jueves, 1 de septiembre de 2022

LEO Y JUSTA DE LA DEHESILLA DE FUENTE ÁLAMO. AÑOS 60 / LA DOROTEA GALLEGA

 

El pasado día 22 de agosto de 2022, durante una visita a una exposición fotográfica al aire libre ubicada en la Rambla de Almería, contemplé numerosas obras de arte que me evocaron contextos similares a los que fotógrafos anónimos habían captado en entornos y personajes fuentealemeños.  Fotografías que me habían enviado amigos y familiares desde distintos lugares. Así que decidí hacer una comparativa, salvando la distancia y el arte que atesoraba el fotógrafo profesional, alguno de ellos Premio Nacional de Fotografía.

La primera la podéis ver y leer en: https://historiadefuentealamo-jaen.blogspot.com/2022/08/senoritas-de-fuente-alamosenoritas-de_88.html

La segunda comparativa es la imagen que representa a mujeres ancianas. La toma profesional fue captada en Soutelo de Montes (Pontevedra) y la anónima en un cortijo de la Dehesilla en Fuente Álamo:

DOROTEA DO CARA, 1960.  Virxilio Vieitez. La mujer retratada por Virxilio Vieitez es una emocionada Dorotea Do Cara, que se refleja en la parte del cuerpo que hace honor a su apellido. Su hijo Antonio José había emigrado a Venezuela y quería ella mostrarle en qué había gastado el dinero que le mandaba.

LEO Y JUSTA. DOS “VIEJAS” A LA RECACHA. Años 60.  Foto: Fina Ochoa.

 Leona Vera Viana (1891) y Justa Aguilera Castillo (1902) fueron dos vecinas de la Dehesilla de Fuente Álamo, quienes estado un día tomando el sol, fueron inmortalizadas por una cámara anónima, posiblemente la de algún familiar que había regresado en vacaciones. Ambas viudas y de avanzada edad, Tía Leona, hija  de Quintín (1865) y Expectación Viana Fuentes (1868) había estado casada con su primo Antonio Vera Aguayo (1890) y juntos criaron a su nieto Justo Gutiérrez Vera. Justa era la segunda hija del matrimonio formado por Juan María Aguilera Arenas (1875) y Segunda Castillo Anguita (1881). Casada con Juan Reyes Ochoa Escribano (1900), tuvieron como hijos a  Juana 1923, Carmen 1925, Juan 1927, José 1929, Segunda 1931,  Julia 1935, Manuel 1939.

La imagen representa la serenidad, sosiego o tranquilidad con la que se vivía en aquella zona rural.  Las obligaciones ya estaban cumplidas y solo esperaban a que saliera el sol un ratito, sacar las sillas de anea y sentarse al lado de la pared que mejor cobijo le diese del viento o templanza del sol. Ese reposo solo se ve perturbado por el fotógrafo que, con una señal, les hace girar la cabeza y mirar a la cámara. A Justa le coge con una mano en movimiento, quizás queriendo darse un último retoque. Sus vestidos negros están complementados con los mandiles de cuadros, de corte similar pero no iguales, sobre los que reposan las manos cansadas y ambas muestran en su pechera el broche más querido y quizás el único.

Entre ambas fotografías puede haber pocos años de por medio, pero en los peinados, vestimenta y zapatos hay pocas diferencias.  El fondo puede ser similar, el de un pajar o de un gallinero. Ambos suelos se encuentran empedrados, el gallego con grandes losas y el fuentealmeño con piedra irregular.

La diferencia fundamental es que Dorotea quiere mostrarse con una radio, que no está encendida y por tanto en ese momento no está disfrutando de su audición. Tanto la radio como su acompañante se sitúan en unas sillas totalmente de madera, a diferencia de las de anea de Leo y Justa. Estas muestran sus delantales casi de estreno, a diferencia de la radio de Dorotea.

En ambas imágenes se  aprecia una bondad visible a lo largo de varias décadas y que ha quedado inmortalizada para la eternidad.

Agradecimiento a Virxilio Vieitez y a Fina Ochoa, nieta de Justa y nieta abuela de Leona.

4 comentarios:

  1. Bonitas imagenes, de una época no tan lejana a la nuestra y sin embargo tan distinta. Me ha gustado verlas de nuevo a través de tu trabajo. Gracias Domingo.

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    1. Buenas tardes y muchas gracias, Fina. Así es, aunque ya hará casi medio siglo que la Dehesilla quedó totalmente despoblada, el tiempo al igual que en muchos lugares de España quedó paralizado allí unas cuantas décadas y esas imágenes vistas a día de hoy resultan para algunos extrañas. Sobretodo el color negro de sus vestidos y zapatos, y sus peinados. Tanto Leona como Justa, creo que no llegaban a los 80 años o más o menos. Hoy cualquier mujer a los 80 años años es joven o al menos así se siente y seguro que solo se pondría un vestido negro para salir por la noche al baile. Gracias a tí, siempre.

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    1. De nada, querido anónimo o anónima.

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