lunes, 19 de septiembre de 2022

EL BATERÍA DE FUENTE ÁLAMO / EL TAMBORILERO DE LAS HURDES

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        El pasado día 22 de agosto de 2022, durante una visita a una exposición fotográfica al aire libre ubicada en la Rambla de Almería, contemplé numerosas obras de arte que me evocaron contextos similares a los que fotógrafos anónimos habían captado en entornos y personajes fuentealemeños.  Fotografías que me habían enviado amigos y familiares desde distintos lugares. Así que decidí hacer una comparativa, salvando la distancia y el arte que atesoraba el fotógrafo profesional, alguno de ellos Premio Nacional de Fotografía.

La primera la podéis ver y leer en: https://historiadefuentealamo-jaen.blogspot.com/2022/08/senoritas-de-fuente-alamosenoritas-de_88.html

La segunda también se puede ver y leer en: https://historiadefuentealamo-jaen.blogspot.com/2022/09/leo-y-justa-de-la-deshesilla-de-fuente.html

La tercera comparativa corresponde a la imagen que representa a dos niños de unos 10 años de edad tocando un tambor. La profesional fue captada en Ladrillar, las Hurdes (Cáceres) y la anónima, en una casa de la familia Moreno-Martos de Fuente Álamo:

NIÑO CON TAMBOR, 1980 de  Rafael Sanz Lobato, quien fue Premio Nacional de Fotografía 2011. Según se recoge en la referida exposición representa a “Un niño de apenas 10 años con cara de haber nacido antes que el mundo y haber compartido luego con él todas sus miserias”.

ÁNGEL MORENO: “EL BATERÍA DE FUENTE ÁLAMO”.  1957. Ángel “Perote” ensaya en los jardines de su casa familiar, que estaba situada en una bifurcación ascendente de la actual calle Sacristán, que últimamente fue de José “Benino”.  Foto: Ángel Moreno Martos.

Ángel, desde que era un niño, tenía tanta afición a la percusión que siempre estaba tocando sobre latas y cartones. Tampoco se perdía una  sola actuación de los músicos que llegaban a la aldea. Le entró la batería tanto por la vista como por el oído. Después, pudo comprarle su hermano Mateo la batería a Manolo “Canuto”, un profesional alcalaíno de la percusión. Aquella batería la transportó amarrada con una correa al cuerpo, cargada en la espalda desde Alcalá la Real (unos 12 km); y no solo el bombo, sino también una caja con los platillos y demás herrajes. Su hermano veía que tenía mucha afición porque tocaba con las latas y unos  palos y quería también que le acompañase al clarinete. Pero toda esa ilusión quedó frustrada cuando su padre le dijo a Mateo que la llevase donde la había traído y que tenía que devolverla, porque el niño no tenía que tocar nada, que lo que tenía es que ir a la escuela,  con el consiguiente disgusto para Ángel. Ante la insistencia de su hermano, diciéndole a su padre que era para tocar en las fiestas de Fuente Álamo con él (que tocaba el clarinete), su padre cedió. Ángel enseguida montó la batería y comenzó a acompañar a su hermano en la interpretación de la canción: “Que bichito”, entre otras populares de la época.

Ángel Moreno Martos es el menor de siete hermanos, fruto del matrimonio entre Rafael Moreno Ibáñez “Perote” y Encarnación Martos Saez “Perejila”. Era una familia unida a los acontecimientos sociales y políticos de la Aldea, así como a la cultura musical de los años 60, junto con su hermano Mateo “Perote”, un apodo que para ellos, era todo un orgullo llevarlo. Nació en Fuente Álamo el 7 de abril de 1947 en la referida casa familiar.

En su rostro se muestra la alegría del regalo recibido y la ilusión de poder tocar el instrumento profesional que tanto añoró. El fotógrafo no podía dejar el decorado tan austero y, si bien es cierto que faltan los platillos en el cuadro fotográfico, rodeó al bombo, la caja, al músico y a la  silla  entre geranios y sampedros, plantados en maceteros que anteriormente habían servido de cubos (metálicos) para acarrear agua. El tiempo y el uso los había dejado inservibles para esa función, no así para maceteros con su agujero ya incorporado. Al ser la fotografía en blanco y negro no resalta el colorido que quisieron darle a la imagen con las flores naturales.

En cuanto a la comparativa, tenemos a dos niños de unos 10 años, localizados en entornos rurales pobres, que querían mostrar a la posteridad el arte que llevaban dentro. De hecho, a ambos le pilla el fotógrafo en plena acción, como se aprecia en el trazo borroso de las baquetas y el mazo con los que se golpea caja y tambor. Quizás esto se deba a la solicitud del artista fotográfico o a iniciativa del propio percusionista.

El niño extremeño está situado en un fondo oscuro y lúgubre como parece ser un ventanal bajo o la boca de un pajar, que contrasta con su  vestimenta clara, mientras que Ángel, como hemos dicho, se engalana con en el entorno que le rodea y el fotógrafo busca la perspectiva que le contraste la camisa blanca con el fondo oscuro de la flor de San Pedro.

La seriedad que muestra el niño extremeño puede ser fruto de la foto improvisada, mientras que Ángel muestra su sonrisa a la cámara y al mundo, diciendo lo que él quería ser en el futuro.

Es cierto que hay dos décadas de diferencia entre ambas fotos, pero parece el tiempo parado en la desdicha, humildad y pobreza de sus vestimentas. 

No sabemos el destino que le devino al niño de las Hurdes. De Ángel sabemos que triunfó en el mundo artístico formando parte de varios grupos musicales en Cataluña. 

jueves, 8 de septiembre de 2022

IMAGEN LAMENTABLE DE LA DULCE IMAGEN DE LA VIRGEN DE LAS MERCEDES DE FUENTE ÁLAMO

 


Este año he sido invitado para publicar en el Programa de la Virgen de la Mercedes que cada año publica su Real Cofradía. Para aquellos que no hayáis tenido la oportunidad de hacerse con un ejemplar o dejo mi pequeña contribución, un tanto reivindicativa como veréis.

 Con los colaboradores que he tenido el trabajo ha sido muy fácil, ya parte es de ellos.

 


Según los documentados, entre los que debemos destacar al historiador D. Francisco Martín Rosales, el lienzo que representa a la Virgen de las Mercedes,  ubicado en la Iglesia de San Antonio de Padua de la aldea de Fuente Álamo, es obra atribuida  a don Luis de Melgar y Valladolid[1]
 (mayor), hijo de Luis de Valladolid y de Clara Sol, casado en el año de  1685 con  Mariana García del Barco, hija  de Blas y Tomasa Roldán, con la que tuvo cuatro hijos: Luis (menor), Juan Agustín, María y Mariana. A don Luis de Melgar se le atribuyen otras representaciones de la Patrona de Alcalá la Real, como la recientemente restaurada y conservada en la Iglesias de Santa María la Mayor, la conservada en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Alcalá la Real, dos pequeños lienzos pertenecientes al Convento de la Encarnación de Monjas Dominicas y algunas que pertenecen a familias particulares. También, por las características de la obra y sus similitudes, nos atrevemos a atribuirle otra imagen de la Virgen de las Mercedes, que se conserva restaurada en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Fuente Tójar (Córdoba).

Son muchas las incógnitas en torno a esta obra, las cuales seguramente se queden siempre sin despejar, entre ellas la propia autoría (aunque hay bastantes indicios que  señalan a D. Luis, en base al estudio comparativo con otras obras suyas). Cómo, cuándo llegó al destino actual, y quién la llevó o quien la donó,  quizás nunca lo sabremos.


Son casi tres siglos, durante los cuales ha perdurado en el anonimato y en la ignorancia de los propios aldeanos, incluidos los republicanos, que durante la Guerra Civil convirtieron la iglesia en granero y quemaron las imágenes, pero ignoraron ésta, debido quizás a lo poco que les significaba. Nunca reparamos en su importancia o en su valor, hasta el punto  de que en alguna ocasión alguien pensó en deshacerse de aquel cuadro viejo y deteriorado. Tampoco se sabía si era una simple copia o el material en que estaba elaborado, y se fue cambiando de lugar hasta situarlo al fondo del edificio religioso, donde menos molestase y dejase de ser antiestético. Solo veíamos en un vulgar marco, una imagen difuminada, deteriorada, atacada por polillas y agentes meteorológicos como el calor, la humedad, o el frío. Hasta sufrió un corte  inciso-contuso en el lienzo que coincide con la parte izquierda del frontal de la cabeza de la Virgen, que contrasta con la ternura de su cara, y transmite cierta sensación de dolor y tragedia, ajeno a lo que quería expresar su autor. Presenta además, algún que otro agujero en el lienzo, concretamente en la parte media del manto de la Virgen, ocupando el lugar de la corola de una flor que lo adorna, restándole la elegancia que el autor quiso darle a Nuestra Señora de las Mercedes. La humedad se ha encargado de borrar a medias unas inscripciones, y solo se puede deducir “Sª D LAS M”. La pérdida cromática y la desfiguración harían que ni su propio autor la reconociese como obra propia, por lo que si tuviésemos la oportunidad de contar con su opinión en cuanto a la autoría, seguramente la negaría, pues sentiría vergüenza ajena, o en este caso propia, por no haberla conservado en su poder, con lo que  seguiríamos teniendo la misma duda en cuanto a su atribución.


No se entiende muy bien cómo a pesar todas estas transgresiones, la imagen ha sobrevivido, aunque en este lamentable estado. Podría pensarse que guarda algo de divino, o que algún ángel, de los que deberían aparecer en la parte inferior, la cuida, porque en lo que respecta al ser humano, poca participación ha tenido, que no fuese la omisión o la acción negativa con el corte que presenta el lienzo. Aunque es cierto, como hemos comentado ya, que a finales del siglo pasado se cambió su ubicación. Se trasladó desde uno de los muros laterales del templo hasta el fondo, lugar que ocupa actualmente, quizás algo menos húmedo y más aireado al estar cerca de la entrada, pero no pensando en su conservación, sino para postergarlo a un lugar de menor relevancia. 

No pretendemos utilizar esta publicación como plataforma reivindicativa, puesta ya en marcha, de lo que habrá tiempo y lugar adecuado, sino para dar a conocer a los seguidores fieles a esta revista que en la aldea de Fuente Álamo “se conserva” una obra de arte cuyas dimensiones son  93×30 centímetros, (pudiera estar recortado), lienzo enmarcado en cuatro listones de madera con borde labrado y un travesaño trasero, que representa a la Virgen de las Mercedes y su niño, pintada en óleo, que conserva escasos barnices y cuyo valor en su día pudo ser de 250 reales (precio medio según el testamento de su autor). Llaman  la atención los tres objetos ornamentales que  el artista quiso resaltar en su obra: un cetro (poder) que surge en medio de la Virgen y el Niño,  una campanilla (símbolo que adornaba la vestidura litúrgica del Sumo Sacerdote judío) y una cornucopia con cinco colgantes (prosperidad y afluencia), estos dos pendiendo del vestido del Niño. Es de extrañar  que no aparezca el símbolo del principio femenino que representa la media luna, como sí aparece en otras representaciones de la Virgen de las Mercedes del mismo autor, lo que pudiera deberse a que realmente el cuadro está recortado.


 Analizar la iconografía o historia del cuadro es tarea de los profesionales. Pido disculpas por haberme metido en un terreno árido o baldío, pues salvo la opinión que pueda dar sobre el estado de conservación y lo que me sugiere la imagen, destacando la ternura que expresa la cara de la Virgen, poco más puedo aportar. En estos casos siempre tenemos el comodín de los amigos, por lo que me he permitido solicitar a expertos y no expertos su ligera impresión, que he querido compartir con todos ustedes. Sus opiniones no están contaminada pues en un principio no les informé de para qué las necesitaba, ni su extensión, ni si se trataba de hablar sobre sentimientos o cuestiones artísticas…

 

 MANUEL AGUILERA CANO, Amante del patrimonio de  las aldeas: Me quedé impresionado la primera vez que vi el cuadro, noté  que según la posición desde donde veía el reflejo de la luz, la cara de la Virgen se ponía más morena y notaba como que me miraba de diferente manera. Me sorprende la riqueza que tienen las aldeas de Alcalá la Real. Debe presentarse un proyecto de restauración. En Fuente Tójar hay un cuadro restaurado similar al de Fuente Álamo y que puede ser del mismo autor”.

CEFERINO AGUILERA OCHOA, Profesor de Secundaria de Lengua y Literatura: “Sin duda, la figura de la Virgen María es fundamental en una aldea mariana como Fuente Álamo. A mí su presencia real en su iglesia me evoca los cantos a la Virgen de las mujeres, entre ellas, mi madre, en las tardes del mes de mayo. Jugaba entonces al fútbol en el campo colindante de la Escuela y recuerdo, emocionado, sus rezos de devoción que resonaban en el templo: sus presencias, sus voces de oración, sus plegarias, sus cantos… me animaban entonces y ahora…Sin duda, ese cuadro de Luis Melgar es una perla mariana de la aldea, fuente de una mirada afirmativa, creyente, contemplativa en la acción… ¡Ojalá sea restaurado y debidamente puesto en valor de puertas adentro y afuera, para gloria del alma mariana en nuestra tierra y creando más vínculos culturales con la ciudad de Alcalá la Real! No sabemos cómo llegó, pero se quedó. Cabe limpiarlo, adecentarlo, restaurarlo para ese Museo abierto que es Fuente Álamo”.

SANTIAGO DE CÓRDOBA ORTEGA, Historiador: “Los fuentealameños tienen, casi diariamente, una estrecha relación emocional, teológica e histórica con el cuadro de la Virgen de las Mercedes: la redención de cautivos en una tierra fronteriza de moros y cristianos. La posición meditativa y la expresión tranquila de la Virgen (cabeza gacha, ojos casi cerrados y sobre su pecho el Niño Jesús en igual estado de contemplación que su Madre) contrasta con los motivos florales y otros elementos de su rica vestimenta. El óleo de Luis de Melgar produce serenidad y rogativa, pero el  deterioro de la pintura hace temer que se pierda para siempre, como le sucedió al venero de agua potable, rodeado de grandes álamos, que dio nombre a Fuente Álamo. Es el miedo de sus vecinos. También lo debiera ser para el Ayuntamiento de Alcalá la Real y la Iglesia: a través de los siglos, con sus luces y sombras, ambas instituciones representan a Fuente Álamo y son responsables de su patrimonio cultural y religioso”.

 MARIA JULIANA PELÁEZ GIL, Feligresa y miembro de la Hermandad de Fuente Álamo: “Para mí representa una preciosa imagen de la Virgen  de las Mercedes,  con la grandeza de nuestra madre que nos protege cada día  y que nos  guía hacia su hijo y al padre eterno.  Me llena mucho. Es una reliquia  muy antigua y creo que debe ser restaurada,  porque estará muy diferente.  Nuestra Virgen de  las Mercedes para mí es muy milagrosa.  Es raro que vaya a Alcalá  y no la visite.  Una gran hermosura,  única  madre  de Dios y madre nuestra”.

JUAN ANGEL PÉREZ ARJONA, Amante del patrimonio local: “Está muy necesitado de una restauración y la verdad es que podríamos hacer una colecta o algo para restaurarlo. El cuadro es una copia de la Patrona, existen bastantes cuadros parecidos. Hay que tener en cuenta la devoción que siempre ha despertado la Virgen.  En el Ayuntamiento de Alcalá la Real se conserva uno del antiguo oratorio, las Dominicas tienen dos, Consolación otro y hay varios en casas particulares. Este creemos que estuvo en una hornacina de la calle del Pintor y en algún momento se trasladó a esa iglesia. Yo que soy devoto de la Virgen, cofrade y he sido su pregonero, veo a una madre que con una dulzura infinita nos muestra a su hijo, nos muestra a Dios”.

FRANCISCA PÉREZ GONZÁLEZ, Presidenta AAVV de Fuente Álamo y agricultora: “Este cuadro representa un fondo de lo que fue y es para Alcalá la Real nuestra patrona, la Virgen de las Mercedes. Esa belleza que se lleva en el corazón allá donde uno vaya, lo digo por experiencia propia de mis años en Suiza. Donde todas las tardes de mayo le cantaba su canción a un pequeño cuadrito rosa que tenía en mi mesita. Soy costalera de la Virgen y no sé describir con palabras todas las emociones que siento cada año junto a ella, como tampoco las que me traen  todas esas fotos y estampas que hay antiguas en las casas de nuestros antepasados, muchas de ellas sacada de este retrato o de  otro que hay en la Iglesia de Consolación, que tanto admiro cuando lo veo” ¡¡VIVA LA VIRGEN DE LAS MERCEDES!!

JMRR, Licenciado en Historia: “La primera idea al contemplar este lienzo de la Virgen de Las Mercedes, localizado en la iglesia de San Antonio de Fuente Álamo, es que la devoción popular y el fervor de los campesinos, la convierten en Virgen cortijera. Diosa de la Madre Tierra, cómo Cibeles. En la sociedad rural no hay nada más incierto que tener una buena cosecha y, ahí está Ella, bendiciendo los campos y procurando la fertilidad de sus tierras, y asegurando el porvenir y la riqueza de sus gentes... No es una Virgen para portar a Dios, sino Madre. El niño Jesús es más hijo que Dios, el mismo gesto, de distracción y comunicación con el que lo contempla así lo denota. Ella es gracilidad, dulzura, esperanza nuestra..., como se ensalza con la Salve. Desde el punto de vista de la composición, enmarcada por cortinas... pareciera que el cuadro es el fragmento de una obra de mayor tamaño, que se ha quedado con el elemento central, posiblemente consecuencia de su deterioro. Aunque se realizó cuando prevalecía el Barroco, su tratamiento compositivo, decoración y expresión son clásicas.

Lo más importante, este legado debemos asegurarlo para el disfrute y veneración de las generaciones, ¡por lo que es urgente su restauración y conservación!”

SEBASTIAN ROSALES RUIZ, Profesor de Secundaria de Bellas Artes: “Si tuviera que esbozar unas pinceladas sobre ese cuadro, estarían  trazadas más por la emoción y los sentimientos que por otra cosa. Este cuadro de la Virgen, de  pintura tan oscura y deteriorada (que parecería el fondo de  la Virgen de las Rocas de da Vinci), me transporta al pueblo y a la fe que tenía la gente del campo. Creo que esa fe de nuestros mayores (parafraseando al  poeta) es una de las cosas más concretas que he experimentado y que a día de hoy aún me conmueve, por  la intensidad  con que ponían bajo su protección su escasa tierra  y el mucho  esfuerzo para que sus hijos tuvieran un futuro mejor. Un futuro que quizás no podían concebir, aunque sí creer y trabajar por él, con la abnegación de los hombres y las mujeres de nuestra tierra. Recuerdo la emoción con la  que mi padre me recitaba el romance  de los Cigarrones de Oro, que los labradores regalaron a Virgen de las Mercedes, tras librarles de una plaga, y que luce en la Iglesia de Consolación, y de los poemas que  le escribía, algunos de los cuales conservo manuscritos de su puño de labrador, dejando su acto de fe, en un programa de la Virgen"

 

Se ha opinado de la dulzura infinita que representa, se ha comparado con el fondo de la  Virgen de las Rocas de Leonardo, se ha considerado como la perla mariana de la aldea, ha traído recuerdos de las tardes de mayo, de la riqueza artística que tienen las aldeas de Alcalá la Real, de gracilidad, dulzura, esperanza nuestra, de la  posición meditativa y la expresión tranquila de la Virgen … pero todos coincidimos en la necesidad de su restauración y puesta en valor.

Agradecer las opiniones sabías, que nos ilustran y me han sacado de este apuro.

 

Domingo Pérez Pérez. Fuente Álamo

 

 

 

Posdata:

Los mismos avatares ha sufrido y en el mismo  estado se encuentra otra obra anónima que representa a Nuestro Padre Jesús con la Verónica y que acompaña a la referida imagen de la Virgen de las Mercedes en la Iglesia de San Antonio de Padua de Fuente Álamo. Tiempo habrá para dedicarle un poco de atención, que comenzó el 30 de mayo de 2022 cuando envié escrito al Obispado de Jaén solicitando su restauración.


jueves, 1 de septiembre de 2022

LEO Y JUSTA DE LA DEHESILLA DE FUENTE ÁLAMO. AÑOS 60 / LA DOROTEA GALLEGA

 

El pasado día 22 de agosto de 2022, durante una visita a una exposición fotográfica al aire libre ubicada en la Rambla de Almería, contemplé numerosas obras de arte que me evocaron contextos similares a los que fotógrafos anónimos habían captado en entornos y personajes fuentealemeños.  Fotografías que me habían enviado amigos y familiares desde distintos lugares. Así que decidí hacer una comparativa, salvando la distancia y el arte que atesoraba el fotógrafo profesional, alguno de ellos Premio Nacional de Fotografía.

La primera la podéis ver y leer en: https://historiadefuentealamo-jaen.blogspot.com/2022/08/senoritas-de-fuente-alamosenoritas-de_88.html

La segunda comparativa es la imagen que representa a mujeres ancianas. La toma profesional fue captada en Soutelo de Montes (Pontevedra) y la anónima en un cortijo de la Dehesilla en Fuente Álamo:

DOROTEA DO CARA, 1960.  Virxilio Vieitez. La mujer retratada por Virxilio Vieitez es una emocionada Dorotea Do Cara, que se refleja en la parte del cuerpo que hace honor a su apellido. Su hijo Antonio José había emigrado a Venezuela y quería ella mostrarle en qué había gastado el dinero que le mandaba.

LEO Y JUSTA. DOS “VIEJAS” A LA RECACHA. Años 60.  Foto: Fina Ochoa.

 Leona Vera Viana (1891) y Justa Aguilera Castillo (1902) fueron dos vecinas de la Dehesilla de Fuente Álamo, quienes estado un día tomando el sol, fueron inmortalizadas por una cámara anónima, posiblemente la de algún familiar que había regresado en vacaciones. Ambas viudas y de avanzada edad, Tía Leona, hija  de Quintín (1865) y Expectación Viana Fuentes (1868) había estado casada con su primo Antonio Vera Aguayo (1890) y juntos criaron a su nieto Justo Gutiérrez Vera. Justa era la segunda hija del matrimonio formado por Juan María Aguilera Arenas (1875) y Segunda Castillo Anguita (1881). Casada con Juan Reyes Ochoa Escribano (1900), tuvieron como hijos a  Juana 1923, Carmen 1925, Juan 1927, José 1929, Segunda 1931,  Julia 1935, Manuel 1939.

La imagen representa la serenidad, sosiego o tranquilidad con la que se vivía en aquella zona rural.  Las obligaciones ya estaban cumplidas y solo esperaban a que saliera el sol un ratito, sacar las sillas de anea y sentarse al lado de la pared que mejor cobijo le diese del viento o templanza del sol. Ese reposo solo se ve perturbado por el fotógrafo que, con una señal, les hace girar la cabeza y mirar a la cámara. A Justa le coge con una mano en movimiento, quizás queriendo darse un último retoque. Sus vestidos negros están complementados con los mandiles de cuadros, de corte similar pero no iguales, sobre los que reposan las manos cansadas y ambas muestran en su pechera el broche más querido y quizás el único.

Entre ambas fotografías puede haber pocos años de por medio, pero en los peinados, vestimenta y zapatos hay pocas diferencias.  El fondo puede ser similar, el de un pajar o de un gallinero. Ambos suelos se encuentran empedrados, el gallego con grandes losas y el fuentealmeño con piedra irregular.

La diferencia fundamental es que Dorotea quiere mostrarse con una radio, que no está encendida y por tanto en ese momento no está disfrutando de su audición. Tanto la radio como su acompañante se sitúan en unas sillas totalmente de madera, a diferencia de las de anea de Leo y Justa. Estas muestran sus delantales casi de estreno, a diferencia de la radio de Dorotea.

En ambas imágenes se  aprecia una bondad visible a lo largo de varias décadas y que ha quedado inmortalizada para la eternidad.

Agradecimiento a Virxilio Vieitez y a Fina Ochoa, nieta de Justa y nieta abuela de Leona.