Con estos temas dedicados a la Guerra
Civil y a la Posguerra, intentaremos recodar su paso por Fuente Álamo y sus
consecuencias. De esta manera recuperar
su memoria histórica, que todos los fuentealameños debemos conocer, de la que
debemos aprender, para evitar que no vuelva a repetirse.
Comenzaremos diciendo que Fuente Álamo,
como núcleo poblacional, se mantuvo en zona republicana durante toda la
contienda hasta la caída de la República y el triunfo de los sublevados.
Para entender el contexto en que se
desenvolvió la Guerra Civil en Fuente Álamo, diremos que a pocos meses del
inicio de la contienda, las tropas nacionales comienzan una ofensiva hacia
Alcalá la Real (tomada entre finales de septiembre y 1º de octubre del 36), y
ello con el propósito de establecer un pasillo de seguridad y comunicar Granada
y Córdoba (en manos de los nacionales desde agosto del 36). En dicho pasillo
-Alcalá la Real, Priego de Córdoba y Cabra- se encontraba el flanco sur y suroeste
de Fuente Álamo, (carretera que une Alcalá y
Almedinilla), en concreto la zona
que va desde el Cerro del Ayozo hasta el Cortijo Suárez (límite de Fuente Álamo
con la provincial de Córdoba). Esta zona y posteriormente la zona de la meseta
de la Cornicabra, fueron las únicas zonas de Fuente Álamo que cayeron en manos
de los nacionales, antes de la rendición total.
Debemos tener en cuenta que el frente por
el este y sureste de Fuente Álamo
avanzaba o retrocedía levemente según el desenvolvimiento de la batalla, así el
7 de julio de 1937, se produce un
ataque republicano que llega hasta las primeras casas de Alcalá, cortando la
carretera que une Alcalá y Priego (ABC-Madrid 8/07/37), pero por lo general se mantuvo casi toda la
contienda en la línea marcada por el Cerro de Los Cierzos (posición
republicana), Cerro de la Cornicabra
(posición republicana), Meseta de la Cornicabra (ocupada por los nacionales), el Cerro del Ayozo (ocupado por
los nacionales). En La Vanguardia (tendencia republicana) del día, Martes, 5 de octubre de 1937
se publica:“…han sido
bombardeadas las concentraciones enemigas descubiertas en la carretera de
Alcalá la Real a Almedinilla (Jaén).” En el ABC-Sevilla (zona nacional) del día 29 de
marzo de 1938 se publica: “ En el
frente de Jaén, Sector Alcalá la Real, se ha rectificado nuestra línea a vanguardia, habiéndose ocupado, no
obstante la resistencia del enemigo, el vértice de Allozo y la meseta de
Cornicabra.” Mientras que el parte
oficial de Guerra republicano publicado en La Vanguardia y en el ABC-Madrid del
mismo día dice: “Muy a primera hora de la
mañana, el enemigo inició un ataque contra algunas posiciones ocupadas por
nosotros en el sector de Alcaudete. Tal acción ofensiva fue apoyada por
aviones, tanques y mucha artillería, elementos éstos que actuaron contra Los
Cierzos y Cornicabra. Dicho ataque, así como otros cuatro que sucesivamente se
emprendieron, los rechazaron vigorosamente las tropas republicanas que
combatieron con excelentísima moral. Los rebeldes sufrieron gran quebranto,
dejando delante de las posiciones que inútilmente pretendieron conquistar,
cerca de trescientos cadáveres”.
Como hemos dicho Fuente Álamo, aldea y
todo su estrecho flanco oeste, dirección Sierra de Vizcántar (posición republicana)
y Sileras (ocupada por los republicanos el día 21 de
Enero de 1937) y Fuente Tójar, (tomada 10 de agosto de 1936 por los nacionales),
sirviendo el río Todos Aires (Caicena o San Juan) de línea fronteriza, permaneció
en zona republicana hasta el final del conflicto (como toda la zona oriental
del término municipal de Alcalá la Real); al igual que en dirección norte,
orientación hacia La Rábita y Las Grajeras (zona republicana) y noroeste, zona
de Puertollano -Las Caserías-Cerro Los Cierzos (posición republicana).
En los primeros meses de la contienda, el
gobierno de Alcalá la Real hasta su toma, recayó en la corporación municipal
republicana y los comités populares detuvieron a los derechistas más
destacados, le incautación sus propiedades y comenzaron la colectivización del
campo y terminaron con la
ejecución de ricos, sacerdotes y cargos públicos y judiciales. Gran parte de
estos actos radicales fueron realizados por las milicias del 216 Batallón de la
79 Brigada Mixta dirigido por el Comandante José Poblador Colás “Pancho Villa”. Dicho
Batallón, tuvo que salir de Alcalá la Real y moverse por los municipios de
Valdepeñas de Jaén, Los Villares, Castillo de Locubín y Frailes, a la vez que otros
republicanos huían hacia las aldeas más orientales, como Fuente Álamo.
Una vez tomada Alcalá la Real por los
sublevados, Fuente Álamo permaneció en zona republicana sin que se produjese
cambios de gobierno en la aldea, continuando como alcalde pedáneo Vicente
Aguilera Castillo y como secretario, Matías Pérez Lizana, por lo que no regían
las normas que establecían los nacionales
en Alcalá la Real, a la que
pertenecía antes de la contienda y por tanto no pudieron llegar las represalias
franquistas que se produjeron en Alcalá la Real durante el mes de octubre de
1936 con los fusilamientos producidos fundamentalmente en la Carretera de
Priego.
Con el inicio de la Guerra Civil se
produjeron en la aldea actos violentos contra los nacionales, pero con menor
intensidad que en Alcalá la Real, caso
de Juanillo “El León” y Matías de “El Ayozo”, a quienes los comités
populares, intentaron matarlos, pero Vicente Aguilera (el alcalde republicano)
intercedió y dijo que para matarlos los mataban ellos, siendo posteriormente
liberados. También se cuenta como otros aldeanos ricos, fueron atados y llevados a Almedinilla, donde fueron
socorridos por otros nacionales fuentealameños que ya habían huido y se
encontraban allí. Otros ricos, como un vecino del cortijo de la Cornicabra (en
pleno frente), Antonio Ramírez, “Andanas”,
llegó en plena contienda, una noche a casa de Sandalio (Cortijo del
Peñón) y le propuso cambiar de zona y marchasen zona nacional que estaba en
Alcalá la Real, respondiendo Sandalio que él no se marchaba y que fuese lo que
Dios quisiera.
A estas “huidas” le seguían los expolios
y saqueos de las viviendas abandonadas, con sus enseres, objetos, como eran
camas, colchones, sillas y hasta bicicletas, también arados o maquinillas,
gradas y demás aperos de labor. Más de siete yuntas de mulos, fueron incautados
y cuidados en el molino de Cañuelos, donde se habilitaron unos pesebres, y eran
cuidados por un tal Cerrillo, que era de Cuesta Blanca.
Otros como Antonio apodado “Marineta”, cuando comenzó la Guerra
se tuvo que marchar de Fuente Álamo, por razones obvias, siendo más generoso y
repartiendo sus pollos y pavos entre “sus enemigos”, pero con las consecuencias
que contaremos en otra entrada dedicada a la terminación de la Guerra y sus
represalias.
También se produjeron algunos actos
vandálicos anticlericales como los ocurridos en el pilar con la imagen de San
Antonio, así cuando fueron a quemar a las tallas, llamaron a Ventura Palomino,
quien era muy religiosa, y le preguntaban con fuerte aire anticlerical, con un
palo en la mano, que dónde le daban a San Antonio, entre ellos Pedro Ramírez
Alba apodado “Pedro la Muerte”. Previamente los metieron en el pilar, donde les
decían que como eran santos no se ahogarían, los ataron con una cuerda, los
llevaron arrastrados a la puerta donde actualmente se encuentra ubicada la
Cooperativa Ntra. Sra. del Rosario, y les prendieron fuego, pues eran de
madera. En el acto participaron las autoridades republicanas y también otros como
el apodado “Villota” (primo de los Arenas), que era zocato, en todos sentidos.
Otros tuvieron mala suerte caso del
apodado “Parraca”, que vivía en la casa de Pacheque, cuando se iba para Alcalá,
al encontrarse un grupo de combatientes les dijo: “Salud, Camarada”, pensando
que eran los rojos, pero con tal desatino, que eran fascistas, por lo que no les hizo mucha gracia
y le pegaron dos tiros y lo mataron.
Unos meses antes del inicio de la
contienda se produjeron intentos de colectivización de la tierra, llevados a
cabo por la Filial Cooperativa de la Sociedad de Agricultores, “La Espiga
Floreciente” en concreto el 10 de abril de 1936 aprobó la conveniencia de
solicitar en arrendamiento, la finca denominada Cortijo “Clavijo” al
Ayuntamiento de Alcalá la Real, pues finalizaba el arrendamiento a un
particular el 15 de agosto, que no se pudo llevar a cabo formalmente pues a finales
de septiembre de 1936 fue tomada Alcalá. Durante toda la contienda se labraron
las tierras que habían sido usurpadas a los nacionales y que habían tenido que
abandonar en su huida.
Dedicaremos otras entradas al desarrollo
y desenvolvimiento de la Guerra Civil en Fuente Álamo, así como a su
finalización y la Posguerra. Debemos de decir que algunos de los datos
aportados, como es evidente, no están totalmente contrastados por razones
obvias, pero están basados en comentarios, manifestaciones y recuerdos de
personas mayores de Fuente Álamo. Debo pedir disculpas por haber perdido
algunas décadas para hacer este trabajo, y desaprovechando la oportunidad de
contactar con personas mayores que tuvieron más conocimiento de causa y que
actualmente no viven. De todas formas hubiese sido más difícil por los miedos y
por aquello de querer olvidar cuanto antes lo pasado, pero es justo y
necesario, aunque sea de esta forma, recordar
y recuperar la memoria histórica de Fuente Álamo.
En
este caso, como en las demás entradas, es muy importante que cada fuentealameño
pueda contar cosas y datos que recuerde o que le hayan contado sus abuelos o
padres, para que entre todos podamos reconstruir la historia de Fuente Álamo en
la Guerra Civil.
En Gandia (Valencia) y su comarca esta banda de delincuentes y su jefe Pancho Villa (José Poblador) se dedicaron más bien a "despoblar" a ciudadanos que sacaban de sus casas con nocturnidad y alevosía, llevaban hasta la denominada "Pedrera" de Gandia, donde les daban muerte y eran allí abandonados sus cadáveres. A veces aún no habían fallecido y eran rociados con gasolina y prendidos fuego, como sucedió con el segundo sacristán de la Colegiata de Gandía (hoy beatificado por Juan Pablo I). Otros recibieron muerte por ser católicos, curas, militares (caso del abuelo de un amigo, que era Sargento y se encontraba de permiso en la casa familiar), gente de derechas o considerados desafectos. Eso amen de los saqueos y violaciones que llevaron acabo esta pandilla de ladrones y asesinos en esta tierra. Así que si tuvo un consejo de guerra, fue declarado culpable, fusilado y enterrado en una fosa, ya tuvo mucho más de lo que él concedió a sus víctimas. Aquí en el cementerio de Gandia, en el año 40 se enterraron a 51 vecinos asesinados por esta clase de gentuza
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