Siguiendo una publicación
que Dª. Carmen Juan Lovera hizo en el
Programa de Fiestas de San Mateo de 1977 donde aparece una “Relación de
alcaldes pedáneos del siglo XX en Alcalá la Real”, hemos intentado elaborar
este trabajo con los escasos datos disponibles, sin perjuicio de ir
complementándolo en la medida que obtengamos más información. Presentaremos sus
biografías, unas más extensas y otras más breves, lo cual puede deberse tanto a
los datos disponibles como a la actividad municipal desarrollada.
De la publicación de D.
Francisco Martín Rosales en su blog “Casas de Cabildo” se pueden ver cuáles
eran las funciones de los alcaldes pedáneos:
“En un acto oficial se le daba la
credencial y un documento con las atribuciones a las que se comprometían a
cumplir…Era una manera de acercar la administración a los barrios, pues servían
de enlace de la información municipal, de recoger las peticiones de los
vecinos, tenían algunos poderes de policía, de representación del alcalde etc.,
… En concreto eran los encargados de funciones
diversas, entre otras las informar sobre las licencias administrativas de
edificaciones, industrial, de vivienda o religiosa o civil.
Es el primer alcalde que
aparece en dicha relación. Son escasos o nulos los recuerdos que la gente mayor
del pueblo tiene de su figura. Se recuerda que habitaba una de las dos casas
que había enfrente de la escuela, en la actual explanada, llamada por ello
“Casa de Alba”, de la que en los años 70 del siglo pasado aún quedaban vestigios.
Ejerció su cargo durante la monarquía de Alfonso XIII. Podemos aportar de él,
unos cuantos datos familiares. Fue hijo de Juan y de María, y estuvo casado con
Mercedes Castillo Galán. Tuvieron un hijo llamado Antonio Alba Castillo, que
fue el encargado de cuidar las fincas de D. Francisco Serrano del Mármol antes
de la Guerra Civil, y quien contrajo matrimonio con María Serrano Arias,
natural de Priego de Córdoba. Su nieto y único hijo del anterior matrimonio,
Francisco Alba Serrano, apodado “Alameas”, fue víctima de la Guerra Civil,
falleció el 31 de Mayo de 1941, a los 34 años de edad, fusilado en Jaén. Con
Francisco desapareció la saga de los “Alba” de Fuente Álamo, pues sus 5 hijos y
su esposa tuvieron que marcharse a la zona de Brácana durante la Guerra Civil.
FRANCISCO GÁMEZ CASTILLO
De este alcalde pedáneo
no disponemos de información, y dejamos su estudio pendiente de futuras
consultas en archivos registrales, parroquiales o municipales. Su mandato se
ejerció también antes de la Segunda República.
VICENTE AGUILERA CASTILLO
Nació en Fuente
Álamo-Alcalá la Real el 14 de Agosto de 1900, hijo de Juan María Aguilera Leyba
y Segunda Castillo Anguita. Casado con Dolores Cano Ruiz y padre de 6 hijos.
Junto a sus otros 6 hermanos formaron una de las sagas más prolíferas de Fuente
Álamo.
Como características
físicas podemos describirlo con una estatura de 1,675 m., cejas pobladas, ojos
morenos, barba cerrada, color sano. Como señas particulares padecía una
invalidez que le trajo consigo el alias “Cojo Pistolas”, sobrenombre que heredó
de su padre, aunque en el pueblo era conocido como Vicente “Pistolo”. Dicha
invalidez fue producida en el Servicio Militar, lo que le hizo gozar de una
pensión concedida por O.C. del Consejo Supremo de Guerra y Marina, de 27 de enero
de 1928 (D.O. nº 35..) teniendo el grado de Cabo de Infantería retirado por
inútil. La pensión le fue retirada tras el proceso seguido contra él después de
la Guerra Civil.
Tenía como profesión
principal la de cabrero. Antes de que se iniciase la Guerra Civil, trabajaba
como guarda en el Cortijo de la Solana en las fincas de la familia
Sánchez-Cañete.
Con la creación en 1931
de la Sociedad Obrera de Trabajadores de
la Tierra «La Espiga Floreciente» de Fuente Álamo, afiliada a la FNTT-UGT, se hizo socio afiliado en 1931, ocupando cargos directivos de
tesorero en 1932, y en los años previos al inicio de la Guerra Civil fue
secretario de la Filial Cooperativa de la Sociedad “Espiga Floreciente”. Fue
uno de los firmantes del Acta de 10 de abril de 1936, que aprobó la
conveniencia de solicitar en arrendamiento, la finca denominada Cortijo
“Clavijo” propiedad del Excmo. Ayuntamiento de Alcalá la Real, cuando terminase
el contrato que aquel tenía en arriendo y que finalizaba el 15 de Agosto de
1936 y que no pudo llevarse a cabo con el inicio de la Guerra Civil. Durante la
contienda se produjo la colectivización de la tierra en Fuente Álamo con la
incautación de fincas.
Ejerció el cargo de
Alcalde pedáneo –según su declaración- durante dos periodos, el primero desde
1932 hasta 1934, -pienso que el periodo exacto pudo ser desde abril de 1931
hasta noviembre de 1933; y el segundo, desde las Elecciones Generales del 25 de
febrero de 1936, (en las que fue Interventor del PSOE), hasta la terminación de
la Guerra Civil en abril de 1939. La pedanía la simultaneó con el cargo de
presidente del Comité del Frente Popular, durante el periodo en que Matías
Pérez Lizana, tras ser movilizado su reemplazo, se incorporó al frente de
batalla en marzo de 1938.
Finalizada la Guerra
Civil, se produjo su detención por haber desempeñado los referidos cargos, con
acusaciones que en alguno de los casos no fueron probadas y en otros estaban
totalmente justificadas en razón al cargo que ejercía, pues obedecía órdenes
del Alcalde de Alcalá la Real, del Ministerio de Agricultura de la República o
en base a las necesidades del pueblo. Y es que tras llevarse a Alcaudete el trigo y el aceite que había en
Fuente Álamo, él dejó “que fueran a los cortijos para que con lo trajesen
comieran los del Pueblo”. Sin embargo, no todas las órdenes recibidas las
cumplió, negándose a llevar a cabo lo ordenado en el Oficio procedente del
Concejal socialista del Ayuntamiento de Alcalá la Real D. Salvador Frías, en el
que le decía que había estallado el Movimiento y que se pusieran a las órdenes
del Gobierno de la República, recibiendo una lista para que encarcelara a
veinticinco personas de Fuente Álamo, hasta el punto de que no solo no las
detuvo, sino que llegó a proteger a los tres únicos detenidos.
Como hemos dicho, fue
detenido el 8 de abril de 1939 en Alcaudete, pocos días después de finalizar la
Guerra y enjuiciado en el procedimiento Sumarísimo de Urgencia nº 44723. Fue
condenado a la pena de veinte años de reclusión temporal, como autor
responsable de un delito de Auxilio a la Rebelión Militar.
A partir de su detención,
tuvieron que soportar tanto él como su
familia una serie de acusaciones, denuncias, vejaciones, encarcelación y
posterior destierro, que, sin duda alguna le marcaría para el resto su vida, y
que continuarían solapadamente hasta los años 60.
Estuvo aproximadamente
tres años en prisión y sufrió un destierro de otro periodo igual de tiempo en
Lora de Río, donde estuvo cultivando melones y realizando otras labores
agrícolas. Cumplida la condena, volvió a Fuente Álamo aproximadamente en el año
1945, por aplicación de la ley de indulto general. Enfermo, fue acogido por los
familiares.
Dedicó el resto de su
vida a trabajar en el campo pese a la invalidez que padecía, asimismo desde los
años 50 hasta los 70, fue el cabrero de Fuente Álamo, profesión que ya había
ejercido por cuenta ajena antes del inicio de la Guerra. Mantuvo la explotación
ganadera hasta tres o cuatro años antes de fallecer.
Era un gran aficionado al
juego del dominó, de ahí se quedó el dicho popular en Fuente Álamo que se
aplica a una persona muy aficionada a los juegos de cartas: “Siempre jugando
como Pistolo y Pollica”.
Falleció el 1 de marzo de
1973.
JOSÉ CARRILLO RUFIÁN
Nació en Fuente Álamo en
1863. Se crió y vivió parte de su vida en el Cortijo de Las Terreras, de ahí el
sobrenombre de “Terreras” y que fue heredado por toda una saga, con sus hijos
Juan José, Pablo y Feliciano. Era una familia de trabajadores del campo, cultivando
tierras propias, en arrendamiento o encargados en tierras ajenas.
Pienso, aunque esto no
está contrastado, que fue alcalde pedáneo durante el bienio radical-cedista o
bienio negro (noviembre de 1933 hasta las elecciones 25 febrero de 1936), pues
se produjo un cambio de alcaldes pedáneos en Alcalá la Real. En ese periodo no
ejerció como tal Vicente Aguilera, seguramente por dimisión, aunque con el
triunfo de las izquierdas (Frente Popular) en las elecciones de febrero de 1936
retoma de nuevo el cargo.
Pocos días después de la
entrada de los nacionales en Alcalá la Real, en concreto el 4 de Octubre de
1936, José junto con su familia, se marchó al Bando Nacional, no regresando
hasta finalizada la contienda. Después vivió en la calle Las Parras de Alcalá
la Real hasta su fallecimiento.
Durante su mandato, o al
menos durante ese periodo de tiempo, se construyó la caseta de la luz (1934),
llegando la electricidad a Fuente Álamo.
Después de la Guerra
Civil fue uno de los hombres más influyentes en las decisiones políticas y
sociales de la aldea.
MATÍAS CESÁREO AGUILERA ANGUITA
Nació el 25 de Febrero de
1892, hijo de Cándido Aguilera López, de ahí el sobrenombre de “Candio” y de
Juana Anguita López, con domicilio en Las Caserías. Nieto por línea paterna de
José Aguilera y María López, de Las Caserías, y por línea materna de Antonio
Anguita y Ana López, de Las Grajeras. Casado con Leocadia Calvo Sánchez, tuvo
cuatro hijos.
Fue alcalde desde la
finalización de la Guerra Civil en abril de 1939, por lo que se puede
considerar como el primer alcalde del Régimen.
Sin hacer ningún tipo de
valoración sobre su actuación individual, sino de las propiamente impuestas por
los vencedores, le tocó gobernar en una de las aldeas de Alcalá la Real, que
había sido fiel a la República hasta el último día de la Guerra Civil, por lo
que se tomaron duras decisiones contra los vencidos, que venían establecidas
desde arriba, denunciándoles y señalándoles como culpables de todos los
desmanes ocurridos en la Aldea durante la Guerra Civil. Durante su mandato se
ordenó pelar a las mujeres de los republicanos y se les obligó a restituir
todos los enseres y muebles que se habían apropiado después de la huida de los
nacionales, siendo su casa el lugar de entrega y reparto. Así mismo, como
máxima autoridad, era el encargado de controlar de aquella manera establecida,
el racionamiento del pan.
Agricultor de profesión,
labraba las tierras propias y además era manigero-encargado en las tierras de
D. Francisco Serrano del Mármol, donde reinaba en aquellos tiempos cierto corte
caciquil.
Los mayores, aún recuerdan
aquella coplilla cantada a las hijas del Alcalde y manigero, que decía:
“A la Ita de Matías
le van a poner galones,
Se compone la cuadrilla
todo de mandones”.
Católico practicante, era
de los pocos hombres que acudía a las misas en la iglesia de la aldea. Al final
de su vida, iba cada día a rezar a una cruz que misteriosamente apareció en el
Rocastro.
Falleció el día 6 de
febrero de 1978 en plenos albores de la democracia, la cual no pudo conocer,
pues padecía graves trastornos auditivos y seniles.
ANTONIO AGUILERA AGUILERA
Natural de El Castellar
aldea de Priego de Córdoba, nació por el
año 1879. En concreto su familia era del Cortijo el Arroyo, situado en el
barranco entre Almedinilla y Priego de Córdoba, de ahí el sobrenombre de
“Arroyo”. Formó una de las sagas más importantes de la aldea con sus 8 hijos…
CONTINUARÁ...
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