La
familia Aranda de Fuente Álamo, si bien su progenitor nunca llegó a vivir en la
aldea, procedía del Castillo de Locubín. Se habían asentado en torno a 1915 en
Fuente Álamo, en concreto en el Cortijo de Clavijo, como los arrendadores al
Ayuntamiento de Alcalá la Real, y por ello fueron conocidos como “Los Clavijeños”.
Arrendamiento que le puso fin el inicio de la
Guerra, al igual que la dispersión de la familia. Se trataba de una familia muy
numerosa, donde la madre, María Dolores Villén Tirado, nacida en 1874, había
quedado viuda antes de su llegada a Fuente Álamo. Había estado casada con José Aranda Ramos, con quien tuvo 11
hijos, más los 6 hijos que aportó su marido al matrimonio de otras nupcias,
formaron una familia de 17 hermanos. Se cuenta que ya en el funeral de la primera mujer, se
escuchó: “José, se tiene que casar con
María Villén”. Cuando se casó María Dolores tenía 18 años, y como hemos
dicho, su marido llevó tres hombres y tres mujeres al matrimonio, de tal manera
que una de estas ahijadas era dos años menor que su madrastra.
En el padrón de Fuente Álamo de 1924 aparecen
inscritos: María Villén Tirado, viuda,
con sus hijos: Manuel 1901, Miguel 1903, Daniel 1904, Enrique 1907, María 1908,
Carlos 1909. Cuando falleció la madre estuvieron en su funeral todos los hijos y ahijados, a
excepción de Enrique y otro hermano que ya habían fallecido. Otros hermanos mayores
eran Francisco, Julián, Salome, Ana y
Gertrudis, quienes se quedaron en el Castillo de Locubín.
El
efecto llamada hizo que otra de sus hijas llamada ANA, nacida en 1899, siguiera los pasos de la familia en 1930
permaneciendo en Fuente Álamo hasta el inicio de la Guerra Civil, casada con
Miguel González Jaén (1893) con quien tuvo dos hijos:
José González Aranda (1921) y Cipriana González Aranda (1923), asentados posteriormente
en Alcalá la Real.
MANUEL, nacido 1901 en el Castillo de
Locubín (como todos sus hermanos), era el hermano mayor de los que llegaron a
Fuente Álamo y quien hizo de padre y llevó realmente en arrendamiento el
Cortijo de Clavijo. Casado en 1923 con
Eulalia Rueda Bravo nacida 1909. Aparece
inscrito en el padrón año 1924 cuando contaba con 23 años de edad, y se refleja
que se encontraba en filas. La Guerra Civil separó las familias y su mujer
prefirió quedarse en el Castillo de Locubín, en vez de acompañar a su marido en
Alcalá la Real, y ello para evitar represalias hacia sus padres. Tuvieron 5
hijos: María, Francisco, Josefa y Manuela.
DANIEL nació el 23 de noviembre de
1904 en el Castillo de Locubín, casado con la fuentealameña Magdalena Fuentes
Moyano, nacida 1907, y con la que tuvo 8 hijos: María Dolores (1930), Manuel
(1932), Mercedes (1934), José (1935), Daniel (1938), Magdalena (1942), Miguel
(1944) y Custodio (1949). Sería quien se asentara definitivamente en Fuente Álamo,
llegando a tener gran relevancia en los años posteriores a la Guerra
Civil. Fue alcalde pedáneo en la
Postguerra (el 13 de junio de 1943 hay constancia de su ejercicio), cargo que
compaginó con el de Presidente de la FE en Fuente Álamo. Vivió en el cortijo
del Goro o Cuatrovientos y en una casa en el centro de la aldea, en el barrio
de La Piquera, donde regentó una pequeña taberna, donde se organizaban bailes y
su hermano Miguel llevaba un espectáculo de títeres. Gobernó la Aldea en una
época difícil, devastadora, donde casi una
veintena de fuentealameños se encontraban en presidio y solicitaban a través de
sus familiares los avales necesarios para su excarcelación mediante la
concesión de indultos. El alcalde tenía que certificar que los firmantes de la
solicitud eran personas de orden.
Durante este periodo regresaron los presos
republicanos, entre ellos el alcalde republicano. En esa época se inició
la emigración en la aldea, tanto las temporales como las definitivas, que
fueron generalizadas, como en otros muchos pueblos de Andalucía, incluso Daniel
y su familia marcharon unos años a
Alcaudete, para labrar un cortijo. Fue socio fundador y desempeñó uno de los
cargo en el Consejo de Vigilancia de la Cooperativa Agrícola Nuestra Sra. del
Rosario (1959). Murió el 24 de mayo de 1961. Sus restos descansaron en el
Cementerio de San José de la Rábita hasta que la familia decidió trasladarlos al Cementerio de Alcalá la Real junto a su esposa Magdalena.
Su hija mayor, María Dolores, nacida en 1930, marchó a
Buenos Aires (Argentina) finales del año 1954, casada con Jesús
Santiago Pérez Castillo nacido en 1925, miembro de la familia conocida como
“Los Parracos”, panaderos de Alcalá la Real, si bien antes habían regentado la
Venta Fantasía. Emigró cuando
aún se encontraba soltero por lo que María Dolores tuvo que casarse a través de
poderes concedidos por su marido y ser representado por un hermano. Les fueron
bien las cosas en Ultramar. Tuvieron dos hijos, Daniel Santiago (1956)
y María del Pilar (1958), nacidos ambos en Buenos Aires. Regresaron el 26 de
julio de 1972 a Madrid. Manuel, fue conocido por el sobrenombre
de “El Cabo”. Casado con una silereña, emigró a Alemania, donde hizo parte de
su vida.
Daniel ejerció su
profesión en la Benemérita en la provincia de Jaén (La Carolina, Guarromán y
Jaén capital). Aún tiene su segunda residencia
en Fuente Álamo, casado con la también fuentealameña Clara Carrillo Pérez, con
la que tiene dos hijos: Pilar y Miguel Ángel. Mercedes fue la que más tiempo residió en la aldea, en concreto en
el Cortijo del Llano de Fuente Álamo, al casarse con Antonio Pérez Jiménez, con
quien tuvo 3 hijos: Antonio, Manuela y Mercedes y Daniel. José, dedicado a la agricultura, siempre estuvo estrechamente
relacionado con la gente de la aldea donde tiene sus posesiones, pese a residir
en la cercana aldea de Las Caserías de San Isidro al casarse allí. Magdalena casada con un grajereño de
apellidado Leiva. Miguel también
prestó servicio en la Guardia Civil sobre todo en la provincia de Granada. Es
el único de los hermanos que ha fallecido. Custodio
emigró a Barcelona, donde está haciendo su vida.
ENRIQUE, nacido también en el Castillo de
Locubin en 1907, se casó en 1931 con Dionisia Aguilera Nieto (1908), nacida en Las
Caserías, pero con raíces fuentealameñas. Cuando conoció a Dionisia tan sólo
tenía 17 años y estuvieron 8 años de noviazgo hasta que Enrique regresó de
filas. Se casó con 25 años en el año 1931 y tuvieron 7 hijos: Crescencio 1932; Hipólita 1939 casada en 1972 con el extremeño Manuel Cayetano
Zamora 1940 que conoció gracias a un anuncio en la prensa escrita,
comunicándose a través de cartas y conociéndose personalmente en Madrid, donde
regentaron en Leganés el bar del hogar de los pensionistas, tuvieron una hija,
Gema 1974. A finales de los años 70 regresaron a Alcalá la Real; Antonio 1942, electricista de
profesión, regentó establecimientos en Alcalá la Real: “Electricidad Aranda”. Casado
con María del Carmen Murcia. Hijo: Leopoldo 1978; y Magdalena 1944 que murió joven, además de otros tres hijos que
fallecieron a temprana edad. En 1942 compró una parcela de 3 hectáreas e hizo
una casa en las Albarizas al lado de la carretera de Fuente Álamo. Murió en el
año 1945 con tan solo 38 años de edad aquejado de una enfermedad que le obligó
a dejar el Cortijo que las Albarizas que por entonces labraba.
Será
con el hijo mayor de Enrique, con quien sigamos el hilo conductor con el que
comenzamos. Crescencio no solo ha tenido
el honor de ser el primer fuentealameño en ponerse la vacuna del Covid en
Ibiza, sino que ya tenía el honor de ser el primero que había llevado el coche
a motor a Fuente Álamo, además de
prestar con él un servicio público y servicio de correos, en aquellos años tan
necesitados de medios de transporte. Sería finales de los años 50 cuando
Crescencio adquirió en Priego de Córdoba un coche de segunda mano que había
hecho durante algún tiempo la ruta Priego de Córdoba a Córdoba capital y que ya
le quedaban pocos años de vida.
Aunque Crescencio tiene su origen en las Albarizas,
partido de Las Caserías de San Isidro, su gran contribución hace que se le
considere como fuentealameño relevante. Aparte de habitar más de un lustro en la Aldea, siempre mantuvo comunicación con los
fuentealameños y sus raíces familiares
siempre le tuvieron vinculado a nuestra aldea, pues ya desde jovenzuelos fue
Hermano Mayor de las fiestas, trasladándose ....
CONTINUARÁ
Gracias a todos los que habéis colaborado y habéis hecho que esto sea posible: María del Carmen, María José, Daniel Santiago, Gema, Miguel Ángel... y especialmente mi agradecimiento a Crescencio.El árbol familiar de los Aranda, se personalizará y se enviará a todos aquellos que lo solicitéis, sin perjuicio de que una vez completo se pueda publicar en algún libro dedicado a las familia de Fuente Álamo.
Os Dejo aquí un álbum fotográfico familiar para quien quiera pueda añadirse.
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