jueves, 25 de diciembre de 2014

TRES AÑOS DESPUÉS CONTINÚA LA HISTORIA DE FUENTE ÁLAMO.




         Durante este año 2014 se han producido nuevos acontecimientos o eventos en Fuente Álamo: se nos han ido algunos fuentealameños, (valga esto de pequeño recordatorio), y han venido al mundo algunos hijos o nietos de padres fuentealameños residentes en otros lugares; pues, lo que son nacimientos aldeanos no se han producido, hecho que por desgracia viene siendo habitual en la última década.
En lo meteorológico, después de una primavera y verano 2013 bastante secos, el invierno dejó las esperadas lluvias y pese a que se recogió una pequeña parte de aceituna antes de que finalizase el año 2013, quedó para el nuevo año la mayor parte sin recoger, prolongándose la recolección hasta el mes de marzo. Las lluvias caídas desde finales del año pasado y comienzos del año 2014, llegando incluso a nevar a mediados del mes de enero, fueron beneficiosas para la cosecha de aceituna, recuperándose del pasado seco otoño, tomando cuerpo y rendimiento.
La Navidad 2014 fue celebrada en el Bar Padi del Centro Social con la tradicional murga navideña, momento de reunión con aquellos familiares y amigos que están fuera. Las obligaciones laborales y familiares me impidieron asistir este año; a pesar de que la noche era fría, poco a poco fueron llegando los murguistas y este año Paco Anguita cogió la batuta y fue reorganizando el panorama. En lo religioso se instaló un precioso belén en la iglesia, celebrándose el nacimiento con el canto de villancicos y la degustación de productos navideños. El primer acto social del año 2014 se inició el día 4 con la anticipada Cabalgata de Reyes, que fue organizada por la Asociación de Vecinos “La Torre de Fuente Álamo”, colaborando como siempre todos sus miembros, que si bien la tarde-noche comenzó un poco aguada, impidiendo que salieran en cabalgata los Reyes, no fue obstáculo para que hicieran presencia sus Majestades en plena celebración de la eucaristía en la Iglesia de San Antonio de Padua y que en el Centro Social repartiesen multitud de regalos a todos los niños y los mayores pudieran celebrarlo con la degustación de jamón, aperitivos, refrescos y demás bebidas.
El Día de la Candelaria, fue un día frío y ventoso,  con el encendido de la tradicional lumbre. Se pudo celebrar gracias a la colaboración de los jóvenes que acarrearon la leña. Durante el mes de febrero continuó la campaña de aceitunas, pues el tiempo había interrumpido el proceso normal de recolección.
A finales del mes de febrero, se nos fue una de las mujeres más carismáticas de Fuente Álamo, a los 91 años de edad, María Cano Nieto “Mariquilla de Flora”. Mujer luchadora donde las haya, tuvo que sacar adelante tres hijos, al quedar viuda joven. Mariquilla era una institución en La Piquera, su escoba ya no barrerá más, pero su recuerdo seguirá presente entre nosotros.
Los Carnavales, este año se celebraron el viernes 7 de marzo, en el Centro Social, con degustación de jamón, refrescos y cerveza, organizado el acto como siempre por la Asociación de vecinos “La Torre”.  Mayores, jóvenes y niños se disfrazaron para continuar con la tradición, y donde no faltó la Duquesa de Alba, que como viene siendo tradicional, este año también estuvo acompañada de Alfonso Díez.
Durante el mes de marzo continuó la recolección de la aceituna, la almazara estuvo abierta hasta el 26 de marzo, finalizando la temporada con las particulares fiestas de Arremate de la aceituna.
El jueves 20 de marzo nuestro paisano Ceferino Aguilera Ochoa, Licenciado en Filología Hispánica y profesor de Lengua castellana y Literatura de las EE.PP Sagrada Familia de Écija, fue nombrado Académico Numerario de la Real Academia de Ciencias, Bellas Artes y Buenas Letras “Luis Vélez Guevara” de Écija. El acto, en sesión pública y solemne, tuvo lugar en el Salón de Actos del Palacio de Benamejí, donde el Ilmo. Sr. Don Ceferino Aguilera Ochoa pronunció su discurso de ingreso titulado “El lugar de la literatura ecijana”
En los primeros días del mes de abril nos dejó otro buen fuentealameño, Antonio Fuentes Díaz, “Tajos” nacido el 6 de junio de 1926, y digo buen, en todos los sentidos, buen vecino, buen amigo, buen compañero de brisca, buen compañero de trabajo (cuando estuvimos finales los años 70 en la aceituna en Los Curas). Cumplidor y cumplido, siempre acompañando a las familias cuando nos dejaba un ser querido, ese día le toco a su familia recibir ese calor. Siempre sonriendo, bromista, nunca faltaba un saludo de ¡Buenos Días!, ¡Adiós!, ¡Buenas Tardes! y un ¡Hasta Luego!, que para él será ahora un ¡Hasta Siempre, Antonio!
Semana Santa, tranquila, buen tiempo, sobretodo el Viernes Santo, que hizo que las visitas familiares se prodigasen para degustar el bacalao, el potaje de la madre y la tortilla de espárragos camperos, este año ha sido abundantes en los campos fuentealameños. Nos acompañaron en el Vía Crucis fuentealameño las Hermanas de Cristo Rey. Por la tarde las “mozuelas”, como era tradición practicaron en la zona de La Torre los juegos de la comba, el quedado y otros. El campo de fútbol fue la zona de recreo para los más jóvenes.
El Barranco Muriano tomó vida y se volvió a poblar de ranas, su croar se escuchaba por todas las inmediaciones. Ha sido un buen año de nidos de pájaros.
Algún fuentealameño, como Francisco Ángel Aguilera Pérez se confirmó a finales de Abril, y el día 3 de Mayo se celebró la Primera Comunión de Nazaret Fuentes Aguilera y digo la comunión, porque fue la única celebrada en Fuente Álamo, Arturo Aguilera Castillo la celebró en Alcalá la Real.
 El día 11 de mayo se celebró el día de la Cruz de la Setilla, con muy buena participación de fuentealameños, siendo un día de reencuentros y recuerdos.
            Se participó, como es tradicional, en el concurso de Carrozas de San Isidro, donde como es habitual, se obtuvo el primer premio, gracias a todos los que colaboraron, y en especial a nuestras abuelas Paquita y Mariana, colaborando con su tractor, José Antonio Reyes.
Durante el mes de junio se prepararon los festejos entorno al caballo y de San Antonio, con presentación en Radio Alcalá.
El fin de semana del 6 al 8 del mes de Junio, se celebró como viene siendo habitual y ya casi tradicional, la Fiesta del Caballo, que atrajo a más de 50 caballos y jinetes de las zonas cercanas. Esta fiesta sigue creciendo, a pesar de estos años de crisis, con 3 días festivos. El sábado fue amenizado por el Grupo Paraíso, el domingo el punto central fue el caballo y sus jinetes, siendo la fiesta amenizada con actuaciones de la escuela de danza. Tuvimos el honor de tener entre nosotros en visita no oficial a la Consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural Dª Elena Víboras Jiménez.
Excelente cosecha de cerezas, pero los bajos precios han hecho, para desgracia de los agricultores, que algunas se queden en el árbol.
El Día de San Antonio se celebró con una Santa Misa y la salida en procesión de su imagen, que fue acompañada por una pequeña imagen de la Virgen de la Cabeza, pues este año ha sido hermano nuestro paisano Francisco José Pérez Fuentes. En un día bastante caluroso, en la que participaron casi exclusivamente los fuentealameños residentes, disfrutándose en la explanada frente a la escuela de unos refrescos y tapas gracias a la gentileza de la Hermandad, la fiesta fue amenizada por Isidro y su órgano.
Sobre el 19 de junio, nos dejó la que era la abuela del pueblo, a sus 94 años de edad, Crescencia Pérez Ibáñez, (07/01/1920). Han sido 94 años de vivencias en Fuente Álamo desde aquel 7 de enero  de 1920 que naciese en su Praillo, quedando huérfana de madre siendo niña y teniendo que ser criada por sus abuelos maternos. Se nos fue una excelente costurera, pero sobretodo nos ha dejado una vecina ejemplar, servicial, acompañante inseparable durante muchos años de su marido, sobre todo desde que quedó ciego, y ante todo una mujer prudente y discreta donde las hubiera.
Se licenció por la Universidad de Granada y con un buen expediente en Ingeniería Informática, Cesar Aguilera Padilla, continuando sus estudios en el extranjero de posgrado.
            Murió otra fuentealameña de siempre, aunque desde hacía tiempo vivía fuera de la aldea: Carmen Ochoa Aguilera, nieta de una gran saga formada por Juan y Segunda, pues ya nos dejaron sus hijos: Vicente, Mariana, Juanele, Ceferino, Justa (su madre), Pedro y María. Con ella quiero hacer homenaje a otros tantos fuentealameños que viviendo fuera de Fuente Álamo nos dejaron este año, pues no dispongo de información suficiente.
Durante este año y como viene siendo habitual, tanto la asociación de vecinos “La Torre”, como la Parroquia de San Antonio de Padua, han organizado diversos viajes, actos festivos, religiosos y culturales. El verano en un principio fue más fresco de lo habitual, como en toda España, pero finalmente, tuvo que ser paliado, como hemos dicho, con algunas salidas organizadas, como la realizada a principios del mes de julio a La Carrasca  o a finales del mismo mes de julio a la Playa de La Carihuela de Torremolinos, Playa de Torrenueva o al río, con las correspondientes veraniegas reuniones vecinales para consumir lo que había quedado de las excursiones. A todo esto hay que unir otras actividades, como diversas reuniones gastronómicas celebradas por la asociación en el Centro Social, con la degustación de comidas típicas de Fuente Álamo, así como la celebración del día de Andalucía con pan y aceite de Fuente Álamo, las gachas de Todos los Santos, ect…
En el verano se despidió nuestro párroco D. Manuel Luis Anguita, a quien debemos agradecer su acercamiento, su predisposición y su paciencia,  quien fue destinado a otras aldeas de Alcalá la Real después de más de un lustro con nosotros. Lo hizo para despedir a otro de nuestros paisanos, Valero González Gutiérrez, que el 21 de agosto, a los 86 años de edad nos dejó, pocos días después de verle por aquella carretera en la moto con su “caja de pescado” en el portabultos, camino de su cortijo. Hombre incansable hasta sus últimos días, siempre dedicado a su familia y a sus faenas agrícolas. Se puede considerar un buen vecino, que con su cigarrillo en mano y su vasillo de vino vio pasar discretamente el tiempo.   
Mariana Cobo Carrillo, natural Alcalá la Real, criada en un cortijo de la Montillana, pero fuentealameña de adopción y que vivió hasta sus últimos días en Albolote, nos dejó el día 26 de Agosto, a los 84 años edad. Todos la recodaremos como la tendera, y una mujer emprendedora, que supo llevar bien su familia, los avatares de la vida y sobretodo la protección de sus dos hijos. Unos días antes nos había dejado trágicamente un joven guardia civil, muy querido por mí, pues fue uno de mis alumnos de aquella escuela de verano de finales de los 70, Francisco Javier Aguilera Gomarín, de él solo tengo recuerdos de niño, de su sonrisa. Se crió entre nosotros, lo recuerdo educado, tímido y muy bien parecido.
También nos dejó una de las niñas del que fuera alcalde de Fuente Álamo, Matías Aguilera Anguita, nuestra buena vecina Mercedes Aguilera Calvo.
El 19 de Septiembre se incorporó para la eucaristía nuestro nuevo párroco Ángel Manuel.
            En cuanto a las obras en infraestructuras realizadas por el Ayuntamiento de Alcalá la Real, hay que hacer mención al acondicionamiento de un cuarto de baño externo de señoras en el Centro Social, la fuente fue pintada y se introdujeron, muchos años después, unos pececillos de colores. Se acondicionó el camino de los Callejones y el carril de San José y se hizo una limpieza general de las calles fuentealameñas. Se instalaron aparatos para el ejercicio físico de mayores y jóvenes en la plaza de la Fuente.
            Las fiestas en honor a la Virgen del Rosario se han celebrado durante el fin de semana del día 12 de octubre (10, 11, y 12). Se produjo una gran concurrencia, sobre todo de fuentealameños que actualmente están fuera de la aldea. Este año han sido hermanas mayores de la Hermandad Ntra. Sra. del Rosario: Leocadia Fuentes Aguilera, María Dolores Pérez Pérez, Antonia Aguilera Pérez y Francisca Pérez González a las que hay que felicitar por la excelente organización de los festejos. Salieron en procesión la Virgen y el Corazón de Jesús, acompañados de las autoridades el Iltmo. Alcalde de Alcalá la Real, D. Carlos Antonio Hinojosa Hidalgo, el Alcalde Pedáneo de Fuente Álamo D. Manuel Jiménez Aguilera, nuestro nuevo párroco D. Ángel Manuel y de los fuentealameños y visitantes. También nos visitó privadamente nuestra Consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural Dª Elena Víboras Jiménez. Volvieron fuentealameños que vivían fuera de la aldea. El sábado día 11 durante la verbena nocturna se produjo una fuerte tormenta, que no impidió la continuación de los festejos.
       En el mes de Octubre, desde La Rábita se despidió una mujer que se puede considerar fuentealameña, pues aunque con raíces pedriceras, convivió entre nosotros gran parte de su vida. María León Arroyo, mujer grande no sólo físicamente sino en muchos aspectos. Supo hacer una gran familia, pues a los dos hijos de su primer matrimonio  se unieron los cinco de su nuevo matrimonio con José Escribano, más los tres hijos que tuvieron en común. Desde Ardales hasta Fuente Álamo quedará su presencia. 
      Durante el mes de noviembre pudimos participar a través de facebook en el concurso “Dónde está la camiseta”, del que resultó ganadora Belén Aguilera Ochoa, a quién deseamos que todo le vaya muy bien.
            En lo deportivo felicitar a nuestras karatecas las hermanas Ainhoa y Nerea González Pérez por sus éxitos deportivos: 2º puesto en Málaga y  3ª en Andalucía respectivamente.
La presente campaña 2014-2015 de aceitunas se presentaba media baja, pero se está quedando en media, pues si bien hemos tenido una primavera y verano escasos de lluvia, la caída durante el otoño (unos 80 litros/m2), hizo desestimar el pesimismo extremo, siendo lo que por la zona se llama, de “media cosecha”.
Como sorpresa y quizás como consecuencia del cambio climático nos visitó una cigüeña, pero no traía ningún niño fuentealameño en su pico, ¡Qué lástima! Otra vez será.
Cuando estábamos a punto de cerrar el año y la redacción de este recordatorio, todavía faltaba una nueva y mala noticia, sobre todo cuando nos llega tan cerca, se nos fue Matías a los 69 años de edad, el 15 de Diciembre. Matías Pérez Pérez se puede considerar un fuentealameño de pro, pues siempre llevó a su pueblo y a su gente allí donde las circunstancias le hicieron estar. Fue uno de nuestros queridos paisanos que vivió en Fuente Álamo unos 30 años con los paréntesis de los periodos de la emigración y del servicio militar. Tenía un trato especial para toda la familia y amigos.  Desde hacía 40 años dejó Fuente Álamo pero siempre lo llevaba en su corazón y se acordaba de los familiares y amigos que dejó allí, y cuando podía se escapaba para hacer una visita o cuando encontraba algún paisano siempre preguntaba por unos y por otros. Era muy familiar y muy amigo de sus amigos de infancia y  juventud. Llevó el nombre de Fuente Álamo a Burgos, Seu de Urgell, Madrid, Alemania y con su camión a otros muchos pueblos, y finalmente a Albolote, donde descansa en paz.
……
Un año más hemos seguido con publicaciones en el blog y esperemos  como digo siempre, que no sea el último, pero esto no depende sólo de mí, sino de todos los que lo siguen. Cada vez es más necesaria la colaboración de todos los fuentealameños para continuar reconstruyendo la historia de Fuente Álamo, pues es necesaria la aportación de nuevos datos e informaciones para ir ampliando los temas publicados.
 Este año ha sido un año de muchas horas de trabajo para recabar los datos precisos, para hallar por pequeña que fuera,  la información más exacta sobre el pasado de Fuente Álamo. Pero a la vez ha sido gratificante, pues la consulta de los archivos del Ministerio de Defensa en Sevilla, sobre los expedientes de la Guerra Civil, me ha abierto un campo amplio de estudio.
Nuevamente pido vuestro apoyo (van más de 30.000 visitas), a través de vuestros comentarios o añadiéndose a la lista de seguidores, para que la motivación mía, sea la de todos y así poder continuar trabajando, de tal forma que esos comentarios queden también para la historia, pues este año con la entrada en Facebook, se ha publicitado mejor el blog, sobretodo a través del “Concurso de la Camiseta”.
            Que no se preocupen algunas seguidoras que no tiene acceso a internet, pues sigue en mi cabeza el poder publicar alguna vez un libro o varios, sobre distintos temas contenidos en el blog, tal y como me han solicitado.
Cada vez el blog está teniendo mayor reconocimiento, no solo de fuentealameños, sino los que llegan desde fuera y como ejemplo de ello dejo los comentarios textuales del historiador D. Santiago de Córdoba Ortega:
 He tomado varias notas de tus publicaciones sobre el albor del movimiento obrero en esa pedanía de Alcalá la Real, sobre todo de aquellas personas que en tiempos difíciles y de confrontación ideológica fueron pioneros por intentar cambiar la base económica y social de Fuente Álamo: la tierra y su explotación. La Sociedad Obrera "Espiga Floreciente", que se constituyó en los primeros años de la Segunda República, tuvo rostro en los hombres que la formaron para “mejorar moral y materialmente las condiciones de vida de los obreros; prestar ayuda a pequeños propietarios para conseguir que los impuestos que gravitan sobre ellos sean sustituidos por un impuesto progresivo sobre la renta; ayudar asimismo a los pequeños colonos para que sean respetados sus derechos por los propietarios de la tierra en los casos de abono de mejoras hechas en la finca, duración de los contratos, limitación de la renta…” Estos objetivos, aunque tenían sustento en la Reforma Agraria del bienio progresista republicano, fueron combatidos por el caciquismo agrario de la época, siendo junto a la Iglesia y a los Militares los factores del golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Tu blog recoge la historia de Fuente Álamo, pero sobre todo la intrahistoria. Miguel de Unamuno decía que la Historia sólo se ocupa de los cambios cronológicos e incidentales, mientras que la Intrahistoria busca la continuidad y lo esencial de los pueblos, de ahí su crítica: "... los periódicos nada dicen de la vida silenciosa de los millones de hombres sin historia que a todas horas del día... se levantan a una orden del sol, y van a sus campos a proseguir la silenciosa labor cotidiana y eterna...esa vida intrahistórica, silenciosa y continua...es la sustancia misma del progreso, la verdadera tradición eterna". En el caso de Fuente Álamo, entre los muchos nombres que forman parte de la intrahistoria y recoges en tus entradas del blog, he elegido para el “Diccionario Biográfico del Socialismo Español” (http://www.fpabloiglesias.es/archivo-y-biblioteca/diccionario-biografico), del que soy colaborador, y para el “Diccionario Biográfico del Socialismo en la Provincia de Jaén (1880-1980)”, en cuyo proyecto trabajo desde hace más de 35 años, los siguientes: Antonio Castillo Padilla, Vicente Aguilera Castillo, Domingo Cano, Rafael Moreno Ibáñez, Antonio Moreno, Marcos Moreno, y los hermanos Matías y Mateo Pérez Lizana… Todos ellos fueron entre 1931 y 1939 miembros de la Sociedad Obrera "Espiga Floreciente", de la UGT.
Desde hacía tiempo tenía pendiente reconocimiento a tu trabajo de investigación, que en algunas de las entradas de mi Diccionario para la provincia de Jaén se cita como fuente.” 

En estas fechas tan señaladas sólo me queda  agradecer nuevamente a todos los que han colaborado en esta empresa aportándome datos o prestándose con el testimonio de su vida a ser protagonistas de nuestra historia.  Seguramente algún acontecimiento me ha quedado en el tintero, por eso dejo siempre abierta la entrada para que con vuestro comentarios lo hagáis recordar y completar el año.
¡¡FELICES FIESTAS Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2015!!

viernes, 19 de diciembre de 2014

MURGAS NAVIDEÑAS EN LOS AÑOS 70 EN FUENTE ÁLAMO.

La elaboración manual y artesana de los instrumentos navideños para tocar villancicos era una tradición en Fuente Álamo que se fue prolongando en el tiempo, y trasmitiendo de familia en familia, no solo la elaboración del instrumento, sino el instrumento en sí iba pasando de mano en mano, de generación en generación. Todavía se ven en las murgas actuales algunas carrañacas, panderetas o zambombas que utilizaron nuestros tíos o abuelos. Hay en Fuente Álamo, carrañacas, que pueden tener casi un siglo y que se han transmitido de mano en mano. (Carrañaca de los hijos de Mateo Pérez Lizana).
Carrañaca
 Su elaboración era lenta pero sencilla, bastaba un simple palo de madera de una longitud aproximada de la distancia que va desde la mano al hombro, formando el brazo un ángulo recto. Solía tener una circunferencia de entre 6 u 8 cms. La madera fundamentalmente era de olivo, que es materia prima abundante en la zona, pero no necesariamente, pues se podía utilizar cualquier madera resistente al roce. Se iba moldeando manualmente con herramientas (serruche y lima), haciéndole estrías paralelas sobre la madera. Entre estría y estría solía haber normalmente 1,5 cms., aunque durante mucho tiempo estuvo sonando por las navidades de los 70 en Fuente Álamo, aquella carrañaca color oscuro de múltiples estrías, una seguida a otra,  que Pepe Luis Montes encontró en el pajar de su abuelo, que si bien no se podía tocar con aquellas cañas rajadas, cuando se implantaron los palillos o castañuelas, el sonido era muy fino. Como hemos dicho, el complemento de la carrañaca, en un principio era la caña rajada y posteriormente una castañuela. Las primeras castañuelas fueron aquellas negras que vinieron del Norte, pero no recuerdo quien las introdujo en Fuente Álamo, quizás Paulino Aguilera desde Navarra.
Pandereta

Se cortaba una tabla de madera, que podía ser de una puerta rota o de una caja de bebidas, formando un rectángulo de 30x15 cms. aproximadamente, a la que se le dejaba unos 10 cms. de mango. Sobre ella se iban colocando en puntos equidistantes unas puntas, donde previamente se habían pinchado unas chapas de las bebidas que se habían aplanado en forma ligeramente curva, para que el contacto de unas con otras dejase un sonido metálico que completaba al sonido más grave de la carrañaca. También llegaron a Fuente Álamo las innovaciones, y la parte trasera se protegió con gomaespuma recubierta de eskay que amortiguaba mejor los golpes sobre la tabla y le daba incluso mejor sonoridad. Este instrumento siempre me recuerda que fue el maestro D. Leovigildo, quien nos enseñó a cantar el villancico: “Una pandereta suena…” y que se hizo popular en las murgas de los años 70. Dejaban de tocar todos los instrumentos y las panderetas hacían un solo acompañadas de la voz, salvo en el estribillo: “San Mirandillo, arandandillo, San Mirandillo arandandán…” que entraban todos los instrumentos.

Zambomba
El material principal para su elaboración ha sido muy variado y se ha recurrido a cualquier objeto hueco con entrada y salida abiertas pero de diferente circunferencia. Desde pequeños bidoncillos, orzas rotas por la base, las vulvas de las pitas (pitones) ect… a las que se hacía unas muecas alrededor para el posterior atado del pellejo u otro material en donde se colocaba el carrizo. El material que recubría la circunferencia más grande ha variado según el tiempo, desde los pellejos de conejo, pellejos de las mantecas del cerdo, plásticos, pana, ect… La preparación del pellejo de conejo era mediante la cocción en un recipiente con agua hirviendo, una vez seco y terso se le colocaba el carrizo al que se le hacía una mueca y se le introducía un imperdible o alambre para que no se escapase del pellejo o plástico al que se ataba con guita de las morcillas. Una vez preparado el pellejo se colocaba en la parte ancha del objeto en forma de uso abierto y se tensaba lo mejor posible, para ello se agarraba con las manos unos tres jóvenes tirando fuertemente de los extremos del pellejo hacia abajo, mientras que otro joven lo ataba alrededor. El pellejo se dejaba terso con una buena refriega de ajo. Cuando llegó el plástico la elaboración fue más sencilla, sólo se necesitaba un saco del abono, pero era menos fiable, lo que hacía necesario llevar tres o cuatro recambios. Los murguistas de La Rábita o de Las Grajeras, introdujeron en Fuente Álamo el sistema de la pana, pero no funcionaría muy bien, pues no se prolongó en el tiempo. Una vez terminada la construcción se le ataba una cuerda a cada extremo de las asas de la orza que servía de colgante. La orza aguantaba hasta que se rompía y pegaba el orzazo. Algunas olían todavía al chorizo que habían tenido guardado en pringue. El sonido de la zambomba grave hueco era la base rítmica de la murga. Actualmente se está volviendo a la elaboración de instrumentos con los materiales antiguos.


Botella Anís
            No faltaba la botella de anís de Rute, con aquel sonido agudo estridente, que completaba a los sonidos graves del zambombeo y del rascañeo. Sólo hacía falta beberse el anís y coger una cuchara, tenedor o algo metálico y a seguir el ritmo de la carañaca, a la que completaba con su agudeza.
Almirez
 En casi todas las casas de Fuente Álamo había los típicos almireces dorados hechos de una aleación de metales, con su correspondiente mango. Solo necesitábamos que nos la dejaran nuestras madres, con la obligación de devolverlas al día siguiente. El sonido acampanado daba la terminación a los villancicos.
COMPONENTES
 Esos instrumentos eran tocados por murguistas cada cual especializado en uno. Fuente Álamo ha tenido buenos zambombistas, buenos carrañaquistas, buenos pandereteros, buenos maestros y buenos aguadores.
La murga “regaera” de los años 70, comenzaba los ensayos a primeros de diciembre en la corraleta de los cochinos de Antonio Aguilera Valverde, una vez evacuados y habiéndole dado su destino final, pero aún manteniéndose el olor característico de una zahúrda, que mezclado con el humo que desprendía el aceite requemado de la torcía de algodón que servía de mecha para el candil, creaba un perfumen ambiental “típico navideño”. Los componentes eran Paco Aguilera, Pepe Luis Montes y Manolo Escribano a la zambomba, Benito Vera, Julito La Rosa a la pandereta, José Antonio Serrano y Antonio Ramírez a la carrañaca, y como aguadores Manolín Aguilera y Miguel La Rosa y a la batuta el que relata y algún que otro componente eventual como Antonio Jiménez, José Luis Arenas y otros, que venían según el día y los ensayos. Los murguistas se colocaban en círculo alrededor del maestro, agrupados por instrumentos, a excepción de las zambombas que se situaban estratégicamente en las esquinas de las casas para alcanzar mayor sonoridad.
Se llamaba en Fuente Álamo “murga regaera”, aquella murga de niños, que le faltaba cierta formalidad, en sus componentes o en sus instrumentos.

COMPLEMENTOS
En cuanto a los complementos, hay que hacer mención a los gorros de cartón, forma quepí o terminado en cono o cucurucho. Se necesitaba el cartón de una caja de zapatos, papel de celofán o aquel papel fino de colores y una masa de harina líquida o pegamento elaborado con las semillas de los membrillos. Su confección era sencilla, se le iba dando forma y forrando, a la vez que se le colocaban unas tiras de aquel papel fino de colores en la parte alta, que al viento mezclaba los colores, dando un colorido especial; siempre que Regaliz no las pillara y las arrancase como le hizo a Julito.
REPERTORIO
Eran tres días de actuación: el 22, 23, y 24 de diciembre. El primero para los cortijos y los dos siguientes para recorrer el pueblo, salvo la Navidad de 1973, que algún vecino nos dijo que se había declarado luto oficial por la muerte de Carrero Blanco para que no tocásemos en su casa. Comenzaba la actuación en la calle en la entrada de la vivienda con el villancico “A esta puerta hemos llegado…”, le seguía “Buenas noches familia, ahora que estamos en dentro…”, a continuación un popurrí de villancicos; conforme iba avanzando la actuación y para dar un toque de atención cantábamos y tocábamos: “No venimos a por el rosco…” pero en seguida venía la que solicitaba el aguinaldo: “En un portal oscuro…” aprovechando la música de la Marcha Real, para “que no den la regalía que nos vamos a marchar”, y para finalizar “Echamos la despedida con un ramito de albahaca…”, pero si se portaban bien las familias, podíamos hacer algún bis, o cantar aquella “De aquí no nos vamos porque no queremos…” o si se portaban mal y no nos abrían la puerta aquella “Esta casa está hecha de hierro y las ventanas de alambre, la gente que hay dentro está…”
Las murgas en la Nochebuena recorrían los cortijos y la aldea de casa en casa cantando villancicos toda la noche y pidiendo el aguinaldo, pero siempre caía alguna copilla, algún rosco o algún mantecado que solía pegarse en el cielo de la boca y hasta que no era tragado por todos los componentes no se podían reanudar la actuación. Sobre todo, lo que más deseábamos era coger en alguna casa a la murga de las niñas, porque las murgas estaban diferenciadas por sexo, con el fin de hacer notar el poderío de nuestros instrumentos.
 Cantábamos y tocábamos villancicos, como aquel Villancico popular de Fuente Álamo “Corriendo por los cortijos iban todos los chavales” que en su versión original decía: “Cantando por los caminos iban todos los zagales…
Corriendo por los cortijos
Iban todos los chavales
Todos le llevan al niño
Sus quesos y sus pañales
Un pastorcillo inocente
Que no tenía que llevarle
Saltó una noche al corral
Oveja que más quería
Le llevó para mamar.
Cantan y bailan todos al compás
Porque ha nacido

Y un pastor será.

domingo, 16 de noviembre de 2014

EL FINAL DE GUERRA CIVIL EN FUENTE ÁLAMO. LOS PRIMEROS MESES DE “PAZ”.



        A partir de abril de 1939, los nacionales que habían huido o se habían visto obligados a abandonar la aldea (unas 25 familias según la lista que entregó el concejal socialista del Ayuntamiento de Alcalá la Real, D. Salvador Frías Pino, al Alcalde pedáneo de Fuente Álamo, Vicente Aguilera Castillo), regresaron a ella, montados en mulos y agitando banderas al grito de: “Franco sí, Comunismo no”.
 El regreso fue paulatino, algunos volvieron hasta dos años después, pues tras tres años de exilio ya se habían adaptado a otro sistema de vida, (caso de la familia Ibáñez Castillo); regresaron desde Alcalá la Real, Almedinilla, El Cañuelo, Baena, Castro del Río, ect... Comenzaría una nueva convivencia difícil de llevar, relativamente pacífica, pero con ajustes de cuentas y denuncias, donde los perdedores fueron detenidos y represaliados en la misma aldea o algunos fueron encarcelados y llevados a campos de concentración (de Zamora) a espera de su imputación y posterior detención preventiva. Sus esposas y familias tuvieron que convivir con los que les habían denunciado, rogándoles día a día para que informasen bien o avalasen la “buena conducta” de sus maridos, siempre bajo determinados favores. Es el caso de Matías Pérez, el cual comunicó a su esposa, que bajo ningún concepto entregase dinero, ni otras prebendas al entonces Alcalde pedáneo de Fuente Álamo, Daniel Aranda, pues tarde o temprano saldría de prisión. En otros casos el objetivo no siempre se conseguía, pues anteriormente al inicio del llamado Movimiento Nacional habían sido humillados con las formaciones y revistas diarias (tres de ellos, incluso, detenidos durante 3 meses y uno asesinado) y una vez caída Alcalá la Real fueron obligados a abandonar la aldea y dejar sus posesiones en manos de los rojos, por lo que estaban bastante resentidos.
 En Fuente Álamo podemos hablar de dos grupos de fuentealameños: los que fueron vencidos al inicio y  resultaron vencedores al final (nacionales) y los dominadores al principio, que fueron vencidos (republicanos). En el primer grupo estarían los nacionales que tuvieron que huir y que volvieron vencedores y en el segundo los republicanos que durante toda la Guerra se quedaron en Fuente Álamo y que al final fueron vencidos, unos represaliados y otros encarcelados. Con esta entrada intentaremos que Fuente Álamo también tenga su propia memoria histórica, que todos debemos conocer, de la que debemos aprender, para que no vuelva a suceder.
En la primera celebración del Día de San Antonio después de la Guerra Civil, el 13 de Junio de 1939, se cuenta que aquellos que la ganaron, en concreto algunos de los que estuvieron a punto de morir en manos de los milicianos como Juan León Castillo, Juan Gutiérrez Pérez y su hijo Matías, detenidos 3 meses, organizaron la fiesta y le ofrecieron una misa al Santo, en agradecimiento a la suerte que corrieron.
 Cuando volvieron a Fuente Álamo recuperaron las tierras que habían sido colectivizadas durante la Guerra Civil, pero perdieron las trojes que habían dejado llenas de trigo después del verano de 1936, así como los mulos (alguno apareció en Alcaudete, adonde se llevó el grano y el aceite de Fuente Álamo para abastecer a las tropas, unas 16.000 arrobas de aceite del molino de Francisco Serrano), los aperos de labranza y demás objetos, así como ganado de carne y las cabras guardadas en el corral-leñera de Faustino. Antonio “Marineta”, quien antes de marcharse tenía pollos y pavos y cuando se inició la Guerra “los repartió” y se marchó, comenzó a reclamar sus aves al volver tres años después. En casa de Matías Aguilera Anguita “Matías Candio” se identificaban los objetos y se devolvían a sus propietarios. Se juntaron todos los objetos y enseres apropiados por los rojos,  como camas, colchones, sillas, e incluso una bicicleta, que Joseillo Carrillo se la quiso dar a Juan Sánchez Ibáñez siendo un niño, pero su padre no le dejó que la cogiera porque no era suya. A los pocos días, cuenta, que se la quedó el tal Matías. No hubo pocos casos de nacionales que reclamaban los objetos como suyos, y acababan por quedárselos y llevarlos a sus casas. Según Juan Ibáñez: “En el patio de La Torre se encontraban arados, maquinillas, gradas y demás aperos de labor utilizados por la “Colectivización”, y para repartírselos después, los nacionales se liaron a tirones de los ubios, diciendo cada uno que le pertenecían”. También se repartieron los mulos reclamados por sus supuestos propietarios, pues se habían requisado más de siete yuntas, que eran cuidados en el molino de Pedro González “Cañuelos”, donde había unos pesebres. El cuidador era un tal Cerrillo, que era de Cuesta Blanca. En los corrales-leñeras de Faustino Fuente se guardaban cabras, Blas Zamora quiso llevarse alguna cabra que se encontraba encerrada allí, y se lo impidió la esposa del ex-alcalde republicano, diciendo que no era suya. Varios objetos y enseres  fueron sustraídos de los cortijos y casas, como el robo de una cama del Cortijo de la Cornicabra, que Félix Carrillo quiso atribuir a Antonia Pérez Vera, que lo negó rotundamente. Mateo Pérez Lizana, una vez detenido, reconoce que se había llevado una máquina de coser de la casa de Antonio Aguilera, que luego devolvió a su propietario, o Fernando González Arjona reconoce que unos milicianos rojos le entregaron una cuna, cuatro sillas y una tinaja, que devolvió al dueño del cortijo de Clavijo; Vicente Ramírez Valverde dice que “se marchó a Alcalá la Real, pero que una vez liberado por los nacionales,  encontró su casa saqueada a la vuelta, sin saber expresamente quienes fueron”. También está el caso del molino de aceite de Francisco Serrano del Mármol, o el molino de harina de Faustino Fuentes, quienes una vez terminada la Guerra se apresuraron para recupéralos. Así, el 12 de abril de 1936, presenta denuncia Don Paco, quien manifiesta que a mediados de Agosto de 1936 le fue incautada la fábrica de aceite y sus tierras. También se recuperaron otras tierras incautadas, dos fincas de Don Juan Díaz Aguilera denominadas los Cortijos Alto y el Coscojal, otra de Don Francisco Córdoba denominada el Baño y la Vega de de la Fuente de la Encina y de un Cortijo Clavijo, propiedad de la beneficencia municipal de Alcalá la Real, en los cuales se colocaba unos banderines rojos para indicar que estaban incautadas.
Los republicanos fueron sometidos a procedimientos sumarísimos de urgencia, comenzando por el Alcalde Pedáneo, Vicente Aguilera Castillo, quien fue detenido el 8 de abril de 1939 en Alcaudete, pocos días después de finalizar la Guerra y enjuiciado en el procedimiento Sumarísimo de Urgencia nº 44723. El 20 de Agosto de 1940, se le recibe declaración en calidad de imputado, manifestando tener 40 años de edad, casado, de profesión ganadero, reconociendo que desde el año 1931 estaba afiliado a la U.G.T. y que el año 1932 fue tesorero; ocupando el cargo de Alcalde de la Aldea de Fuente Álamo desde el año treinta y dos, hasta el treinta y cuatro y después desde las elecciones del 25 de febrero de 1936 al apoderarse las masas del Frente Popular, el cargo lo desempeñaría hasta la terminación de la Guerra en abril de 1939. Fue condenado por un delito de Auxilio a la Rebelión Militar en Sentencia de 29 de mayo de 1943 a la pena de 20 años de prisión, de la que cumplió 6 años en prisión y 6 años de destierro en Lora del Río.


 En el Consejo de Guerra seguido en el Procedimiento Sumarísimo de Urgencia bajo Causa núm. 44.636 del Juzgado Militar núm. 1 de Jaén, fueron procesando conjuntamente Matías Pérez Lizana, Mateo Pérez Lizana y Fernando González Arjona, por el delito de Auxilio a la Rebelión y condenados por Sentencia dictada el 11 de mayo de 1940, a la pena de doce años y un día de reclusión temporal, como autores responsables de un delito de auxilio a la rebelión militar, sin circunstancias. Matías Pérez Lizana, afiliado a la U.G.T. de cuya organización al principio de la Guerra fue Presidente, unos  diez y seis meses; Mateo Pérez Lizana, afiliado a la U.G.T. de cuya organización fue Secretario y Fernando González Arjona, afiliado a la UGT de cuya organización fue Vicepresidente en 1938,  los tres encartados, fueron directivos de le Casa del Pueblo de Fuente Álamo, que funcionaba como Frente Popular.
               José Pérez Lizana en el Procedimiento Sumarísimo de Urgencia nº 59228/1939 fue sentenciado el 8 de Septiembre de 1943, a la pena de seis años y un día de prisión mayor, por un delito de excitación a la rebelión militar, acusado por estar afiliado a U.G.T antes del 18 de julio, ser familia de un dirigente rojo de la Aldea y hacer propaganda de ideales rojos. Pero no se demostró que realizara ningún hecho específicamente delictivo a parte de la reseñada propaganda. Pese a que  el Ministerio Fiscal solicitó pena de reclusión perpetua a muerte por haber servido de interprete del  sordomudo Leocadio Anguita López, “Parraco” y que fue asesinado por un jefe de una unidad militar republicana, instalada en fábrica de Don Paco, no se llegó a demostrar tal hecho y tampoco fue condenado por ello.
            En el Procedimiento Sumarísimo de Urgencia nº 15. 839 por rebelión militar son enjuiciados Antonio Moreno Vera, Guillermo García Zamora, José Pérez López,  Marcelino Ramírez Zuheros, Antonio Cano Ruiz, José Pérez Roldán, y José Fuentes García, fundamentalmente por ser los últimos dirigentes del Comité del Frente Popular pertenecientes a la U.G.T a través de la Sociedad Obrera de Trabajadores de la Tierra «La Espiga Floreciente» de Fuente Álamo, afiliada a la  FNTT-UGT, en concreto, Antonio Moreno Vera, Secretario; Guillermo García Zamora, Vocal, aunque dice que no llegó a tomar posesión del cargo, José Pérez López, Vocal, le pusieron porque los dirigentes se marcharon al frente, Marcelino Ramírez Zuheros, afiliado a la U.G .T. desde que se inició la Guerra, llegando a ocupar el cargo de Vice-secretario, en su declaración no lo reconoce; Antonio Cano Ruiz, después del Movimiento se afilió, ocupando el cargo de Tesorero, en su declaración manifiesta que no llegó a tomar posesión del cargo; José Pérez Roldán, afiliado después de iniciarse el movimiento, ocupando en cargo de Vicepresidente;  y José Fuentes García, natural de la Grajeras y vecino de Las Grajeras, con posterioridad al Alzamiento se afilió a la U.G,T. desempeñando el cargo de vocal en el sindicato de colectivización de tierra de Fuente Álamo. Todos ellos estuvieron en prisión preventiva desde 25 de mayo de 1939 y finalmente absueltos y puestos en libertad el 20 de diciembre de 1939, pero obligados a permanecer en un Batallón Disciplinario de Trabajadores.
               Francisco Alba Serrano, es enjuiciado en el procedimiento Sumarísimo de Urgencia nº 16.509. Se procesa conjuntamente con Juan Funes Mesa, iniciándose la instrucción de la causa el 9 de mayo de 1939. No se enjuician a Victoriano Expósito Romero (a) Rana; Justo Gutiérrez Vera (a) Pipo; Teodoro Pérez Sáez (a) Pavillo, encartados en la misma causa, pero no en todos los hechos, por estar encuadrados en el Ejército Rojo y no habiendo regresado todavía. El 21 de julio de 1937  Manuel López de la Rosa,  de 43 años de edad, labrador, natural de Alcaudete, fue asesinado en el lugar llamado Carril de Santa Casilda. Los presuntos partícipes, aunque no quedó demostrado que fueran autores materiales, fueron: Francisco Alba Serrano, Vicente Vera Moreno  y Valentín Olmo del Sabariego. El 1 de marzo de 1940 se dicta sentencia en la  que se condena a Francisco Alba Serrano a la pena de muerte, como autor responsable de un delito de adhesión a la rebelión militar, con las agravantes apreciadas.
                   En cuanto a las esposas, madres o hermanas de los republicanos, fueron humilladas públicamente (como era frecuente en tantos otros lugares) y se les hacía tomar el potente purgante de aceite de ricino mientras, peladas, les hacían pasear por las calles del pueblo semidesnudas con la burla de una algarabía que les seguía. Entre ellas a Tía Pepa Moreno (esposa de Eusebio Vera Castillo por los hechos cometidos por su hijo Vicente Vera Moreno, quien murió en el frente de Teruel y presuntamente partícipe en el mismo caso de Francisco Alba Serrano), y sus hijas Josefa Vera Moreno, “La Pepilla” y Sancha Vera Moreno (esposa de Joaquín Pérez González), Dolores Cano Ruiz (esposa del alcalde Vicente Aguilera), Antonia Pérez Vera (esposa de Matías Pérez, presidente del Comité), Florentina Nieto Peinado (esposa de Antonio Cano Ruíz, tesorero), Encarna Martos “La Perejila” (esposa de Rafael Moreno Ibáñez “Perote” presidente antes del inicio de la Guerra), Francisca Padilla, (Antonio Castillo Padilla, “Caejo”, vocal y a quien se señala que fue a la tienda de Casimiro Vázquez). Como anécdota o gracia, si es que la tiene, cuentan los más viejos de la aldea que la más lista, fue la Paula (esposa de Juan Antonio Ávila Serrano “el Zorrero”), pues guardó la melena cortada y se la puso después. Las demás tuvieron que taparse la cabeza con pañuelos negros. Seguramente la lista fue más grande, pero no poseo más datos respecto a las mujeres, pues sólo se han obtenido de oídas, aunque seguramente fueron algunas más y sirva este recordatorio para hacerle su homenaje  por tan grave humillación.
               Los republicanos, conforme iban siendo detenidos, eran llevados a campos de concentración en Zamora. Aunque en la documentación consta así, la verdad es que no está totalmente contrastado, si bien la denuncia de un paisano se hace desde allí, y se indica que en dicho campo se encuentran los detenidos a espera de juicio: Vicente Aguilera Castillo, Matías Pérez Lizana, Mateo Pérez Lizana, José Pérez Lizana, Fernando González Arjona, y otros son detenidos y llevados Alcaudete desde donde son trasladados a la prisión provincial de Jaén:  Antonio Cano Ruiz, Antonio Moreno Vera, Guillermo García Zamora, José Pérez López, Marcelino Ramírez Zuheros, José Pérez Roldán, y José Fuentes García. Otros aparecen declarando o más bien denunciando desde el Campo de Concentración de Zamora: , que después estuvo preso en Alcalá, pero no consta su enjuiciamiento, al igual que Rafael Moreno Ibáñez, Joaquín Pérez González, Domingo Vera Viana, quien consta que estuvo preso en la cárcel de Alcalá la Real,  Vicente Vera Moreno, pues falleció en el frente en la Batalla de Teruel, Antonio Castillo Padilla, “Caejo”, (a quien se señala que fue a la tienda de Casimiro Vázquez). Justo Gutiérrez Vera, fue encausado en la Causa núm. 1.009/39 y condenado a muerte, cuyo nombre consta en el monolito del Cementerio de Alcalá la Real y cuya causa está pendiente de consulta en los archivos.
Otros huyeron a Francia como un hijo de Arévalo, o Marcos Moreno, quien perteneció, según cuentan en el pueblo, a la Guardia Personal de Juan Negrín.
Con los encarcelamientos durante la posguerra, también se produjeron abusos sexuales (o al menos intentos) sobre las mujeres de los condenados mientras estaban sus maridos presos, con promesas falsas de liberarlos. O en otros casos la prepotencia de los nacionales hacía más fácil el acceso carnal sobre las mujeres. Son muchos los casos conocidos en Fuente Álamo, o al menos las sospechas fundadas, pero en base a preservar el “honor” de las personas no se hará mención a ello.
No se haría justicia total sin nombrar aquellas veintitantas familias que al inicio de la Guerra, desposeídos de sus bienes se vieron obligadas a abandonar la Aldea: Lorenzo Ibáñez Jiménez (Castro del Río), Faustino Fuentes Aguilera (Almedinilla), Francisco Ibáñez Castillo (Baena) Pedro González Ruiz (El Cañuelo de Priego), Francisco Jiménez Calvo (Alcalá la Real), Matías Aguilera Anguita ( Alcalá la Real), Crescencio Aguilera Anguita (Alcalá la Real), Leocadio Anguita López, (Alcalá la Real), Antonio Aguilera Aguilera, (Almedinilla), Genaro Fuentes Moyano (Alcalá la Real), José Carrillo Rufián, (Alcalá la Real), Daniel Aranda Villén, (Alcalá la Real), Vicente Ramírez Valverde, (Alcalá la Real), Rafael Sánchez Arenas, José Sánchez Arenas, Ángel Pérez la Rosa, Juan Gutiérrez Pérez (Lucena), Matías Gutiérrez, Juan León Castillo, Blas Zamora, Antonio Ramírez, del Cortijo de la Cornicabra, (Alcalá la Real), seguramente se quedará alguna en el camino.

Las primeras cosechas recogidas por los nacionales traían el trigo al molino y repartían el pan sólo para ellos y el resto que sobraba para los rojos. Juan Ibáñez reconoce que ellos tuvieron suerte, pero que era una cosa mal hecha. El racionamiento en el pan, el aceite, ect…, no era igual para los vencidos que para los vencedores y si sobraba alguna ración de pan, iba a parar a boca de estos últimos, pasando hambre los vencidos, cuyas familias tenían que ir a comer a los dos centros de reparto: El Molino y la Solana. Las diferencias eran tales que, como ya hemos contado, en los cortes de siega había dos cántaros de agua: uno para los rojos y otro para los fascistas.