D. Fernando De Tapia y Castilla[1], Regidor perpetuo y Decano del
Ayuntamiento de la Ciudad de Alcalá la Real con fecha 27 de mayo de 1815 solicita al Rey (Fernando VII) a través del
Ministro de Guerra el Excmo. Sr. D. Francisco López Ballesteros (que había sido
quien estuvo al mando de las tropas españolas en la zona) le conceda un
grado honorífico de:…., con fuero militar, y uniforme correspondiente a
la Alcaydía de la Torre de Fuente del
Álamo que posee[2],
con extensión a sus sucesores y sin gravamen del erario y ello
por su actuación o colaboración con las tropas españolas en la Guerra de la
Independencia frente a los franceses.
En
su solicitud D. Fernando deja en puntos suspensivos el grado honorífico que
solicitaba, quizás en un intento de no sobrepasarse, ni tampoco de quedarse
corto. Así lo hace constar: “o la distinción que
más estime la Real beneficencia” y ello en relación a la Alcaidía de la
Torre de Fuente Álamo que ya tenía en posesión. Lo haría con una sola intención: “a que únicamente aspiro para perpetuar en
mi casa la memoria de unos servicios hechos a costa de tantos trabajos, sustos
y sobresaltos como padecí entonces con mi familia por amor a S.R.P. y a la
Patria”, refiriéndose a la ocupación francesa.
En uno de los varios méritos que alega, tuvo gran participación Félix de Arébalo. Aunque tenemos algunas dudas al coincidir su nombre con el de otros coetáneos
Félix
aparece inscrito en el padrón de 1801 como residente en la Cornicabra, con un
hijo: José, mayor de 20 años.
Su petición la fundamenta en un escrito de 3 ó 4 páginas, y en ella argumenta que cuando le pidió el General Digeon, que estaba al mando de las tropas francesas de ocupación en Alcalá la Real, que le aportase dos hombres seguros bajo su responsabilidad, para que en la madrugada del 12 de septiembre de 1812 salieran por diversos puntos a observar la situación del General Ballesteros, al mando de las tropas españolas, Fernando le propuso a Francisco Fernández y a Félix de Arébalo, quienes marchan con sus instrucciones secretas. El primero busca al General Ballesteros en Alhama para hacerle presente de lo ocurrido, pero sin encontrarle allí; y el segundo Félix de Arébalo vuelve la mañana del día 13, expresando que el General Ballesteros estaba en Loja, y sus tropas extendidas hasta cerca de Íllora, y que se había introducido con los soldados y había oído que venían a cortar el paso a los de Alcalá por los Quejigares. El General Digeon creyó a Arébalo porque lo expresó con su disimulada sencillez, y le regaló ocho duros. El General francés hizo reunir a los de su plana mayor, y llamaron a D. Fernando de Tapia para que les informe del sitio; lo hizo diciéndoles que era muy peligroso, y que si se verificaba el dicho del Sr. Arébalo se aventuraba el equipaje acaso con pérdida de mucha gente por la espesura del monte y aspereza del terreno; y fue la resolución despachar una posta al Conde de Erlon que se hallaba en Martos con su división francesa, provista también de Artillería…
Con
esta información malintencionada y falseada, se consiguió distraer a las tropas
francesas, teniendo una importante participación nuestro paisano Félix de
Arébalo, quien en complot y con las instrucciones del Sr. Tapia, desorientaron
al General francés al decirle que los soldados españoles venían a cortar
el paso a las tropas francesas situadas en Alcalá la Real.
[2] En 1816, 1 de Agosto, presenta Tapia en el Cabildo un
expediente en el que consta que ha tomado posesión de la alcaidía de la Torre
de Fuente Álamo, el 25 de julio.
[3] En el padrón de 1801 aparecen tres Feliz de Arébalo, además del de Cornicabra: uno en la calle
Cava: Feliz Arébalo, pegujarero, con
cuatro hijos, el mayor Felix de 10 años,
Juan de 7 y otros párvulos; Otro en la Calle Los Caños: Felis Arébalo, jornalero, sin hijos; y
otro en la misma calle: Feliz de Arébalo,
jornalero, un hijo Felis de 5 años.
También consultando el Registro Civil de Alcalá la Real aparece la defunción de Manuel Arévalo Sánchez en
1872 a los 70 años de edad, hijo de Félix Arévalo y de Manuela Sánchez,
calle Llana. Casado con Francisca Ramírez y con una hija Mercedes. Pero no
hemos conseguido enlazar todos estos datos, para identificar al Feliz de
Arébalo que colaboró con D. Fernando de Tapia, por eso nuestras dudas de que
pudiera ser el de Cornicabra.
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