lunes, 14 de julio de 2025

DON JOAQUÍN MARÍA SUÁREZ. PROMOTOR DE LOS BAÑOS DE FUENTE ÁLAMO. “EL CURA DEL PUENTE SUÁREZ ”

 


D. Joaquín María Suárez Ponce nació en Puebla de Guzmán[1], en el Condado de Niebla de la provincia de Huelva (perteneciente por entonces al Arzobispado de Sevilla). Era uno de los tres hijos legítimos de D. Juan Bautista Suárez  y de Dª María Ponce.  Sus hermanos eran el abogado D. Diego  Suárez, vecino  de Sevilla y D. Miguel Suárez, vecino de Cumbres Mayores (Huelva), militar de profesión.

Sin que tengamos constancia exacta de su establecimiento en Alcalá la Real, hemos podido consultar algunos documentos que nos hacen pensar sobre el momento de su traslado desde el Arzobispado de Sevilla[2] a la Abadía de Alcalá la Real. Seguramente, en base a dicho traslado, concede poderes a sus dos hermanos para que le gestionen sus negocios en Sevilla. Entre ellos están los otorgados ante el escribano D. José de Solá Hernández el 14 de octubre de 1815 y el 2 de diciembre de 1816. Dichos documentos son firmados en el cuarto habitación que ocupaba en el Palacio Abacial como presbiterio, siendo por entonces Secretario de Cámara y Gobierno del Ilustrísimo Sr. Obispo Abad de la Real Abadía de Alcalá la Real. En el primero concede poderes a sus hermanos D. Diego Suárez, vecino de Sevilla y a D. Miguel Suárez, para que recauden, perciban y cobren las cantidades que por varios sujetos morosos le son debidas.  El segundo de ellos compareció y dijo que es apoderado de D. Juan del Valle, vecino de la Villa y Corte de Madrid, en virtud del que le tiene conferido para percibir y cobrar los maravedíes correspondientes a la Prestanza de Monte Agudo que D. Juan del Valle goza en el Arzobispado de Sevilla (en San Lúcar de Barrameda), de la Tesorería del Iltmo. Cabildo de dicha ciudad o cualquier otro fondo de donde deba salir. Pudiendo el otorgante por su ausencia de la referida ciudad de Sevilla practicar las correspondientes gestiones relativas a dichas cobranzas para que haya persona que a su nombre lo pueda hacer, y en uso de las facultades le confiere el poder que tiene de D. Juan del Valle para poderlo sustituir en la persona que por bien tenga. Por lo que con este documento otorga  poder a su hermano Diego Suarez, vecino de Sevilla, para que a nombre del otorgante y su propia persona y acción, se pueda presentar en la Tesorería del Ilmo. Cabildo y donde corresponda y recaude, perciba y cobre los intereses que sean pertenecientes.


Según la Guía del Estado Eclesiástico Seglar y Regular de las Españas para el año 1822, los  cargos de la Ilustre Abadía de Alcalá la Real, se componían de un cabildo de 26 individuos y competente número de otros ministros. La Abadía comprendía 12 pilas bautismales, y en las 5 principales parroquias se hallan erigidos 12 beneficios, cada uno servido por 2 tenientes. Dr. Don Joaquín María Suárez era presbítero, beneficiado propio de dicha Santa Iglesia; siendo por entonces presbítero provisor y vicario general el Licenciado D. Ildefonso Cejalvo y Pineda, cargo que ocuparía posteriormente D. Joaquín.

Dentro del cargo de Principales Familiares de S.S.I. y como Secretario de Cámara y Gobierno tenemos, como dijimos, a Dr. Don Joaquín. Además de ser Visitador General por S.S.I. en el Juzgado y Rentas decimales, era uno de los jueces por las vicarías de Priego y Carcabuey. También formaba parte de los Sres. Jueces de Cruzada.

Como Beneficiado Propio poseía el derecho a disfrutar del beneficio y obligación de ejercerlo. Será durante los años 20 del S. XIX cuando D. Joaquín adquiera un gran patrimonio, sobretodo en fincas rústicas, molino de harina y de aceite; llegando a ocupar altos cargos eclesiásticos como Presbítero del Consejo de S.M., Beneficiado propio de la Santa Iglesia de Alcalá la Real, Provisor y Vicario principal de esta Real Abadía, SS de esta ciudad, tal y como se describe en su propio testamento de 1833. Cargo en el que se mantuvo tras el nombramiento de  Don Antonio Sánchez Mata en enero de 1827 como nuevo Prelado en la Abadía de Alcalá la Real, pese a que no era del agrado de los gobernantes municipales del Ayuntamiento de Alcalá la Real por sus ideas carlistas, siendo  considerados por Guardia Castellano[3] como un personaje siniestro y protegido por el Sr. Obispo-Abad durante el periodo de 1823 a 1835 pues “había procurado manejar todos los negocios públicos y colocar en cuantos destinos había en la Ciudad y su Abadía a sus parciales y amigos persiguiendo a cuantos no sucumbían a sus ideas”

A su fallecimiento, tal y como consta también en su testamento, acumuló gran patrimonio; así se habla de un molino harinero en el Salado con la casa cortijo, unida a él las tierra de la Mesa y las tres hazas que llaman de Zaballos, Cervera y Trujillo, a quienes las compró y tienen riego en el expresado sitio del Salado, lindan con el arroyo y Cortijo del Salado, también de su propiedad; “Cortijos de la Almedinilla y del Molino de Aceite”,  “Cortijo de Zalamea”, “Molino aceitero que posee en Zamoranos”,  “Cortijo y olivar de la Almedinilla”


    Todas estas propiedades las fue adquiriendo en cuestión de un lustro. Así, una de las primeras adquisiciones en el término de Alcalá la Real, de las  que tenemos constancia, la realiza el 2 de enero de 1821  a  D. Antonio María Rivilla, a quien  compra  un cortijo con su casa de teja, pajar, tinado, tierra y monte con la cabida de 150 fanegas: - 127 fanegas  bajo una cuerda que linda  por un lado con el Arroyo del Salado, que divide el término  de esta ciudad y el de la villa de Priego; por otro lado con tierras del Cortijo de la Cuesta y por otro, con  tierra de la Capellanía que disfruta el mismo;  - La haza de las 18 fanegas en otro sitio de la Rábita que linda con tierras del Cortijo de Fresnera, con olivar de D. Juan Antonio González;  y - 5 fanegas del Solvito, que linda con tierra de dicho Cortijo del Salado, con las Obras Pías y con las de D. Manuel Tejeiro.  El 6 de mayo de 1821 compra  la Capellanía que fundó  en la Santa Iglesia D. Fernando García de Toledo, compuesta por 26 fanegas de tierra al sitio de Fuente del Álamo, que se encontraba en decadencia por falta de labores, y con el fin de labrar en dicha tierras  por el precio de 2.080 reales. El 14 de agosto de 1821  compra a Dª Josefa Dolores Serrano y D. Antonio Trujillo  una haza de 3 fanegas y 9 celemines en el sitio del Salado,  que linda por lo alto con tierras del Marqués de Cadimbo y tierras del cortijo del comprador, por lo hondo con el Arroyo y por los lados con tierra de Antonio Cavallos y Cristóbal Cervera  por precio y cuantía de 1.150 reales. El 30 de diciembre de 1822 compra  las tierras que fueron de Juan José Nieto de cabida de  9 fanegas y 4 celemines de tierra e al sitio del Salado y Cruz, lindan con tierras de capellanía de él, tierras del Marqués de Cadimbo y camino que divide el término y la Villa de Priego y que pasa el mismo camino por medio de las tierras, por 1.300 reales.

El 7 de marzo  de 1825 compra un molino de dos paradas[4] en el Saladillo, término jurisdiccional de Alcalá la Real, linda el camino que se dirige a esta y libre de toda pensión a Dª Ana de la Cruz Pacostales y D. Miguel Navarro Díaz su marido, y a  Dª María Manuela Navarro y D. Miguel Ortiz Ruiz Carbonero su marido, recibidas por herencia de  de su padre y abuelo D. Vicente Antonio de la Cruz Pacostales. Otorgaron poder a D. Enrique Navarro Díaz escribano numerario de Priego para que pasase a la ciudad de Alcalá la Real, ajustase y conviniese  con  D. Joaquín, el dicho molino en la cantidad que más pudiese conseguir según su actual estado de estimación y justo precio. Linda con tierra del Marqués del Cadimbo, Arroyo de dicho sitio y Tierra del Convento de Religiosas de Nuestra Sra. de la Encarnación, en precio de 8.000 reales.

El referido cortijo aparece recogido en el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Volumen VIII, Edición de 1830,  escrito por Pascual Madoz, en su  página 223,  describe a Fuente Álamo ó Fuente del Álamo como:

“Aldea. con ale. ped. en la provincia de Jaén. Es uno de los 12 partidos de campo en que se halla dividido el término de la ciudad de Alcalá la Real (V.), y por tanto corresponde á su partido judicial y abadía, distando de ella una legua larga al Oeste. En su término se encuentran otras 29 casas, entre las cuales son las más principales las siguientes el cortijo Loma de Zalamea, Suárez, el Palio, Casa-sola, Coscojar Alto y Bajo, Cornicabra, Gallardo, Valenzuela, Fuente de la Encina Alta y Baja, Clavijo, La Cuesta y Árdales;

En base a todas estas propiedades, incluido el Cortijo de Zalamea y teniendo en cuenta la zona donde se encontraban, aún existen referencias locativas como el llamado Puente Suarez o antiguo Cortijo Suárez y entre los lugareños se sigue hablando de las tierras del Cura. Todas ellas situadas en el actual límite de las provincias de Jaén y Córdoba, separadas por el Arroyo del Saladillo.

Posteriormente, hemos analizado varios documentos que nos sirven para conocer  otros negocios de D. Joaquín.  Así, el 26 de septiembre de 1829, otorga poder especial a su hermano D. Diego Suárez, para que le administrarse en la ciudad de Sevilla y otros pueblos inmediatos varios bienes, créditos y otras deudas que le corresponden, con el fin de que haya persona que pueda correr con el manejo y cuidado de dichos bienes, administrándolos, tomar cuenta de los arrendadores, percibir cantidades, etc.…  lo que nos indica que por Sevilla también poseía bastantes bienes.

También era un gran prestamista o avalista, así el  7 de octubre de 1831, otorga fianza a favor de D. Joaquín Portero vecino de Granada en la cantidad de 35.000 reales para comprar una plaza de escribano de número, para lo cual Joaquín hipoteca el cortijo llamado del Salado con dos casas, tinados y pajares, 156 fanegas  de tierra de labor y además 30 aranzadas de viña y 2.250 olivos, cuya posesión se hallaba situada en el partido de Fuente Álamo y lindaba por el poniente con el arroyo llamado del Salado, por mediodía y poniente tierras del Cortijo llamado de Zalamea de su propiedad también y por el levante tierras del Convento de Religiosas de Nuestra Sra. de la Encarnación  y tierras de Joaquín Tejeiro vecino de la villa de Cabra. Se pagaba anualmente 72 reales a la Casa de Niños Desamparados  y una pensión de cinco fanegas de trigo todos los años a dicha Casa.

Pero será a través de su testamento otorgado el 3 de enero de 1833, entendido como la prolongación de su obra y vida, como conoceremos mejor a D. Joaquín Suárez. En dicho documento público manda que se diga por su alma nada más y nada menos que mil misas rezadas, dando limosna en cada una de 4 reales. A las Obras Pías del Santísimo Sacramento Casa Santa de Jerusalén y Redención de Cautivos, 24 reales a cada una por una sola vez. Que se diga la misa de San Vicente,  otra misa al patriarca bendito Sr. San José, que se dé al cura o Hermano Mayor del Santo Cristo de Paño, otra misa en  Ntra. Sra. de las Angustias, en su iglesia y altar, de esta ciudad.

     Instituye, nombra  y señala por su legítimo, único y universal heredero a su padre D. Juan Bautista Suárez, para que pueda disponer de sus bienes mientras viva a su voluntad del modo que tenga por conveniente como suyos propios; y por su fallecimiento quería y era su voluntad que los hereden sus dos hermanos  D. Miguel y D. Diego Suárez.  Mejora a Miguel en el tercio de todos ellos y al D. Diego lo mejora con todos los hábitos de afeitar de plata y la escribanía del mismo metal. Todo lo demás lo dividen entre sí por iguales partes, así como la plata; suplicando además que le encomienden a Dios.

Pero lo más relevante del testamento es lo dejado por la vía de legado. Da en posesión de usufructo a las hermanas Salvadora y a Juana Armenteros, sus criadas, si al tiempo de su fallecimiento permaneciesen en su servicio, el molino harinero del Salado con la Casa Cortijo unida a las tierra de la Mesa y las tres hazas que llaman de Zaballos, Cervera y Trujillo a quienes las compró, y disfruten de por vida sus rentas y productos en los términos que tengan por convenientes, sin que puedan disponer de otra finalidades de ningún modo; esto es que no puedan enajenarlas, cambiarlas ni gravarlas, y por su fallecimiento pasen a los herederos de D. Joaquín. Este legado vendrá con la condición de que ambas han de permanecer siempre en el estado en que se encuentran, la Salvadora de viuda y la Juana de soltera, pues si alguna mudase de estado o falleciese,  pasarán en los mismos términos a la que sobreviva y por fallecimiento de la última pasarán dichas fincas a los herederos del Sr. Suarez; y si las dos cambiasen de estado, se entenderá como si hubiesen fallecido y han de cesar la obligación mientras vivan y disfruten esposadas. De mantenerlas en el ser y estado que las mismas sin que por su culpa se les cause deterioro. A parte de estas rentas, les deja numerosos utensilios, granos, aceite, vinagre, animales y dinero en metálico.

Hace otros  legados menores  a D. Florencio Quintero, su paje, de  3.300 reales que por sus herederos se le darán de sus bienes por una vez, para que los inviertan en tomar el estado que le acomode. También le deja un catre, dos colchones con henchimientos de lana, almohadas, fundas, dos sillas de las que tiene en su cuarto, un sillón de anea, un baúl y toda la ropa de su uso, un cubierto de plata, un chico con rabo de huesos, dos vasos grandes y dos chicos de cristal de los comunes, una copita de cristal, una porcelana para lavarse, una escupidera y un servicio, seis gallinas, un gallo, dos fanegas de escaña, seis fanegas de trigo, dos arrobas de aceite en su orza y una de vinagre, una hoja de tocino completa, dos libras de manteca, una docena de chorizo y media fanega de garbanzos, más cuatro breviarios comunes, las láminas de la Virgen Santísima, de Santa Rita y otros dos pequeñitas que hay en el dormitorio de D. Joaquín, entendiéndose lo legado y mandado si se hallase en mi servicio al tiempo de su fallecimiento.

A Antonio García, su criado, lega 640 reales y, además, 4 fanegas de trigo y 4 de cebada. A  Manuel Armenteros con la misma condición de estar a su servicio, 170 reales para que los invierta en lo que le acomode, y en los mismos términos a su hijo Francisco Armenteros,  170 reales. A Juan García y a Josefa de Mesa que están de caseros en su cortijo, 40 reales a cada uno. Igual a Antonio de Vera y a Manuela Aguilera su mujer, fuentealameños que viven en su Cortijo de Zalamea, 81 fanegas de trigo a cada uno. A Juan Tirado, guarda en su cortijo y olivar de la Almedinilla, 40 reales y media fanega de trigo. A los fuentealmeños  Antonio Ariza y a María de Mesa su mujer, se les den 15 reales y media fanega de trigo a cada uno, aún cuando no estén a su servicio.

    A su muerte, sería su hermano Diego quien gestionara su patrimonio, y en  24 de septiembre de 1844 compareció Cristóbal Malagón, vecino de Almedinilla, y Julián Ramírez, también de Almedinilla, como fiador; recibiendo en renta y arrendamiento del Doctor D. Diego Suárez, vecino de ciudad de Sevilla y a su nombre de Manuel de Córdoba, su administrador apoderado, un molino con dos paradas, una blanca y otra “bara” llamado del Saladillo, situado en el camino de la expresada Villa y término de esta población, por tiempo y espacio de dos años, pagando de renta fija 13 fanegas de trigo bueno, limpio y de recibo y de adehalas un caíz de yeso  y 3 gallinas ponedoras. Julián Ramírez hipoteca una haza que posee en la Ortichuela, lindando con otras de José y Felipe Ramírez.

….


                En relación con el Balneario de Ardales de Fuente Álamo, en el  Libro de Acta del AMAR de 29 de diciembre de 1824, se recoge que previa solicitud, se le concedió por el Ayuntamiento de Alcalá la Real al Provisor y Vicario General de la Abadía de Alcalá la Real D. Joaquín María Suárez, la propiedad de las Aguas de Ardales, además del terreno para construir unos baños y casas con la condición de hacer habitaciones para seis pobres que se curen de balde.

Las aguas se usaban en bebida por los naturales del lugar, hasta que en 1827 comenzó a beneficiarlas y explotarlas D. Joaquín Suárez, construyendo los baños. Sería su hermano D. Diego Suárez, como apoderado, quien levantó el edificio en el año 1831 y a quien pertenecían como apoderado las aguas, baños y hospedería. Por lo cual el establecimiento o casa-hospedería para los bañistas fue construido y acondicionado este año de 1831.



Con estos documentos públicos analizados y los escasos datos encontrados en los Tratados Generales de aguas minerales de España, hemos podido documentar como primer propietario a Don Joaquín  María Suárez Ponce. Su hermano Don Diego Suárez, abogado residente en Sevilla, sería quien en 1831 levantó el edificio primitivo. Don Miguel Suárez, oficial del Regimiento de Caballería Dragones Villaviciosa, también hermano y vecino de Cumbres Mayores, aparece como propietario en 1846, recibidos por su herencia, pues serían sus hijos quienes transmitirán la propiedad a la familia De Córdoba. Tenía como administrador a Don Manuel de Córdoba y Torres, residente en Alcalá la Real, pero vinculado con Sevilla como administrador de posesiones y maritalmente. Esta relación entre los Suárez y los De Córdoba produjo el traspaso de la propiedad de una familia a otra; así hemos encontrado en una escritura pública donde se hace referencia a que Manuel compró a la familia de los Suárez las tierras de Baños de Ardales el 19 de julio de 1852.  La venta, previa subasta pública con cesión de remate por parte de Rafael Escribano, se hizo por un total 34.000 reales de los que en el acto  se entregan 17.000 reales y  los otros 17.000 reales en dos plazos: el primero de 10.000 reales a finales de septiembre de ese año y el segundo de 7.000 reales en junio de 1853, o lo que es lo mismo con hipoteca constituida en garantía de las 4.250 pesetas, (17.000 reales) y de las que debían satisfacerse 2.500 pesetas finales de septiembre de ese año y el resto en junio de 1853, tal y como figura como hemos dicho en escrituras posteriores. Los vendedores fueron los hermanos Suárez, hijos de Miguel Suárez y Rosa Elena Ventura Barriga, en concreto Félix Suárez Barriga, natural de Cumbres Mayores, en representación de sus hermanos Miguel, Diego, Amparo, Juana y Esperanza. Se recoge en la expresa escritura: “…luego de cómo se constituyó en esta Ciudad y visitó los predios que corresponden a expresados Señores entre ellos una posesión nombrado a los Baños de Ardales, sitio de Fuente Álamo de este término con agua propia y casa de teja con veinte y cuatro habitaciones, determinó sacarlas a subasta pública como medio que podía proporcionar mayores  ventajas, accedió al efecto a este Juzgado oportuno escrito en el que interesaba la admisión de la subasta, la fijación de edictos y el señalamiento de día para el remate….

 La finca estaba grabada con un censo a favor de Propios del Ayuntamiento de Alcalá la Real que fue redimido en 1857.

Con estos datos sabemos que los hijos de D. Miguel Suárez que habían recibido por herencia de éste el Balneario, fueron los últimos propietarios de la familia Suárez antes que la propiedad pasase a la familia De Córdoba.

 Esto ocurrió como hemos dicho el 19 de julio de 1852 cuando compareció D. Feliz Suárez y Barriga, vecino de Cumbres Mayores y residente en esta ciudad y dijo que sus hermanos D. Miguel, D. Diego, Dª Amparo, Dª Juana y Dª Esperanza Suárez poseen por el título de herencia de su Sr. tío D. Joaquín diferente fincas radicados en este y otros términos, la cuales por justa causa determinaron vender y al efecto consideraron a su hermano Feliz, para que en su nombre y como interesados practicara las gestiones oportunas. Aceptado el expresado encargo y deseando obtener en la proyectada enajenación los mejores vendedores, se constituyó en esta Ciudad y visitó los predios que corresponden a expresados Sres., entre ellos una porción nombrada los Baños de Ardales, sitio de la Fuente del Álamo, con agua propia y casa de teja con veinte y cuatro habitaciones. Determinó entonces sacarlas a subasta pública como medio que podía proporcionar mayores ventajas; acudió al efecto a este Juzgado con el oportuno escrito en el que interesaba la admisión de la subasta, la fijación de edictos y el señalamiento de día para el remate. Accedido a ello, tuvo efecto dicho remate en el día 16 de junio anterior a favor de D. Rafael Escribano de esta vecindad, quien fue el mejor postor de los expresados Baños en 36.500 reales y con las cualidades de poder ceder y de que de dicha suma se dedujera los gravámenes que afectasen a las fincas. Los seis hermanos le facultaron para que formalizase la oportuna escritura de venta mediante poder otorgado en Cumbres Mayores el 4 de julio de 1852, los hermanos y los maridos de las hermanas D. Hermengildo Espinosa de los Monteros, marido de Dª Esperanza, y también compareció el Licenciado D. Narciso Suarez en la ciudad de Sevilla. Poder para vender  o permutar todas la fincas rusticas, urbanas, censos y diezmos que les pertenecen y puedan corresponderles como adjudicatarios a su difunto padre en las particiones del caudal quedado por el fallecimiento del presbítero D. Joaquín María Suarez, provisor que fue de la Abadía de Alcalá la Real, cuyos bienes radican en esta ciudad y en las villas de Priego, Zamoranos, la Almedinilla, Fuente Álamo, Fuente Tójar y otras.

Por lo que, D. Feliz Suarez por sí mismo y en nombre de sus hermanos otorgó tanto en su propio nombre como en nombre de sus hermanos y vendió y dio en venta real y enajenación perpetua  a D. Manuel de Córdoba vecino de esta ciudad, a quien Rafael Escribano había cedido el remate a la que corresponde un canon de 7 reales a favor del Caudal de Propios que el comprador satisfacerá desde ese día en adelante y por la cantidad y plazos antes dichos.

 


Documentación y Bibliografía:

- https://www.familysearch.org/search/catalog

-Escritura pública de poderes otorgados ante escribano  D. José de Solá y Hernández el 14 de octubre de 1815 y el 2 de diciembre de 1816.

-Guía del Estado Eclesiástico Seglar y Regular de las Españas para el año 1822.

-Escritura pública otorgada ante el escribano D.  Felipe José Núñez y Ortega el 2 de enero de 1821. 

-Escrituras públicas otorgadas ante el escribano D.  Domingo Antonio Sáenz de Tejada el  6 de mayo de 1821, 14 de agosto de 1821  y 30 de diciembre de 1822.

-Libro de Acta del AMAR de 29 de diciembre de 1824.

-Escritura pública otorgada ante el escribano D. José de Solá y Hernández de 7 de marzo  de 1825.

-Escrituras públicas otorgadas ante el escribano D. José García Ibáñez de 26 de septiembre de 1829 y  7 de octubre de 1831

-Escritura testamentaria ante el escribano D. José García Ibáñez de 3 de enero de 1833

-Escritura pública de 19 de julio de 1852 ante el escribano D. José Antonio Núñez.

-“Baños de Ardales de Fuente Álamo”  Domingo Pérez Pérez. 2016

-Otra escritura pública de 24 de septiembre de 1844

-“Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar”, Volumen VIII, Edición de 1830,   Pascual Madoz

- “Notas para la Historia de Alcalá la Real” Antonio Guardia Castellano. 1913. En las páginas 253-258



[1] Hemos realizado gestiones en el pueblo natal del protagonista de esta historia para conseguir su acta de nacimiento pero no ha sido posible obtenerla a día de esta publicación. Así mismo hemos tenido algunas limitaciones de tiempo en cuanto al acceso de archivos eclesiásticos que nos hubiese situado más concretamente en el espacio y tiempo. Por ello este trabajo siempre estará abierto a ser ampliado.

[2] Pleito para que se restablezca en Xerez la antigua Silla Asidonense entre Cabildo de  Jerez y la iglesia colegial  y Ayuntamiento de Jerez contra  y Arzobispado de Sevilla cabildo de la iglesia metropolitana y Ayuntamiento de Sevilla de 1783, aparece como testigo Joaquín Suarez, presbítero de 66 años, aunque no está contrastado que se trate de la misma persona.   

 [3] En cuanto las ideas políticas de Don Joaquín Suárez quedan claras leyendo a Antonio Guardia Castellano en “Notas para la Historia de Alcalá la Real” 1913. En las páginas 253-258 dedicadas al Iltmo. Sr. Don Fray Antonio Sánchez Mata, nombrado en enero de 1827 como nuevo Prelado en la Abadía de Alcalá la Real, intenta justificar el arresto del referido Prelado en agosto de 1835 por la Suprema Junta Revolucionaria de Málaga y trasladado temporalmente a Melilla por las supuestas quejas entorno a las actuaciones políticas y morales del Sr. Suárez. Guardia Castellano piensa que el nombramiento como Provisor que este Prelado hizo recaer en el presbítero Don Joaquín Suárez considerado como “carlista furibundo”, se hizo sin atender las indicaciones del Ayuntamiento, que incluso en acuerdo de 19 de enero de 1833 se le pidió que lo removiera del empleo, sin que se hiciese caso, y ello pudo crear rencores. Construye un relato entorno a la figura de D. Joaquín Suárez, como el mismo reconoce, en base a indicios, para lo cual utiliza expresiones como “parece ser” que el referido provisor era un agente activo de la causa del Pretendiente y su casa  era un foco de conspiración carlista. Sin embargo esos indicios los documenta en base a los acuerdos municipales de 7 de mayo de 1833 y 3 de noviembre de 1835 en los que queda acreditado que el Sr. Suárez profesa a los Señores Regidores una enemistad manifiesta y se le acusa de hacer propaganda electoral y política seduciendo a sencillos e ignorantes labradores para el triunfo del rey carlista. Más concretamente en la sesión municipal de 25 de enero de 1837 se dice: “ que Don Joaquín María Suárez, auxiliado de sus parciales, a la vuelta del régimen absolutista, y en los primeros días del mes de julio de 1823, arrancó tumultuosamente y con la mayor ignominia la lápida de la Constitución, signo de nuestro sistema, y arrastrándola con una cuerda, fue conducida hasta sus últimos fragmentos a un calabozo de la cárcel pública, de cuya cuerda tiraban algunos capellanes que después se dedicaron a insultar y perseguir a los desgraciados patriotas y de las disueltas Milicias Naciones, etc.”  También nos dice Guardia Castellano, que la opinión señala con el dedo, “aunque sin pruebas”, al Cura Suárez de dos hechos delictivos, uno, ocurrido el 11 de enero de 1822 en que apareció el retrato de Fernando VII destrozado a golpe de espada o bayoneta y el otro el 1 de julio de 1822 que aparece la lápida de la Constitución embarrada con humano estiércol, roto el marco y con un letrero que decía “Viva el Rey y la Religión y muera el que quiere Constitución: Rey queremos”.

Guardia Castellano considera a Suárez como un personaje siniestro y protegido por el Sr. Obispo-Abad durante el periodo de 1823 a 1835 pues “había procurado manejar todos los negocios públicos y colocar en cuantos destinos había en la Ciudad y su Abadía a sus parciales y amigos persiguiendo a cuantos no sucumbían a sus ideas” y que “en los primeros albores de la libertad se había fugado de la Ciudad, para eludir la orden de prisión y captura que no había podido elevarse porque se le había avisado. Todo ello alcanzando a la venerable figura del Obispo-Abad, por lo que alguien pudiera acusarle con razón o sin razón, de favorecer la causa del Pretendiente, contribuyendo con las rentas de la Abadía al sostenimiento de la guerra civil en las provincias del Norte. Sin embargo Guardia Castellano indica que no ha podido hallar un dato concreto que venga a afirmar su hipótesis y el hecho de que Obispo-Abad  D. Antonio Sánchez Mata fuera detenido en agosto de 1835.

[4]Las presas o azudas de estos molinos eran conocidas como “paradas, en relación a la retención de aguas justo antes del molino.

 

    SIEMPRE NOS HEMOS PREGUNTADO DÓNDE ESTARÁ LA COLUMNA AL PARECER DE ORIGEN ROMANA QUE SOSTENÍA EL BALNEARIO PROPIAMENTE DICHO. 

martes, 1 de julio de 2025

EL SUPLEMENTO DOMINICAL “LA SEMANA” DE DIARIO JAÉN HABLA DE FUENTE ÁLAMO

 


El artículo del historiador y colaborador  Santiago de Córdoba Ortega publicado en el Suplemento dominical “La Semana” del  Diario Jaén el pasado 15 de junio,  me he dejado sorprendido por la presentación y maquetación tanto del texto como de las imágenes seleccionadas. 



Una página completa, con lo difícil que es publicar cualquier línea en prensa escrita. Aunque aquí os presento la versión digital.





En cuanto al contenido de la colaboración poco puedo decir o nada, está también expresado que si digo algo puedo estropearlo, sólo que todas las letras e imágenes impresas en el mismo son muy acertadas y no porque sean halagos a Fuente Álamo y a mí como divulgador de su historia, sino porque dicen la pura verdad y la expresan de esa manera tan especial que le  sale a Santiago del corazón y del amor que tiene por nuestra aldea.


Este artículo suma un punto más al trabajo que llevamos haciendo para poner a Fuente Álamo en el contexto mundial.


Mis felicitaciones a Santiago, Diario Jaén y a todos los fuentealameños.

martes, 24 de junio de 2025

DESPOBLACIÓN EN FUENTE ÁLAMO Y EN LAS ALDEAS DE ALCALÁ LA REAL. TENDENCIA DEMOGRÁFICA GENERAL (2000–2024).

 


En nuestro perseverante trabajo divulgativo para intentar comprender la despoblación que está sufriendo la aldea de Fuente Álamo, el 1 de mayo de 2020 publicamos en este blog: https://historiadefuentealamo-jaen.blogspot.com/2020/05/despoblacion-de-fuente-alamo-la-espana.html, con esta nueva publicación queremos completarlo analizando los datos demográficos del último lustro (fuente INE) y  el trabajo titulado “Reflexiones sobre Despoblación y Territorio en la Provincia  de Jaén” de José Domingo Sánchez Martínez, jefe del Área de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Jaén. Publicado en el Boletín. Instituto de estudios Giennenses enero-Junio 2025 – Nº 231 – Págs. 475-504 – I.S.S.N.: 0561-3590.

Este estudio nos ha hecho reflexionar y hacernos la pregunta: ¿Cuál será la población de  Fuente Álamo dentro de veinticinco años? Es una interpelación hecha a corto o medio plazo que vamos a intentar responder en base a datos de la evolución de la población en estos últimos veinticinco años, en comparativas con otras aldeas cercanas y teniendo de referencia la ciudad a la que pertenecen, Alcalá la Real. En el referido trabajo se constata que para la población de la provincia de Jaén y, según la proyección del INE en el año 2037, se pronostica una pérdida considerable de población de unos 46.000 habitantes;  para Alcalá la Real la población proyectada para el año 2040 es de 18.990 habitantes con una pérdida 2.620 habitantes desde 2024, que posee 21.610 habitantes[1].

Después propondremos algunas de las claves o posibles soluciones para que no se produzca más pérdida de población en el mundo rural, aunque parece irreversible según las proyecciones del INE. Por consiguiente intentaremos reconducir la desaparición de pequeños núcleos rurales y evitar que se cumplan peores temores, pues dicho autor cuestiona invertir en situaciones irreversibles.

En estos últimos veinticinco años hemos observado una pérdida progresiva de población, pasando de los  258 habitantes que en el año 2000[2] tenía Fuente Álamo a los  140 habitantes del año 2020, sin embargo se ha frenado en el último lustro (2020-2024) y se ha estabilizado en torno a los 150 habitantes. Por lo que a primera vista ya tenemos casi contestada la pregunta inicial, si los parámetros y las actitudes  no cambian y la proyección para Alcalá la Real del INE no abarca la aldea de Fuente Álamo, esta verá estabilizada su población.

Según el autor del mencionado estudio Sr. Sánchez Martínez, no hay duda que la causa principal que está produciendo la despoblación, refiriéndose a la provincia de Jaén, es la existencia de un saldo vegetativo negativo y que esta tendencia se prolongará. En el caso de Fuente Álamo sabido es que hay una casi nula fecundidad (solo han nacido dos niños en el último lustro) y el incremento de la mortalidad de una población cada vez  más longeva (aumenta el número de  personas mayores de 80 años, si bien este año han fallecido Mercedes Ramírez Vera y Francisca Ramírez Zuheros, ambas con 87 años). Pero también hay un saldo algo positivo con la llegada de nuevos vecinos, por lo general personas mayores, que está permitiendo compensar la tasa de mortalidad y de ahí esa estabilización de los últimos años, ayudada por el aumento de la esperanza de vida (actualmente Feliciano Ibáñez ya ha superado el centenario, Mariana Pérez los 93 años, o Luis Aguilera Cano con 90 años al que hay que unir  varias familias de origen anglosajón que rozan también los 90 años)[3].

Tal y como vemos, estamos jugando con micro-datos, por lo que el margen de error es muy corto, pues en una población de 150 habitantes no puede haber cambios significativos y menos aún a corto o medio plazo, pero lo que parece claro es que en el próximo cuarto de siglo no se recuperará la población que se ha ido perdiendo desde principios de siglo XXI (108 habitantes), ni mucho menos que se pretenda.

Llegamos a esta conclusión, en base a que la esperanza de vida hará que se mantengan más tiempo los actuales vecinos y  las defunciones solo se repondrán con la llegada de nuevos vecinos que ocupen sus casas, pero al igual que ha ocurrido hasta ahora, no llegarán en edad fértil o de procrear, pues no ven futuro para sus hijos y el incremento de la natalidad no será posible. Por otra parte, el hecho de que la población cada vez sea más longeva y más envejecida supone la necesidad de utilizar personal para su cuidado, siendo una fuente de contratación de servicios y una forma de atraer nuevos habitantes para cuidar a sus vecinos más ancianos, que en el panorama actual solo lo puede ofrecer temporalmente la población inmigrante, al igual que en época de recolección de la aceituna.

Del mismo modo que el renombrado profesor Sr. Sánchez, nos hacemos la pregunta: ¿es necesario invertir para tratar de paliar situaciones que parecen irreversibles o es mejor centrarse en las que son reconducibles?

Por lo expuesto y, siguiendo una postura neoliberal, parece ser que  no es necesario tomar medidas que incentiven la vida en el mundo rural, ni tomar verdadera conciencia de la llamada España Vaciada, pues ya tenemos la respuesta de que dentro de veinticinco años en Fuente Álamo todo seguirá igual. Por tanto, no hay que hacer nada para paliar la despoblación de las aldeas que parece irreversible, pues todo se está generando automáticamente o de forma natural, como ha ocurrido en este último lustro. Debemos centrarnos en lo que pueda ser reconducible.

Lo más significativo y que también puede ser causa de que no sea necesario tomar medidas, es que la ciudad a las que pertenecen las aldeas estudiadas, Alcalá la Real, en el mismo cuatro de siglo no ha variado su número de habitantes. Así, en el año 2000 contaba con 21.599 habitantes y en el año 2024 con 21.610 habitantes, aunque como hemos visto esa no es la proyección. Esto quiere decir que mientras las aldeas han perdido vecinos, el núcleo de la ciudad se mantiene igual, y por tanto no es necesario actuar, ya que la pérdida de habitantes del mundo rural se compensa con el urbano, siguiendo al profesor Sánchez, “que ofrece más  posibilidades, no solo para la formación y el empleo, sino también para el ocio” o cuidados sanitarios.  Esto se refleja en números, pues en el padrón del año 2000 la población conjunta de las aldeas era de 6.282 habitantes y en 2024 ha sido de 4.739 habitantes, por lo que se ha producido una pérdida de 1.543 habitantes aldeanos en 25 años, gran parte de ellos establecidos en la ciudad, que ha conservado la misma población. Los que no se han marchado y están contribuyendo a la estabilización que se está produciendo en las aldeas estudiadas se relacionan más con razones de rentabilidad económica que a razones emocionales, (es más barato vivir en el campo que en la ciudad y sobre todo el tema de la vivienda).


Por tanto los datos muestran una clara regresión poblacional en la mayoría de las aldeas del término de Alcalá la Real en los últimos 25 años. Algunos ejemplos:

·         Fuente Álamo: pasa de 258 habitantes (2000) a 150 (2024), es decir, una pérdida del 41,9%.

·         Hortichuela: de 250 a 148 (−40,8%).

·         La Rábita: de 885 a 685 (−22,6%).

·         Peñas de Majalcorón: de 57 a 22 (−61,4%).

Solo el núcleo urbano de Alcalá la Real ha mantenido estable su población: de 21.599 (2000) a 21.610 (2024), lo que indica que la pérdida de habitantes rurales se ha absorbido en el núcleo urbano, como hemos constatado.

No se trata de revertir la situación y hacer que todos los fuentealameños que se marcharon a la ciudad vuelvan y quitarle habitantes al núcleo urbano a favor de las aldeas, se trata de reconducir o redistribuir el espacio geográfico y atraer nuevos habitantes de otros lugares que se integren, incluida la población inmigrante.

Por lo general,  el abandono de los núcleos rurales es debido a cuestiones de mayor peso:

1º) La progresiva mecanización de las explotaciones agrarias. 

2º) La creciente hegemonía de dos sectores económicos importantes como son el industrial y el sector servicios, con respecto a la agricultura.

 3º) La baja rentabilidad económica del sector primario.

Como decíamos el 1 de mayo de 2020 en la referida  publicación en este blog, las decisiones personales que buscan un bienestar, oportunidades y mejores servicios públicos no pueden serles reprochadas a quienes las buscan, si bien en los últimos tiempos se estaba renunciado al bienestar que daba el mundo rural en favor de la especulación con la vivienda o una revalorización en el mercado inmobiliario, aprovechando el “boom” económico que se vivió  en España (que está volviendo, con la diferencia de que los precios son más desorbitados en la ciudad) y que tuvo  también  un  reflejo  demográfico  en  las  áreas  rurales  despobladas  como Fuente Álamo. La prueba de que fue pura especulación se observa en que, de  las aproximadamente 25 de viviendas vendidas a personas de origen británicos, actualmente solo una decena están ocupadas de forma permanente.

¿Cómo se puede reconducir esto actualmente?

Si bien no se ha actuado contra la despoblación de forma directa o mejor dicho no se ha invertido para tratar de paliar situaciones que parecen irreversibles, tampoco se han adoptado medidas para reconducir la situación. Un ejemplo muy simplista sería,  cuando, ya se habían marchado gran parte de la población fuentealameña por motivos de aislamiento, se construye en 2008 un nuevo trazado de carretera para acercar Fuente Álamo con el centro urbano, posiblemente para que todos los que se habían marchado pudieran venir a cuidar las posesiones que habían dejado. Vista la situación con un poco de humor, al enemigo que huyó se le hizo camino de plata. Lo que paradójicamente produjo la creación de esta necesaria infraestructura fue la salida de población al núcleo principal, pues en el caso de Fuente Álamo lo acercaba a la ciudad y compensaba irse a vivir a ella, aunque cada día se tuviera que venir a labrar sus posesiones. Si se intentara reconducir la situación, estas infraestructuras podría atraer a nuevos vecinos de forma permanente, dada la cercanía, bien con incentivos para zonas desfavorecidas, bonos para la vivienda, bonos para transporte de forma individual, ayudas para la creación de pequeñas explotaciones agroalimentarias, incentivos para el arrendamiento de tierras de labranza, bonos eléctricos o de telefonía … Ya sabemos que esto puede ser insostenible para las arcas públicas, pero para eso se están creando programas por la Unión Europea,  cuyo  reto demográfico es una prioridad política (Parlamento Europeo, 2022) y son muchos los Estados, caso de España, que cuentan ya con estrategias para hacerle frente (DAX Y COPUS, 2022), pero debe ir acompañadas de dotaciones económicas que deben ir directamente a las zonas desfavorecidas (aldeas)  y no al Alcalá la Real como núcleo urbano, que también las necesitaría por su proyección demográfica negativa. Es cuestión de una mejor redistribución y reconducir la situación.

El problema actual de la vivienda puede ser un incentivo para retener o atraer a jóvenes a la aldea. Existe casi una veintena de casas deshabitadas, pues no se entiende que en una España donde la vivienda escasea y es muy cara, existan en las aldeas tantas casas sin ocupar. Podrían las instituciones públicas crear una bolsa de viviendas en alquiler en las aldeas y así producir una importante redistribución espacial de la población.  Según  el profesor Sánchez Martínez “la capacidad para tratar de reconducir las tendencias pasa, necesariamente, por definir un modelo territorial más resiliente y equilibrado, capaz de retener y atraer población joven  formada.”

Estamos de acuerdo que  para trabajos cualificados no se necesita personal en los pequeños núcleos, porque no hay actividad industrial o manufacturas,  pero si es cierto que cada año cuesta más encontrar personal para realizar labores del campo, especialmente en la recogida de aceituna y en general el mantenimiento del olivar tradicional, pequeños trabajos de albañilería, fontanería, electricidad, cuidado de personas mayores… Creo sinceramente que si se incentivara con la residencia en la aldea, podrían establecerse de forma permanente 5 ó 6 familias  que podrían cubrir todas estas necesidades que cada vez son mayores. No importa que provengan de la emigración o no, el caso es mantenerse e integrarse en este mundo rural y sentirse bien, porque lo que no se puede hacer es mantener a toda costa una población que no haya elegido libremente que esa es una opción de vida.

Las necesarias actuaciones del Ayuntamiento de Alcalá la Real en el acondicionamiento de  las infraestructuras, el mantenimiento de un solo día en semana de consulta médica por la Junta de Andalucia, el transporte público solo durante el curso escolar, la discontinua venta ambulante, las intermitentes actividades lúdico-deportivas de la Asociación de Vecinos y del Bar del Centro Social, la falta de hermanos voluntarios para organizar los festejos… solo son actuaciones o actividades que sirven para mantener el arraigo, pero deben ser acompañadas de más actuaciones para reconducir y hacer atractiva la vida en la aldea.  Entre las últimas actuaciones diferentes a las mencionadas, el Ayuntamiento está apostando por la puesta en valor del patrimonio de la Aldea, como es la creación de una zona de ocio y de eventos y rehabilitación de la Torre Medieval, que aparte del empleo que ha generado, es un indicio de que no está muerto el mundo rural, que se piensa en él y  que  seguro que atraerá si no a más vecinos, a visitantes que puedan conocer el paisaje rural vivo, que apostó  por restaurar una torre que estuvo abandonada trece siglos y sin valor patrimonial. Siguen siendo necesarias más actuaciones en la zona arqueológica de la Villa Romana del Ruedo, y ya no decir en la remodelación del antiguo balneario. Se necesita traer cultura y ocio, ya que la inversión en tejido productivo industrial es impensable, pues se ha dejado recientemente que la única Cooperativa Agrícola que existía se trasladara junto con sus vecinos a Alcalá la Real, y lo que es más grave, en el acuerdo de fusión se priorizó que el local se ofreciese en primer lugar  al Ayuntamiento de Alcalá la Real para destinarlo a actividades sociales o lucrativas, como pudiera ser una residencia de mayores, deportivas…, renunciando el Ayuntamiento a ejercer ese derecho. 

También debemos tomar conciencia de todos aquellos que por una u otra circunstancia tuvimos que salir de nuestra aldea, y aportar nuestros conocimientos para poner en valor todo lo que atañe a Fuente Álamo: fomentar desde fuera que en el mundo rural se puede alcanzar un bienestar que quizás en su día no lo tuvimos, aportar cultura adquirida y colaborar para concienciar a las administraciones que la aldea que nos vio nacer, vea surgir a otros muchos durante mucho tiempo.

En definitiva como bien dice el profesor Martínez: “De entrada, partimos de la idea de que el reto demográfico tiene dimensiones (geo)políticas, económicas, ambientales, sociales y culturales”



[1] Para el profesor Alfonso Miguel Márquez García, del Departamento de Organización de Empresas, Márketing y Sociología de la Universidad de Jaén (UJA) en su  estudio “Situación y tendencia de la población en la provincia de Jaén, sus comarcas y municipios” Las provincias de Jaén y Córdoba son las únicas en Andalucía con descenso demográfico. Entre 2024 y 2039 se estima una caída poblacional del 7,19% en Jaén y del 3,09% en Córdoba. Sin embargo, la media andaluza estima un crecimiento del 8,05%, aunque hay provincias que se disparan, como Almería (24,59% y Málaga (21,09%). A nivel nacional se estima un crecimiento del 10,57%.

[2] Para el profesor Alfonso Miguel Márquez García en el referido trabajo,  la provincia de Jaén ha perdido casi 30.000 habitantes desde el año 2000.

[3] Según  el profesor Alfonso Miguel Márquez García  en 2022 el índice de envejecimiento de la provincia de Jaén era del 138%.

 MI  AGRADECIMIENTO A MI HIJO DOMINGO, POR LA TRANSCRIPCIÓN DEL TEXTO, DADA MI CONVALECENCIA.