viernes, 4 de noviembre de 2016

GENTE DE FUENTE ÁLAMO EN VALENCIA: ANTONIO VEGA ÁVILA, “EL BAÑERO”



       Una página de la emigración de Fuente Álamo está escrita en Valencia por Antonio, siendo este el pionero en reconquistar aquellas tierras para los fuentealameños, como si se tratase de un nuevo Cid Campeador. Su profesionalidad y las ganas de ascender en el trabajo le condujeron en 1973 desde Cataluña a Valencia, en concreto a un pueblo llamado Canals. Sería el químico de la fábrica que la empresa tenía en Vich, quien le propuso marcharse a una nueva fábrica que habían abierto en aquel pueblo valenciano. Él habló con los demás socios y se entendieron, le propusieron de  encargado y le subieron el sueldo, dejando de trabajar con las máquinas y comenzando en otros puestos de responsabilidad. Con su decisión no sólo arrastró a su familia directa, esposa y una de sus hijas, sino que con el tiempo creó una colonia de fuentealameños en la zona. Fue llamando y colocando en la misma empresa a su amigo de la infancia Florentino Carrillo Pérez, su cuñado Antonio Vera Anguita, al hermano de este, Aurelio, a su hermano Isidoro, todos ellos fuentealameños. Después se llevó a sus padres Antonio y Pilar. Antonio y Aurelio Vera se llevaron a sus hermanas y a sus padres. Se constituyó una comunidad o hermandad con raíces fuentealameñas en la Comunidad Valenciana, que pese a que ya han fallecido los patriarcas, actualmente puede contar con más de una cincuentena de miembros, si tenemos en cuenta que la forman ya 4 generaciones.

Para conocer a Antonio, solo tienes que charlar unos momentos con él, pues al momento se abre, se sincera y te cuenta con el detalle que le permite su recuerdo, sus vivencias, utilizando para ello ese lenguaje con acento mitad valenciano, mitad andaluz. Tuvo una infancia llena de dificultades como la de tantos niños de aquella posguerra fuentealameña, aunque él reconoce, ya con su experiencia vivida, que él era el número uno de los niños traviesos de aquella época. Porque se siente fuentealameño por todos los costados, pese a que la emigración le hizo que se alejase de su Fuente Álamo natal, la distancia no le ha hecho que caiga en el olvido, y siempre que ha podido y pueda en lo sucesivo, por lo menos una vez al año le hace una visita, para estar con sus amigos de la infancia. Ama sus raíces y proclama abiertamente: “como Andalucía nada”, aunque él tiene muchas amistades en Valencia, y donde llega es bien venido. Su tierra le gusta mucho, a él le hubiese gustado haberse venido a vivir a Fuente Álamo, pero ahora ya lo ve imposible con los 4 nietos. Siempre tuvo una ilusión de traer algún premio de la Lotería de Navidad a Fuente Álamo y cada año venía con un buen número de décimos de Valencia. La dejaba en el Bar Paco y no cobraba recargo alguno.
A diferencia de sus hermanos mayores, y junto con su hermano José, tuvo el privilegio de nacer en el Balneario de Ardales de Fuente Álamo. Como dice: Yo soy el auténtico “Bañero”.
La Familia de los Bañeros como son conocidos en Fuente Álamo, la formaron Antonio Vega Mesa nacido el 9 octubre 1909 y Pilar Ávila Pérez nacida el 3 de agosto 1911. Ambos remanecían de la aldea llamada Lojilla, muy cerca de núcleo rural, en concreto en el Cortijo Viejo, perteneciente a  Montefrío.  Antonio y Pilar se casaron en Lojilla el 29 noviembre 1930  y fruto de su matrimonio sobrevivieron cinco varones, pues uno o dos varones murieron siendo niños y una niña también falleció a los pocos meses de nacer. Antonio es el menor de los cinco hermanos, le anteceden: Isidoro, (nació en 1935, vivía en Las Grajeras, y le colocó en la misma fábrica de Canals, murió hace unos 12 años), Pedro (nació en 1936, emigró a Premiá de Mar, donde vive actualmente), Antonio (nació en1940, murió siendo un niño), Rafael (nació en 1941, le colocó en la fábrica en Vich y allí se jubiló, ya fallecido), José (nació en 1944, de profesión guardia civil, lo destinaron Benaguacil, cerca de Valencia, falleció hace unos años).
Como hemos contado en los capítulos dedicados a la emigración, su familia a principio de los años 70 tuvo que emigrar y salir definitivamente de Fuente Álamo. Antonio, se fue a Vich (Barcelona) en 1971 a través de una recomendación de un vecino de su suegro que estaba allí establecido. Después se llevó a su hermano Rafael a Barcelona y a su hermano Isidoro a Valencia. Como sus padres eran ya mayores, al poco tiempo se fueron  con ellos. Pedro emigró a Premiá de Mar y José se incorporó también por aquellos tiempos al cuerpo de la Guardia Civil, así que desapareció la familia de Fuente Álamo al completo, después de tres décadas de su llegada.


Sus padres y tres de sus hermanos llegaron a Fuente Álamo en los primeros años de los cuarenta, en concreto al Cortijo del Baño para trabajar las tierras de D. José María y Francisco de Córdoba, siendo recomendados a través de su abuela materna por José Carrillo “Terreras”. Su hermano José y él nacieron en el Baño, al igual que otra hermana llamada Antonia que murió con pocos meses, menor que él, con lo quedó frustrado el intento de sus padres por tener la niña que siempre buscaron. Era una familia humilde donde las hubiese, todavía recuerdan algunos del pueblo lo que su padre Antonio respondía cuando le preguntaban sobre la matanza: “Este año no haré matanza, y el año que viene, si Dios quiere, tampoco”.
Antonio nació en Fuente Álamo el 30 de enero de 1947. Como hemos dicho, es el más pequeño de los hermanos. Sus recuerdos de su paso por El Baño, son  vagos, pues se fueron del balneario, ya sin explotación, cuanto él tenía unos 4 años a vivir a Fuente Álamo. Recuerda las balsas y el característico olor a huevos podridos del agua. 
Tiene buenos recuerdos de su infancia. Recuerda el  día de su comunión escasamente, con un pantaloncillo corto. Sus amigos eran Juan Lagares, Paco Escribano, Flore o Quini de la Sancha... Se iba con Vicente Aguilera “Pistolo” a cuidar cabras, pues ellos tenían 4 ó 5 cabras, y como cobraba 10 duros por cuidar cada cabra, ellos no tenían que pagar, su padre le mandaba con Vicente. También recuerda sus juegos infantiles como la siete y media,  los registros, canicas,  la píngola,  los zancos, ect… Se acuerda de la leche en polvo y del queso americano que repartían en la Escuela, para los que tenía que hacer cola.
Estuvo unos 7 u 8 años en la escuela, siempre con el mismo maestro D. Manuel, en la época en que  vivían  en Fuente Álamo. Reconoce abiertamente que no le gustaba estudiar, de hecho le ataba el maestro con una cuerda de la persiana, pero cuando se descuidaba el maestro, saltaba por la ventana y se iba a buscar nidos, por eso dice que él era el número uno, pero en travesuras. Cuando se escapaba, calculaba la hora en que salían los demás niños de la escuela y él se iba a su casa y así conseguía que sus padres no le descubrieran, pero como a veces faltaba 3 ó 4 días, el maestro acabó preguntándole a su padre. Finalmente lo pillaron y su padre “le dio una buena pasada”. En la escuela él siempre era voluntario, no para salir a la pizarra, sino para regar las macetas de la mujer del maestro, para llevar una cochina del maestro al verraco, para ir a comprarle tabaco y a por hierba para los conejos del maestro. Él lo que no quería era estudiar, pero tampoco tenía miedo a las represalias, simplemente no le gustaba. El maestro le pegaba con una regla en la cabeza, le salían hasta chimbombos, recibía palos por todos lados. Reconoce que era “malo”, hasta el punto que un día se le ocurrió orinarse  en los tinteros de los niños de la escuela para que cuando fueran a escribir aquello no sirviera. Total, él no los iba a utilizar. También se dedicaba a escribirle notas a las niñas y alguna travesura más que se le pasaba por la cabeza, pues no tenía que usarla para estudiar. Apenas aprendió a escribir su nombre, lo que sabe lo  aprendió de adulto en la fábrica de encargado.
Como hemos dicho desde el Cortijo del Baño se vinieron a vivir a Las Escalerillas, después se fueron al Cortijo de Los Martillos, cuando él tendría 11 o 12 años, hasta que terminó la mili y se casó. Estuvieron de caseros, labrando  las tierras a la 3ª parte de José “El Huérfano”, que se fue a vivir a Alcalá la Real.
Estando en Los Martillos, se iba temporadas a trabajar en la recolección de la aceituna al Coscojar Alto, cuando lo tenía D. Antonio  “El Castillero”, antes de incorporarse a la mili. Entre temporada emigraba a Santander para trabajar en el acondicionamiento de carreteras. Recuerda a Antonio Jiménez “Añillos”, a Emilio Malagón “El Tórtolo”, a Sandalito Pérez … y a la reforestación de pinos en Burgos, trabajando para el Patrimonio Forestal del Estado, allí estuvo con su hermano Pedro,  Manuel Castillo “Manes”, Antonio Jiménez “Añillos”…
Se incorporó a filas con 21 años, en el año 1969. Es de la quinta de Francisco Escribano Moyano, Manuel Aguilera Pérez “Manolín”, José Jiménez León, Toni Aguilera Cano “de Clavijo”, Ángel Moreno Martos,  Isidro de los Isalicos… Estuvo 15 meses entre el campamento en Viator (Almería),  donde coincidió con Antonio Pérez “El Moreno”, y el destino a infantería en el “Córdoba 10” de Granada donde estaba Ángel Moreno Martos “Perote”, también de la misma quinta, pero se había ido unos reemplazos antes. Él fue quien le dijo que se apuntara a la banda de música, llegando a tocar el bombo y la trompeta. Toda la mili la hizo en la banda.
Se casó a los 9 días de licenciarse, su mujer era de un cortijo de la Sierra Vizcantar, encima de Las Parejas. A Antonia la conoció en la Fiesta de las Chozas, era muy jovencilla, podría tener 12 años, pues  aún iba a la escuela de Cuesta Blanca. Estuvieron nueve años de novios. Se casó en Sileras la Nochebuena de 1970. Vivieron unos cuantos meses en Cuesta Blanca.
 Él quería emigrar a Alemania, y fue al Castillo de Locubín a apuntarse, pero le dijeron que ya no se apuntaban matrimonios nuevos, por eso decidió irse a Barcelona. En mayo del 1971, llegaron a Vich donde vivía un vecino de su suegro, que les acogió hasta que se colocó. Empezó a trabajar dos semanas con un contratista de obras, pero él quería colocarse en una fábrica, por lo que pidió faena y al poco tiempo le llamaron de una fábrica de curtido de pieles, donde estuvo hasta 1973 que se trasladó a Canals. La empresa se llama “Inpelsa”. Habrá estado trabajando en ella unos 42 años. Entraron él y su mujer y allí se han jubilado. Llegó a un acuerdo con la empresa y se jubiló anticipadamente por un problema de artrosis.
Actualmente vive en Cerdá, donde llegó en 1976. Siempre ha estado interesado por los acontecimientos diarios y los problemas de dicha localidad. De hecho participó activamente en la política local en los primeros años de la democracia, representando a sus vecinos en las instituciones locales por el PSOE. Todavía sigue de cerca los debates o plenos celebrados en el Ayuntamiento.
Ahora ya le toca descansar y dedicarse a sus aficiones, pues tiene una huerta con olivos y verduras, donde se entretiene. Disfrutar de sus dos hijas, una catalana y otra valenciana, y de sus 4 nietos, es lo que toca ahora.
Siempre le gustó mucho el baile, y todavía recuerda aquellos bailes en Salón Porruo, Salón Braguetas y Salón Charraga, y las jóvenes de aquella época como las hijas de Antonio Ortega “Cojo Rayo”, la Aniquilla, las niñas de Los Florios, pero dice que a las mujeres de Fuente álamo solo les gustaban los forasteros…

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