Político por naturaleza o al menos bastante interesado por la política, con la que llegó incluso a coquetear yendo como suplente en las listas de las primeras elecciones locales al Ayuntamiento de Alcalá la Real en 1979. Bromista, de carcajada fácil y a golpes. Predispuesto a gastar bromas y aceptarlas de buen gusto, por lo que para concertar esta entrevista le puse a prueba haciéndome pasar por un comercial de telefonía, que le ofrecía 6 líneas móviles por tan solo 10,00 euros. Al preguntar de qué compañía era, le dije que era de Vodorange Móvil, respondiendo que no la conocía y que así de buena sería, al ser tan barata. No pude continuar a causa de un ataque de risa y me delaté. Cuando está serio o en estado pensativo suele poner un ojo “cerraíllo” y cabeza “ladeaílla”. También es algo despistadillo y tranquilo, pero cuando empieza a hablar es difícil interrumpirle, entre otras cosas por la coherencia de la argumentación y la continuidad en el relato, recurriendo a menudo a la expresión: “Yo te digo una cosa…”, a la vez que mantiene alzado el dedo índice de la mano derecha.
Me
ha costado convencerle para hacer esta publicación, al final lo hemos
conseguido con el simple pretexto de que me contase cosas e historias por él
vividas o de las que tuviera conocimiento, fundamentándoselo en que era para
enriquecer la historia de Fuente Álamo, para lo cual en seguida accedió. Con
esa mente repleta de recuerdos, todo fue muy fácil, así que me fue contando la
historia de la Cooperativa Agrícola de Fuente Álamo casi desde su creación, del
Molino de aceite de Don Paco, historias de otros vecinos del pueblo, de la mili
y de su quinta, de canciones y coplillas que recordaba de antes y que incluso
se atrevió a tarareármelas, y otros detalles que aquí recogemos. También viajamos
ambos a la emigración de finales de los años ochenta y recordamos aquel viaje
en tren desde Calella a Pineda de Mar que la premura nos obligó a intentar
viajar gratis y que tuvimos que pagar doble, tal y como nos exhortó el revisor,
mientras que a Antonio Expósito “Nenillo”, que nos acompañaba, debido a un
sueño instantáneo “se quedó dormido” en tan corto trayecto y le salió gratis.
Nos reímos y pensamos que la culpa de aquello fue el que ya no nos quedaban más vagones para
retroceder.
Nació
la primera candelaria en paz después de la Guerra fratricida, aunque fue
“apuntado” el día 7 de febrero de 1940, fruto del matrimonio formado por Juan y
Asunción. Es el tercero de los 8 hermanos que sobrevivieron, ya que a dos la
natalidad infantil se los llevó (Paulino y María del Carmen). Si hacemos un
cálculo y retrocedemos al periodo de gestación, fue concebido coincidiendo con
el final de la Guerra Civil, una vez que su padre regresó del frente del
Levante, por lo que se hizo verdadero el dicho: “El reposo del guerrero”.
Durante
su infancia y juventud vivió en unas cinco o seis casas o cortijos de Fuente
Álamo. Vino al mundo en la llamada “Casa Natalia”, pero a los 2 ó 3 años se marchó con su familia a una
casa de los Callejones propiedad de Pedro González “Cañuelos”. Recuerda que
estando en aquella casa, Rafael Fuentes “Refe”, en una especie de broma,
portaba un trabuco y pegó un tiro por la chimenea arriba, y aquello le impactó
y le quedó grabado para siempre. Piensa que quizás pudo ser para probar el arma
o para deshollinar. Su padre trabajaba
por aquel tiempo con Faustino Fuentes, mientras que él cuidaba cochinos de
Manolillo Fuentes, que en alguna ocasión las ganas de juego podían más que la
diligencia de su cuidado y los dejaba encerrados en un estanque del Silillo,
para disfrutar como si fuera un niño de verdad. Desde allí se fueron a vivir al
Cortijo de las Pozuelas, a una casa de
Manolillo de las Mimbres. Vivían a lo que se llamaba “a puerta abierta”,
que después nos explicará en qué consistía. Cuando tenía unos 6 años su padre
compró a la apodada “Churrimpla” una casa en las Escalerillas, que actualmente
es de los hijos de Luisillo Cano. Recuerda que por entonces sacaron de la zona gran cantidad de
piedra tosca con mulos cargados con pedreras para hacer una ampliación de
bodegas de aceite de Don Paco Serrano.
De pronto se acuerda de una coplilla que le sacaron a aquella mujer de
la vida:
que chiflerree y eche chispas,
aparcería con su suegro
en el culo de la Churrimpla.
Solo
tuvo como maestro a D. Manuel López. Recuerda que estuvo en la escuela
provisional que se habilitó en la Casa de Alba mientras se construía la nueva
escuela que entró en funcionamiento en el curso de 1949. Aprendió a leer en el
libro “Guía del Artesano”, que era de su padre y que contenía la letra al estilo
manuscrito, con una buena letra caligráfica, incluía redacción de cartas. También le enseñó lo básico Matías
Bailón “El Correo”, que hacía de maestro “garrotero” y de quien recuerda la
excelente caligrafía que tenía.
Hizo
la Primera Comunión con ceremonia estrictamente religiosa. Recuerda que por
aquel entonces el cura venía en un mulo desde San José de la Rábita a reata de
un niño de las familias más influyentes de Fuente Álamo.
La
casa de la Escalerillas la vendió su padre y cuando tenía unos 8 ó 9 años se fueron a vivir al Cortijo de
Ardales. Labraban en aquel cortijo una viña propiedad de Francisco
Sánchez-Cañete, en la Loma Frailes, y allí también “vivían de puertas
abiertas”, pues tenían a su disposición los duraznos, las almendras, las uvas…
aquellos productos del campo le quitaron a la familia mucha hambre. Esta era
tan feroz que, cuando finalizaba la temporada de las hortalizas en el huerto de
Baldomero de Córdoba, quedaban los últimos pimientos “resabiados”, y un día,
tanto su primo Paco Jiménez como él, los devoraron crudos, produciendo tal
reacción a su primo que hizo que echara por la boca una saliva espumosa, que le
dio de pensar que había reventado.
Pronto
se hizo hombre y formó parte con tan solo 12 ó 14 años de una buena cuadrilla de
labradores de algodón en el Cortijo del Zurraque (Valenzuela), donde él era el
niño encargado de llevar el agua a los trabajadores y cualquier mandado que se
le encargase, es decir, lo que se llamaba el “chichanguero”. Me contó la
anécdota de que alguien de la cuadrilla de segadores, posiblemente Manuel
“Remigio” echó en el guiso de la sartén unos cuantos cigarrones para ver si
producía asco en los comensales y así retiraban la cuchara, al tiempo de
comprobar si los escrúpulos de los segadores podían más que el hambre. A Mateo
Pérez “Cigarrica” le daba asco, y no soportaba aquellos insectos en el guisado,
a pesar de la afinidad con su apodo (Este
comentario es mío personal, en base a la confianza que tengo con quien fuera mi
tío Mateo), pero los demás los apartaban para introducir
la cuchara y seguir comiendo. El hambre
no entendía de bichitos
Pese
a que reconoce que por entonces no era buen segador, tan solo tenía 17 años,
marchó una temporada a la Campiña, estuvo en Villargordo y en Torrequebradilla.
Recuerda que iban andando desde Alcaudete, llegaron cerca del Guadalquivir y
durmiendo debajo de unos olivos. Era una
cuadrilla formada por Luis “Sacristán”,
donde iba Juanele (su padre), Marce “El Mixto”; Emilio Malagón “Tortolo” y su
hermano, Pedro Malagón “Pere”; Antonio
Aguilera “Remigio” y su hijo Manuel “El Rubio” y alguno otro más.
Su
amigo Carlos Aguilera “Florío” le propuso para trabajar en Madrid a la fábrica
Barreiros, pero no pudo irse porque enfermó. Dicho acontecimiento le pudo
cambiar la vida y piensa que hoy podría estar como Carlos, viviendo en Madrid,
pero no se arrepiente y cree que acertó al quedarse.
Antes
de medirse e incorporarse al ejército con unos 19 años se fue a trabajar a la
provincia de Burgos a la recolección de la patata de siembra, clasificaba en la
mata. El almacén estaba en Bercedo. También estuvo en Espinosa de los Monteros,
donde trabajó con sus primos, los hermanos Custodio, Antonio, Manolo y Paco
Jiménez, Mingui “Rayo”, Manuel “Arévalillo”… Allí le pusieron el apodo de
“Carrilano”, pues había buena combinación de trenes de vía estrecha “La Robla”
que le conducía hasta Valmaseda, donde vivía su hermana Urbana, así que sus
compañeros de trabajo, entre ellos “Arevalillo” y “Añillos”, comenzaron a decirle
que siempre estaba “carrileando” y de ahí el apodo.
Le
viene al recuerdo la canción “Carrilear”,
la cantaba en los bares con Rafalillo Moreno “Perote”:
“Si vamos al carrileo, turululuululu,
“Si vamos al carrileo, turululuululu,
esto sí que son fideos,
turulurulu,
echadnos unos cuantos,
lo que hemos ganado
en la Renfe se ha quedado,
tururlu, que turululu, que
turulu.
Cuatro patatas, cuatro monchetas
las mañicas no tienen tetas.
Turululu, turululu…
Cuatro patatas, cuatro coles
tira el obrero, tira
conforme,
Turululu, turululu…”
Se midió en 1961 y se incorporó al ejército
en marzo de 1962. Sus quintos formaron la fiesta en el Cortijo del Encinar de
las Caserías. Estuvo en total 16 meses. El campamento lo hizo en El Goloso y la
mili en la División Acorazada Brunete n.º 1, en Leganés, en el Regimiento de Infantería Motorizado Saboya n.º 6. Fue auxiliar de reclutas alcanzando el
grado de cabo instructor. Recuerda que
estaban los llamados “Carrier”, que eran carros de combate con ametralladoras.
De su quinta eran: Mateo Pérez Bolivar “Cigarrica”; José “Pasadas” Montañés;
Custodio Pérez Aguilera “Torres”; Francisco Moreno Martos “Perote”; Francisco
Jiménez Pérez “Remendao”; Julio Aguayo Pérez “Sinforiano”, Eusebio Fuentes Vera;
Genaro Zamora Jiménez “De Blas”, que hizo la mili en el Ministerio del Ejército
en Cibeles, y José Aguilera Pérez “Albarizas”, quien no fue a la mili por
problema con la vista. Fueron bautizados como la “Quinta de Franco”, por haber
tenido la “suerte” de nacer durante el primer año plenamente dictatorial. Tres
de esta quinta luego fueron guardias civiles.
Después
de volver de la mili trabajó en Burgos, Santander, Bilbao, en el
acondicionamiento del Puerto del Escudo con la empresa “Panera y Hnos.”. Como
nos dice: “eran tiempos de bota de vino y
pa lante”, pues aún estaba mozuelo. Antonio Arenas “Porrúo” y el “Ciri” con
sus furgonetas les llevaron en varias ocasiones a trabajar al Norte. En 1968,
ya casado, se fue a trabajar en la reforestación de pinos que el Estado estaba
haciendo en la provincia de Burgos.
Se
casó el 5 de abril de 1967 en San José de la Rábita con Carmen Ochoa Canalejo,
con la que tuvo tres hijos. El banquete fue en el Salón Peñalver “El Trompero”.
Se instalaron de alquiler pero sin pago en el Cortijillo del Praíllo, solo por
el mantenimiento y el cuidado de los árboles frutales. Desde el salón de bodas
se fueron directamente al Praíllo, pero no pudieron tener una noche de bodas
tranquila pues los “nenes” se dedicaron durante el día a hacer con una barrena
un agujero en la ventana del dormitorio que daba a la parte trasera del
cortijo. Cree que no consiguieron su objetivo, pues al acostarse sintió ruido,
y al asomarse por la ventana salieron corriendo. Al día siguiente les comentó
la experiencia a sus vecinos Pepe Pérez y a Mercedes, otra pareja de recién
casados que vivían en el cortijo contiguo al suyo. Fueron a comprobar si en la ventana
de sus vecinos había algún agujero, comprobando que había uno, más grande
todavía. Prepararon una trampa para el día siguiente, encendieron la luz como
si se acostasen y se fueron por detrás para pillarlos in fragranti, pero
no cayeron en la trampa.
Recién
casado en el año 1968 se fueron él y su esposa Carmen un año y medio a trabajar
a Valmaseda, pero no le gustaba la construcción y regresaron. También tuvo que
experimentar la emigración destino Alemania entre 1969 y 1973, al principio
trabajo en una empresa situada en Oberbruch y después en la fábrica de grifería
Gröhe, que la empresa tenía en Iserlohn.
Reconoce que nunca le gustó dejar su tierra y
marcharse definitivamente, pero la
maleta la tuvo preparada siempre y haciendo honor a su apodo siguió
“carrileando” y en los periodos de verano siguió nuevos rumbos hacia las costas
castellonenses y catalanas (allí coincidimos en el año 1988), hasta que le
llegó la jubilación de la cual está disfrutando actualmente.
Entró
en la Cooperativa agrícola de Fuente Álamo en el año 1964-65, como cagarrache y
salió en la temporada de 1987-88, ya como maestro molino. Fue presidente de la
Cooperativa entre los años 1992-98, aunque no terminó el segundo mandato.
Recuerda que al principio de la fundación de la sociedad, a principios de los
años sesenta, entraba la aceituna procedente de la Cornicabra, Ayozo,
Albarizas, Narciso “Cornicabra”, el Cortijo Pineda... Se daban 12 horas de
molienda, de luz a luz, se entraba a las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde.
Después hubo hasta tres relevos de 8 horas. Estando Benito Fuentes como
presidente, metieron dos o tres cagarraches la sociedad en el sindicato, pero al
final llegaron a un acuerdo y le pagaron un poco más, era lo que se llamaba
sacar las bases.
Con
el reparto de las tierras del Cortijo de Clavijo por parte del Ayuntamiento de
Alcalá la Real en 1979 fue uno de los 21 aparceros agraciados y, por partida
doble, pues en otro reparto de una parcela entregada, el sorteo de nuevo le fue
favorable. Esas parcelas, junto a otras pequeñas que con mucho sacrificio pudo
adquirir, han sido básicamente el sustento de la familia.
También
trabajó en los destajos de aceitunas de Fuente Álamo: recuerda que aquellos
primeros años no pagaban lo reglamentario e incluso no decían precios del
jornal hasta el último día. También se acuerda de que Matías (mi
abuelo) sacaba unas coplillas cuando
estaban trabajando con “Sánchez” en la campaña de aceitunas y las mujeres le
pedían al señorito el arremate con baile “echándole el pañuelo”.
Hace
unas décadas decidió vender la casa que
poseía en Fuente Álamo a una familia inglesa y se marchó a vivir a Alcalá la
Real, donde disfruta de su merecida jubilación.
En una próxima publicación sobre la historia política y sindical de los socialistas en la provincia de Jaén (1939-1979, recojo una microbiografía de José Marañón Barrio, que en abril de 1979 fue primer alcalde democrático de Alcalá la Real.
ResponderEliminarHe leído detenidamente los recuerdos de Ceferino Aguilera, a quien le saludo cordialmente.
En el relato se habla sobre la naturaleza política de Ceferino “con la que llegó incluso a coquetear yendo como suplente en las listas de las primeras elecciones locales al Ayuntamiento”. No fue de suplente, sino que ocupó el puesto trece de la candidatura socialista en las municipales de abril de 1979.
En estas primeras elecciones democráticas en los municipios, en Alcalá la Real José Marañón encabezó la candidatura del PSOE. La candidatura socialista consiguió mayoría simple: el 43,44% de los votos y 10 concejales de los 21 a elegir.
Este primer gobierno municipal de la democracia fue presidido por Gregorio Marañón, acompañado por nueve concejales socialistas:
• Casiano Castillo Flores (también concejal en los comicios municipales de 1987, 1991 y 1995),
• Francisco Martín Rosales (en las elecciones de 1987 y 1991 elegido de nuevo concejal, asumiendo el relevo de la alcaldía en 1993 hasta 1995),
• Felipe López García (alcalde en 1987 y en 1991 hasta 1993, también elegido Diputado al Congreso y en las elecciones municipales de 1995, Presidente de la Diputación Provincial de Jaén, etc.);
• Urbano Pérez Fuentes,
• Daniel Ocón Lucena,
• Pedro Pareja Anguita,
• Julián Cortés Esteo,
• Esteban López Fuentes (siguió de concejal en las elecciones de 1983)
• Juan Burgos Sánchez (en 1991 otra vez concejal).
En la siguiente legislatura, 1983, el PSOE consiguió mayoría absoluta: 61,79% de los votos y 13 concejales de los 21 a elegir. Si Ceferino hubiera continuado en esta legislatura, ocupando el mismo puesto en la candidatura que en 1979, habría sido elegido concejal.
Supongo que esta breve reseña hará recordar a Ceferino aquellos tiempos y compañeros de Partido.
Santiago, de nuevo gracias por tu aportación documentada. Estaremos pendientes sobre tu próxima publicación sobre la historia política y sindical de los socialistas en la provincial de Jaén. Trasladaré personalmente a Ceferino tus saludos. Es verdad que Ceferino no fue como suplente en las listas socialistas, sino que iba en el nº 13, lo que corregiré y como bien dices, no llegó a obtener el acta de concejal. Si lo hizo otro fuentealameño al que dediqué una entrada en este blog que fue Pedro Pareja Anguita, si bien no repitió en la siguientes : https://historiadefuentealamo-jaen.blogspot.com/2017/08/pedro-pareja-anguita-periquin-unico.html
EliminarLos que nombras han sido ilustres defensores de lo público, entre ellos nuestro amigo común Francisco Martín.
Un abrazo