martes, 22 de julio de 2014
martes, 8 de julio de 2014
FRANCISCA CAPILLA RODRIGUEZ: “LA PAQUERA DE FUENTE ÁLAMO” SU PUEBLO DE ADOPCIÓN. II PARTE.

No fue demasiado fácil la adaptación de
una joven de 21 años a las costumbres del Fuente Álamo de principio de los años
sesenta, pues venía de un pueblo, que aunque también rural, era mucho más ilustre,
y tenía como paisano a Federico García Lorca. Se encontró en el año 1.960 con
otro mundo rural más atrasado, donde recuerda que no había luz eléctrica en las
calles y donde estaba hasta mal visto que las jóvenes llevaran la manga corta
por encima de las axilas; o el machismo abusón, que tuvo que soportar en sus
primeros años de tabernera y que hizo que en alguna ocasión tuviera que poner a
más de un hombre en su sitio. Poco a poco fue adaptándose a las nuevas
costumbres y hasta el ceceo característico de su habla natal fue
desapareciendo.
Cuando se casaron, fueron a vivir a la casa de María Ramírez. Aún
vivía Vicente Ramírez y su hijo Antonio Puche, estaba soltero. La alquilaron
por un duro al mes, y pusieron una pescadería, con un barreño, que aún conserva
y unas tablas de madera. Como su marido tenía un burro, iba por los cortijos y pueblos vendiendo
pescado. Después compró un carromato y comenzó a traer lechugas, espinacas,
naranjas y frutas, vendiendo más en la
temporada de aceitunas. El carromato les duró poco al romperse cargando
escombro de la cooperativa,
recientemente construida. Posteriormente, rompieron el tabique y pusieron un
bar con su salón, donde traían músicos y hacían bailes. Instalaron un televisor
prestado por Antonio Puche, que era técnico, y al mes se lo llevaba y les traía
otro de prueba. En él se podía ver sobretodo los toros. Por la compra de una
gaseosa marca “La Pitusa” o “La Revoltosa”, tenían derecho toda la familia a
presenciar el espectáculo.

En la Casa de la Galla estuvieron poco tiempo, 3 ó 4 años, después hicieron en la zona baja del Cortijillo una casa llamada La Cabaña, donde también mantuvieron el negocio, y explotaron una cantera de arena, mientras que su marido se dedicaba al negocio del taxi. Siendo esta su vivienda actualmente.
Después, como el negocio no daba mucho y
tenía 6 niños que criar, aunque los mayores ya le ayudaban, se puso a trabajar en
la recolección de aceituna, y los veranos, en la hostelería de la Costa del
Maresme, donde estuvo once temporadas en el Hotel Aguamarina, y dos en el Restaurante
“El Cortijo”. En las aceitunas estuvo con Paquito Sierra, María Ramírez,
Manolillo Huerta, Benito Fuentes, Manolito Cañuelos, y Miguel Cañuelos, en Los
Güenos, a los kilos y en la rebusca. Aún alguno recuerda a través de sus
comentarios en este blog, como “La Paquera”, en los días de frío, le metía piedras
sacadas de la lumbre debajo de las axilas para que se calentase. Ha trabajado
en los invernaderos de Almería, seis temporadas en la vendimia, en Francia, de donde
le ha quedado una paguilla. Mientras tanto su marido estaba con el taxi,
cotizaba de autónomo, pero sus hijos no tenían derecho a la sanidad. Después le
dieron la baja por enfermedad, pues padece
de Reuma polimialgia a los músculos, osteoporosis, con fuertes dolores, que le
dejaron prácticamente inválida.
Estuvo casada 52 años hasta que hace tres
años, murió su marido Antonio Teodoro Anguita Montañez, conocido como “Braguetas”.
.jpg)
.jpg)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)