jueves, 25 de agosto de 2022

SEÑORITAS DE FUENTE ÁLAMO/SEÑORITAS DE MADRID. AÑOS 50

 

El pasado día 22 de agosto de 2022, durante una visita a una exposición fotográfica al aire libre ubicada en la Rambla de Almería, contemplé numerosas obras de arte que me evocaron contextos similares a los que fotógrafos anónimos habían captado en entornos y personajes fuentealemeños.  Fotografías que me habían enviado amigos y familiares desde distintos lugares. Así que decidí hacer una comparativa, salvando la distancia y el arte que atesoraba el fotógrafo profesional, alguno de ellos Premio Nacional de Fotografía.

La primera comparativa es la imagen que representa a seis señoritas. La profesional captada en pleno centro de Madrid y la anónima en un cortijo en Fuente Álamo:

SEÑORITAS PASEANDO POR LA GRAN VIA. 1952.  Francesc Catalá-Roca. Seis jóvenes se dirigen a ver alguna película en unos cines de la Gran Vía de Madrid.

SEÑORITAS “VESTIDAS DE NUEVO” CRUZ DE CLAVIJO. 1957 ó 1958. Seis jóvenes preparadas para la fiesta de la Cruz de Clavijo en Fuente Álamo.  Foto: Antonia Pérez Bolívar.

Ésta representa la pose sostenida y seria de seis jovenzuelas fuentealemeñas previa al evento festivo para el que se habían preparado con sus mejores vestidos de capa, pliegues, tablas y con manga corta cerrada o de balón. El encuentro está lleno de amistad y familiaridad. Aparecen Victorilla junto a su sobrina María, las hermanas Justa y Dolores con su prima Mariqui, y todas ellas amigas de Antonia. Como fondo, para evitar contraluces, el fotógrafo buscó contraste con el zócalo oscuro y las paredes blancas del Cortijo de Clavijo. Como decorado tenemos una ventana con tres palos verticales, uno de los cuales sirve de amarre para la soga de tender la ropa y  una estaca clavada en la pared donde cuelga la soga para amarrar a la mula.

Zapato fino sobre piedra vista. Tía y sobrina usan el mismo modelo, al igual que las dos hermanas Justi y Dolores. Apenas hay diferencia en el zapato de salón que calzan los doce pies. La irregularidad de la piedra hace que los pies no estén situados de forma equilibrada, y solo Justa se mantiene con los dos pies juntos, aunque para eso tenga que asirse a Antonia.

Vistas después de más de 60 años, el destino de las seis mozuelas ha marcado su propio camino y, a día de hoy, a excepción de Dolores Aguilera Cano que nos dejó hace pocos años, todas son octogenarias. Todas han formado sus respectivas familias. Dolores fue la más prolífera con seis hijos.  Antonia y Victorilla han hechos sus vidas en tierras catalanas, cada una con tres hijos.  María Aguilera Castillo y María Aguilera Pérez viven en Alcalá la Real, ambas viudas y con dos hijos. La única que aún habita en la Aldea de Fuente Álamo es Justa, acompañada de su marido Feliciano, ya también nonagenario y con tres hijos. Sus vidas, como las de cualquiera de las niñas nacidas en tiempos de guerra (cuatro de ellas y en posguerra Gertrudis y su sobrina Mariquilla), no han sido fáciles.  Ahora, a sus ochenta y más, tampoco lo es; pues la salud se resiente por  las fatigas pasadas. Sin embargo, el tiempo transcurrido entre esa instantánea y hoy, está lleno de acontecimientos que, puestos en una balanza, harían que se inclinase hacia el lado positivo.

Aunque entre ambas imágenes hay unos cinco años de diferencia, hacer una comparativa es confrontar el mundo de la ciudad y el rural. Mientras unas jovencitas se dirigen a ver alguna película de la cartelera, previo pago de la entrada, las otras no habían visto aún ni la televisión, puesto que no había llegado a Fuente Álamo. También, a pesar de que ambas imágenes representan un momento previo al festivo, en las madrileñas se ve el garbo y la alegría en el andar, en la caras de algunas fuentealameñas se refleja que están pensando en el día de trabajo en el campo que le espera el día siguiente.

En cuanto a los vestidos y zapatos de las madrileñas, a pesar de  que son de pocos años antes, parecen más modernos; la diferencia principal está en los plisados y capas y la manga balón. Lo que sí hemos observado son algunas simetrías fruto de la casualidad, así el primer vestido por la derecha de la fotografía es blanco en ambas señoritas, el segundo es de corte similar, el tercero las faldas son las únicas oscuras, la cuarta madrileña y la quinta fuentealmeña el vestido es botonado  y respecto a las últimas jóvenes  ambas portan rebeca. Los tocados son muy similares. En cuanto al espejo del alma no podemos hacer comparativas, pero más vale lo bueno conocido, en este caso lo visto.

 En la instantánea de las jóvenes madrileñas se aprecia el ensamble y la armonía en el caminar. Las jóvenes fuentealmeñas, a excepción de Justa, que enlaza su brazo con el de Antonia, se quieren mostrar libres y presentarse de forma individual al fotógrafo. Quizás sea debido a la irregularidad del empedrado, que el adoquinado perfecto de la Gran Vía de Madrid hace el caminar garboso.  En todo caso hay una gran diferencia: la imagen de Madrid es robada y de espaldas, mientras que la de Fuente Álamo es de frente y posando.

Mi agradecimiento a nuestras  protagonistas: Victoria Gertrudis 1942, María 1941, Dolores 1938, Antonia 1935, María 1937 y Justa 1936.

Mi agradecimiento: Francesc Catalá-Roca. Carmen, Rosita, Pepita, Mimi y dos amigas que son las protagonistas madrileñas.  

 

8 comentarios:

  1. Muchas gracias, Domingo

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    1. Domingo gracias por dedicar tuermoso tiempo enrrecordad tiempos tambonitos porque no teníamos nada pero éramos felices

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    2. Muchas gracias, quien quiera que seas por valorar este trabajo que nos lleva a conocer aquellos tiempos, en los que se valoraba otras cosas, entre ellas la felicidad sobre la posesión tantas cosas materiales.

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  2. Muchas gracias a ti por interesarte en las historias de esta aldea. Al ser un comentario anónimo no puedo agradecértelo de forma personalizada. Un saludo.

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  3. Las fotografías son maravillosas y hablan por sí solas de la época tan compleja en la España de la época. Tu comparativa me ha parecido de una gran sutileza, describiendo las similitudes y contrastes entre la vida rural y urbana de mujeres reales, con nombres y apellidos, de los años 50 en un país muy diverso en su más amplio sentido de la palabra.
    Gracias por compartir este bloc y acercarnos a nuestras raíces.
    Un saludo,
    Eva

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  4. Muchas gracias, Eva por tu cometario y sobre todo por la pincelada que ilustra aún más la comparativa de esos dos mundos. Intentamos dar a conocer nuestro mundo rural situado en una pequeñita aldea de la provincia de Jaén, dónde seguramente tu tengas o tuviste alguna raíz. Un saludo

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  5. En cada Aldea tendria que haber una persona como tu, para contar la història moderna de muchas falmilias. Un SALUDO

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  6. Muchas gracias por valorar el trabajo que estamos realizando. Es verdad que la historia estaría más completa si en cada aldea se hiciese lo mismo. Un saludo.

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