no, el caso es mantenerse e integrarse en este mundo rural y sentirse bien, porque lo que no se puede hacer es mantener a toda costa una población que no haya elegido libremente que esa es una opción de vida.

Las necesarias actuaciones del Ayuntamiento de Alcalá la Real en el acondicionamiento de  las infraestructuras, el mantenimiento de un solo día en semana de consulta médica por la Junta de Andalucia, el transporte público solo durante el curso escolar, la discontinua venta ambulante, las intermitentes actividades lúdico-deportivas de la Asociación de Vecinos y del Bar del Centro Social, la falta de hermanos voluntarios para organizar los festejos… solo son actuaciones o actividades que sirven para mantener el arraigo, pero deben ser acompañadas de más actuaciones para reconducir y hacer atractiva la vida en la aldea.  Entre las últimas actuaciones diferentes a las mencionadas, el Ayuntamiento está apostando por la puesta en valor del patrimonio de la Aldea, como es la creación de una zona de ocio y de eventos y rehabilitación de la Torre Medieval, que aparte del empleo que ha generado, es un indicio de que no está muerto el mundo rural, que se piensa en él y  que  seguro que atraerá si no a más vecinos, a visitantes que puedan conocer el paisaje rural vivo, que apostó  por restaurar una torre que estuvo abandonada trece siglos y sin valor patrimonial. Siguen siendo necesarias más actuaciones en la zona arqueológica de la Villa Romana del Ruedo, y ya no decir en la remodelación del antiguo balneario. Se necesita traer cultura y ocio, ya que la inversión en tejido productivo industrial es impensable, pues se ha dejado recientemente que la única Cooperativa Agrícola que existía se trasladara junto con sus vecinos a Alcalá la Real, y lo que es más grave, en el acuerdo de fusión se priorizó que el local se ofreciese en primer lugar  al Ayuntamiento de Alcalá la Real para destinarlo a actividades sociales o lucrativas, como pudiera ser una residencia de mayores, deportivas…, renunciando el Ayuntamiento a ejercer ese derecho. 

También debemos tomar conciencia de todos aquellos que por una u otra circunstancia tuvimos que salir de nuestra aldea, y aportar nuestros conocimientos para poner en valor todo lo que atañe a Fuente Álamo: fomentar desde fuera que en el mundo rural se puede alcanzar un bienestar que quizás en su día no lo tuvimos, aportar cultura adquirida y colaborar para concienciar a las administraciones que la aldea que nos vio nacer, vea surgir a otros muchos durante mucho tiempo.

En definitiva como bien dice el profesor Martínez: “De entrada, partimos de la idea de que el reto demográfico tiene dimensiones (geo)políticas, económicas, ambientales, sociales y culturales”



[1] Para el profesor Alfonso Miguel Márquez García, del Departamento de Organización de Empresas, Márketing y Sociología de la Universidad de Jaén (UJA) en su  estudio “Situación y tendencia de la población en la provincia de Jaén, sus comarcas y municipios” Las provincias de Jaén y Córdoba son las únicas en Andalucía con descenso demográfico. Entre 2024 y 2039 se estima una caída poblacional del 7,19% en Jaén y del 3,09% en Córdoba. Sin embargo, la media andaluza estima un crecimiento del 8,05%, aunque hay provincias que se disparan, como Almería (24,59% y Málaga (21,09%). A nivel nacional se estima un crecimiento del 10,57%.

[2] Para el profesor Alfonso Miguel Márquez García en el referido trabajo,  la provincia de Jaén ha perdido casi 30.000 habitantes desde el año 2000.

[3] Según  el profesor Alfonso Miguel Márquez García  en 2022 el índice de envejecimiento de la provincia de Jaén era del 138%.

 MI  AGRADECIMIENTO A MI HIJO DOMINGO, POR LA TRANSCRIPCIÓN DEL TEXTO, DADA MI CONVALECENCIA.

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