A partir de abril de 1939, los nacionales que habían huido o se habían visto obligados a abandonar la aldea (unas 25 familias según la lista que entregó el concejal socialista del Ayuntamiento de Alcalá la Real, D. Salvador Frías Pino, al Alcalde pedáneo de Fuente Álamo, Vicente Aguilera Castillo), regresaron a ella, montados en mulos y agitando banderas al grito de: “Franco sí, Comunismo no”.
El regreso fue paulatino, algunos volvieron
hasta dos años después, pues tras tres años de exilio ya se habían adaptado a
otro sistema de vida, (caso de la familia Ibáñez Castillo); regresaron desde
Alcalá la Real, Almedinilla, El Cañuelo, Baena, Castro del Río, ect... Comenzaría
una nueva convivencia difícil de llevar, relativamente pacífica, pero con
ajustes de cuentas y denuncias, donde los perdedores fueron detenidos y
represaliados en la misma aldea o algunos fueron encarcelados y llevados a
campos de concentración (de Zamora) a espera de su imputación y posterior
detención preventiva. Sus esposas y familias tuvieron que convivir con los que
les habían denunciado, rogándoles día a día para que informasen bien o avalasen
la “buena conducta” de sus maridos, siempre bajo determinados favores. Es el
caso de Matías Pérez, el cual comunicó a su esposa, que bajo ningún concepto
entregase dinero, ni otras prebendas al entonces Alcalde pedáneo de Fuente
Álamo, Daniel Aranda, pues tarde o temprano saldría de prisión. En otros casos
el objetivo no siempre se conseguía, pues anteriormente al inicio del llamado Movimiento
Nacional habían sido humillados con las formaciones y revistas diarias (tres de
ellos, incluso, detenidos durante 3 meses y uno asesinado) y una vez caída
Alcalá la Real fueron obligados a abandonar la aldea y dejar sus posesiones en
manos de los rojos, por lo que estaban bastante resentidos.
En Fuente Álamo podemos hablar de dos grupos
de fuentealameños: los que fueron vencidos al inicio y resultaron vencedores al final (nacionales) y
los dominadores al principio, que fueron vencidos (republicanos). En el primer
grupo estarían los nacionales que tuvieron que huir y que volvieron vencedores
y en el segundo los republicanos que durante toda la Guerra se quedaron en
Fuente Álamo y que al final fueron vencidos, unos represaliados y otros encarcelados.
Con esta entrada intentaremos que Fuente Álamo también tenga su propia memoria
histórica, que todos debemos conocer, de la que debemos aprender, para que no
vuelva a suceder.
En la primera celebración
del Día de San Antonio después de la Guerra Civil, el 13 de Junio de 1939, se cuenta
que aquellos que la ganaron, en concreto algunos de los que estuvieron a punto
de morir en manos de los milicianos como Juan León Castillo, Juan Gutiérrez Pérez
y su hijo Matías, detenidos 3 meses, organizaron la fiesta y le ofrecieron una
misa al Santo, en agradecimiento a la suerte que corrieron.
Cuando volvieron a Fuente Álamo recuperaron
las tierras que habían sido colectivizadas durante la Guerra Civil, pero perdieron
las trojes que habían dejado llenas de trigo después del verano de 1936, así
como los mulos (alguno apareció en Alcaudete, adonde se llevó el grano y el
aceite de Fuente Álamo para abastecer a las tropas, unas 16.000 arrobas de
aceite del molino de Francisco Serrano), los aperos de labranza y demás objetos,
así como ganado de carne y las cabras guardadas en el corral-leñera de Faustino.
Antonio “Marineta”, quien antes de marcharse tenía pollos y pavos y cuando se
inició la Guerra “los repartió” y se marchó, comenzó a reclamar sus aves al
volver tres años después. En casa de Matías Aguilera Anguita “Matías Candio” se
identificaban los objetos y se devolvían a sus propietarios. Se juntaron todos
los objetos y enseres apropiados por los rojos, como camas, colchones, sillas, e incluso una
bicicleta, que Joseillo Carrillo se la quiso dar a Juan Sánchez Ibáñez siendo
un niño, pero su padre no le dejó que la cogiera porque no era suya. A los
pocos días, cuenta, que se la quedó el tal Matías. No hubo pocos casos de nacionales
que reclamaban los objetos como suyos, y acababan por quedárselos y llevarlos a
sus casas. Según Juan Ibáñez: “En el patio de La Torre se encontraban arados,
maquinillas, gradas y demás aperos de labor utilizados por la “Colectivización”,
y para repartírselos después, los nacionales se liaron a tirones de los ubios,
diciendo cada uno que le pertenecían”. También se repartieron los mulos reclamados
por sus supuestos propietarios, pues se habían requisado más de siete yuntas,
que eran cuidados en el molino de Pedro González “Cañuelos”, donde había unos
pesebres. El cuidador era un tal Cerrillo, que era de Cuesta Blanca. En los
corrales-leñeras de Faustino Fuente se guardaban cabras, Blas Zamora quiso
llevarse alguna cabra que se encontraba encerrada allí, y se lo impidió la
esposa del ex-alcalde republicano, diciendo que no era suya. Varios objetos y
enseres fueron sustraídos de los
cortijos y casas, como el robo de una cama del Cortijo de la Cornicabra, que
Félix Carrillo quiso atribuir a Antonia Pérez Vera, que lo negó rotundamente.
Mateo Pérez Lizana, una vez detenido, reconoce que se había llevado una máquina
de coser de la casa de Antonio Aguilera, que luego devolvió a su propietario, o
Fernando González Arjona reconoce que unos milicianos rojos le entregaron una
cuna, cuatro sillas y una tinaja, que devolvió al dueño del cortijo de Clavijo;
Vicente Ramírez Valverde dice que “se marchó a Alcalá la Real, pero que una vez
liberado por los nacionales, encontró su
casa saqueada a la vuelta, sin saber expresamente quienes fueron”. También está
el caso del molino de aceite de Francisco Serrano del Mármol, o el molino de harina
de Faustino Fuentes, quienes una vez terminada la Guerra se apresuraron para
recupéralos. Así, el 12 de abril de 1936, presenta denuncia Don Paco, quien
manifiesta que a mediados de Agosto de 1936 le fue incautada la fábrica de
aceite y sus tierras. También se recuperaron otras tierras incautadas, dos
fincas de Don Juan Díaz Aguilera denominadas los Cortijos Alto y el Coscojal,
otra de Don Francisco Córdoba denominada el Baño y la Vega de de la Fuente de
la Encina y de un Cortijo Clavijo, propiedad de la beneficencia municipal de
Alcalá la Real, en los cuales se colocaba unos banderines rojos para indicar
que estaban incautadas.
Los republicanos fueron
sometidos a procedimientos sumarísimos de urgencia, comenzando por el Alcalde
Pedáneo, Vicente Aguilera Castillo, quien
fue detenido el 8 de abril de 1939 en Alcaudete, pocos días después de
finalizar la Guerra y enjuiciado en el procedimiento Sumarísimo de Urgencia nº
44723. El 20 de Agosto de 1940, se le recibe declaración en calidad de
imputado, manifestando tener 40 años de edad, casado, de profesión ganadero, reconociendo
que desde el año 1931 estaba afiliado a la U.G.T. y que el año 1932 fue
tesorero; ocupando el cargo de Alcalde de la Aldea de Fuente Álamo desde el año
treinta y dos, hasta el treinta y cuatro y después desde las elecciones del 25
de febrero de 1936 al apoderarse las masas del Frente Popular, el cargo lo desempeñaría
hasta la terminación de la Guerra en abril de 1939. Fue condenado por un delito
de Auxilio a la Rebelión Militar en Sentencia de 29 de mayo de 1943 a la pena
de 20 años de prisión, de la que cumplió 6 años en prisión y 6 años de
destierro en Lora del Río.
En el Consejo de Guerra seguido en el
Procedimiento Sumarísimo de Urgencia bajo Causa núm. 44.636 del Juzgado Militar
núm. 1 de Jaén, fueron procesando conjuntamente Matías Pérez Lizana, Mateo
Pérez Lizana y Fernando González Arjona, por el delito de Auxilio a la Rebelión
y condenados por Sentencia dictada el 11 de mayo de 1940, a la pena de doce
años y un día de reclusión temporal, como autores responsables de un delito de
auxilio a la rebelión militar, sin circunstancias. Matías Pérez Lizana, afiliado a la U.G.T. de cuya organización al
principio de la Guerra fue Presidente, unos
diez y seis meses; Mateo Pérez
Lizana, afiliado a la U.G.T. de cuya organización fue Secretario y Fernando González Arjona, afiliado a la
UGT de cuya organización fue Vicepresidente en 1938, los tres encartados, fueron directivos de le Casa
del Pueblo de Fuente Álamo, que funcionaba como Frente Popular.
José Pérez Lizana en el Procedimiento Sumarísimo de
Urgencia nº 59228/1939 fue sentenciado el 8 de Septiembre de 1943, a la pena de
seis años y un día de prisión mayor, por un delito de excitación a la rebelión
militar, acusado por estar afiliado a U.G.T antes del 18 de julio, ser familia
de un dirigente rojo de la Aldea y hacer propaganda de ideales rojos. Pero no
se demostró que realizara ningún hecho específicamente delictivo a parte de la
reseñada propaganda. Pese a que el
Ministerio Fiscal solicitó pena de reclusión perpetua a muerte por haber
servido de interprete del sordomudo
Leocadio Anguita López, “Parraco” y que fue asesinado por un jefe de una unidad
militar republicana, instalada en fábrica de Don Paco, no se llegó a demostrar
tal hecho y tampoco fue condenado por ello.
En
el Procedimiento Sumarísimo de Urgencia nº 15. 839 por rebelión militar son
enjuiciados Antonio Moreno Vera,
Guillermo García Zamora, José Pérez López,
Marcelino Ramírez Zuheros, Antonio Cano Ruiz, José Pérez Roldán, y José
Fuentes García, fundamentalmente por
ser los últimos dirigentes del Comité del Frente Popular pertenecientes a la U.G.T
a través de la Sociedad Obrera de Trabajadores de la Tierra «La Espiga
Floreciente» de Fuente Álamo, afiliada a la
FNTT-UGT, en concreto, Antonio
Moreno Vera, Secretario; Guillermo
García Zamora, Vocal, aunque dice que no llegó a tomar posesión del cargo, José Pérez López, Vocal, le pusieron
porque los dirigentes se marcharon al frente, Marcelino Ramírez Zuheros, afiliado a la U.G .T. desde que se
inició la Guerra, llegando a ocupar el cargo de Vice-secretario, en su
declaración no lo reconoce; Antonio Cano
Ruiz, después del Movimiento se afilió, ocupando el cargo de Tesorero, en
su declaración manifiesta que no llegó a tomar posesión del cargo; José Pérez Roldán, afiliado después de
iniciarse el movimiento, ocupando en cargo de Vicepresidente; y José Fuentes
García, natural de la Grajeras y vecino de Las Grajeras, con posterioridad
al Alzamiento se afilió a la U.G,T. desempeñando el cargo de vocal en el
sindicato de colectivización de tierra de Fuente Álamo. Todos ellos estuvieron
en prisión preventiva desde 25 de mayo de 1939 y finalmente absueltos y puestos
en libertad el 20 de diciembre de 1939, pero obligados a permanecer en un Batallón
Disciplinario de Trabajadores.
Francisco Alba Serrano, es enjuiciado en el procedimiento
Sumarísimo de Urgencia nº 16.509. Se procesa conjuntamente con Juan Funes Mesa,
iniciándose la instrucción de la causa el 9 de mayo de 1939. No se enjuician a
Victoriano Expósito Romero (a) Rana; Justo
Gutiérrez Vera (a) Pipo; Teodoro Pérez Sáez (a) Pavillo, encartados en la
misma causa, pero no en todos los hechos, por estar encuadrados en el Ejército
Rojo y no habiendo regresado todavía. El 21 de julio de 1937 Manuel López de la Rosa, de 43 años de edad, labrador, natural de
Alcaudete, fue asesinado en el lugar llamado Carril de Santa Casilda. Los
presuntos partícipes, aunque no quedó demostrado que fueran autores materiales,
fueron: Francisco Alba Serrano, Vicente
Vera Moreno y Valentín Olmo del
Sabariego. El 1 de marzo de 1940 se dicta sentencia en la que se condena a Francisco Alba Serrano a la pena de muerte, como autor responsable
de un delito de adhesión a la rebelión militar, con las agravantes apreciadas.
En
cuanto a las esposas, madres o hermanas de los republicanos, fueron humilladas
públicamente (como era frecuente en tantos otros lugares) y se les hacía tomar
el potente purgante de aceite de ricino mientras, peladas, les hacían pasear
por las calles del pueblo semidesnudas con la burla de una algarabía que les
seguía. Entre ellas a Tía Pepa Moreno
(esposa de Eusebio Vera Castillo por los hechos cometidos por su hijo Vicente
Vera Moreno, quien murió en el frente de Teruel y presuntamente partícipe en el
mismo caso de Francisco Alba Serrano), y sus hijas Josefa Vera Moreno, “La Pepilla” y Sancha Vera Moreno (esposa de Joaquín Pérez González), Dolores Cano Ruiz (esposa del alcalde Vicente
Aguilera), Antonia Pérez Vera (esposa
de Matías Pérez, presidente del Comité), Florentina
Nieto Peinado (esposa de Antonio Cano Ruíz, tesorero), Encarna Martos “La Perejila” (esposa de Rafael Moreno Ibáñez “Perote”
presidente antes del inicio de la Guerra), Francisca
Padilla, (Antonio Castillo Padilla, “Caejo”, vocal y a quien se señala que
fue a la tienda de Casimiro Vázquez). Como anécdota o gracia, si es que la
tiene, cuentan los más viejos de la aldea que la más lista, fue la Paula (esposa de Juan Antonio Ávila
Serrano “el Zorrero”), pues guardó la melena cortada y se la puso después. Las
demás tuvieron que taparse la cabeza con pañuelos negros. Seguramente la lista
fue más grande, pero no poseo más datos respecto a las mujeres, pues sólo se
han obtenido de oídas, aunque seguramente fueron algunas más y sirva este
recordatorio para hacerle su homenaje por tan grave humillación.
Los
republicanos, conforme iban siendo detenidos, eran llevados a campos de
concentración en Zamora. Aunque en la documentación consta así, la verdad es
que no está totalmente contrastado, si bien la denuncia de un paisano se hace
desde allí, y se indica que en dicho campo se encuentran los detenidos a espera
de juicio: Vicente Aguilera Castillo, Matías Pérez Lizana, Mateo Pérez Lizana,
José Pérez Lizana, Fernando González Arjona, y otros son detenidos y llevados
Alcaudete desde donde son trasladados a la prisión provincial de Jaén: Antonio Cano Ruiz, Antonio Moreno Vera,
Guillermo García Zamora, José Pérez López, Marcelino Ramírez Zuheros, José
Pérez Roldán, y José Fuentes García. Otros aparecen declarando o más bien
denunciando desde el Campo de Concentración de Zamora: , que
después estuvo preso en Alcalá, pero no consta su enjuiciamiento, al igual que Rafael
Moreno Ibáñez, Joaquín Pérez González, Domingo Vera Viana, quien consta que
estuvo preso en la cárcel de Alcalá la Real, Vicente Vera Moreno, pues falleció en el
frente en la Batalla de Teruel, Antonio Castillo Padilla, “Caejo”, (a quien se
señala que fue a la tienda de Casimiro Vázquez). Justo Gutiérrez Vera, fue
encausado en la Causa núm. 1.009/39 y condenado a muerte, cuyo nombre consta en
el monolito del Cementerio de Alcalá la Real y cuya causa está pendiente de
consulta en los archivos.
Otros huyeron a Francia
como un hijo de Arévalo, o Marcos Moreno, quien perteneció, según cuentan en el
pueblo, a la Guardia Personal de Juan Negrín.
Con los encarcelamientos
durante la posguerra, también se produjeron abusos sexuales (o al menos
intentos) sobre las mujeres de los condenados mientras estaban sus maridos presos,
con promesas falsas de liberarlos. O en otros casos la prepotencia de los
nacionales hacía más fácil el acceso carnal sobre las mujeres. Son muchos los
casos conocidos en Fuente Álamo, o al menos las sospechas fundadas, pero en
base a preservar el “honor” de las personas no se hará mención a ello.
No se haría justicia total
sin nombrar aquellas veintitantas familias que al inicio de la Guerra,
desposeídos de sus bienes se vieron obligadas a abandonar la Aldea: Lorenzo
Ibáñez Jiménez (Castro del Río), Faustino Fuentes Aguilera (Almedinilla), Francisco
Ibáñez Castillo (Baena) Pedro González Ruiz (El Cañuelo de Priego), Francisco
Jiménez Calvo (Alcalá la Real), Matías Aguilera Anguita ( Alcalá la Real), Crescencio
Aguilera Anguita (Alcalá la Real), Leocadio Anguita López, (Alcalá la Real), Antonio
Aguilera Aguilera, (Almedinilla), Genaro Fuentes Moyano (Alcalá la Real), José
Carrillo Rufián, (Alcalá la Real), Daniel Aranda Villén, (Alcalá la Real), Vicente
Ramírez Valverde, (Alcalá la Real), Rafael Sánchez Arenas, José Sánchez Arenas,
Ángel Pérez la Rosa, Juan Gutiérrez Pérez (Lucena), Matías Gutiérrez, Juan León
Castillo, Blas Zamora, Antonio Ramírez, del Cortijo de la Cornicabra, (Alcalá
la Real), seguramente se quedará alguna en el camino.
Las primeras cosechas
recogidas por los nacionales traían el trigo al molino y repartían el pan sólo para
ellos y el resto que sobraba para los rojos. Juan Ibáñez reconoce que ellos
tuvieron suerte, pero que era una cosa mal hecha. El racionamiento en el pan,
el aceite, ect…, no era igual para los vencidos que para los vencedores y si
sobraba alguna ración de pan, iba a parar a boca de estos últimos, pasando
hambre los vencidos, cuyas familias tenían que ir a comer a los dos centros de
reparto: El Molino y la Solana. Las diferencias eran tales que, como ya hemos
contado, en los cortes de siega había dos cántaros de agua: uno para los rojos
y otro para los fascistas.
Buenos dias Domingo Perez, enhorabuena por el fantastico trabajo de traer a los descendientes datos de la historia de nuestros antepasados.
ResponderEliminarTe queria preguntar por una persona que haces referencia en los textos del blog, "el Villaco Zocato, zocato" primo de Matias y Mateo Perez Lizana. Estoy buscando información de mi bisabuelo Matias Lizana Arenas, y los pocos datos que recuerda mi abuela coincide con datos que tu cuentas aqui de otros aldeanos (fue Presidente de un Comite en la Rabita, encarcelado durante tres años) supongo que despues de la guerra, pero no recuerda nada mas. Soy de Córdoba pero mi abuela nacio en la Rabita.
Muchisimas gracias por toda la información de este blog, y el regalo que haces a todas las personas que de alguna manera tenemos nuestro origen en esas tierras.
Un cordial saludo
Vanessa.
Hola Vanessa, en primer lugar muchas gracias por seguir el blog y por tus felicitaciones. Me alegro que te guste. En segundo lugar, respecto a la pregunta que me haces no tengo la respuesta en este momento, pero como la investigación está todavía en curso, puede que algún día te pueda resolver tus dudas. Creo que fue en una entrada dedicada al inicio de la Guerra Civil en Fuente Álamo, donde se recoge: En el acto participaron las autoridades republicanas y también otros como el apodado “Villota” (primo de los Arenas), que era zocato, en todos sentidos. Esta información la obtuve de los mayores de la Aldea, quienes me comentaron que uno de los que participó en aquel acto era un tal “Villota”, que era zocato y que era primo de los Arenas que vivían en Fuente Álamo. Respecto a Matías Pérez Lizana, que era mi abuelo y mi tío abuelo Mateo Pérez Lizana, no tengo conocimiento de que fueran familia de tu bisabuelo Matías Lizana Arenas. De todas formas, te tengo que decir que en el Archivo Militar de Sevilla están archivados los expedientes judiciales que se incoaron después de la Guerra Civil, y en el momento en que pueda consultaré si se le abrió algún expediente a tu bisabuelo, ya he consultado algunos expedientes respecto a otras personas de La Rábita, también la Diputación de Jaén está digitalizando algunos expedientes. En el momento que tenga algún dato sobre tu bisabuelo te lo comunicaré. Muchas Gracias de nuevo y un saludo para ti y para tu abuela rabiteña.
EliminarHola de nuevo, Vanessa, he consultado el Archivo de Sevilla y he conseguido localizar el expediente de tu bisabuelo Matías Lizana Arenas, pero no sé cuando podré ir a consultarlo. Tengo pendiente consultar otros expedientes, y si fuese posible lo haría durante la vacaciones de verano. Un saludo.
EliminarGracias Domingo, podria comunicarme contigo en privado, me podrias dar una dirección de email?
ResponderEliminarBuenos días, Vanessa, de acuerdo, te facilito mi correo: fuentealamodperez@hotmail.com. Si prefieres me puedes localizar en facebook como Domingo Perez Perez y añadir a tus amigos. Un saludo.
EliminarMuy interesante tu trabajo y creo que objetivo e independiente en el tratamiento de la Guerra Civil, siempre tan espinoso y creo que la mayoría de las veces versionado solo desde una postura de vencedores o de vencidos, esta creo que demasiado revanchista. Voy a contactar contigo por el Facebook. Como muchos españoles yo soy desdendiente de víctima de la Guerra Civil, en este caso nieto de un asesinado por orden de la legalidad republicana en Alcalá la Real en Agosto del 36, días antes de abandonar la ciudad para su ocupación por los sublevados de Granada. Mi padre y mis tíos mayores han muerto todos y los que viven eran muy pequeños en la guerra y no guardan recuerdos. Tampoco posteriormente les han hablado de esto y a mi me gustaría que se hiciera justicia también recordando a los asesinados en nombre de la República por motivos que hoy serian irelevantes, como el solo hecho de ser propietario de algo aunque fuese pequeño o por no ser de ideas republicanas. Esta intolerancia se ha superado felizmente. Citas a una persona con el nombre de Rafael Sánchez Arenas, así se llamaba mi abuelo materno pero no se si puede ser el y Fuente Álamo ha sido muy nombrada por mi madre (tiene 91 años y lleva años muy enferma) hablando de gente, fiestas, no recuerdo que cosas. Ella paso la guerra en el Cortijo del Coto, que debía pertenecer a su familia y encontrarse en la línea del frente. De hecho recuerdo haberle oído que en varias ocasiones les visitaban los milicianos y les requisaban todo lo que podian de harina, garbanzos, gallinas, y les vaciaban los colchones de lana buscandoles si tenían dinero para robarselo mientras encoñonaban a su padre y le preguntaban a los chiquillo y a su madre donde lo guardaban. Por desgracia comían lo que criaban y se vestían con telas que cambiaban por huevos o gallinas a los regoberos. Ella tenia 12 años......
ResponderEliminarHola Teodosio, gracias por tu comentario, que sin duda completa la historia de Fuente Álamo, y sobre todo en una hoja de esa historia que como bien dices, algo espinosa, pero de lo que se trata es de quitarle esas espinas y poder hablar de ella con la mayor objetividad y transparencia que se pueda, sin ánimo de revanchismo, pues creo sinceramente, como tú, que nuestras generaciones ya tienen esto superado, pero es necesario recordárselo para que nunca más vuelva a pasar. Dicho sea de paso mi abuelo, también sufrió el presidio de la legalidad franquisma, digo legalidad, pues el sí tuvo un juicio, verdaderamente injusto y una sentencia igualmente de justa. Pienso que las víctimas de la izquierda o republicanas quedaron un poco olvidadas y que las víctimas de la derecha o como tu las llamas “los asesinados en nombre de la República”, todos o casi todos fueron homenajeados y recordados por el Régimen, aunque seguramente no se hiciera justicia con ellos, como pudo ser el caso de tu abuelo, me imagino que paterno, que solo cometió el delito de ser un hombre trabajador y ahorrador. En cuanto a tu abuelo materno efectivamente es el que aparece en esta historia, y que tendré que repasar más documentos en donde se hace referencia a él por si necesitas más información, solo sé que conociendo a su familia de Fuente Álamo, tuvo que ser buena gente. También te tengo que decir que en Fuente Álamo tiene varios sobrinos, que son los que me han contado parte de la historia de tu abuelo y sus hermanos, en concreto son hijos de su hermana María Sánchez Arenas, completando todo eso que te contaba tu madre. Estamos en contacto. Un saludo
EliminarHola Domingo: estoy leyendo tus "historiaa de Fuentealamo",a ráfagas; en ellas aprecio vientos de valentía, de pudor, de estudios minuciosos muy elaborados y con datos bibliograficos iguales(de variopintos) que cuando lanzas con el brazo un abanico de colores.
ResponderEliminarDe paso decir que es encomiable como has profundizado en el conocimiento y estudio de los orígenes de tu "pueblo" de una manera pormenorizada, más lo es, si cabe, que narres en episodios ciclicos toda la realidad de las vivencias tanto reales como anecdoticas desde años ha.
No se le puede reprochar nada en cuanto a objetividad, toda vez, que al escribir plasmas la realidad que conoces por los medios que tan meticulosamente intentas describir: empero, existe un enemigo llamado subconsciente que es el mayor de los traidores, al que nunca podrás arrugar ni manipular con subterfugios, dado que quien escribe eres tú, pero quien maneja el teclado del ordenador es él.(subconsciente)
Decirte que tengo familia en Fuentealamo. También personas muy allegadas a esos cortijos que narras de forma exquisita en sus formas de vida y las circunstancias que rodeaban esas "vidas":hartas de trabajo y de trabajar, sudores y penurias .Algunos sin otros conocimientos más allá de la salida del sol y la caída de la noche cobarde y lentamente, no para conocer lo que es la traslación y rotación de la Tierra, lejos de eso, muy lejos, sino para comprobar que cuando rugían sus tripas había movimientos de" hélios o selene", esto es, "era tiempo de la fumailla", o del chusco de pan con un poco de suerte.
La luna iluminaba sutilmente el camastro y las estrellas y las constelaciones les acompañaban hasta dentro de un rato.
La guerra de España fue una tragedia colectiva:no hubo ganadores ni perdedores en términos generalizados. Hubo vencedores que trajeron su paz al igual que en 1931 la implantaron los otros. Vencieron unos pocos y sufrieron todos sin excepción, porque a todos les tocó un trocito de "metralla".La postguerra nos trajo dolor, envidias y miserias humanas y hambrunas.
Dejo el tema porque ahora quien teclea no soy yo sino el subconsciente al que me refería antes.
Continua con tu blog, continua escribiendo, continua excavando porque no hay mayor legado que aquel que dejan los estratos escritos, orales y arqueológicos. un Saludo. Antonio.
Muchas gracias Antonio por tu sabia aportación. Comenzaré por el final de tu comentario para agradecerte esos ánimos que me das y que hace que sigua dejando constancia en este blog del estudio de esos expedientes judiciales abiertos de la Guerra Civil, de los pocos testimonios orales que por desgracias puedo echar mano, de mi aportación objetiva cargada ese subconsciente que me puede delatar en algún momento, y todo ello enriquecido de esos sabios y cultos comentarios como el tuyo y de los demás comentaristas que se interesan por la historia de este pueblo. Me alegra que siguas este blog, aunque sea a ráfagas, tal y como está estructurado, la idea es que algún día puedan compendiarse todas estas historias y se puedan leer todas en un solo bloque, y dejar de lanzar esas “ráfagas” que tanto daño hicieron en aquella Guerra. Gracias por ver en las publicaciones, lanzadas a ráfagas, atisbos de objetividad, con la que tengo que luchar en cada una ellas, o más bien intentar ser consciente de que mi subconsciente (teclado del ordenador) no traicione la historia, unas veces lo conseguiré y otras me habré dejado traicionar, y ello porque es muy difícil aislarse de la parte que le han contado por la que pasó su familia y que también indirectamente o colateralmente me tocó vivir. Por lo expuesto, tu familia también está muy ligada a este Pueblo, y a sus cortijos y que según relatas también padecieron aquellas penurias de la Posguerra o de esos trocitos de “metralla” de la que hablas, que no nos puede dejar indiferentes y tú mismo te apercibes de que no puedes evitar, si sigues comentando, que sea tu subconsciente el que esté opinando. Estoy de acuerdo en casi todo, sin embargo solo matizar cuando dices: “Hubo vencedores que trajeron su paz, al igual que en 1931 la implantaron los otros” , aunque luego la completas con “vencieron unos pocos y sufrieron todos…” La matizaría en el sentido de que pondría entre comillas “su paz”, pues no puedo estar de acuerdo con la segunda parte de la frase “al igual que en 1931 la implantaron los otros”, pues esta fue establecida por un mandato constitucional aprobado democráticamente, con sus defectos pragmáticos y la otra “su paz” impuesta, que tuvo verdaderos efectos pragmáticos sobre todo para los vencidos. Pienso que aquí no hay subconsciente que controlar, sino simplemente remitirse a hechos reales.
EliminarAh! se me olvidaba hacerte otra matización, que creo que te ha delatado y es que Fuente Álamo se escribe separado. Vaya pareado. Un abrazo Antonio.
Hola Domingo: Gracias por responderme tan rápidamente; sublime, como esas historias que narras sobre el nacimiento de tu pueblo: Fuente Álamo (separado), pedir perdón seria justificarme cinicamente, digo esto porque cada vez que me sumerjo en el mundo de tus "relatos" (entiéndase como Pérez Galdos) veo y leo el nombre de Fuente Álamo tal como se escribe. Reitero el perdón porque si algo deseas y lo conseguirás es que jamas se olvide una aldea perteneciente al municipio de Alcalá la Real llamada Fuente Álamo, que no Fuentealamo siguiendo una narrativa realista y estudiada a través de la búsqueda de información lo mas veraz posible.
ResponderEliminarComo apreciaras estoy escribiendo prácticamente en primera persona, pienso que el subconsciente y de paso la memoria me traicionaran al mismo tiempo y habrá una lid menos violenta entre ellas.
Tus matizaciones son para mi un ejemplo de aprendizaje: cultas, sabias y abiertas a interpretaciones como deben de ser los hechos acaecidos en cualquier momento o etapa determinada.
En el caso que nos trae,el final de la guerra civil también acampó en Fuente Alamo(ganadores y perdedores) y las consecuencias que soportó durante los cuarenta años ignominiosos que mimetizó al país. Es aquí donde intentaba explicar mi reflexión de que no hubo "ni ganadores ni perdedores-"(o algo asi), en una guerra civil solo hay derrotados y VENCEDORES. cuando las heridas reales y los daños colaterales como bien apuntas en alguna frase que has escrito en el blog son dolorosos para ambas partes, cuando el odio y la envidia se vuelven inquinas perennes no gana nadie:pierden todos, a esto me refería. El verbo vencer para usarlo como revancha no es sintomático de victoria. Las victorias son alegorías de alegría y admiración. En el caso de Fuente Alamo y la mayoría de los lugares fueron cánticos de represalias, denuncias y recuperación de todo aquello que les fue arrebatado antes del conflicto bélico. Todos ganaron y todos perdieron. Solo los Vencedores, muy pocos, estuvieron "vacunados" del sufrimiento por el mero hecho de ser los autores de las desdichas anteriores.
En 1931, aceptando un consenso entre partes llamado constitucionalidad no difiere de lo expuesto en el párrafo anterior, los vencedores,muy pocos, impusieron normas parciales contra la otra parte. Lógico, pocos años antes los perdedores eran los vencedores actuales.
Esta es nuestra historia.Con todas las matizaciones posibles, con todas las ideas asumibles, con todas las versiones aceptadas, y como no: con todas las mentiras como paradigma para convencerse a si mismo que sus actuaciones estaban justificadas, nada más lejos, nada mas equivocados, porque la sangre que coloreaba algunas trincheras de ambos bandos tenia el mismo ADN e iguales apellidos.
Ahora, el derrotado sin paliativos he sido yo. El parasimpático no ha saltado a tiempo y morfeo se ha jactado de mis elucubraciones y he merodeado por Pinea, Los Reventones, La Setilla y la Tabernilla intentando recordar en el tiempo
unas vivencias que me parecen reales; muy, pero que muy reales. Cuasi tangibles en algunos casos. Es aquí donde debes perseverar, donde debes seguir excavando para sacar a la luz la historia de un pueblo que en colación e ilación con otros emanaran chorros de esas realidades tecleadas (que nos hacen mas libres) al saber que detrás de cada uno de nosotros hay una raíz que no tiene fin, sabiendo que los vínculos se pueden esconder con el paso del tiempo, pero perduraran y se mantendrán vivos si se expurga con paciencia en ellos. un abrazo Domingo.
Hola Antonio, gracias por la espera de la contestación a tu extenso y no por ello menos bueno comentario. Exquisito y culto en expresiones y mejor en contenido. Solo decirte que suscribo todas las apreciaciones contenidas en el. Me llena de satisfacción y me anima que veas en estas historias el realismo de Pérez Galdós, aunque aquí sí sería yo el cínico, si pensara en llegar mínimamente a contarla como lo hizo el más grande exponente del realismo español. Lo que sin duda intento es plasmar esa realidad cercana y directa, en algunos de los casos, vivida en primera persona, otras como estas historias de la Guerra Civil a través de la cercanía de las personas que las vivieron por desgracia en directo. No voy a entrar en comentar tus apreciaciones, puesto que como he dicho las comparto íntegramente, y me alegra que estas historia te hayan hecho merodear por los Cerros de Pinea aunque solo haya sido de forma imaginaria, pero te invito a que cuando puedas o quieras los visitemos de forma real y así podrás comprobar vestigios de la Guerra Civil con la cantidad de metralla que aun se puede encontrar en la cumbre del referido Cerro. Solo me queda agradecerte los ánimos que me das y que me animan a seguir lo que tu llamas “excavando para sacar a la luz la historia de un pueblo…” Un abrazo
EliminarSR. PEREZ:
ResponderEliminarSOY ALFONSO CAYUELA MARTINEZ. HE REALIZADO UN TRABAJO HISTORICO SOBRE LA FOSA COMUN EXISTENTE EN EL CEMENTERIO DE TOTANA (MURCIA). ESA FOSA COMUN SE ORIGINA ENTRE LOS AÑOS 1939-1943 DE LOS PRESOS MUERTOS EN LA PRISION CENTRAL DE TOTANA, SITA EN EL CONVENTO DE CAPUCHINOS DE LA LOCALIDAD. DE LOS INHUMADOS EN DICHA FOSA ME CONSTAN LOS DATOS DE DOS VECINOS DE ALCALA LA REAL. PRIMERAMENTE, DE JOSE PEREZ LIZANA, QUE APARECE EN SU BLOG NOMINADO EN TAL QUE VECINO DE FUENTE ALAMO. LOS DATOS QUE TENGO DE ESTE PRESO MUERTO SON LOS SIGUIENTES: JOSE PEREZ LIZANA. FECHA DE DEFUNCION, 25/11/1941. HIJO DE FRANCISCO Y JOSEFA. PROFESION, CAMPESINO. CAUSA DE LA MUERTE: INANICION (HAMBRE). EDAD, 51 AÑOS.CASADO. NACIDO EN ALCALA LA REAL.
EL SEGUNDO ES ANTONIO CAMPOS ALBA. FECHA DE DEFUNCION, 25/03/1941. EDAD, 47 AÑOS. HIJO DE ANTONIO Y MICAELA. PROFESION, AGRICULTOR. CAUSA DE LA MUERTE, ACCESO DE DELIRIO. CASADO. NACIDO EN ALCALA LA REAL.
FUERON CIENTOS LOS JIENENSES PRESOS EN LA PRISION CENTRAL DE TOTANA. BASTANTES DE ELLOS ERAN DE ALCALA LA REAL. TENGO EL LISTADO DE CASI TODOS.
MI CORREO, ES alfonsocayuela@gmail.com
SI SE DESEAN MAS DATOS DE PERSONAS Y HECHOS RELACIONADOS CON LOS PRESOS DE ALCALA LA REAL Y FUENTE ALAMO EN LA PRISION DE TOTANA, ASI COMO DE LA FOSA COMUN DE LOS DIFUNTOS DE LA REPRESION, ESTOY A SU ENTERA DISPOSICION.
ALFONSO CAYUELA MARTINEZ.
Muchas gracias Alfonso por tu aportación y por participar con tu comentario en este blog. Agradecer y valorar tu trabajo en el estudio de la fosa común en el cementerio de Totana, en donde según me informa hay enterrados algunos paisanos de Alcalá la Real, de los que me gustaría que me facilitases los datos de los que tengas información. En cuanto a José Pérez Lizana, al que hace referencia no se trata de la misma persona del que nomino en el blog. José era mi tío abuelo, hermano de mi abuelo Matías, ambos sufrieron el presidio en las cárceles franquistas, pero afortunadamente ambos sobrevivieron. José era hijo de Amador y de Dorotea, a quien llegué a conocer en vida, ya que falleció a cierta edad avanzada. Aunque sea mucha coincidencia de que ambos eran nacidos en Alcalá la Real, tanto la edad como la filiación no coincide y sobretodo que José de apodo “Tabolo”, pese a que pudo ser condenado a muerte, sobrevivió, pues finalmente fue condenado a la pena de seis años y después fue indultado. Debe tratarse de un cruce de datos o que hubiera dos persona llamadas José Pérez Lizana de Alcalá la Real.
EliminarLe agradecería que me facilitase la información que obre en sus archivos respecto a personas de Alcalá la Real como Antonio Campos Alba y así poder cotejar con la base de datos de los que dispongo. Muchas gracias y estamos en contacto.