Una página de la emigración de Fuente Álamo está escrita en Valencia por Antonio, siendo este el pionero en reconquistar aquellas tierras para los fuentealameños, como si se tratase de un nuevo Cid Campeador. Su profesionalidad y las ganas de ascender en el trabajo le condujeron en 1973 desde Cataluña a Valencia, en concreto a un pueblo llamado Canals. Sería el químico de la fábrica que la empresa tenía en Vich, quien le propuso marcharse a una nueva fábrica que habían abierto en aquel pueblo valenciano. Él habló con los demás socios y se entendieron, le propusieron de encargado y le subieron el sueldo, dejando de trabajar con las máquinas y comenzando en otros puestos de responsabilidad. Con su decisión no sólo arrastró a su familia directa, esposa y una de sus hijas, sino que con el tiempo creó una colonia de fuentealameños en la zona. Fue llamando y colocando en la misma empresa a su amigo de la infancia Florentino Carrillo Pérez, su cuñado Antonio Vera Anguita, al hermano de este, Aurelio, a su hermano Isidoro, todos ellos fuentealameños. Después se llevó a sus padres Antonio y Pilar. Antonio y Aurelio Vera se llevaron a sus hermanas y a sus padres. Se constituyó una comunidad o hermandad con raíces fuentealameñas en la Comunidad Valenciana, que pese a que ya han fallecido los patriarcas, actualmente puede contar con más de una cincuentena de miembros, si tenemos en cuenta que la forman ya 4 generaciones.
Para
conocer a Antonio, solo tienes que charlar unos momentos con él, pues al
momento se abre, se sincera y te cuenta con el detalle que le permite su
recuerdo, sus vivencias, utilizando para ello ese lenguaje con acento mitad
valenciano, mitad andaluz. Tuvo una infancia llena de dificultades como la de
tantos niños de aquella posguerra fuentealameña, aunque él reconoce, ya con su
experiencia vivida, que él era el número uno de los niños traviesos de aquella época.
Porque se siente fuentealameño por todos los costados, pese a que la emigración
le hizo que se alejase de su Fuente Álamo natal, la distancia no le ha hecho
que caiga en el olvido, y siempre que ha podido y pueda en lo sucesivo, por lo
menos una vez al año le hace una visita, para estar con sus amigos de la
infancia. Ama sus raíces y proclama abiertamente: “como Andalucía nada”, aunque
él tiene muchas amistades en Valencia, y donde llega es bien venido. Su tierra
le gusta mucho, a él le hubiese gustado haberse venido a vivir a Fuente Álamo, pero
ahora ya lo ve imposible con los 4 nietos. Siempre tuvo una ilusión de traer
algún premio de la Lotería de Navidad a Fuente Álamo y cada año venía con un
buen número de décimos de Valencia. La dejaba en el Bar Paco y no cobraba recargo
alguno.
A
diferencia de sus hermanos mayores, y junto con su hermano José, tuvo el
privilegio de nacer en el Balneario de Ardales de Fuente Álamo. Como dice: Yo
soy el auténtico “Bañero”.
La
Familia de los Bañeros como son conocidos en Fuente Álamo, la formaron Antonio
Vega Mesa nacido el 9 octubre 1909 y Pilar Ávila Pérez nacida el 3 de agosto
1911. Ambos remanecían de la aldea llamada Lojilla, muy cerca de núcleo rural,
en concreto en el Cortijo Viejo, perteneciente a Montefrío. Antonio y Pilar se casaron en Lojilla el 29
noviembre 1930 y fruto de su matrimonio
sobrevivieron cinco varones, pues uno o dos varones murieron siendo niños y una
niña también falleció a los pocos meses de nacer. Antonio es el menor de los cinco
hermanos, le anteceden: Isidoro, (nació en 1935, vivía en Las Grajeras, y le
colocó en la misma fábrica de Canals, murió hace unos 12 años), Pedro (nació en
1936, emigró a Premiá de Mar, donde vive actualmente), Antonio (nació en1940, murió
siendo un niño), Rafael (nació en 1941, le colocó en la fábrica en Vich y allí
se jubiló, ya fallecido), José (nació en 1944, de profesión guardia civil, lo
destinaron Benaguacil, cerca de Valencia, falleció hace unos años).
Como
hemos contado en los capítulos dedicados a la emigración, su familia a
principio de los años 70 tuvo que emigrar y salir definitivamente de Fuente
Álamo. Antonio, se fue a Vich (Barcelona) en 1971 a través de una recomendación
de un vecino de su suegro que estaba allí establecido. Después se llevó a su
hermano Rafael a Barcelona y a su hermano Isidoro a Valencia. Como sus padres
eran ya mayores, al poco tiempo se fueron con ellos. Pedro emigró a Premiá de Mar y José
se incorporó también por aquellos tiempos al cuerpo de la Guardia Civil, así
que desapareció la familia de Fuente Álamo al completo, después de tres décadas
de su llegada.
Sus
padres y tres de sus hermanos llegaron a Fuente Álamo en los primeros años de
los cuarenta, en concreto al Cortijo del Baño para trabajar las tierras de D. José
María y Francisco de Córdoba, siendo recomendados a través de su abuela materna
por José Carrillo “Terreras”. Su hermano José y él nacieron en el Baño, al
igual que otra hermana llamada Antonia que murió con pocos meses, menor que él,
con lo quedó frustrado el intento de sus padres por tener la niña que siempre
buscaron. Era una familia humilde donde las hubiese, todavía recuerdan algunos
del pueblo lo que su padre Antonio respondía cuando le preguntaban sobre la
matanza: “Este año no haré matanza, y el año que viene, si Dios quiere,
tampoco”.
Antonio
nació en Fuente Álamo el 30 de enero de 1947. Como hemos dicho, es el más
pequeño de los hermanos. Sus recuerdos de su paso por El Baño, son vagos, pues se fueron del balneario, ya sin
explotación, cuanto él tenía unos 4 años a vivir a Fuente Álamo. Recuerda las
balsas y el característico olor a huevos podridos del agua.
Tiene
buenos recuerdos de su infancia. Recuerda el día de su comunión escasamente, con un
pantaloncillo corto. Sus amigos eran Juan Lagares, Paco Escribano, Flore o Quini
de la Sancha... Se iba con Vicente Aguilera “Pistolo” a cuidar cabras, pues
ellos tenían 4 ó 5 cabras, y como cobraba 10 duros por cuidar cada cabra, ellos
no tenían que pagar, su padre le mandaba con Vicente. También recuerda sus
juegos infantiles como la siete y media,
los registros, canicas, la píngola,
los zancos, ect… Se acuerda de la leche en
polvo y del queso americano que repartían en la Escuela, para los que tenía que
hacer cola.
Estuvo
unos 7 u 8 años en la escuela, siempre con el mismo maestro D. Manuel, en la
época en que vivían en Fuente Álamo. Reconoce abiertamente que no
le gustaba estudiar, de hecho le ataba el maestro con una cuerda de la persiana,
pero cuando se descuidaba el maestro, saltaba por la ventana y se iba a buscar
nidos, por eso dice que él era el número uno, pero en travesuras. Cuando se escapaba,
calculaba la hora en que salían los demás niños de la escuela y él se iba a su
casa y así conseguía que sus padres no le descubrieran, pero como a veces faltaba
3 ó 4 días, el maestro acabó preguntándole a su padre. Finalmente lo pillaron y
su padre “le dio una buena pasada”. En la escuela él siempre era voluntario, no
para salir a la pizarra, sino para regar las macetas de la mujer del maestro,
para llevar una cochina del maestro al verraco, para ir a comprarle tabaco y a
por hierba para los conejos del maestro. Él lo que no quería era estudiar, pero
tampoco tenía miedo a las represalias, simplemente no le gustaba. El maestro le
pegaba con una regla en la cabeza, le salían hasta chimbombos, recibía palos
por todos lados. Reconoce que era “malo”, hasta el punto que un día se le
ocurrió orinarse en los tinteros de los
niños de la escuela para que cuando fueran a escribir aquello no sirviera. Total,
él no los iba a utilizar. También se dedicaba a escribirle notas a las niñas y
alguna travesura más que se le pasaba por la cabeza, pues no tenía que usarla
para estudiar. Apenas aprendió a escribir su nombre, lo que sabe lo aprendió de adulto en la fábrica de encargado.
Como
hemos dicho desde el Cortijo del Baño se vinieron a vivir a Las Escalerillas,
después se fueron al Cortijo de Los Martillos, cuando él tendría 11 o 12 años,
hasta que terminó la mili y se casó. Estuvieron de caseros, labrando las tierras a la 3ª parte de José “El
Huérfano”, que se fue a vivir a Alcalá la Real.
Estando
en Los Martillos, se iba temporadas a trabajar en la recolección de la aceituna
al Coscojar Alto, cuando lo tenía D. Antonio “El Castillero”, antes de incorporarse a la
mili. Entre temporada emigraba a Santander para trabajar en el acondicionamiento
de carreteras. Recuerda a Antonio Jiménez “Añillos”, a Emilio Malagón “El
Tórtolo”, a Sandalito Pérez … y a la reforestación de pinos en Burgos,
trabajando para el Patrimonio Forestal del Estado, allí estuvo con su hermano
Pedro, Manuel Castillo “Manes”, Antonio
Jiménez “Añillos”…
Se
incorporó a filas con 21 años, en el año 1969. Es de la quinta de Francisco
Escribano Moyano, Manuel Aguilera Pérez “Manolín”, José Jiménez León, Toni
Aguilera Cano “de Clavijo”, Ángel Moreno Martos, Isidro de los Isalicos… Estuvo 15 meses entre
el campamento en Viator (Almería), donde
coincidió con Antonio Pérez “El Moreno”, y el destino a infantería en el “Córdoba
10” de Granada donde estaba Ángel Moreno Martos “Perote”, también de la misma
quinta, pero se había ido unos reemplazos antes. Él fue quien le dijo que se
apuntara a la banda de música, llegando a tocar el bombo y la trompeta. Toda la
mili la hizo en la banda.
Se
casó a los 9 días de licenciarse, su mujer era de un cortijo de la Sierra
Vizcantar, encima de Las Parejas. A Antonia la conoció en la Fiesta de las
Chozas, era muy jovencilla, podría tener 12 años, pues aún iba a la escuela de Cuesta Blanca. Estuvieron
nueve años de novios. Se casó en Sileras la Nochebuena de 1970. Vivieron unos
cuantos meses en Cuesta Blanca.
Él quería emigrar a Alemania, y fue al
Castillo de Locubín a apuntarse, pero le dijeron que ya no se apuntaban
matrimonios nuevos, por eso decidió irse a Barcelona. En mayo del 1971,
llegaron a Vich donde vivía un vecino de su suegro, que les acogió hasta que se
colocó. Empezó a trabajar dos semanas con un contratista de obras, pero él quería
colocarse en una fábrica, por lo que pidió faena y al poco tiempo le llamaron de
una fábrica de curtido de pieles, donde estuvo hasta 1973 que se trasladó a
Canals. La empresa se llama “Inpelsa”. Habrá estado trabajando en ella unos 42 años.
Entraron él y su mujer y allí se han jubilado. Llegó a un acuerdo con la
empresa y se jubiló anticipadamente por un problema de artrosis.
Actualmente
vive en Cerdá, donde llegó en 1976. Siempre ha estado interesado por los acontecimientos
diarios y los problemas de dicha localidad. De hecho participó activamente en
la política local en los primeros años de la democracia, representando a sus
vecinos en las instituciones locales por el PSOE. Todavía sigue de cerca los
debates o plenos celebrados en el Ayuntamiento.
Ahora
ya le toca descansar y dedicarse a sus aficiones, pues tiene una huerta con
olivos y verduras, donde se entretiene. Disfrutar de sus dos hijas, una
catalana y otra valenciana, y de sus 4 nietos, es lo que toca ahora.
Siempre
le gustó mucho el baile, y todavía recuerda aquellos bailes en Salón Porruo, Salón
Braguetas y Salón Charraga, y las jóvenes de aquella época como las hijas de
Antonio Ortega “Cojo Rayo”, la Aniquilla, las niñas de Los Florios, pero dice que
a las mujeres de Fuente álamo solo les gustaban los forasteros…