Ahora que comienza el nuevo curso escolar 2014/15 haremos un pequeño recordatorio, 45 años después, del curso 1969/70 en el que los niños de Fuente Álamo se incorporaron a los Colegios Nacionales Comarcales (El Coto) de Alcalá la Real. Supuso un gran avance en la enseñanza, en la educación y en las relaciones humanas para aquellos escolares fuentealameños. Hasta entonces sólo se habían relacionado entre compañeros aldeanos y sólo habían conocido un maestro o maestra, además para algunos era la primera vez que salían de la aldea. En definitiva fue un hito cultural, un antes y un después, que a muchos nos costó un poco asimilar y adaptarnos con nuestros miedos, complejos y curiosidades al nuevo sistema educativo.
Mediante Orden
del Ministerio de Educación de 11 de marzo de 1968 (B.O.E. n.º 77, de 29 de
marzo) se crean en Alcalá la Real nuevas escuelas nacionales de Enseñanza
Primaria, en concreto los tres Colegios Nacionales Comarcales. En el Colegio
Nacional Comarcal nº 2, (16 unidades: ocho de niños y ocho de niñas) estaba
previsto reubicar a los niños de Fuente Álamo y en consecuencia, suprimir según
la misma orden la unidad de niños de Fuente Álamo (por error material se
transcribe Puente Álamo, B.O.E.
pag. 4.721).
El proceso de incorporación a las nuevas
escuelas fue paulatino, así ya iniciado el curso 1968/69, se fueron
incorporando alumnos de Santa Ana, Fuente del Rey, Las Riberas Alta y Baja, las
Grajeras, La Rábita, la Venta de Agramaderos (que se instalaron en la Comarcal
n.º 2) y durante los meses de marzo y abril de 1969, continuaron las
incorporaciones al Comarcal n.º 3 desde Mures, La Pedriza, Villalobos…
Pero con lo que respecta a
los niños y niñas de Fuente Álamo, la referida norma no llegó a aplicarse
materialmente y la incorporación no se produjo hasta el
curso 1969/70 (un año después de lo previsto);
ni en los términos establecidos, pues se suprimió una unidad de niños y otra
unidad de niñas y se convirtió en escuela mixta la de niñas; ni tampoco nos
ubicaron en el Comarcal nº 2, sino que como veremos fuimos dispersados entre
los tres “Grupos”. En mi caso, recuerdo el intento baldío de mis padres y mi
hermano, no sé si con el beneplácito de D. Leovigildo, de escolarizarme ese
mismo curso en dichos Colegios, en concreto en el Colegio Comarcal nº 3, pues pensarían que iba más adelantado que los niños del curso que se
quedó en Fuente Álamo. No sé si debido a la edad, cosa que no creo pues había
niños de mi misma edad escolarizados en dichos colegios, o debido a mi estatura
(con 7 años era un “renacuajo”), que tampoco
lo creo, o porque continuaba impartiéndose mi curso (de 1º) en la escuela de
Fuente Álamo, cosa que sí creo que fue el motivo principal, que a pesar de
haber hecho acto de presencia, me devolvieron a los corrales. Todavía recuerdo
cómo mi hermano intentaba convencer a Don Joaquín Martín Villanueva (por
entonces director interino) y como éste me miraba y se negaba rotundamente. El
siguiente curso 1970/71 sí puede entrar por “méritos propios”.
Con la implantación de ley 14/1970, del 4 de
agosto, General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa, se instauró la Educación Preescolar
(voluntaria y hasta los 5 años) y la Educación General Básica (EGB),
(obligatoria hasta los 14 años). Ello suponía escolarizar a los niños y niñas
de Fuente Álamo conforme a lo establecido en la misma (párvulos 4 y 5 años y
ocho cursos de primaria de 6 a 13 años) lo que era materialmente imposible en
la escuela de Fuente Álamo, por tal y como estaba concebida o estructurada, ya
que sólo había un maestro, D. Leovigildo, y una maestra, Dª Visitación, para
todos los niños y niñas desde los 6 años a 13 años (desde Párvulos hasta
6º de Bachiller). Pero este problema había
quedado solucionado afortunadamente antes de su entrada en vigor, pues como
hemos visto, ya en el curso 1969-70, los escolares a partir 2º de primaria fuimos
reubicados en los Colegios Nacionales Comarcales “El Coto” en Alcalá la Real. La
previsión de la implantación del nuevo sistema educativo provocó también, desde
mi punto de vista, que al llegar al “Coto" nos rebajasen un curso a casi
todos, sin ningún criterio objetivo, sino a dedo del maestro D. Leovigildo o de
la maestra Dª Visitación, que también tuvieron que marcharse con el grueso de
la tropa ya que entendían que nuestro nivel educativo era inferior. En dichos
centros ya estaba reubicado D. José Oria, quien también colaboró en las recalificaciones.
El
criterio para la ubicación no fue como hemos dicho conforme a la norma
(Comarcal nº 2), sino pienso que al azar, distribuyéndonos entre los tres edificios,
llamados “Grupos Comarcales”, al antojo de los maestros, dándose la paradoja de
que a los hermanos nos ponían en distintos Grupos, o la asignación nada tenía
que ver con el orden alfabético. Así, de mi edad más o menos y de niños
fuimos al Tercer Grupo: Paco Aguilera, Domingo Pérez y Juan José Carrillo (éste
un año después); al Segundo Grupo: Isidoro Vega, Manuel Arévalo, Antonio
Ramírez, Romualdo Vera, José y Justo Gutiérrez; y al Primer Grupo: José Antonio
Serrano, Benito Vera, Julio La Rosa, Pedro Vega, Vicente Martín Arévalo,
Francisco Arenas, José Luis Arenas, Vicente Aguilera Pérez y Antonio Jiménez
(estos llegaron un curso después). Toda esta separación provocó al principio
confusión y cierta indefensión, y evitó la organización de pandillas fuertes, a
la vez que fortaleció las relaciones entre los fuentealameños que el azar quiso
que cayesen en el mismo Grupo.
En
aquellos dos primeros cursos (1969/70 y 1970/71), se podían contabilizar entre
niños y niñas más de 50 alumnos de Fuente Álamo de edades comprendidas entre
los 8 años y los 14 años, distribuidos entre los tres Comarcales, que de alguna
forma los “inauguraron”, sirviendo de pequeño recordatorio la nominación que
sigue: Antonio Pérez Pérez, Jesús Aguilera, José Aguilera Cervera, Enrique
Zuheros, Francisco Aguilera Valverde, Domingo Pérez, Vicente Aguilera Cervera, Isidoro
Vega, Manuel Arévalo, Antonio Ramírez, José y Justo Gutiérrez, Antonio Pérez
(Uge), Domingo Ortega, Remualdo Vera, Gregorio Martín, Juan Valverde, Antonio
Luis Aguilera, José Luis Montes, Francisco Ángel Aguilera, Francisco Martín
Arévalo, Rafael Cano Vera, Eduardo Aguilera, Manuel Jiménez, Antonio Expósito,
Juan Aguilera Pérez, Marcelino Pérez, Antonio y Francisco Cobo, Domingo Ortega;
en cuanto a las niñas mi memoria me falla algo más y recuerdo a Mercedes Pérez,
Luisa Pérez Aguilera, Josefa Jiménez, Mercedes Fuentes, Luisa y Carmen Cano, Francisca Malagón, Aurora y
Carmen Cano Haro, Antonia y Nieves Anguita, Maritrini Montes, Juana Vera, Manuela Ramírez Peinado, Julia
Valverde, María Rosa Martín, Dolores Aguilera, Feliciana y Antonia Salazar, Antonia Pareja Jiménez,
Mercedes Escribano, María Dolores Aguilera Pérez, Angeles Bailón, Inés Vera, Mercedes
Pérez Aranda, María Dolores Pérez Aguilera, Maria José y Francisca Lara,
Visitación Peinado, Maria del Carmen y Mercedes Pulido, Andrea y María del
Carmen Valverde, ect… pido disculpas de
ante mano por si se me ha pasado alguien, o me he pasado yo al poner alguien
que no inauguró el Coto, pero como siempre la lista está abierta para que cada
uno que quiera que se apunte y cuente su experiencia.
En
próximas entrega intentaremos describir como era un día normal de escuela para
los niños y niñas de Fuente Álamo, desde por la mañana hasta el regreso: el
transporte, la escuela, el comedor, el recreo, la relación con los niños de
otras aldeas y sobretodo con los niños alcalaínos, que no fue del todo pacífica.
CONTINUARÁ…
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