En nuestro perseverante trabajo divulgativo para intentar comprender la despoblación que
está sufriendo la aldea de Fuente Álamo, el 1 de mayo de 2020
publicamos en este blog: https://historiadefuentealamo-jaen.blogspot.com/2020/05/despoblacion-de-fuente-alamo-la-espana.html, con esta nueva publicación queremos
completarlo analizando los datos demográficos del último lustro (fuente INE) y el trabajo titulado “Reflexiones sobre Despoblación y Territorio en la Provincia de Jaén” de José Domingo Sánchez Martínez, jefe del Área de Análisis
Geográfico Regional de la Universidad de Jaén. Publicado en el Boletín.
Instituto de estudios Giennenses enero-Junio 2025 – Nº 231 – Págs. 475-504 –
I.S.S.N.: 0561-3590.
Este estudio nos ha hecho reflexionar y hacernos la
pregunta: ¿Cuál será la población de Fuente Álamo dentro de veinticinco años?
Es una interpelación hecha a corto o medio plazo que vamos a intentar responder
en base a datos de la evolución de la población en estos últimos veinticinco
años, en comparativas con otras aldeas cercanas y teniendo de referencia la
ciudad a la que pertenecen, Alcalá la Real. En el referido trabajo se constata
que para la población de la provincia de Jaén y, según la proyección del INE en
el año 2037, se pronostica una pérdida considerable de población de unos 46.000
habitantes; para Alcalá la Real la
población proyectada para el año 2040 es de 18.990 habitantes con una pérdida 2.620
habitantes desde 2024, que posee 21.610 habitantes[1].
Después propondremos algunas de las claves o posibles
soluciones para que no se produzca más pérdida de población en el mundo rural, aunque
parece irreversible según las proyecciones del INE. Por consiguiente
intentaremos reconducir la desaparición de pequeños núcleos rurales y evitar
que se cumplan peores temores, pues dicho autor cuestiona invertir en
situaciones irreversibles.
…
Según el autor del mencionado estudio Sr. Sánchez
Martínez, no hay duda que la causa principal que está produciendo la
despoblación, refiriéndose a la provincia de Jaén, es la existencia de un saldo
vegetativo negativo y que esta tendencia se prolongará. En el caso de Fuente
Álamo sabido es que hay una casi nula fecundidad (solo han nacido dos
niños en el último lustro) y el incremento
de la mortalidad de una población cada vez
más longeva (aumenta el número de personas mayores de 80 años, si bien este año
han fallecido Mercedes Ramírez Vera y Francisca Ramírez Zuheros, ambas con 87
años). Pero también hay un saldo algo
positivo con la llegada de nuevos vecinos, por lo general personas mayores,
que está permitiendo compensar la tasa de mortalidad y de ahí esa estabilización de los últimos años, ayudada por el
aumento de la esperanza de vida (actualmente Feliciano Ibáñez ya ha superado el
centenario, Mariana Pérez los 93 años, o Luis Aguilera Cano con 90 años al que
hay que unir varias familias de origen
anglosajón que rozan también los 90 años)[3].
Tal y como vemos, estamos jugando con micro-datos, por lo
que el margen de error es muy corto, pues en una población de 150 habitantes no
puede haber cambios significativos y menos aún a corto o medio plazo, pero lo
que parece claro es que en el próximo cuarto de siglo no se recuperará la
población que se ha ido perdiendo desde principios de siglo XXI (108
habitantes), ni mucho menos que se pretenda.
Llegamos a esta conclusión, en base a que la esperanza de
vida hará que se mantengan más tiempo los actuales vecinos y las defunciones solo se repondrán con la
llegada de nuevos vecinos que ocupen sus casas, pero al igual que ha ocurrido
hasta ahora, no llegarán en edad fértil o de procrear, pues no ven futuro para
sus hijos y el incremento de la natalidad no será posible. Por otra parte, el
hecho de que la población cada vez sea más longeva y más envejecida supone la
necesidad de utilizar personal para su cuidado, siendo una fuente de
contratación de servicios y una forma de atraer nuevos habitantes para cuidar a
sus vecinos más ancianos, que en el panorama actual solo lo puede ofrecer
temporalmente la población inmigrante, al igual que en época de recolección de
la aceituna.
Del mismo modo que el renombrado profesor Sr. Sánchez,
nos hacemos la pregunta: ¿es necesario invertir para tratar de paliar
situaciones que parecen irreversibles o es mejor centrarse en las que son
reconducibles?
Por lo expuesto y, siguiendo una postura neoliberal, parece ser que no es necesario tomar medidas que incentiven la vida en el mundo rural, ni tomar verdadera conciencia de la llamada España Vaciada, pues ya tenemos la respuesta de que dentro de veinticinco años en Fuente Álamo todo seguirá igual. Por tanto, no hay que hacer nada para paliar la despoblación de las aldeas que parece irreversible, pues todo se está generando automáticamente o de forma natural, como ha ocurrido en este último lustro. Debemos centrarnos en lo que pueda ser reconducible.
Lo más significativo y que también puede ser causa de que no sea necesario tomar medidas, es que la ciudad a las que pertenecen las aldeas estudiadas, Alcalá la Real, en el mismo cuatro de siglo no ha variado su número de habitantes. Así, en el año 2000 contaba con 21.599 habitantes y en el año 2024 con 21.610 habitantes, aunque como hemos visto esa no es la proyección. Esto quiere decir que mientras las aldeas han perdido vecinos, el núcleo de la ciudad se mantiene igual, y por tanto no es necesario actuar, ya que la pérdida de habitantes del mundo rural se compensa con el urbano, siguiendo al profesor Sánchez, “que ofrece más posibilidades, no solo para la formación y el empleo, sino también para el ocio” o cuidados sanitarios. Esto se refleja en números, pues en el padrón del año 2000 la población conjunta de las aldeas era de 6.282 habitantes y en 2024 ha sido de 4.739 habitantes, por lo que se ha producido una pérdida de 1.543 habitantes aldeanos en 25 años, gran parte de ellos establecidos en la ciudad, que ha conservado la misma población. Los que no se han marchado y están contribuyendo a la estabilización que se está produciendo en las aldeas estudiadas se relacionan más con razones de rentabilidad económica que a razones emocionales, (es más barato vivir en el campo que en la ciudad y sobre todo el tema de la vivienda).
Por tanto los datos muestran una clara regresión poblacional
en la mayoría de las aldeas del término de Alcalá la Real en los últimos 25
años. Algunos ejemplos:
·
Fuente
Álamo: pasa de
258 habitantes (2000) a 150 (2024), es decir, una pérdida del 41,9%.
·
Hortichuela: de 250 a 148 (−40,8%).
·
La
Rábita: de 885 a
685 (−22,6%).
·
Peñas
de Majalcorón:
de 57 a 22 (−61,4%).
Solo
el núcleo urbano de Alcalá la Real ha mantenido estable su población: de 21.599 (2000) a 21.610 (2024),
lo que indica que la
pérdida de habitantes rurales se ha absorbido en el núcleo urbano,
como hemos constatado.
No se trata de revertir la situación y
hacer que todos los fuentealameños que se marcharon a la ciudad vuelvan y
quitarle habitantes al núcleo urbano a favor de las aldeas, se trata de
reconducir o redistribuir el espacio geográfico y atraer nuevos habitantes de
otros lugares que se integren, incluida la población inmigrante.
Por lo general, el abandono de los núcleos rurales es debido a
cuestiones de mayor peso:
1º) La progresiva mecanización de las explotaciones agrarias.
2º) La creciente hegemonía de dos sectores económicos importantes como son el industrial y el sector servicios, con respecto a la agricultura.
3º) La baja rentabilidad económica del sector primario.
Como decíamos el 1 de mayo
de 2020 en la referida publicación en este
blog, las decisiones personales que buscan un bienestar, oportunidades y
mejores servicios públicos no pueden serles reprochadas a quienes las buscan,
si bien en los últimos tiempos se estaba renunciado al bienestar que daba el
mundo rural en favor de la especulación con la vivienda o una revalorización en
el mercado inmobiliario, aprovechando el “boom” económico que se
vivió en España (que está volviendo, con la diferencia de que los precios
son más desorbitados en la ciudad) y que tuvo también un
reflejo demográfico en las áreas rurales
despobladas como Fuente Álamo. La prueba de que fue pura especulación se
observa en que, de las aproximadamente
25 de viviendas vendidas a personas de origen británicos, actualmente solo una
decena están ocupadas de forma permanente.
¿Cómo se puede reconducir esto actualmente?
Si bien no se
ha actuado contra la despoblación de forma directa o mejor dicho no se ha invertido para tratar de paliar situaciones
que parecen irreversibles, tampoco
se han adoptado medidas para reconducir la situación. Un ejemplo muy simplista
sería, cuando, ya se habían marchado
gran parte de la población fuentealameña por motivos de aislamiento, se
construye en 2008 un nuevo trazado de carretera para acercar Fuente Álamo con
el centro urbano, posiblemente para que todos los que se habían marchado pudieran
venir a cuidar las posesiones que habían dejado. Vista la situación con un poco
de humor, al enemigo que huyó se le hizo camino de plata. Lo que
paradójicamente produjo la creación de esta necesaria infraestructura fue la
salida de población al núcleo principal, pues en el caso de Fuente Álamo lo
acercaba a la ciudad y compensaba irse a vivir a ella, aunque cada día se
tuviera que venir a labrar sus posesiones. Si se intentara reconducir la
situación, estas infraestructuras podría atraer a nuevos vecinos de forma
permanente, dada la cercanía, bien con incentivos para zonas desfavorecidas,
bonos para la vivienda, bonos para transporte de forma individual, ayudas para
la creación de pequeñas explotaciones agroalimentarias, incentivos para el
arrendamiento de tierras de labranza, bonos eléctricos
o de telefonía … Ya sabemos que esto
puede ser insostenible para las arcas públicas, pero para eso se están creando
programas por la Unión Europea,
cuyo reto demográfico es una
prioridad política (Parlamento Europeo, 2022) y son muchos los Estados, caso de
España, que cuentan ya con estrategias para hacerle frente (DAX Y COPUS, 2022),
pero debe ir acompañadas de dotaciones económicas que deben ir directamente a
las zonas desfavorecidas (aldeas) y no
al Alcalá la Real como núcleo urbano, que también las necesitaría por su
proyección demográfica negativa. Es cuestión de una mejor redistribución y
reconducir la situación.
El problema actual de la vivienda puede ser un incentivo
para retener o atraer a jóvenes a la
aldea. Existe casi una veintena de casas deshabitadas, pues no se entiende que
en una España donde la vivienda escasea y es muy cara, existan en las aldeas
tantas casas sin ocupar. Podrían las instituciones públicas crear una bolsa de
viviendas en alquiler en las aldeas y así producir una importante
redistribución espacial de la población. Según el profesor Sánchez Martínez “la capacidad para tratar de reconducir las
tendencias pasa, necesariamente, por definir un modelo territorial más
resiliente y equilibrado, capaz de retener y atraer población joven formada.”
Estamos de acuerdo que
para trabajos cualificados no se necesita personal en los pequeños
núcleos, porque no hay actividad industrial o manufacturas, pero si es cierto que cada año cuesta más
encontrar personal para realizar labores del campo, especialmente en la
recogida de aceituna y en general el mantenimiento del olivar tradicional,
pequeños trabajos de albañilería, fontanería, electricidad, cuidado de personas
mayores… Creo sinceramente que si se incentivara con la residencia en la aldea,
podrían establecerse de forma permanente 5 ó 6 familias que podrían cubrir todas estas necesidades que
cada vez son mayores. No importa que provengan de la emigración o no, el caso
es mantenerse e integrarse en este mundo rural y sentirse bien, porque lo que
no se puede hacer es mantener a toda costa una población que no haya elegido
libremente que esa es una opción de vida.
Las necesarias actuaciones del Ayuntamiento de Alcalá la
Real en el acondicionamiento de las
infraestructuras, el mantenimiento de un solo día en semana de consulta médica
por la Junta de Andalucia, el transporte público solo durante el curso escolar,
la discontinua venta ambulante, las intermitentes actividades lúdico-deportivas
de la Asociación de Vecinos y del Bar del Centro Social, la falta de hermanos
voluntarios para organizar los festejos… solo son actuaciones o actividades que
sirven para mantener el arraigo, pero deben ser acompañadas de más actuaciones
para reconducir y hacer atractiva la vida en la aldea. Entre las últimas actuaciones diferentes a las
mencionadas, el Ayuntamiento está apostando por la puesta en valor del
patrimonio de la Aldea, como es la creación de una zona de ocio y de eventos y
rehabilitación de la Torre Medieval, que aparte del empleo que ha generado, es
un indicio de que no está muerto el mundo rural, que se piensa en él y que seguro
que atraerá si no a más vecinos, a visitantes que puedan conocer el paisaje
rural vivo, que apostó por restaurar una
torre que estuvo abandonada trece siglos y sin valor patrimonial. Siguen siendo
necesarias más actuaciones en la zona arqueológica de la Villa Romana del
Ruedo, y ya no decir en la remodelación del antiguo balneario. Se necesita
traer cultura y ocio, ya que la inversión en tejido productivo industrial es
impensable, pues se ha dejado recientemente que la única Cooperativa Agrícola
que existía se trasladara junto con sus vecinos a Alcalá la Real, y lo que es
más grave, en el acuerdo de fusión se priorizó que el local se ofreciese en
primer lugar al Ayuntamiento de Alcalá
la Real para destinarlo a actividades sociales o lucrativas, como pudiera ser
una residencia de mayores, deportivas…, renunciando el Ayuntamiento a ejercer
ese derecho.
También debemos tomar conciencia de todos aquellos que
por una u otra circunstancia tuvimos que salir de nuestra aldea, y aportar
nuestros conocimientos para poner en valor todo lo que atañe a Fuente Álamo: fomentar
desde fuera que en el mundo rural se puede alcanzar un bienestar que quizás en
su día no lo tuvimos, aportar cultura adquirida y colaborar para concienciar a
las administraciones que la aldea que nos vio nacer, vea surgir a otros muchos
durante mucho tiempo.
En definitiva como bien dice el profesor Martínez: “De entrada, partimos de la idea de que el
reto demográfico tiene dimensiones (geo)políticas, económicas, ambientales,
sociales y culturales”
[1] Para el profesor
Alfonso Miguel Márquez García, del Departamento de Organización de Empresas,
Márketing y Sociología de la Universidad de Jaén (UJA) en su estudio “Situación
y tendencia de la población en la provincia de Jaén, sus comarcas y municipios”
Las provincias de Jaén y Córdoba son las únicas en Andalucía con descenso
demográfico. Entre 2024 y 2039 se estima una caída poblacional del 7,19% en
Jaén y del 3,09% en Córdoba. Sin embargo, la media andaluza estima un
crecimiento del 8,05%, aunque hay provincias que se disparan, como Almería
(24,59% y Málaga (21,09%). A nivel nacional se estima un crecimiento del
10,57%.
[2] Para el profesor
Alfonso Miguel Márquez García en el referido trabajo, la provincia de Jaén ha perdido casi 30.000
habitantes desde el año 2000.
[3] Según el profesor Alfonso Miguel Márquez García en 2022 el índice de envejecimiento de la provincia de Jaén era del 138%.
No hay comentarios:
Publicar un comentario