Durante el año 1940, una vez finalizada la Guerra Civil, se fue confeccionando, por primera vez de forma mecanografiada, el padrón municipal para Alcalá la Real y sus Aldeas que se cerraría en diciembre de ese año. Tras su publicación en Boletín oficial para posibles reclamaciones, se aprobaría el 12 de julio de 1941. Se realizó el primer recuento después de aquellos tres años de pérdidas humanas, aunque aún no se conocía el paradero de alguno de los fuentealameños.
En
la Sección 26ª del padrón, denominada “Baños de Fuente Álamo y Fuente Álamo” se
recogen los cortijos habitados: Pradillo, El Prado, La Sangradera, El Salado,
Las Vegas, Rajuña, Los Tajos, Martillos, Rajuña, Cantaria, Zalamea, Coto,
Almendrillo, Bujeo, Bujeos, Lomilla, Loma Hierro, La Hoja, Martillo, Colonia,
Capón, Colonias, El Grillo, Rufo, Ardales, Canales, Cerino , Casa Sola,
Terreras, Florido, Silillo, Cabrera, Coscojal Bajo, Coscojal Alto, Culón,
Cornicabra, El Peñón, Sitio Peñón, Pedregales, Joya Romero, Las Pozuelas, La
Setilla, Pineda, Pulido, Reventones, Canalejo, Valenzuela, Arriba, Las Pilas,
Almendro, La Encina, La Vega, Solana, Clavijo, La Cruz, Dehesa, El Llano,
Dehesilla, Revueltilla, La Huerta, Erilla, El Cerro, Castro, Andarios,
Chaparral y Buenavista (66). La familia de José Velasco
Muñoz habitaba el Cortijo de Ardales.
Después
le sigue un resumen estadístico:
Varones
residentes: 439.
Varones
ausentes: 40.
Hembras
residentes: 417.
Núm. de
cabezas de familia: 193.
Núm. de
vecinos: 240.
Núm. de
domiciliados: 636.
Total
de habitantes: 876
Siguiendo
un orden alfabético, se inicia con el matrimonio formado por Cipriano (Sinforiano)
Aguayo Ruiz, casado con Pastora Pérez Jiménez, junto con su hijo recién nacido
llamado Julio a quien se reseña como José Aguayo Pérez, habitantes del Cortijo Pozuelas.
Al igual que en el censo de 1935, se cierra con Araceli Zuheros Cano y sus hijos Marcelino y Dolores Ramírez
Zuheros, habitantes de la zona de la Fuente, sin que se inscribiera a su
hija Francisca.
En
su estudio se han detectado algunos errores de transcripción en nombres y
apellidos, (Ana Carrillo Ruiz, su verdadero nombre era Adoración; o Concepción
por Asunción Pérez Vera, ect…), en sexo
(Felipe Sánchez López, del Cortijo del Coto, aparece como Felipa o Francisca
Ibáñez Sánchez por Francisco, ect.). Las edades consignadas eran aproximadas,
sin tener en cuenta certificaciones de nacimiento. El padrón se confeccionó en
base a datos de censos anteriores y en simples declaraciones del cabeza de
familia. Se omitió la inscripción de algunos vecinos, que se desprende del
estudio comparativo del Padrón de 1935. También se han detectado algunos
errores, como dobles inscripciones: Carmen Cano Serrano, 48 años (Vda. de Lino
Ortega), con sus hijos Josefa, Vicente, José y Lina, después se repite Josefa
con su abuela Rufina Moyano Mesa y Carmen Ortega Moyano (Vda. de Vicente Vera
Moreno) y sus dos hijos. Enriqueta Carrillo Torres en su condición de viuda, se
repite con Calisto Expósito Ávila (Alba por error), su marido; quien ahora aparece como ausente,
pero realmente estaba desaparecido. Muchos de estos errores pudieron producirse
a la hora de transcribir las notas manuscritas a la mecanografía.
En este padrón de 1940 aparecen 876
habitantes, con algunos errores detectados, es decir, hay inscritos 48
habitantes menos que cinco años atrás, al inicio de la Guerra. Si bien es
verdad que durante este lustro aparecen nuevas familias, en unos casos llegadas
a la aldea y en otros, formadas de la escisión de otras familias que habían
decidido formar la propia. También desaparecen casi al completo algunas
familias. Así, de la familia Moreno Ibáñez solo queda Rafael, pues se habían
marchado Mateo, casado con Ana la Chica Campos y Vicente, casado con la
malograda Inés Cervera Valverde.
Para Fuente Álamo, en este censo de 1940
se recogen 193 cabezas de familia, (siete menos que antes de la Guerra) o lo
que sería equivalente a casas o cortijos habitados, de los que aproximadamente
la mitad vivían en la Aldea y la otra mitad en los cortijos. Hay que tener en
cuenta que en este primer año de “paz”, aún no habían regresados del éxodo
provocado por la Guerra Civil muchas familias como la de Antonio Aguilera
Flores o la de Francisco Ibáñez Castillo… Sin embargo, aparecen inscritos
personas que habían fallecido, quizás porque no se conocía aún su destino
final, como Emilio Cano Delgado, 23 años, del que no se supo nada después de la
Guerra Civil o Juan Calisto Expósito Ávila (desparecido, no se supo nada o casi
nada de él). También se inscribe a Manuel y Antonio Castillo Padilla o Pablo
Jiménez Bailón, cuando realmente se encontraban en prisión y no se hace mención
al concepto de “Ausente” como sí se hizo de otros presos que por entonces
estaban recluidos en las cárceles de la geografía española como los hermanos
Matías y Mateo Pérez Lizana. Tampoco se inscribe, ni siquiera como ausente, al
que fuera alcalde pedáneo republicano Vicente Aguilera Castillo, ni a ningún
miembro de su familia.
En este apartado “Ausentes” se
registran 20 personas: Antonio Aguilera Carrillo, (puede ser un error y
tratarse realmente de Juan Víctor según comunican familiares, el cual falleció en
la Guerra), Vicente Arévalo Castillo, (refugiado
en Francia), Miguel Ávila Muñoz, (preso, falleció 20 de mayo de 1941, en la
prisión Provincial de Jaén), Domingo Castillo Sánchez, (desconozco el motivo),
Juan Calisto Expósito Ávila (desparecido, no se supo nada o casi nada de él), José
Expósito Muñoz, (desconozco el motivo) Gabriel Gallardo Moya, (desconozco el
motivo), Fernando González Arjona, (preso) Francisco González Palomino,
“Frasquito Cañuelos” (desconozco el motivo), Marcos
Moreno Montes, (refugiado en Francia acabó en un Campo de Concentración Nazi), José
Nieto Aguayo, “Zalameas” (desconozco el motivo), Mateo Pérez Lizana, (preso), Matías Pérez Linaza (preso), Julián Pérez Pareja,
(desconozco el motivo), Rafael y Basilio Sánchez López (desconozco el motivo),
Emilio y Felipe Sánchez Mesa, (desconozco el motivo, hijos de Amalia), José
Aguilera Vico, (desconozco el motivo) y José “Blas” Zamora Muñoz, (desconozco
el motivo). Por la edad de algunos de ellos puede que se encontraran prestando
el servicio militar.
En cuanto a la profesión de los
varones, casi todos tenían el campo como sustento de vida, aunque el censo distingue
entre campo y labrador. Así, a Antonio
Aguilera Aguilera, quien a la vez ejercía de alcalde pedáneo, a Pedro González
Ruiz y a Genaro Fuentes Moyano, los considera como labradores, y a Faustino
Fuentes Aguilera, como panadero, Juan Muñoz Jiménez, como zapatero, José
Heredia Cortes, de etnia gitana era el esquilador y D. Manuel López Martín, de Linares
era Maestro Nacional. En otras ocupaciones no consideradas como profesiones,
tenemos a Francisco Parras Moral
“Parras” casado con Carmen Moyano
Aguayo, retratista aficionado que inmortalizó a muchas familias en Fuente
Álamo, aunque su profesión era “campo” como la de casi todos. Rafael Moreno Ibáñez “Perote”, además de
profesión “campo”, ejercía de barrenero, con la mala suerte de que a su hijo
Rafalillo, le explotó un barreno en una mano. Juan Aguilera Pareja “Gazpacho”
era guarda de las posesiones de D. Paco. Francisco Jiménez Calvo “Francisco El
Pelón” era el tabernero. Así, después de la Guerra Civil aparece como párroco
D. Diego Galán Martos, sucedido en el cargo en
agosto de 1940 por D. Emilio Gondra Cigorraga, quienes
tuvieron bastante trabajo, pues tuvieron que cristianizar a los fuentealameños
que la II República y la Guerra Civil había dejado la libertad de optar.
Ya no aparecen inscritos en este
censo, la Guerra se encargó de ello: Fernando
Vera Aguilera, Antonio Puche Martín, Vicente Vera Moreno, Marcelino Ortega
Moyano, Antonio Aguilera Calvo, Domingo Cervera Sánchez,(Valverde), Miguel Ávila Muñoz, Juan
Calisto Expósito Ávila (ausente), Tiburcia Muñoz Vera, Francisco Alba Serrano, Dulcenombre
García Bermúdez, Manuel Moreno Pérez y alguno que otro más, como José Ortega
Moyano, cuyo verdadero nombre era Lino, y que murió meses después de finalizar
la Guerra de erisipela de la caza, enfermedad que seguramente evitó su ingreso
en prisión pero no el destino final. Emilio Cano Delgado, aparece inscrito pero
realmente estaba desaparecido. Otros como Vicente Arévalo Castillo o Marcos
Moreno Montes se exiliaron a Francia, el segundo de ellos tuvo que pasar por
los campos de concentración nazis. Otros como Domingo Ortega Serrano e Hilario
Castillo Pérez se enrolaron en la
División Azul, si bien afortunadamente regresaron de nuevo.
Caso curioso el de Anastasio Mesa
Cano “El Gato” quien aparece inscrito como Anastasio Mesa Pérez, casado con
Adoración González Cano, con dos hijos Anastasio y Miguel Mesa González, nacido
en este año, pues no sabemos con exactitud si a pesar de figurar inscrito, realmente
ya se encontraba desaparecido. Desaparición que duró aproximadamente unos 7
años, alguno de ellos oculto en un zulo del Cortijo de la Fuente la Encina.
Durante el año 1940 nacieron en
Fuente Álamo aproximadamente 40 niños y niñas, natalidad ligeramente superior a
la media de aquellos años anteriores a la Guerra Civil. Una de ellas, Dolores
Valverde Ramírez, tristemente fallecida a corta edad a consecuencia de la
ingesta de almendras allozas, y dos o tres más que la mortalidad infantil no
les perdonó la vida; Los varones fueron bautizados como la “Quinta de Franco”,
por haber tenido la “suerte” de nacer durante el primer año plenamente
dictatorial. De esa generación salieron
al menos tres Guardia Civiles: Custodio Pérez Aguilera, Eusebio Fuentes Vera y
Francisco Jiménez Pérez. Ceferino Aguilera Pérez, quien será protagonista de
nuestra próxima historia también nació en ese año, además de los que siguen:
José
Aguayo Pérez 1 Cripiano y Pastora
Juan
Aguilera Ramírez, 1 Bonifacio y Bibiana
Julia
Aguilera Cano 1 Ceferino y Urbana
Ceferino
Aguilera Pérez 1 Juan y Asunción
Alejandro
Calvo Ortega Alejandro y Gregoria
Clara
Carrillo Pérez, 5 m Feliciano y Josefa
Rafael
Castillo Márquez, 1 Leoncio y Rufina
Salvador
Castillo Padilla, Antonio y Francisca
Casimiro
Castillo Pérez, 4 m Casimiro y
Constancia
Feliciana
Cervera López, 1m Pedro y Cándida
Antonia
Cortés Muñoz, 17d Ángel y María
Paula
Expósito López 1 José y María
Eusebio
Fuentes Vera, 5m Benito y Antonia
María
García Baro, 1 Ricardo y Dolores
Mercedes
Haro Cuenca, 1 Antonio y Rufina
Francisco
Jiménez Pérez, 1 Antonio e Isabel.
Eleuterio
López Palacios, 1 Eusebio e Isabel
Miguel
Mesa González, 3m, Anastasio y Adoración
Francisco
Moreno Martos, 4m, Rafael y Encarnación
Francisco
Muñoz García, 5m, Juan y Patrocinio
Adoración
Muñoz Pérez, 1 Juan y Dulcenombre
Luisa
Pareja Jiménez, 10m, Manuel y Longina
Juan
Pérez Vera, 1 Joaquín y Sancha (Leandra)
Custodio
Pérez Aguilera, 1 Marcelino y Dolores
Antonio
Pérez González, 7m, Julián y Eusebia
Paulino
Pérez Aguilera, 3m Ángel e Hipólita
Custodio
Pérez Aguilera, 1 José y Mariana (inscrito)
Rafaela
Pérez López, 17 d, José y Bernarda
Mateo
Pérez Bolivar, 1, Mateo y Josefa
Encarnación
Ramírez Vera, 7m Francisco y Ángeles
Juan
Ramírez Vera, 1 Pablo y Juliana
Patrocinio
Rosales Canovaca 6 m, José y Ángeles
Ángeles,
Rosales Canovaca, 6 m, José y Ángeles
Matías
Sánchez Sánchez, 1 m, José y Amalia
Francisca
Serrano Fuentes, 7 m, Antonio y Adriana
Lina
Ortega Cano, 5 m, Lino y Carmen
Dolores
Valverde Ramírez, 1 Luis y Rufina
Luis
Vera Sampedro, 1 Pablo y María
Genaro
Zamora Jiménez, 8 m, José y Encarnación
Nos podemos imaginar una sociedad fuentealameña
llena de pánico y a la vez con ganas de venganza por parte de los
vencedores, con miedos y con saque de
pecho, e instaurando de nuevo el denostado caciquismo y la gran pobreza, donde
se habían habilitados dos centros (La Solana y Molino de D. Paco) para
suministrar alimentos a los que estaban a punto de fenecer por inanición,
mientras los otros se tomaban ración doble de pan.