martes, 5 de mayo de 2020

SOLDADOS FUENTEALAMEÑOS. LA MILI


        Aquí dejo unos cuantos párrafos de mi próximo trabajo que pretendo publicar en papel. En este caso dedicado a nuestros valientes soldados, donde se recogen varios ejemplos de quintas fuentealameñas.
“En Fuente Álamo, como en las demás zonas rurales, la incorporación a filas para prestar el servicio militar era la primera salida de los jóvenes de la aldea. No obstante, hemos visto como en los años 50  y 60, muchos jóvenes salieron para trabajar antes de ser llamados a filas. Se decía, y algunos estaban totalmente convencidos de ello, que se iban para “hacerse hombres”, en este sentido se pueden ver las dedicatorias que Dorotea Lizana mandó a su hijo Matías en 1933 cuando estaba en Melilla, le dice “como hombre de vien” o la de Pedro Vega Ávila en 1958, en una dedicatoria en el  reverso de su fotografía militar: “un recluta echo un padre”. "Suponía salir del mundo rural y cambiar de aires, la posibilidad de aprender a leer y a escribir, y en algunos casos, obtener todos los permisos de conducir, incluido el del camión. Por poner algunos ejemplos, tenemos el de Matías Pérez Pérez, conductor de un camión militar R.E.O. y que después de licenciarse fue camionero o la de Juan Aguilera Castillo, conductor militar y civil…”
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“QUINTA DEL 49: Eran los nacidos en el año 1928. Fue una de las mejores quintas que se formó en Fuente Álamo y de la que actualmente tenemos unos cuantos representantes, entre ellos Santiago Cano Muñoz (4/10/1928), aunque en aquel tiempo vivía en Carchalejo, quien prestó el servicio militar durante 18 meses, en el año 1949. Hizo el campamento durante 3 meses en Seu de Urgell (Lérida) y el resto de la prestación militar en Ribas de Freser, provincia de Gerona. Allí coincidió con Luis Cano Nieto (21/02/1928), que tenía 20 años cuando se incorporó, quien hizo igualmente 3 meses de campamento en Seu d’Urgell (Lérida) y después en Ribes de Freser (Gerona) donde estuvo destinado en la Plana Mayor cumpliendo un total de 22 meses. Otro integrante de la quinta es Juan Ibáñez Sánchez (14/03/1928), se incorporó con 21 años y estuvo 22 meses en Lérida, en la 1ª Compañía de Armas Pesadas, junto a un compañero del Solvito, coincidiendo con otro fuentealameño: Manuel González Palomino (Cañuelos). Antonio Aguilera Valverde (03/02/1928) se incorporó a filas en el año 1950, siendo destinado a Villa Sanjurjo, la actual Alhucemas. Allí estuvo dos meses cabales, pues a causa de la referida deficiencia en un oído lo licenciaron.  Le pregunté, de nuevo, si era verdad eso de que los mandos militares le arrojaron al suelo y a su espalda una moneda para comprobar si la había oído y se volvía para recogerla, él dice sonriendo que no es cierto, y que si se la echaron, él por lo menos no la oyó… y se vuelve a reír. Otros integrantes de la quinta fueron Antonio Anguita Montañés, quien se fue voluntario en la Legión, pese a que puedo quedar excluido por hijo de viuda, Juan Jiménez Pérez, Francisco Expósito Nieto, y Emilio Malagón Ochoa que tuvo más suerte y no se incorporó al ser hijo de viuda.”
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“Como dijimos al principio cada fuentealameño tiene su propia historia de la mili y pese a ser consciente de que dejaré sin sorpresa a mis futuros nietos, contaré ahora “mis batallitas de la mili”. Mi reemplazo era el 3º del año 1990, asignándome núm. 217 de recluta, en el CIR Centro, Campamento Santa Ana en Cáceres. Quién me iba a decir a mí,…

Si quieres ser protagonista de nuestra historia de la mili, solo tienes que contármela y mandarme tu fotografía militar…

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