martes, 22 de julio de 2014
martes, 8 de julio de 2014
FRANCISCA CAPILLA RODRIGUEZ: “LA PAQUERA DE FUENTE ÁLAMO” SU PUEBLO DE ADOPCIÓN. II PARTE.
Como dijimos en la anterior entrada, se
casó el 29 de octubre de 1960 en Fuente Vaqueros, pero una vez terminada la
ceremonia religiosa, se trasladaron todos a Fuente Álamo y celebraron la boda
en la Taberna de Crescencio Aranda “El Chofer”. El menú eran platos de jamón,
patatillas, aceitunas, alcaparrones… y vino hasta hartarse. El acto estuvo
amenizado por la música de los Hermanos Perote: Mateo y Ángel, clarinete y
tambor. Su familia se trasladó desde Fuente Vaqueros en coches. Invitaron a
todo el pueblo; recuerda como Crescencia estaba aún de lactancia de su hijo
Francisco y también Consuelo de Juanito, de su hijo Juan, muy rubio. Regalaban
1 peseta o 2 pesetas y los que más, 5 duros. Pagaron el salón y los músicos con
lo que juntaron. Fueron de viaje de novios a la casa de sus padres, les
llevaron sus compadres Francisco y Ana, ésta última, hermana de la Tita del
Salado, que eran de Sileras.
No fue demasiado fácil la adaptación de
una joven de 21 años a las costumbres del Fuente Álamo de principio de los años
sesenta, pues venía de un pueblo, que aunque también rural, era mucho más ilustre,
y tenía como paisano a Federico García Lorca. Se encontró en el año 1.960 con
otro mundo rural más atrasado, donde recuerda que no había luz eléctrica en las
calles y donde estaba hasta mal visto que las jóvenes llevaran la manga corta
por encima de las axilas; o el machismo abusón, que tuvo que soportar en sus
primeros años de tabernera y que hizo que en alguna ocasión tuviera que poner a
más de un hombre en su sitio. Poco a poco fue adaptándose a las nuevas
costumbres y hasta el ceceo característico de su habla natal fue
desapareciendo.
Cuando se casaron, fueron a vivir a la casa de María Ramírez. Aún
vivía Vicente Ramírez y su hijo Antonio Puche, estaba soltero. La alquilaron
por un duro al mes, y pusieron una pescadería, con un barreño, que aún conserva
y unas tablas de madera. Como su marido tenía un burro, iba por los cortijos y pueblos vendiendo
pescado. Después compró un carromato y comenzó a traer lechugas, espinacas,
naranjas y frutas, vendiendo más en la
temporada de aceitunas. El carromato les duró poco al romperse cargando
escombro de la cooperativa,
recientemente construida. Posteriormente, rompieron el tabique y pusieron un
bar con su salón, donde traían músicos y hacían bailes. Instalaron un televisor
prestado por Antonio Puche, que era técnico, y al mes se lo llevaba y les traía
otro de prueba. En él se podía ver sobretodo los toros. Por la compra de una
gaseosa marca “La Pitusa” o “La Revoltosa”, tenían derecho toda la familia a
presenciar el espectáculo.
A los 10 meses de estar casada, vino su
primera hija y después 5 más y un aborto. Sus cuatro primeros hijos, Antonia,
Maria Nieves, José y Francisco, nacieron en esa casa de Ramírez. Recuerda que
estuvo 3 días de parto con su hija mayor y al final tuvo que ir El Chofer a
Alcalá a por Doña Prudencia. Su hija Nieves nació en Alcalá la Real, pues se
fue a casa de Librada, cuyo marido Manuel había puesto un bar situado a la
entrada de Alcalá, y también fue asistida por doña Prudencia. Su José y Paco
nacieron también en la casa de María Ramírez, haciendo de matrona la que fue
nuestra vecina Urbana Cano. Después se fueron a vivir a la casa que antes había
sido de La Galla, ahora de Mariana, donde nació Silverio y Carlos. Allí su
marido hizo un mostrador y montaron una tienda de ultramarinos donde vendían
vino y bebidas, pero no era taberna. También tenían una juguetería sobre todo
para Reyes Magos, con la mala suerte que, aprovechando un viaje que hicieron a
Madrid para comprar un coche de segunda mano y de paso visitar a su cuñado
Pasadas, sufrió un asalto por parte de los niños de la aldea, que abrieron la
puerta de atrás y menos mal que la Boni avisó a su suegra Expectación, que fue y cerró la puerta. Los juguetes quedaron
inservibles para la venta y su marido dijo: Yo que tengo tantos hijos, ¿qué voy
a hacer o decir?
En la Casa de la Galla estuvieron poco tiempo, 3 ó 4 años, después hicieron en la zona baja del Cortijillo una casa llamada La Cabaña, donde también mantuvieron el negocio, y explotaron una cantera de arena, mientras que su marido se dedicaba al negocio del taxi. Siendo esta su vivienda actualmente.
En la Casa de la Galla estuvieron poco tiempo, 3 ó 4 años, después hicieron en la zona baja del Cortijillo una casa llamada La Cabaña, donde también mantuvieron el negocio, y explotaron una cantera de arena, mientras que su marido se dedicaba al negocio del taxi. Siendo esta su vivienda actualmente.
Después, como el negocio no daba mucho y
tenía 6 niños que criar, aunque los mayores ya le ayudaban, se puso a trabajar en
la recolección de aceituna, y los veranos, en la hostelería de la Costa del
Maresme, donde estuvo once temporadas en el Hotel Aguamarina, y dos en el Restaurante
“El Cortijo”. En las aceitunas estuvo con Paquito Sierra, María Ramírez,
Manolillo Huerta, Benito Fuentes, Manolito Cañuelos, y Miguel Cañuelos, en Los
Güenos, a los kilos y en la rebusca. Aún alguno recuerda a través de sus
comentarios en este blog, como “La Paquera”, en los días de frío, le metía piedras
sacadas de la lumbre debajo de las axilas para que se calentase. Ha trabajado
en los invernaderos de Almería, seis temporadas en la vendimia, en Francia, de donde
le ha quedado una paguilla. Mientras tanto su marido estaba con el taxi,
cotizaba de autónomo, pero sus hijos no tenían derecho a la sanidad. Después le
dieron la baja por enfermedad, pues padece
de Reuma polimialgia a los músculos, osteoporosis, con fuertes dolores, que le
dejaron prácticamente inválida.
Estuvo casada 52 años hasta que hace tres
años, murió su marido Antonio Teodoro Anguita Montañez, conocido como “Braguetas”.
Le gusta toda clase de música, sobre todo
Paquito Rodríguez que tenía en aquellos tiempos mucha fama en Granada. También le
gustaba Carmen Sevilla y Rocío Jurado, aunque Manolo Escobar era su favorito y
cuando salía en la tele, le llamaba su marido para que fuese a verlo. Su padre
tenía pasión por Rafael Farinas. Lo de
“La Paquera de Jerez”, se lo puso su marido pues ella no tenía apodos en
Fuente Vaqueros, donde era conocida como la Paquita de Anselmo. Su marido le
decía que por su temperamento era parecida a la Paquera de Jerez y a ella no se
le da nada, como tampoco le disgusta el apodo que heredó de su marido: “Braguetosa”.
También le gustan los toros. Le ha gustado siempre viajar pero como tenía 6
niños, no podía. Sólo cada 15 días iba a visitar a su familia pero lo normal
era que viniesen sus padres a verla. Ahora con la Asociación de vecinos hace
viajes y participa activamente siempre que se le requiere.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)