jueves, 4 de mayo de 2017

ALCALDES PEDÁNEOS DE FUENTE ÁLAMO EN EL SIGLO XX (Primera Parte)



INTODUCCIÓN

Siguiendo una publicación que Dª. Carmen Juan Lovera  hizo en el Programa de Fiestas de San Mateo de 1977 donde aparece una “Relación de alcaldes pedáneos del siglo XX en Alcalá la Real”, hemos intentado elaborar este trabajo con los escasos datos disponibles, sin perjuicio de ir complementándolo en la medida que obtengamos más información. Presentaremos sus biografías, unas más extensas y otras más breves, lo cual puede deberse tanto a los datos disponibles como a la actividad municipal desarrollada.
De la publicación de D. Francisco Martín Rosales en su blog “Casas de Cabildo” se pueden ver cuáles eran las funciones de los alcaldes pedáneos:
“En un acto oficial se le daba la credencial y un documento con las atribuciones a las que se comprometían a cumplir…Era una manera de acercar la administración a los barrios, pues servían de enlace de la información municipal, de recoger las peticiones de los vecinos, tenían algunos poderes de policía, de representación del alcalde etc., … En concreto eran los encargados de funciones diversas, entre otras las  informar sobre las licencias administrativas de edificaciones, industrial, de vivienda o religiosa o civil.

ANTONIO ALBA MUÑOZ

Es el primer alcalde que aparece en dicha relación. Son escasos o nulos los recuerdos que la gente mayor del pueblo tiene de su figura. Se recuerda que habitaba una de las dos casas que había enfrente de la escuela, en la actual explanada, llamada por ello “Casa de Alba”, de la que en los años 70 del siglo pasado aún quedaban vestigios. Ejerció su cargo durante la monarquía de Alfonso XIII. Podemos aportar de él, unos cuantos datos familiares. Fue hijo de Juan y de María, y estuvo casado con Mercedes Castillo Galán. Tuvieron un hijo llamado Antonio Alba Castillo, que fue el encargado de cuidar las fincas de D. Francisco Serrano del Mármol antes de la Guerra Civil, y quien contrajo matrimonio con María Serrano Arias, natural de Priego de Córdoba. Su nieto y único hijo del anterior matrimonio, Francisco Alba Serrano, apodado “Alameas”, fue víctima de la Guerra Civil, falleció el 31 de Mayo de 1941, a los 34 años de edad, fusilado en Jaén. Con Francisco desapareció la saga de los “Alba” de Fuente Álamo, pues sus 5 hijos y su esposa tuvieron que marcharse a la zona de Brácana durante la Guerra Civil.

FRANCISCO GÁMEZ CASTILLO

De este alcalde pedáneo no disponemos de información, y dejamos su estudio pendiente de futuras consultas en archivos registrales, parroquiales o municipales. Su mandato se ejerció también antes de la Segunda República.

VICENTE AGUILERA CASTILLO

Nació en Fuente Álamo-Alcalá la Real el 14 de Agosto de 1900, hijo de Juan María Aguilera Leyba y Segunda Castillo Anguita. Casado con Dolores Cano Ruiz y padre de 6 hijos. Junto a sus otros 6 hermanos formaron una de las sagas más prolíferas de Fuente Álamo.
Como características físicas podemos describirlo con una estatura de 1,675 m., cejas pobladas, ojos morenos, barba cerrada, color sano. Como señas particulares padecía una invalidez que le trajo consigo el alias “Cojo Pistolas”, sobrenombre que heredó de su padre, aunque en el pueblo era conocido como Vicente “Pistolo”. Dicha invalidez fue producida en el Servicio Militar, lo que le hizo gozar de una pensión concedida por O.C. del Consejo Supremo de Guerra y Marina, de 27 de enero de 1928 (D.O. nº 35..) teniendo el grado de Cabo de Infantería retirado por inútil. La pensión le fue retirada tras el proceso seguido contra él después de la Guerra Civil.
Tenía como profesión principal la de cabrero. Antes de que se iniciase la Guerra Civil, trabajaba como guarda en el Cortijo de la Solana en las fincas de la familia Sánchez-Cañete.
Con la creación en 1931 de la  Sociedad Obrera de Trabajadores de la Tierra «La Espiga Floreciente» de Fuente Álamo, afiliada a la  FNTT-UGT, se hizo socio afiliado  en 1931, ocupando cargos directivos de tesorero en 1932, y en los años previos al inicio de la Guerra Civil fue secretario de la Filial Cooperativa de la Sociedad “Espiga Floreciente”. Fue uno de los firmantes del Acta de 10 de abril de 1936, que aprobó la conveniencia de solicitar en arrendamiento, la finca denominada Cortijo “Clavijo” propiedad del Excmo. Ayuntamiento de Alcalá la Real, cuando terminase el contrato que aquel tenía en arriendo y que finalizaba el 15 de Agosto de 1936 y que no pudo llevarse a cabo con el inicio de la Guerra Civil. Durante la contienda se produjo la colectivización de la tierra en Fuente Álamo con la incautación de fincas.
Ejerció el cargo de Alcalde pedáneo –según su declaración- durante dos periodos, el primero desde 1932 hasta 1934, -pienso que el periodo exacto pudo ser desde abril de 1931 hasta noviembre de 1933; y el segundo, desde las Elecciones Generales del 25 de febrero de 1936, (en las que fue Interventor del PSOE), hasta la terminación de la Guerra Civil en abril de 1939. La pedanía la simultaneó con el cargo de presidente del Comité del Frente Popular, durante el periodo en que Matías Pérez Lizana, tras ser movilizado su reemplazo, se incorporó al frente de batalla en marzo de 1938.
Finalizada la Guerra Civil, se produjo su detención por haber desempeñado los referidos cargos, con acusaciones que en alguno de los casos no fueron probadas y en otros estaban totalmente justificadas en razón al cargo que ejercía, pues obedecía órdenes del Alcalde de Alcalá la Real, del Ministerio de Agricultura de la República o en base a las necesidades del pueblo. Y es que tras llevarse  a Alcaudete el trigo y el aceite que había en Fuente Álamo, él dejó “que fueran a los cortijos para que con lo trajesen comieran los del Pueblo”. Sin embargo, no todas las órdenes recibidas las cumplió, negándose a llevar a cabo lo ordenado en el Oficio procedente del Concejal socialista del Ayuntamiento de Alcalá la Real D. Salvador Frías, en el que le decía que había estallado el Movimiento y que se pusieran a las órdenes del Gobierno de la República, recibiendo una lista para que encarcelara a veinticinco personas de Fuente Álamo, hasta el punto de que no solo no las detuvo, sino que llegó a proteger a los tres únicos detenidos.
Como hemos dicho, fue detenido el 8 de abril de 1939 en Alcaudete, pocos días después de finalizar la Guerra y enjuiciado en el procedimiento Sumarísimo de Urgencia nº 44723. Fue condenado a la pena de veinte años de reclusión temporal, como autor responsable de un delito de Auxilio a la Rebelión Militar.
A partir de su detención, tuvieron  que soportar tanto él como su familia una serie de acusaciones, denuncias, vejaciones, encarcelación y posterior destierro, que, sin duda alguna le marcaría para el resto su vida, y que continuarían solapadamente hasta los años 60.
Estuvo aproximadamente tres años en prisión y sufrió un destierro de otro periodo igual de tiempo en Lora de Río, donde estuvo cultivando melones y realizando otras labores agrícolas. Cumplida la condena, volvió a Fuente Álamo aproximadamente en el año 1945, por aplicación de la ley de indulto general. Enfermo, fue acogido por los familiares.
Dedicó el resto de su vida a trabajar en el campo pese a la invalidez que padecía, asimismo desde los años 50 hasta los 70, fue el cabrero de Fuente Álamo, profesión que ya había ejercido por cuenta ajena antes del inicio de la Guerra. Mantuvo la explotación ganadera hasta tres o cuatro años antes de fallecer.
Era un gran aficionado al juego del dominó, de ahí se quedó el dicho popular en Fuente Álamo que se aplica a una persona muy aficionada a los juegos de cartas: “Siempre jugando como Pistolo y Pollica”.
Falleció el 1 de marzo de 1973.

JOSÉ CARRILLO RUFIÁN

Nació en Fuente Álamo en 1863. Se crió y vivió parte de su vida en el Cortijo de Las Terreras, de ahí el sobrenombre de “Terreras” y que fue heredado por toda una saga, con sus hijos Juan José, Pablo y Feliciano. Era una familia de trabajadores del campo, cultivando tierras propias, en arrendamiento o encargados en tierras ajenas.
Pienso, aunque esto no está contrastado, que fue alcalde pedáneo durante el bienio radical-cedista o bienio negro (noviembre de 1933 hasta las elecciones 25 febrero de 1936), pues se produjo un cambio de alcaldes pedáneos en Alcalá la Real. En ese periodo no ejerció como tal Vicente Aguilera, seguramente por dimisión, aunque con el triunfo de las izquierdas (Frente Popular) en las elecciones de febrero de 1936 retoma de nuevo el cargo.
Pocos días después de la entrada de los nacionales en Alcalá la Real, en concreto el 4 de Octubre de 1936, José junto con su familia, se marchó al Bando Nacional, no regresando hasta finalizada la contienda. Después vivió en la calle Las Parras de Alcalá la Real hasta su fallecimiento.
Durante su mandato, o al menos durante ese periodo de tiempo, se construyó la caseta de la luz (1934), llegando la electricidad a Fuente Álamo.
Después de la Guerra Civil fue uno de los hombres más influyentes en las decisiones políticas y sociales de la aldea.

MATÍAS CESÁREO AGUILERA ANGUITA

Nació el 25 de Febrero de 1892, hijo de Cándido Aguilera López, de ahí el sobrenombre de “Candio” y de Juana Anguita López, con domicilio en Las Caserías. Nieto por línea paterna de José Aguilera y María López, de Las Caserías, y por línea materna de Antonio Anguita y Ana López, de Las Grajeras. Casado con Leocadia Calvo Sánchez, tuvo cuatro hijos.
Fue alcalde desde la finalización de la Guerra Civil en abril de 1939, por lo que se puede considerar como el primer alcalde del Régimen.
Sin hacer ningún tipo de valoración sobre su actuación individual, sino de las propiamente impuestas por los vencedores, le tocó gobernar en una de las aldeas de Alcalá la Real, que había sido fiel a la República hasta el último día de la Guerra Civil, por lo que se tomaron duras decisiones contra los vencidos, que venían establecidas desde arriba, denunciándoles y señalándoles como culpables de todos los desmanes ocurridos en la Aldea durante la Guerra Civil. Durante su mandato se ordenó pelar a las mujeres de los republicanos y se les obligó a restituir todos los enseres y muebles que se habían apropiado después de la huida de los nacionales, siendo su casa el lugar de entrega y reparto. Así mismo, como máxima autoridad, era el encargado de controlar de aquella manera establecida, el racionamiento del pan.
Agricultor de profesión, labraba las tierras propias y además era manigero-encargado en las tierras de D. Francisco Serrano del Mármol, donde reinaba en aquellos tiempos cierto corte caciquil.
Los mayores, aún recuerdan aquella coplilla cantada a las hijas del Alcalde y manigero, que decía:
“A la Ita de Matías
le van a poner galones,
Se compone la cuadrilla
todo de mandones”.
Católico practicante, era de los pocos hombres que acudía a las misas en la iglesia de la aldea. Al final de su vida, iba cada día a rezar a una cruz que misteriosamente apareció en el Rocastro.
Falleció el día 6 de febrero de 1978 en plenos albores de la democracia, la cual no pudo conocer, pues padecía graves trastornos auditivos y seniles.

ANTONIO AGUILERA AGUILERA

Natural de El Castellar aldea de Priego de Córdoba,  nació por el año 1879. En concreto su familia era del Cortijo el Arroyo, situado en el barranco entre Almedinilla y Priego de Córdoba, de ahí el sobrenombre de “Arroyo”. Formó una de las sagas más importantes de la aldea con sus 8 hijos… 

CONTINUARÁ...

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