jueves, 24 de mayo de 2018

PABLO JIMÉNEZ BAILÓN. EL DEBIDO RECONOCIMIENTO COMO VÍCTIMA FUENTEALAMEÑA DEL FRANQUISMO



             
              En nuestro empeño de hacer público y rendir homenaje a todos los fuentealameños que fueron represaliados por el franquismo, hemos encontrado otro más. No ha sido tarea fácil, desde luego. En los listados oficiales de víctimas y represaliados por el franquismo, aparece Daniel Jiménez Bailón identificado como natural de Fuente Álamo, hijo de Luisa, con el apodo “pincho”; datos que me llevaron a iniciar la investigación y que me produjeron cierta confusión, pues no era capaz de identificar a esta persona como fuentealameño. La incógnita me llevó a poner el foco en esta víctima a la que se le rendía homenaje en el monolito del Cementerio de Alcalá la Real.
            Pienso que se ha producido un error debido a un cruce de datos,  que si bien no he podido llegar al origen del mismo, voy a intentar aclararlo. En la publicación: "Geografía de la represión criminal franquista: Todos los nombres de Jaén” de D. Santiago de Córdoba Ortega aparece: Daniel Jiménez Bailón, Relación de 20, causa Juzgado Militar juez Salmerón Fernández y Labrada. Enterrado en una fosa del cementerio de Granada, hijo de Antonio y Luisa, Pincho, natural de Fuente Álamo, fusilado en 4 de noviembre de 1936, en Granada”; También en el libro de víctimas alcalaínas de D. Francisco Martín Rosales en el apartado “Fusilados en diversos lugares de Granada” se recoge: “Daniel Jiménez Bailón, hijo de Antonio y Luisa, Pincho, natural de Fuente Álamo, fusilado en 4 de noviembre de 1936, en Granada, dentro de la relación de 20, causa Juzgado Militar juez señores Migu. Enterrado en una fosa del cementerio”. En estos casos las fuentes han sido Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Granada y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Jaén.
            Los datos que se recogen en ambas publicaciones: “natural de Fuente Álamo”, “hijo de Luisa” y sobretodo el apodo “Pincho”  me llevó  a querer saber si se trataba realmente de una persona natural de Fuente Álamo, que pudiera ser hijo de María Luisa, quien era a su vez conocida cariñosamente en Fuente Álamo como “Luisa la Pincha”.  Para ello solicité las respectivas partidas de defunción de Daniel Jiménez Bailón en el Registro Civil de Granada y de un hijo de la fuentealameña Luisa, llamado Pablo Jiménez Bailón en el Registro Civil de Alcalá la Real. En las certificaciones literales consta que Daniel Jiménez Bailón, falleció en Granada el 4 de noviembre de 1936, a los  47 años de edad, natural de Pulianas, hijo de Manuel y de Carmen. Falleció por heridas de arma de fuego, recibiendo sepultura en el Cementerio de esta Capital. La Inscripción se practica en virtud de orden de D. Manuel Navarro, Teniente Juez Instructor de Granada. Mientras que de Pablo Jiménez Bailón consta nació en Fuente Álamo, el 15 de febrero de 1915, hijo de Pablo Jiménez Ramírez de 32 años (fallecido ya al momento de su nacimiento) y de María Luisa Bailón Serrano, de 23 años de edad, vecinos de Fuente Álamo, nieto por línea paterna de Francisco Jiménez Cervera  y de Ramona Ramírez Galán, ya difuntos y por línea materna de Casimiro Bailón y de María Tomasa Serrano Marín vecinos de Fuente Álamo. Falleció en el Hospital Civil de Alcalá la Real a los 37 años de edad el día 20 de octubre de 1952 de un síncope.
            Si bien no sabemos cómo se han cruzado los datos, creemos que pudo producirse al haber sido ambos represaliados por el Régimen franquista, uno fusilado en el Cementerio de Granada y otro falleció después de sufrir el presidio injusto en las cárceles franquistas, muriendo de síncope, según se certifica, pocos años después de ser liberado, pero más bien pudo ser, como nos comentan los mayores de la Aldea, a causa de la tisis contraída en la cárcel (1), siendo por tanto otra víctima más de la represión, y de ahí que se incluyera en los listados oficiales de alcalaínos, aunque quizá confundido con Daniel. Pablo, tras gozar de la libertad enfermiza, vivía en “La Casina”, dedicándose en esos últimos años a la profesión de cabrero, cuidando una decena de cabras por los campos fuentealameños. Falleció en el Hospital Civil de Alcalá la Real.
            (1)Enfermedad que sin duda alguna contrajo en la cárcel, pues en la descripción que se hace en la declaración indagatoria de 5 de julio de 1940, cuando tenía de 25 años, se dice de él: “color bueno”.
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            En el Procedimiento Sumarísimo de Urgencia nº 44616 se enjuicia a Pablo Jiménez Bailón. El día 10 de octubre de 1939, comparece en el Cuartel de la Guardia Civil de Alcaudete, Carmen L. J.,  con domicilio en el Pedrero, Cortijo Alcaide, quien denuncia: “que el día 22 de julio de 1937, día siguiente al día en que se llevaron a su marido Manuel L. L. R. y lo asesinaron se encontraba prestando servicios como soldado y vigilando el citado domicilio el vecino de Fuente Álamo, Pablo Jiménez Bailón, el cual pertenecía a la caballería roja. Este individuo estuvo subido en el tejado de dicha casa  y sacó una pistola que había escondido su marido la cual no sabía que se encontraba en ese sitio nada más que el repetido marido y ella por lo que supone que dicho individuo pudiera estar relacionado con el asesinato ya mencionado”.
            En su declaración ante la Guardia Civil, Pablo de 24 años, soltero, de profesión campo, natural y vecino de Fuente Álamo y sobre el hecho denunciado manifiesta: que sería aproximadamente las 20 horas del un día del mes de julio cuya fecha no recuerda de 1937 le ordenó un teniente llamado Antonio Moreno Contreras natural de Pinos Puente (Granada) que pertenecía al escuadrón de caballería de la 79ª Brigada roja, o sea al mismo que el declarante, que en unión de un cabo Vicente Vera Moreno también de Fuente Álamo, el cual es desaparecido, que prestaran servicios en el cortijo de Manuel L. l. R., sito en el Pedrero, donde tenían que permanecer hasta que fuera él o el Sargento, el cual acudió al día siguiente en unión de otro soldado, ordenándoles se retiraran sobre las once horas de la mañana. Que durante el tiempo que estuvo de servicio hasta llegar el Sargento no vio que sacaran a nadie de la casa hasta que este se llevó detenidas a dos mujeres una llamada Carmen L. J. y otra. Preguntado quien le dijo que había una pistola en el tejado manifiesta que se lo dijo un hombre de edad, natural de Almedinilla de Priego, llamado José que también era soldado. Esta pistola era de dos cañones la cual se la entregó al Sargento”.
            En los informes del Cuartel de la Guardia Civil de San José como de la Delegación en Fuente Álamo de  Falange Española de Alcalá la Real y del Alcalde pedáneo de Fuente Álamo, informan que Pablo era del Partido Socialista, que formó parte de la Caballería del cabecilla “Pacho Villa” y le acusan como cómplice del asesinato de L.de la R..
            La Prisión preventiva acordada el 19 de octubre de 1939 es ratificada en la Prisión Provincial de Jaén el 1 de marzo de 1940.
            El 11 de abril de 1940 se le recibe declaración judicial a Pablo manifestando: “que no se ratifica ni afirma en la declaración que tiene prestada ante el Comandante del Puesto de la Guardia Civil de Alcaudete por haber sido coaccionado. Que antes del G.A.N. pertenecía a la U.G.T. y una vez iniciado este a ninguno. Manifiesta que al ser reclamado su reemplazo marchó al Escuadrón de la 79 Brigada, y estaba en el frente de Alcaudete y no al escuadrón de caballería de Pancho Villa. Manifiesta que del asesinato de Manuel L. de la R., no sabe nada absolutamente pues dice que no se enteró de este hecho hasta que no ha venido a declarar. Que no ha intervenido en ninguna clase de desmanes cometidos por los rojos en el pueblo de su naturaleza. Que en una ocasión de venir con permiso concedido por el capitán de su compañía, y que en las inmediaciones de un cortijo llamado “Santa Casilda” se encontraron a un teniente del ejército rojo, el cual les preguntó que donde iban contestando este y un cabo que venía con él (desaparecido) que venía al pueblo a ver a sus familias, contestándole el teniente si traían el permiso por escrito y diciéndole que no, les obligó a que se quedaran con él aquella noche que iban a realizar un servicio, insistiendo estos pero bajo amenazas tuvieron que quedarse; mandándoles a que se quedasen de guardia en el Cortijo el Pedroso Barranco Alcaide en donde tenían que permanecer hasta que llegase el teniente o un sargento, llegando un Sargento, y diciéndole este que ya se podía retirar, y entonces dice que se marchó para ver a su familia. Preguntado para que diga si cuando se encontraba de guardia en el mencionado cortijo subió al tejado para coger un revolver que tenía escondido el asesinado Manuel L. de la R., dice que no sabe nada por completo. Cita a personas de reconocida solvencia Francisco Jiménez Calvo y Daniel Aranda”.
            La denuncia es ratificada por Carmen L. J., esposa de Manuel, que no puede precisar por no haber visto si Pablo intervino directamente en el asesinato de su esposo, lo que sí asegura es que se llevó la pistola que su marido tenía guardada en el tejado del gallinero; que no puede determinar si intervino también en la detención de aquel; y  que al día siguiente estuvo haciendo guardia en el cortijo con un fusil desde la mañana hasta la noche para evitar que la que declara y sus hijos salieran en auxilio de su esposo, ni hiciera gestión alguna. Al siguiente de este es cuando fue y se llevó la pistola.
            Prestan declaración como testigos: Manuel Ruiz España, que en la noche del 22 de julio de 1937, se encontraba en la era del cortijo de los Casimiros, lugar donde hacía su morada la denunciante con su esposo e hijos; los cuales esperaban que se aproximara el día para cargar la paja y traerla al pueblo. A las doce sintieron tropel y al percatarse de la presencia  de bastantes milicianos disfrazados, toda vez que algunos iban vestidos de paisanos, salieron corriendo el que dice y su compañero conocido como por El Monjo, ocultándose en un barranco al objeto de no ser apresados por aquellos asesinados o que cometieran algún hecho análogo”. Otro vecino, Antonio Peláez Castillo, dice que creía que eran de los niños de la noche.
            Declaran Amor Jiménez Ramírez, Antonio Pérez Ruiz y Francisco Jiménez Calvo: 1) Era socialista y como se fue  a la zona nacional, ignora  2) Era socialista, pero no era miliciano y el 3) pertenecía a la  UGT ignora. Aranda: filiación socialista, observando buena conducta, antes GMN, fue miliciano voluntario e hizo guardia en la aldea.
            Presta declaración indagatoria el 5 de julio de 1940, de 25 años, vecino de Fuente Álamo, profesión campo, sí sabe leer y escribir, soltero, estatura 1.608, pelo rubio, barba poblada, cejas al pelo, color bueno, ojos negros, hijo de Pablo y de María Luisa, naturales de Hortichuela y de Fuente Álamo, dice que pertenecía a la U.G.T. Que no formó parte de la caballería que tenía formada el cabecilla Pancho Villa. Que no intervino en la detención y asesinato de Manuel L. La R.. Que es cierto que estuvo haciendo guardia pero que no impidió que pudieran salir los familiares de la víctima. Que no se llevó la pistola que tenía escondida en un tejado del gallinero”.
            El 16 de enero de 1942  se dicta sentencia cuyo Resultando probaba que era afiliado a la UGT antes del 18 de julio, que a partir de esta fecha era miliciano armado en Fuente álamo, que prestó servicios de guardia y control, sirvió en el Batallón de la 79 brigada roja, y estuvo haciendo guardia el 23 de julio de 1937 (error, fue el día 22), en el cortijo de Manuel. L. de la R., de donde el día 22 (error, fue el día 21) se habían llevado a este unos desconocidos, que lo asesinaron, no habiéndose probado que el encartado tuviera intervención  alguna en el crimen.
            Se le condena a la pena de doce años y un día de reclusión temporal, como autor responsable de un delito de auxilio a la rebelión militar, sin circunstancias y la accesoria de inhabilitación  absoluta durante el tiempo de la condena y al pago de las responsabilidades civiles.
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            Otro fuentealameño que injustamente dio con sus huesos en la prisión. La acusación más grave fue la de cumplir una orden militar que consistía en hacer una guardia, pues queda claro en el fallo: “no habiéndose probado que el encartado tuviera intervención alguna en el crimen”, además de las acusaciones genéricas por las que fueron condenados casi todos los fuentealameños, de estar afiliado a la U.G.T y hacer guardias como miliciano en Fuente Álamo.
            Por este mismo caso ya pagó con su vida otro fuentealameño que también prestaba servicios en la 79ª Brigada Mixta y a quien en su día rendimos homenaje con una publicación: Francisco Alba Serrano.  Seguramente también le hubiese costado la suya a otro fuentealameño, Vicente Vera Moreno, si no hubiese sido porque el frente acabó con ella. Dejo el enlace para que cada cual pueda sacar sus propias conclusiones, pues yo ya las saqué en su día.

            Queda la duda de por qué se rinde homenaje en el Cementerio de Alcalá la Real a Daniel Jiménez Bailón como víctima alcalaína, si era natural de Pulianas y fue fusilado en el Cementerio de Granada, o si realmente se quiso rendir homenaje a Pablo, que sí es alcalaíno y murió, para mí sin duda alguna, víctima de la represión franquista. Por lo tanto, pongo en conocimiento a las Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y al Ayuntamiento de Alcalá la Real para que se le rinda el debido homenaje y su nombre sea inscrito en el monolito del Cementerio de Alcalá la Real, o en el caso de que ya se le rinda homenaje, se sustituya el nombre de Daniel por el de Pablo.