También será posible gracias a todos los que colaboren adquiriendo
un ejemplar del libro que presentamos, y a los que no podrán asistir por
algún motivo, y que ya lo tienen, porque pensamos que teníamos anticipar los
pagos de la restauración de los dos cuadros, y lo distribuimos antes de
esta presentación. Pues como es sabido,
y así se hace constar en la solapa del libro, las donaciones va destinada a la restauración de las obras que representan a
la Virgen de las Mercedes y al Cristo de las Tres Caídas, que se encuentra
en la Iglesia de Fuente Álamo, y como no, agradecer al Departamento de Restauración de la Faculta de Bellas Artes de Granada,
que están trabajando en ello.
El Acto no solo consistirá
es la presentación del libro “Guerra Civil en Fuente Álamo. Batalla de la
Cornicabra”, de Domingo Pérez, que irá seguido de la ponencia de los
historiadores Santiago de Córdoba y Francisco Martín, sino que llevará
acompañado un concierto a cargo de AnaMaría, y será amenizado por Ángel Moreno,
y continuando el domingo, día 6 de con la ruta teatralizada por el Cerro de la
Cornicabra a cargo de la Asociación Divulga Historia Frente Andaluz.
Recordaremos a los
fuentealameños que nos han dejado este año:
José Ramírez Díaz 8/02/2024 88 años
Juan Aguilera Cano
26/05/2024 94 años
Mercedes Ramírez Vera 08/2025 87 años
Antonio Vega Ávila
4/10/2024 78 años
Francisco Pérez González 24/11/2024 90 años
Paquita Ramírez Zuheros
16/01/2025 87años
Antonia Pérez Bolívar 89 años, algunos ya desde el exilio,
y seguro que nos dejaremos algunos.
SANTIAGO
DE CÓRDOBA ORTEGA
Comprometido
sindicalmente, en su primer contacto con Alcalá la Real participó en la huelga
y en el encierro de los trabajadores en Condepols. Posteriormente en la
confección del censo de fosas comunes y de represaliados alcalaínos.
Su última publicación es el “Diccionario
Biográfico del Socialismo Histórico Giennense 1939-1979”. Actualmente está
trabajando en otra publicación “Dictadura y Transición: Historia del PSOE y
de la UGT en Jaén, 1939-1979” que presentará en otoño.
Sin olvidar su lucha para
que desaparezcan los hitos franquistas de Andújar y del Santuario de la Virgen
de la Cabeza.
Interesado en recuperar los restos
mortales de su tío, Francisco Córdoba Martínez, inhumado en la Basílica de
Cuelgamuros, su lucha no cesa desde que supo que sus restos fueron trasladados
desde Lérida, sin el consentimiento de la familia.
PRESENTACIÓN DEL LIBRO
Ahora
en vez de sacar pecho por el libro que he escrito, que eso lo deben valorar los
lectores, me lamento por haber dejado
pasar algunas décadas para recopilar información sobre la que fundamentar mejor
esta publicación y contar con los
testimonios de las personas que la vivieron. De todas formas, pienso que
también hubiese sido más difícil haber tratado el tema con anterioridad, por
los miedos, por aquello de querer olvidar y enterrar cuanto antes el horror
pasado y por las heridas aún sin cicatrizar, que provocaba que algunos no
quisieran hablar del tema. Ahora, después de casi noventa años, es justo y
necesario, aunque sea de forma tardía, recordar y recuperar la memoria
histórica de Fuente Álamo. Recordaremos el paso de la guerra y sus secuelas en
posguerra por Fuente Álamo y en general sus consecuencias, con el sano ánimo de
dignificar, para unos y otros, aquella época pasada tan tristemente, con mucha
penuria y poca gloria. De esta manera recuperar su memoria histórica, que todos
los fuentealameños debemos conocer, de la que debemos aprender, para evitar que
se vuelva a repetir, extrayendo lo poco positivo que hubo.
Pretenderé hacer un estudio
lo más completo posible, aunque nunca taxativo, de las víctimas de la Guerra
Civil que de alguna forma tuvieron relación con Fuente Álamo. Trataré de hacer
un recordatorio y homenaje general a todas las víctimas fuentealameñas causadas
directamente por la cruel guerra o a consecuencia de ella, sin distinción de
bandos, sin buscar responsables, pues solo hubo uno que fue la imposición de
las armas que produjo un gran descontrol que llevó a la injusticia y la
sinrazón, pues no hay razón más poderosa que la misma vida, la integridad
física y moral, y que tanto desprecio sufrió en esta Guerra como en otras
tantas.
Fue
un enfrentamiento muy cruel y fratricida tenemos algunos ejemplos de familias
que combatieron en bandos contrarios. En pequeñas poblaciones como Fuente Álamo
el enfrentamiento dividió a sus vecinos atendiendo más a su capacidad económica
que a unos verdaderos ideales políticos, que también los tuvieron. Si bien las
diferencias sociales se correspondían con a las ideas políticas, en nuestro
caso, se buscó a los encargados de labrar sus tierras, pobres también, pero
tildados de fascistas por el simple hecho de haber colaborado con su dueño.
La
“España partida en dos”, de la que nos habla el historiador Julián Casanova en
su libro sobre la Guerra Civil, en el término municipal de Alcalá la Real se
produjo en sentido amplio y material de la expresión. Fuente Álamo, como núcleo
poblacional y sus cortijos se mantuvo en zona leal durante toda la contienda
hasta la caída de la República con el triunfo de los sublevados. Su territorio
por el este y por el sur estaba prácticamente en la línea del frente de batalla.
Su población formaba parte de la retaguardia, lo que hacía que los bombardeos,
cañoneos cruzados repercutieran en más de una ocasión sobre su población civil
y que el miedo y el solivianto estuviesen latentes durante los tres años que
duró el enfrentamiento y especialmente en marzo de 1938 con la Batalla de la
Cornicabra.
En
Fuente Álamo más que una guerra con víctimas mortales, que hubo algunas, lo que
se produjo realmente fue una guerra de venganzas, alimentada por las
diferencias entre clases que terminó en la gran
revancha final sobre los perdedores: los pobres obreros del campo. La
humillación más grave que produjeron los republicanos sobre los nacionales fue
al inicio de la Guerra al detenerles, despojarles de sus propiedades y el
provocar su huida a otras zonas, teniendo que abandonar sus viviendas y en
algún caso su familia. Era una venganza contra el caciquismo que imperaba en la
aldea, de los pobres contra los algo más ricos, porque a los verdaderos
terratenientes, como hemos dicho, no los tuvieron a su alcance, pues se
refugiaron en sus localidades de origen (Alcalá la Real, Almedinilla o Priego
de Córdoba) y no en sus posesiones fuentealameñas.
Durante
la Segunda República se pusieron las bases de la revolución, que estalló con la
mecha del alzamiento militar. Lo que realmente llevó a los jornaleros
fuentealameños a participar activamente en la revolución, a parte de la lucha
general contra la sublevación militar, fue la precaria situación por la que
estaban pasando, con un pésimo nivel de vida y sometidos al caciquismo
asfixiante y opresor. El hecho de que la división de territorios consecuencia
de la lucha militar les dejase desde el principio en zona republicana y con
disposición absoluta de todas las tierras, tras la obligada huida de los
nacionales, supuso un progreso económico que la ansiada reforma agraria y la
legislación en materia del campo con sus fracasos no les había proporcionado.
Con la colectivización de la tierra pasaron a ser autónomos, dejaron de ser
explotados, llenando sus estómagos con el sobrante de grano y el aceite
incautado que no se llevaron para abastecer las tropas en Alcaudete. Decir que los obreros fuentealameños, al
igual que los otros muchos de las aldeas alcalaínas republicanas, no estaban
interesados o informados o que no eran realmente conscientes de todo lo que
estaba ocurriendo fuera de la aldea a nivel político, social y religioso, es
negar sus ganas de salir de la opresión. Se dieron cuenta de que existe otra
forma mejor de vivir y trabajar sin ser explotados. Creyeron durante unos años
en la reforma agraria y en una verdadera revolución obrera mediante la
colectivización del campo.
Estudiaremos
casos concretos de enjuiciamientos sumarísimos, guardados de los archivos
nacionales, fundamentalmente en el Archivo Histórico Militar de Sevilla, en
donde hemos podido tener contacto directo con expedientes
judiciales instruidos y enjuiciados
por los Tribunales militares, construidos en base de presunciones,
testificales que conocían los hechos de oídas, sin testigos presenciales pero
con ganas de venganza, sin garantías procesales y llenos irregularidades. En
algún caso el simple hecho de ser hermano de un “destacado rojo”, era prueba
suficiente.
Con
los episodios de Guerra Civil veremos diversas pinceladas, en algunos de los
casos desde un punto de vista subjetivo, y un tanto irónico en alguno otro.
Al
final encontraremos un breve recuerdo de
la llamada Transición Democrática, que también se desarrolló de manera
particular, siempre influenciada por esta etapa de República y Guerra.
Completaremos
la historia con los alcaldes pedáneos que ejercieron durante estos periodos de
tiempo.
Los
testimonios orales que pudieran estar cargados de subjetivismo han sido
completados fundamentalmente con el estudio de los expedientes judiciales
abiertos consultados en los Archivos nacionales, Padrones municipales y otros documentos.
El
hecho de que en algunos de los casos, aparezcan identificadas las personas con
sus nombres y apellidos, se hace con la sana intención de que al tratarse de
una publicación tan localista, el lector pueda integrarse en el conocimiento
directo de la historia y participe de una forma objetiva. Nunca existirá en
esta publicación el ánimo de dejar a ningún fuentealameño de un bando u otro en mal situación. Fue una
historia mala para unos y otros, y que con esta publicación intentaré cerrar y
curar definitivamente las heridas. Quien pretenda ver otra cosa está leyendo
otra historia. Mi opinión queda reflejada y en alguno de los casos tomando
partida, pero no deja de ser una opinión. La actuación de cada uno ya ha
sido juzgada por la memoria histórica y que debemos mantener fresca para no repetir.
He leído con atención la publicación que hace Domingo Pérez en este blog de Fuente Álamo (Alcalá la Real), que lleva como subtítulo: “Blog para la reconstrucción de la Historia de una aldea olvidada”. Es una publicación que está llena de humanidad al hacer comprensible sentimientos e ideologías encontradas en el campo de batalla, en la línea marcada por el Cerro de los Cierzos-Albarizas, Cerro de la Cornicabra, Meseta de la Cornicabra y el Vértice del Ayozo, posiciones republicanas, aunque las dos últimas fueron tomadas el 28 de marzo de 1938 por el Ejército sublevado de Franco.
ResponderEliminarPosiblemente la aldea de Fuente Álamo esté tan olvidada como deshabitada, pero no sin historia. Gracias a Domingo Pérez, autor de los libros: “GUERRA CIVIL EN FUENTE ÁLAMO. BATALLA DE LA CORNICANBRA” (2024), de “PATRIMONIO CULTURAL MATERIAL DE FUENTE ÁLMO” (2019), y de “BAÑOS DE ARDALES DE FUENTE ÁLAMO (2016), su aldea tiene, además de historia que se guarda en las casas de sus vecinos y en bibliotecas públicas, una intrahistoria universal a través de Internet, como es este blog, que comenzó su singladura el 26 de diciembre de 2011.
Desde 2011 han pasado trece años y se han publicado 277 artículos sobre la vida diaria de los fuentealameños: trabajo, cosechas, costumbres, fiestas, emigración…, y también ausencias como las que Domingo informa en esta publicación: José Ramírez Díaz, Juan Aguilera Cano, Mercedes Ramírez Vera, Antonio Vega Ávila, Francisco Pérez González, Paquita Ramírez Sueros y Antonia Pérez Bolívar…Es la intrahistoria de la que hablaba Miguel de Unamuno, aquella que la prensa escrita, la radio o la televisión no hablan, porque “…nada dicen de la vida silenciosa de los millones de hombres sin historia que todas las horas del día y en todos los países del globo se levantan a una orden del sol y van a sus campos a proseguir la oscura y silenciosa labor cotidiana y eterna…, esa vida intrahistórica, silenciosa y continua, es la substancia del progreso, la verdadera tradición, la tradición eterna, no la tradición mentira que se suele ir a buscar al pasado enterrado en libros y papeles, y monumentos y piedras” (Miguel de Unamuno: “En torno al casticismo”. Espasa Calpe, Madrid, 1991. P 49-50).
Doy las gracias a Domingo Pérez por su generosidad conmigo en esta publicación.
Querido amigo, Santiago, cuando escribes, comentas, puntualizas, aportas material histórico o bibliográfico, citas a grandes pensadores… no sabes cuánto estás ayudando a reconstruir la historia de Fuente Álamo. Muchas veces pienso que sin tu contribución cada una de mis publicaciones se quedaría un tanto incompleta y espero casi ansiado tu comentario para sentirme más tranquilo. Sé que a cada una de tus reflexiones dedicas no solo tiempo, sino que pones tanto sentimiento como si Fuente Álamo te fuese tan cercano, o como si tus raíces hubiesen estando allí alguna vez. Si Andújar no te hace alguna vez hijo predilecto, será por culpa del dicho de que nadie es profeta en su tierra, porque motivos no faltan, y en este caso Fuente Álamo al menos debería hacerte hijo adoptivo o darte la vecindad aunque sea moral o imaginaria como la ínsula prometida a Sancho. Perdona si he sido un poco irónico o hecho una comparativa quijotesca, pero la Barataria fuentealameña es muy difícil de conquistar, y bien lo sabes. Un abrazo.
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