Este
año he sido invitado para publicar en el Programa de la Virgen de la Mercedes
que cada año publica su Real Cofradía. Para aquellos que no hayáis tenido la
oportunidad de hacerse con un ejemplar o dejo mi pequeña contribución, un tanto
reivindicativa como veréis.
Con los colaboradores que he tenido el trabajo
ha sido muy fácil, ya parte es de ellos.
Según los documentados, entre los que debemos
destacar al historiador D. Francisco Martín Rosales, el lienzo que representa a
la Virgen de las Mercedes, ubicado en la Iglesia de San
Antonio de Padua de la aldea de Fuente Álamo, es obra atribuida a don Luis de Melgar y Valladolid[1]
(mayor), hijo de Luis de Valladolid y de Clara
Sol, casado en el año de 1685 con Mariana García del Barco, hija de Blas y Tomasa Roldán, con la que tuvo cuatro
hijos: Luis (menor), Juan Agustín, María y Mariana. A don Luis de Melgar se le
atribuyen otras representaciones de la Patrona de Alcalá la Real, como la
recientemente restaurada y conservada en la Iglesias de Santa María la Mayor,
la conservada en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Alcalá la Real, dos
pequeños lienzos pertenecientes al Convento de la Encarnación de Monjas Dominicas
y algunas que pertenecen a familias particulares. También, por las
características de la obra y sus similitudes, nos atrevemos a atribuirle otra
imagen de la Virgen de las Mercedes, que se conserva restaurada en la Iglesia
de Nuestra Señora del Rosario de Fuente Tójar (Córdoba).
Son muchas las incógnitas en torno a esta obra, las cuales seguramente se queden
siempre sin despejar, entre ellas la propia
autoría (aunque hay bastantes indicios que
señalan a D. Luis, en base al estudio comparativo con otras obras suyas).
Cómo, cuándo llegó al destino actual, y quién la llevó o quien la donó, quizás nunca lo sabremos.
Son casi tres siglos, durante los cuales ha
perdurado en el anonimato y en la ignorancia de los propios aldeanos, incluidos
los republicanos, que durante la Guerra Civil convirtieron la iglesia en
granero y quemaron las imágenes, pero ignoraron ésta, debido quizás a lo poco
que les significaba. Nunca reparamos en su importancia o en su valor, hasta el
punto de que en alguna ocasión alguien
pensó en deshacerse de aquel cuadro viejo y deteriorado. Tampoco se sabía si era una simple copia o el material en que
estaba elaborado, y se fue cambiando de lugar hasta situarlo al fondo del edificio
religioso, donde menos molestase y dejase de ser antiestético. Solo veíamos en
un vulgar marco, una imagen difuminada, deteriorada, atacada por polillas y
agentes meteorológicos como el calor, la humedad, o el frío. Hasta sufrió un
corte inciso-contuso en el lienzo que
coincide con la parte izquierda del frontal de la cabeza de la Virgen, que contrasta
con la ternura de su cara, y transmite cierta sensación de dolor y tragedia,
ajeno a lo que quería expresar su autor. Presenta además, algún que otro
agujero en el lienzo, concretamente en la parte media del manto de la Virgen, ocupando el
lugar de la corola de una flor que lo adorna, restándole la elegancia que el autor quiso darle a Nuestra Señora de las Mercedes.
La humedad se ha encargado de borrar a medias unas inscripciones, y solo se
puede deducir “Sª D LAS M”. La pérdida cromática y la desfiguración harían que
ni su propio autor la reconociese como obra propia, por lo que si tuviésemos la
oportunidad de contar con su opinión en cuanto a la autoría, seguramente la
negaría, pues sentiría vergüenza ajena, o en este caso propia, por no haberla
conservado en su poder, con lo que seguiríamos teniendo la misma duda en cuanto a
su atribución.
No se entiende muy bien cómo a pesar todas estas transgresiones, la imagen ha sobrevivido, aunque en este lamentable
estado. Podría pensarse que guarda algo de divino, o que algún ángel, de los que
deberían aparecer en la parte inferior, la cuida, porque en lo que
respecta al ser humano, poca participación ha tenido,
que no fuese la omisión o la acción negativa con el corte que presenta el
lienzo. Aunque es cierto, como hemos comentado ya, que a finales del siglo pasado
se cambió su ubicación. Se trasladó desde uno
de los muros laterales del templo hasta el fondo, lugar que ocupa actualmente,
quizás algo menos húmedo y más aireado al estar cerca de la entrada, pero no
pensando en su conservación, sino para postergarlo a un lugar de menor
relevancia.
No pretendemos utilizar esta publicación como
plataforma reivindicativa, puesta ya en marcha, de lo que habrá tiempo y lugar
adecuado, sino para dar a conocer a los seguidores fieles a esta revista que en
la aldea de Fuente Álamo “se conserva” una obra de arte cuyas dimensiones
son 93×30 centímetros, (pudiera estar
recortado), lienzo enmarcado en cuatro listones de madera con borde labrado y
un travesaño trasero, que representa a la Virgen de las Mercedes y su niño,
pintada en óleo, que conserva escasos barnices
y cuyo valor en su día pudo ser de 250 reales (precio medio según el testamento
de su autor). Llaman la atención los tres objetos ornamentales
que el artista quiso resaltar en su
obra: un cetro (poder) que surge en medio de la Virgen y el Niño, una campanilla (símbolo que adornaba la
vestidura litúrgica del Sumo Sacerdote judío) y una cornucopia con cinco
colgantes (prosperidad y afluencia), estos dos pendiendo del vestido del Niño. Es
de extrañar que no aparezca el símbolo
del principio femenino que representa la media luna, como sí aparece en otras
representaciones de la Virgen de las Mercedes del mismo autor, lo que pudiera
deberse a que realmente el cuadro está recortado.
Analizar
la iconografía o historia del cuadro es
tarea de los profesionales. Pido disculpas por haberme metido en un terreno árido o baldío,
pues salvo la opinión que pueda dar sobre el estado de conservación y lo que me
sugiere la imagen, destacando la ternura que expresa la cara de la Virgen, poco
más puedo aportar. En estos casos siempre tenemos el comodín de los amigos, por
lo que me he permitido solicitar a expertos y no expertos su ligera impresión,
que he querido compartir con todos ustedes. Sus opiniones no están contaminada
pues en un principio no les informé de para qué las necesitaba, ni su
extensión, ni si se trataba de hablar sobre sentimientos o cuestiones
artísticas…
MANUEL AGUILERA CANO, Amante del patrimonio de las aldeas:
“Me quedé
impresionado la primera vez que vi el cuadro, noté que según la posición desde donde veía el
reflejo de la luz, la cara de la Virgen se ponía más morena y notaba como que me
miraba de diferente manera. Me sorprende la riqueza que tienen las aldeas de
Alcalá la Real. Debe presentarse un proyecto de restauración. En Fuente Tójar
hay un cuadro restaurado similar al de Fuente Álamo y que puede ser del mismo
autor”.
CEFERINO AGUILERA OCHOA, Profesor de Secundaria de Lengua y Literatura: “Sin
duda, la figura de la Virgen María es fundamental en una aldea mariana como
Fuente Álamo. A mí su presencia real en su iglesia me evoca los cantos a la
Virgen de las mujeres, entre ellas, mi madre, en las tardes del mes de mayo.
Jugaba entonces al fútbol en el campo colindante de la Escuela y recuerdo,
emocionado, sus rezos de devoción que resonaban en el templo: sus presencias,
sus voces de oración, sus plegarias, sus cantos… me animaban entonces y
ahora…Sin duda, ese cuadro de Luis Melgar es una perla mariana de la aldea,
fuente de una mirada afirmativa, creyente, contemplativa en la acción… ¡Ojalá
sea restaurado y debidamente puesto en valor de puertas adentro y afuera, para
gloria del alma mariana en nuestra tierra y creando más vínculos culturales con
la ciudad de Alcalá la Real! No sabemos cómo llegó, pero se quedó. Cabe
limpiarlo, adecentarlo, restaurarlo para ese Museo abierto que es Fuente
Álamo”.
SANTIAGO DE CÓRDOBA ORTEGA, Historiador: “Los fuentealameños tienen, casi diariamente, una
estrecha relación emocional, teológica e histórica con el cuadro de la Virgen
de las Mercedes: la redención de cautivos en una tierra fronteriza de moros y
cristianos. La posición meditativa y la expresión tranquila de la Virgen
(cabeza gacha, ojos casi cerrados y sobre su pecho el Niño Jesús en igual
estado de contemplación que su Madre) contrasta con los motivos florales y
otros elementos de su rica vestimenta. El óleo de Luis de Melgar produce
serenidad y rogativa, pero el deterioro
de la pintura hace temer que se pierda para siempre, como le sucedió al venero
de agua potable, rodeado de grandes álamos, que dio nombre a Fuente Álamo. Es
el miedo de sus vecinos. También lo debiera ser para el Ayuntamiento de Alcalá
la Real y la Iglesia: a través de los siglos, con sus luces y sombras, ambas
instituciones representan a Fuente Álamo y son responsables de su patrimonio
cultural y religioso”.
MARIA
JULIANA PELÁEZ GIL, Feligresa y miembro de
la Hermandad de Fuente Álamo: “Para
mí representa una preciosa imagen de la Virgen
de las Mercedes, con la grandeza
de nuestra madre que nos protege cada día
y que nos guía hacia su hijo y al
padre eterno. Me llena mucho. Es una reliquia muy antigua y creo que debe ser restaurada, porque estará muy diferente. Nuestra Virgen de las Mercedes para mí es muy milagrosa. Es raro que vaya a Alcalá y no la visite. Una gran hermosura, única
madre de Dios y madre nuestra”.
JUAN
ANGEL PÉREZ ARJONA, Amante del patrimonio local:
“Está muy necesitado de una restauración y la verdad es que
podríamos hacer una colecta o algo para restaurarlo. El cuadro es una copia de
la Patrona, existen bastantes cuadros parecidos. Hay que tener en cuenta la
devoción que siempre ha despertado la Virgen.
En el Ayuntamiento de Alcalá la Real se conserva uno del antiguo
oratorio, las Dominicas tienen dos, Consolación otro y hay varios en casas
particulares. Este creemos que estuvo en una hornacina de la calle del Pintor y
en algún momento se trasladó a esa iglesia. Yo que soy devoto de la Virgen,
cofrade y he sido su pregonero, veo
a una madre que con una dulzura infinita nos muestra a su hijo, nos muestra a
Dios”.
FRANCISCA
PÉREZ GONZÁLEZ, Presidenta AAVV de
Fuente Álamo y agricultora: “Este
cuadro representa un fondo de lo que fue y es para Alcalá la Real nuestra
patrona, la Virgen de las Mercedes. Esa belleza que se lleva en el corazón allá
donde uno vaya, lo digo por experiencia propia de mis años en Suiza. Donde
todas las tardes de mayo le cantaba su canción a un pequeño cuadrito rosa que
tenía en mi mesita. Soy costalera de la Virgen y no sé describir con palabras
todas las emociones que siento cada año junto a ella, como tampoco las que me
traen todas esas fotos y estampas que
hay antiguas en las casas de nuestros antepasados, muchas de ellas sacada de
este retrato o de otro que hay en la Iglesia
de Consolación, que tanto admiro cuando lo veo” ¡¡VIVA LA VIRGEN DE LAS
MERCEDES!!
JMRR, Licenciado en Historia: “La primera idea al contemplar este lienzo de la
Virgen de Las Mercedes, localizado en la iglesia de San Antonio de Fuente
Álamo, es que la devoción popular y el fervor de los campesinos, la convierten
en Virgen cortijera. Diosa de la Madre Tierra, cómo Cibeles. En la sociedad
rural no hay nada más incierto que tener una buena cosecha y, ahí está Ella,
bendiciendo los campos y procurando la fertilidad de sus tierras, y asegurando
el porvenir y la riqueza de sus gentes... No es una Virgen para portar a Dios,
sino Madre. El niño Jesús es más hijo que Dios, el mismo gesto, de distracción
y comunicación con el que lo contempla así lo denota. Ella es gracilidad,
dulzura, esperanza nuestra..., como se ensalza con la Salve. Desde el punto de
vista de la composición, enmarcada por cortinas... pareciera que el cuadro es
el fragmento de una obra de mayor tamaño, que se ha quedado con el elemento central,
posiblemente consecuencia de su deterioro. Aunque se realizó cuando prevalecía
el Barroco, su tratamiento compositivo, decoración y expresión son clásicas.
Lo
más importante, este legado debemos asegurarlo para el disfrute y veneración de
las generaciones, ¡por lo que es urgente su restauración y conservación!”
SEBASTIAN
ROSALES RUIZ, Profesor de Secundaria
de Bellas Artes: “Si tuviera que esbozar unas pinceladas sobre ese
cuadro, estarían trazadas más por la emoción y los sentimientos que por
otra cosa. Este cuadro de la Virgen, de pintura tan oscura y
deteriorada (que parecería el fondo de la Virgen de las Rocas de da
Vinci), me transporta al pueblo y a la fe que tenía la gente del campo. Creo
que esa fe de nuestros mayores (parafraseando al poeta) es una de las
cosas más concretas que he experimentado y que a día de hoy aún me conmueve,
por la intensidad con que ponían bajo su protección su escasa
tierra y el mucho esfuerzo para que sus hijos tuvieran un futuro
mejor. Un futuro que quizás no podían concebir, aunque sí creer y trabajar por
él, con la abnegación de los hombres y las mujeres de nuestra tierra. Recuerdo
la emoción con la que mi padre me
recitaba el romance de los Cigarrones de Oro, que los labradores
regalaron a Virgen de las Mercedes, tras librarles de una plaga, y que luce en
la Iglesia de Consolación, y de los poemas que le escribía, algunos de
los cuales conservo manuscritos de su puño de labrador, dejando su acto de fe,
en un programa de la Virgen"
Se ha opinado de la dulzura infinita que
representa, se ha comparado con el fondo de la Virgen de las Rocas de Leonardo, se ha
considerado como la perla mariana de la aldea, ha traído recuerdos de las
tardes de mayo, de la riqueza artística que tienen las aldeas de Alcalá la Real,
de
gracilidad, dulzura, esperanza nuestra, de la posición meditativa y la expresión tranquila
de la Virgen … pero todos coincidimos
en la necesidad de su restauración y puesta en valor.
Agradecer las opiniones sabías, que nos ilustran
y me han sacado de este apuro.
Domingo Pérez Pérez.
Fuente Álamo
Posdata:
Los
mismos avatares ha sufrido y en el mismo estado se encuentra otra obra anónima que
representa a Nuestro Padre Jesús con la Verónica y que acompaña a la referida
imagen de la Virgen de las Mercedes en la Iglesia de San Antonio de Padua de
Fuente Álamo. Tiempo habrá para dedicarle un poco de atención, que comenzó el
30 de mayo de 2022 cuando envié escrito al Obispado de Jaén solicitando su
restauración.