Aquel día 13 de junio de 1970 fue un día especial en Fuente Álamo, no solo para los quince niños y niñas (siete niñas y ocho niños) que ese día recibieron por primera vez la comunión, sino también para el pueblo en general, pues coincidieron o más bien se quiso que coincidiera con la celebración de la festividad de San Antonio de Padua, padrón de la Aldea. La ilusión especialmente la tenían los primeros comulgantes, pero también familiares y vecinos, que se vestían de fiesta. La visita de las autoridades eclesiásticas representadas por directivos de la SAFA y la autoridad civil encarnada en la figura del alcalde pedáneo, le daba solemnidad al acontecimiento, que quedaba enmarcado para la posterioridad a través del objetivo de la cámara del fotógrafo frailero: “Foto Sánchez”. En una de sus instantáneas aparecen todos los niños y niñas con sus respectivas madres, a excepción de una, que le dejo al lector para que indague y comente. Lo que no sabemos dónde estaban los padres en aquel momento.
Los niños decidieron casi todos o más bien los padres, que se vestirían de marinero, a excepción de Vicente Aguilera Pérez (traje) y Francisco Arenas Gutiérrez (fraile) por lo que la moda de vestir de marinero iba poco a poco cambiando. Casi todas las niñas lucían su vestido blanco, su diadema en el pelo o corona, velo, guantes y un bolsito lleno de encajes, cintas y lazos, donde iban guardando el dinero con que los familiares y vecinos las obsequiaban a cambio de la estampita. Algunas como María del Carmen Carrillo Aguilera y Josefina Vera Anguita prefirieron llevar un gorrito.
Este año les tocaba a los niños y niñas nacidas en el año 1963, sin embargo alguno de ellos había nacido en 1962. Entre los niños estaban: Julio La Rosa Collado, José Luis Arenas García, Vicente Martín Arévalo, Vicente Aguilera Pérez, Francisco Arenas Gutiérrez, Juan José Carrillo Arenas, José Antonio Serrano Cano y Benito Vera Pérez; y entre la niñas: María del Carmen Jiménez Aguilera, María del Carmen Carrillo Aguilera, María Dolores Aguilera Valverde, Antonia Castillo Aguilera, Josefina Vera Anguita, María Dolores Pérez Ramírez y Josefa Vera Pérez.
Por
parte de los maestros Dª Antonia María
Lara Martín Portugués (Dª Toñi) enseñaba niños y niñas y el cura D. Antonio Marín Sánchez
(1966-1971) les adoctrinaba en la fe y por parte de la autoridad civil el
alcalde pedáneo José Pedro Aguilera Calvo vigilaba que todo estuviese en orden.
En otros capítulos dedicados a este acontecimiento ya hemos descrito el acto tanto religioso como festivo, a lo que nos remitimos, dado que eran muy similares de un año para el otro en esta década finales de los 60. El acto religioso central, la tradicional chocolatada y dulces tomados en la Escuela y el arroz cardoso en la casa para familiares más allegados. Por cierto, la “torta” que tiene María del Carmen Jiménez es enorme.
Siempre
se ha dicho que una imagen vale más que mil palabras, pues aquí os las dejo:
Buena jornada. La verdad era que se esperaba siempre el día de las comuniones con muchas ganas, ya que ello suponía un día festivo en la aldea, o mejor dicho en todas las aldeas del término ya que, al hacerla coincidir con la fiesta correspondiente con el día del Patrón local todos los vecinos participaban del evento.
ResponderEliminarMuchas gracias querido seguidor del blog. La verdad que fue uno de los años más número en cuanto a los participantes que se iniciaban en la fe. Fueron años donde el acto de las Primeras Comuniones representaba uno de los acontecimiento del año en la Aldea. En este caso, al coincidir con la festividad del San Antonio de Padua, fue doblemente festivo. Aunque como bien sabes una vez que tomabas la primera comunión, cada uno llevaba la fe como bien podía. Un saludo.
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