FRANCISCO ALBA SERRANO, “ALAMEAS”, nació el 2 de Agosto de 1906 en Fuente Álamo y falleció por fusilamiento en Jaén el 31 de Mayo de 1941, a los 34 años de edad. Hijo de Antonio y de María, ambos naturales de Fuente Álamo. Su padre, Antonio Alba Castillo, era el encargado en las tierras de D. Francisco Serrano del Mármol antes de que les fueran incautadas al inicio del Guerra Civil. Era nieto del que fuera al principio del siglo XX alcalde pedáneo de Fuente Álamo, don Antonio Alba Muñoz. Se casó en Fuente Álamo el 20 de Enero de 1926, a los 19 años de edad, con Encarnación Sánchez Malagón de 20 años, natural de Brácana. No sabía leer, ni escribir, de estatura regular, pelo castaño, barba cerrada, cejas al pelo, color moreno y ojos oscuros.
Según contaban los mayores del pueblo, la
familia vivía en la que después sería la casa de la Huerta de Benito Fuentes,
aunque sus antepasados vivieron en la llamada Casa de Alba, enfrente de la
Escuela. Francisco, junto con su esposa
y sus cinco hijos, huyeron tras la ocupación de Alcalá la Real en Octubre de
1936 y se pasaron a la Zona Nacional por Almedinilla, donde fue detenido.
Finalmente pudo escaparse y regresar de nuevo a la Zona Roja, mientras que su
esposa e hijos se refugiaron en Brácana, sin saber de la suerte que había
corrido Francisco. Según su propia versión y en su defensa dice: “ Que unos meses después de iniciado el
Movimiento, se pasó en compañía de su mujer y cinco hijos a la zona nacional
por Almedinilla, presentándose al llegar a las autoridad militar, donde fue
puesto en libertad por error de apellidos e inmediatamente encarcelado. Que
fueron pedidos antecedentes de conducta y puesto de nuevo en libertad. Que se vino
de nuevo a Alcalá la Real, a recoger la ropa para su familia, que se la había
dejado en el cortijo donde vivía, y que al llegar a este cortijo fue hecho
prisionero por los rojos, no pudiendo regresar de nuevo a la Zona Nacional. Que
no es cierto que haya burlado la vigilancia de los Guardias para evadirse de la
Zona Nacional y pasar a la Roja”· En otra de sus declaraciones dice: “al pasar de la zona nacional a la roja fue
detenido por los milicianos en la Aldea de Fuente Álamo, término de Alcalá la
Real, llevándolo a San José de la Rábita, donde permaneció detenido unos dos
meses y medio. Fue trasladado luego a un
cortijo llamado el Puente de Baena, enfermando a los pocos días y teniendo que
trasladarse al Hospital de Alcaudete, de cual no podía salir por padecer
vómitos de sangre, siendo reconocido en Jaén por el Tribunal Médico. Acabo
pasando de soldado de servicio auxiliares a la 79 Brigada cerca de Valencia,
donde permaneció hasta la liberación
total de España”.
De
todos estos avatares no supieron sus familiares (nietos) hasta hace poco tiempo,
ni de su trágico destino ni menos aún de las circunstancias en que se produjo.
Sería
en los años 70 del siglo pasado, cuando estando sentado debajo de los almendros
de Brígido, siendo un niño, puede escuchar a los mayores como hablaban de un
hijo de Alba que habían matado en la Guerra Civil, y como decían de él que era
un “poco consentido y revolucionario” y que su
esposa podía haber hecho algo más. Aquellas conversaciones se me grabaron, y
siempre tuve la curiosidad de saber lo que había pasado con aquella persona. Con
este trabajo quiero rendirle un pequeño homenaje, y contribuir con ello al que
recientemente le ha hecho el Ayuntamiento de Alcalá la Real al inscribir su
nombre en octavo lugar (orden alfabético) en el monolito situado en el
Cementerio, junto a otros muchos desaparecidos. Debo agradecer a su nieto José
Alba Sánchez la colaboración prestada y los datos proporcionados que me han
sido muy útiles para poder hacer este trabajo, junto con los documentos
obtenidos del Archivo Militar de Sevilla.
Un
vez consultado el referido Archivo, la pregunta que me hago es: ¿Fue Francisco
Alba, un enlace rojo, un espía rojo o un espía nacional, un miliciano de la Caballería
Roja, un evadido a la Zona Roja, un evadido a la Zona Nacional o un aprovechado
de la situación que quiso poner a salvo a su familia?
En
el procedimiento Sumarísimo de Urgencia nº 16.509, se procesan conjuntamente a
Francisco Alba Serrano y a Juan Funes
Mesa, iniciándose la instrucción de la causa el 9 de mayo de 1939. No se
enjuician a Victoriano Expósito Romero (a) Rana; Justo Gutiérrez Vera (a) Pipo;
Teodoro Pérez Sáez (a) Pavillo, encartados en algunos de los hechos seguidos en
dicha causa, pero no en todos, por estar encuadrados en el Ejército Rojo, no
habiendo regresado todavía, según se hace constar en las actuaciones. Francisco
Alba Serrano fue condenado a la pena de muerte en un proceso construido en base
de presunciones, testificales que conocían los hechos de oídas, sin testigos
presenciales, sin garantías procesales y lleno irregularidades, como todos o
casi todos los Procedimiento Sumarísimos que se abrieron después de la Guerra
Civil. Incluso llegó a haber testigos
directos, tal y como se indica en el informe de la Falange Española de 23 de
mayo de 1939, tratándose de los familiares detenidos y llevados a Alcaudete y
después a Valencia: “las que se
encuentran dispuestas para declarar tantas veces sean requeridas al efecto”;
sin embargo, no se les recibe declaración.
Aunque,
como hemos dicho anteriormente, son enjuiciados conjuntamente Francisco Alba
Serrano y Juan Funes Mesa, existe coparticipación en algunos hechos (caso de la
detención de dos derechistas), pero en otros hechos no: ni la propaganda
desarrollada, ni las actuaciones políticas fueron las mismas, no se aplica la
norma “cada delito será objeto de un sumario” y todo se enjuiciaba en la misma
causa; incluso se procesaban en la misma causa personas que nada tenían que ver
las unas con las otras. En este trabajo dejamos aparte en la medida que de lo
posible la actuación del grajereño Juan Funes Mesa.
EL
PROCESO
Se
instruye atestado por la Guardia Civil del puesto de San José de la Rábita el 4
de mayo de 1939, contra: “Juan Funes Mesa
(a) Pelotas, presidente que fue del extinguido sindicado de la Aldea de las
Grajeras y de Francisco Alba Serrano (a) Alameas, autores de la detención de
Don Eugenio González de Lara y Casimiro Vázquez Aguayo, el día 10 de Agosto de
1.936, según denuncia que también se adjunta, e individuos de pésimos
antecedentes permitiéndome hacer constar por haber sido denunciado después de
instruidas las diligencias, por el Jefe Local de Falange Española y
Tradicionalista de las JONS de esta Aldea, Sr. V. Bermúdez Jiménez, que el
último de estos individuos se pasó en el mes de octubre de 1936 al Campo
Nacional, al pueblo de la Almedinilla (Córdoba) donde hizo la presentación y
por error de apodo fue puesto en libertad, y al identificarlo después fue detenido
por sus malos antecedentes en contra de Nuestra Santa Causa y al tratar de
aplicarle el Bando de Guerra, pudo escapar ileso, cuyos dos individuos y por
carecerse en esta Aldea de locales de seguridad, han sido ingresados en la Cárcel
de Alcalá la Real, a su disposición. San José de la Rabita 4 de mayo de 1939”
El
14 de noviembre de 1939 a petición del Juez Instructor, el Ayuntamiento de
Alcalá la Real, emite informe respecto a Francisco Alba Serrano (a) Alameas,
diciendo que: “su conducta pública y
privada es mala, de ideología política: marxista. Durante la dominación roja,
actuó voluntariamente con las armas en la mano a favor de la misma haciendo
servicios de guardia y los que a continuación se expresaran. Saqueos de los
cortijos de personas de orden de aquella Aldea. Practicó varias detenciones,
entre ellas las de sus convecinos D. Eugenio González de Lara y Sánchez-Cañete
y Casimiro Vázquez Aguayo, los que pueden declarar acerca de la actuación de
este sujeto”.
El 16 de mayo se emitió informe por el Alcalde de San José de la Rabita “Giménez” en cumplimiento de lo solicitado: “los dos pertenecían al partido socialista, Francisco Alba Serrano (a) Alameas actúa en saqueos y en recogida de ovejas y gallinas por las casas de campo en unión de otros muchos compañeros. Añade después, que Francisco Alba fue al Cortijo del Pedrero en compañía de otros que se desconocen los nombres y sacaron a Manuel López de la Rosa, el cual asesinaron y el antes mencionado Alba estuvo 48 horas haciéndole guardia a la familia del difunto de esto puede informar Antonio Lizana Ibáñez vecino de las Grajeras”.
El 16 de mayo se emitió informe por el Alcalde de San José de la Rabita “Giménez” en cumplimiento de lo solicitado: “los dos pertenecían al partido socialista, Francisco Alba Serrano (a) Alameas actúa en saqueos y en recogida de ovejas y gallinas por las casas de campo en unión de otros muchos compañeros. Añade después, que Francisco Alba fue al Cortijo del Pedrero en compañía de otros que se desconocen los nombres y sacaron a Manuel López de la Rosa, el cual asesinaron y el antes mencionado Alba estuvo 48 horas haciéndole guardia a la familia del difunto de esto puede informar Antonio Lizana Ibáñez vecino de las Grajeras”.
El
23 de mayo se emite otro informe de Falange y dice que “Francisco Alba Serrano (a) Alameas de la Aldea de Fuente Álamo, tomó
parte en el asesinato de Manuel López de la Rosa del Cortijo conocido por
Pedrero, Barranco de la Alcaide, término municipal de Alcaudete, en unión de
Valentín Olmos, vecino de Sabariego, hoy detenido, y Vicente Vera Moreno,
ignorándose más detalles, así como varios
más desconocidos, llevándolo a efecto por medio de engaños de que se pasaría al
campo nacional, hecho que llevaron a cabo con escopetas, ignorase la fecha del
hecho en que se realizó las familias de
la victima fueron detenidas por los mismos, llevándolas a Alcaudete y posterior
a Valencia, las que se encuentran dispuestas para declarar tantas veces sean
requeridas al efecto”.
Son
varias las acusaciones a las que tuvo que hacer frente, siendo la más grave aquella
referida al asesinato, que en todo caso, y con independencia de la
autoría, debe ser considerado como un trágico suceso más ocurrido en una
cruenta guerra civil. Hecho que,
seguramente, le costó a él también la vida, pero ésta ya “en frío”. El 21 de julio de 1937, Manuel López de la Rosa, de 43 años de edad, labrador, natural de
Alcaudete, con residencia en el Cortijo conocido por Pedrero, en Barranco de la
Alcaide, término municipal de Alcaudete, fue asesinado en el lugar llamado
Carril de Santa Casilda. Los presuntos partícipes, según consta en actuaciones
judiciales, son: Francisco Alba Serrano, Vicente Vera Moreno y Valentín Olmo del
Sabariego, así como varios más desconocidos; pero no queda probado que fueran autores
materiales.
En
relación con estos hechos, no consta el testimonio de un solo testigo
presencial que declare en la Causa, y como hemos dicho, la propia familia de la
víctima, que si bien podría declarar, no se les recibe declaración. Así,
unos testigos dicen que “lo saben por
rumores”, “en compañía de otros que se
desconocen los nombres” “ignorándose más
detalles, así como varios más desconocidos”.
Tampoco aparece definida su participación en los hechos, y en las declaraciones
de testigos no presenciales se dice: “Alba
estuvo 48 horas haciéndole guardia a la familia del difunto de esto puede
informar Antonio Lizana Ibáñez vecino de las Grajeras”.
Al que curiosamente tampoco se le recibe declaración.
Otro
informe dice: “llevándolo a efecto por
medio de engaños de que se pasaría al campo nacional, hecho que llevaron a cabo
con escopetas”. En otra testifical
se dice: “llegando a dicha casa con
engaño diciendo que era un agente que venía para si se querían pasar a la zona
nacional, por cuyo engaño se fiaron dichos individuos y se declararon a él, en
cuyo momento se echaron sobre el mártir los compañeros de aquel que estaban
acechando llamado Valentín Olmo del Sabariego y Vicente Vera Moreno”. En esta declaración aparecen otros posibles
partícipes, que no fueron enjuiciados caso de Vicente, por haber fallecido en
el frente de Batalla en Teruel. Otra declaración también de oídas dice que: “previo engaño que fue objeto el Manuel a quien le dijo que era
de la zona nacional y que venía por si quería pasarse, a lo que confiándose se
declaró y dijo que sí, lo que acto seguido fue detenido por otros y siendo
asesinado”. Por último, y este testigo si es claro en cuanto a la fuente de
información, dice: “son
rumores, pero haciéndose enlace de las fuerzas nacionales, engañó a dos o tres, pues en vez de presentarlos a
los nacionales como le prometieron, los
llevaban a los rojos para fusilarlos como hicieron con una familia que no
sabe su nombre. Le dicen los del barranco que no recuerda el recto del nombre
del lugar del barranco, y a los tres
hombres los iban a fusilar, muriendo uno. Los otros dos pudieron huir y se
pasaron a la zona nacional, en cambio
las mujeres, que eran dos o tres, se las llevaron presas a Valencia, donde han sufrido mucho. Pero
esto, repite, lo sabe por rumores, sin haberlo comprobado”. Esta
declaración que como las demás es una testifical por los rumores, se dice que “los llevaron a los rojos para fusilarlos”,
por lo que ni siquiera se les señala como autores materiales.
A
esta acusación Francisco responde: “Que
ignora todo lo referente al asesinato de don Manuel López de la Rosa que tuvo lugar en el sitio
conocido por el Barranco del Alcaide…” “Preguntado si es cierto que tomó parte
en el asesinato de Don Manuel López de la Rosa en el sitio conocido por el
Barranco del Alcaide, haciéndose pasar
por agente de la Zona Nacional y proponiéndole al Sr. López de la Rosa el pase
a dicha zona con el consiguiente asesinato al contestar afirmativamente, dice
que no y que no conoce al don Manuel López de la Rosa”. “Que
insiste en no tener noticias y conocimiento del asesinato de don Manuel López
de la Rosa”.
Desde
mi punto de vista, pues cada uno puede llegar a su propia conclusión, Francisco Alba, acompañado supuestamente por
Vicente Moreno, Valentín Olmo y otros desconocidos, en su misión de enlaces o
espías y como miembros de la “Caballería Roja”, llegaron al Cortijo Pedrero,
propiedad de la familia del Sr. López de la Rosa, a quien propusieron pasarle a
la zona nacional. Al acceder a tal proposición, fue deteniendo junto con su
familia durante 48 horas y posteriormente entregados a los militares del
ejército republicano, siendo Manuel fusilado y su familia trasladada a
Valencia.
La
segunda de las acusaciones es la detención de dos derechistas, que como
miembro de la Caballería Roja realizó. Aquí sí tenemos testigos directos,
aunque de parte, que son el propio Casimiro Vázquez Aguayo y Eugenio González
de Lara y Sánchez-Cañete. Casimiro Vázquez Aguayo, Guardia Municipal de este
Ayuntamiento, natural del Castillo de Locubín y vecino de esta ciudad la Aldea de las Grajeras, denuncia a
sus convecinos Victoriano Expósito Romero (a) Rana; Juan Funes Mesa (a),
Pelotas, presidente de la casa del Pueblo; Justo Gutiérrez Vera (a) Pipo;
Teodoro Pérez Sáez (a) Pavillo y Francisco Alba Serrano (a) Alameas, este,
vecino de la Aldea de Fuente Álamo, por los hechos siguientes: “Que el día 10 de Agosto de 1936 y en su
mañana, estando aventando una parba de trigo el que suscribe en la Casería de
la Concepción propiedad de D. Eugenio González Lara, se le presentaron los
cinco individuos o sean los anteriormente relacionados, todos ellos con
escopetas, sorprendiéndome y amenazando que si no me entregaba sería fusilado,
conduciendo en unión de D. Eugenio González de Lara al Cuartel de la Guardia
Civil de la Rabita, el que había habilitado para prisión de los fasciosos,
poniéndome a disposición de Marcos Sánchez Torres (Pollica), al que había
elegido como Jefe de la prisión”.
Declaración
del testigo el 10 de julio de 1939, el otro detenido Eugenio González de Lara y Sánchez-Cañete
dice: “Que conoce perfectamente a los
denunciados por los que se les pregunta.
El Francisco Alba Serrano (a) Alameas es también de izquierdas, detuvo a
los mismos. Que Juan Funes Mesa, entre ellos al declarante, todos los días,
armado con escopeta y después luciendo el primer fusil que se vio por la
aldea”.
A
esta acusación responde Alba: “Que no es
cierto que haya tomado parte de la detención de don Eugenio González de Lara y
don Casimiro Vázquez Aguayo así como
haber apuntado con una escopeta a estos Sres. diciéndoles que si no se
entregaban los mataría, como pueden atestiguarlo los citados Sres”. Y “Que no
empuño las armas, ni participó en robos y detenciones y únicamente acompañó a
los que detuvieron a Casimiro Vázquez Aguayo retirándose antes de llegar la
casa del mismo.”
La
tercera de las acusaciones es el haberse cambiado de bando. De nuevo las
testificales son de oídas, aunque hay una que quizás sea la más verosímil, pero
también de parte, pues el testigo Sr.
Bermúdez Arenas declara haber visto a Francisco en Almedinilla y dice: “… sabe que cuando el declarante estuvo
detenido vio en el Cuartel de la Guardia Civil con un fusil que llevaba,
asomándose por una rendija para ver a los presos. Después se pasó a Almedinilla
y al verlo el declarante y otros paisanos lo denunciaron a la Guardia Civil,
siendo seguidamente detenido, pero escapando posteriormente de prisión, tras lo
cual se pasó a zona roja nuevamente”. Otras declaraciones de oídas dicen: “se pasó en el mes de octubre de 1936 al
Campo Nacional, al pueblo de la Almedinilla (Córdoba), donde hizo la
presentación, y por error de apodo fue puesto en libertad. Al identificarlo después, fue detenido por
sus malos antecedentes en contra de Nuestra Santa Causa y al tratar de
aplicarle el Bando de Guerra, pudo escapar ileso”… Otra
dice: “después se pasó a Almedinilla zona
nacional, en donde fue encarcelado y sacado para sancionarlo, huyendo de sus
guardias y volviéndose a internar otra vez en zona roja, donde ha tenido una intervención algo
desastrosa” … “Después de tomada esta ciudad nuestras fuerzas lo hicieron prisionero
en la Almedinilla, pero se les escapó, y según rumores, digo son rumores”,….
Otro dice: “sin saber por qué, pero seguramente de espía se pasó a
Almedinilla y de esta se volvió a pasar al campo rojo escapando de la Guardia
Civil…”
De
esta acusación, Francisco Alba declara:
“Que unos meses después de iniciado el Movimiento, se pasó el declarante en
compañía de su mujer y cinco hijos a la zona nacional por Almedinilla,
presentándose al llegar a las autoridad militar donde fue puesto en libertad
por error de apellidos e inmediatamente encarcelado. Que fueron pedidos
antecedentes de conducta y puesto de nuevo en libertad. Que se vino de nuevo a
Alcalá la Real según dice, a recoger la ropa para su familia, que se la había
dejado en el cortijo donde vivía y que al llegar a este cortijo fue hecho prisionero
por los rojos, no pudiendo regresar de nuevo a la Zona Nacional. Que no es
cierto que haya burlado la vigilancia de los Guardias para evadirse de la Zona
Nacional y pasar a la Roja y que sobre
este hecho puede declarar don Victoriano Bermúdez Jiménez y don Antonio
Bermúdez Arenas de la Aldea de Fuente Álamo”….”
En
la declaración judicial es nuevamente: “Preguntado
si es cierto que posteriormente pasó a la Zona Nacional por Almedinilla, donde tras
ser encarcelado logró evadirse y volver a la zona roja, dice que sí, pero que el
motivo de volver a la zona roja fue para recoger la ropa de sus hijos….
Preguntado si tiene algo más que manifestar dice que al pasar de la zona nacional a la roja fue detenido por los milicianos
en la Aldea de Fuente Álamo, término de Alcalá la Real, llevándolo a San José
de la Rábita donde permaneció detenido unos dos meses y medio y siendo
trasladado a un cortijo llamado el Puente de Baena…”
Otra
acusación fue por su actuación
directa o participación en la guerra como enlace rojo, donde según algunas
declaraciones: “todos los días, armado
con escopeta y después luciendo el primer fusil que se vio por la aldea, iba a
caballo desde Fuente Álamo a la aldea de San José de la Rábita, algunos
días hasta tres veces como llevando órdenes
y siendo enlace de los rojos en sus diversas posiciones”…., En otra declaración se afirma lo mismo y
dice: “prestó servicios en Caballería
roja siendo enlace para llevar los partes de un lugar a otro”… “Durante la
dominación roja, actuó voluntariamente con las armas en la mano a favor de la
misma, haciendo servicios de guardia y los que a continuación se expresarán….”
“Francisco Alba Serrano, este fue de los primeros que se afilió a las milicias
de la caballería roja prestando servicios con ellos”…. “vio en el Cuartel de la Guardia Civil con un
fusil que llevaba, asomándose por una rendija para ver a los presos… “militó en
la caballería roja, prueba de que el primer fusil que hubo en la Aldea era de este
individuo”
En
su declaración dice: “Que no es cierto
que haya pertenecido a las milicias de Caballería Roja….” si se incorporó a las
milicias de Caballería roja dice que no”.
Y
la acusación general por la que fueron procesados todos los republicanos que
habían tenido una actividad política, intervención en la colectivización de
las tierras o ataque a lo que representaba la Iglesia.
En
los informes se dice que “Francisco
Alba Serrano (a) Alameas actúa en
saqueos y en recogida de ovejas y gallinas por las casas de campo en unión de
otros muchos compañeros”…” Francisco
Alba Serrano también era directivo los
componentes de dicho Comité. También fueron estos dos sujetos de los que cooperaron a la destrucción de las
Imágenes de la Iglesia de aquella aldea”.
Francisco
niega rotundamente su pertenecía a partidos
políticos y dice: “Que no es cierto que
haya intervenido en los saqueos y robos de las casas de personas de orden y en
la incautación de fincas rústicas para labrarlas ellos directamente…. “que el
declarante no ha pertenecido al Frente Popular”… “Que ni antes ni después del
Alzamiento ha pertenecido a ningún Partido Político ni organización sindical”.
Respecto a estas acusaciones, y a diferencia de otros significados dirigentes
fuentealameños que reconocen sus ideas y su pertenencia a partidos políticos, Francisco
nunca reconoce su pertenencia al Frente Popular ni a ningún partido político o
sindicado.
El
primero de marzo de 1940 se dicta sentencia por el Consejo de Guerra
Permanente, resultando los hechos probados que el procesado Juan Funes
Mesa, …; que también encartado Francisco Alba Serrano, de igual naturaleza y
vecindad que el anterior, campesino y mayor de edad, individuo de conducta
perversa, acompañó al anterior procesado en las detenciones de los señores
mencionados, se pasó a la Zona Nacional por Almedinilla (Córdoba) y posteriormente
se reintegró a la zona roja, fingiéndose enlace encargado de facilitar el paso
de personas de orden a la dicha zona. Se
presentó en el domicilio de Don Manuel León (López) de la Rosa a quien con el
dicho engaño de evadirlo, lo sacó de su casa, conduciéndole al sitio conocido
por Barranco del Alcayde. Lo asesinó en unión de los individuos que a dicho fin
estaban aguardando. Considerando que los hechos declarados probados en el
anterior resultando, e imputados al procesado Francisco Alba Serrano, son constitutivos
de un delito de adhesión a la rebelión militar, previsto y penado en el
artículo 238 del Código de Justicia Militar, del que aparece como autor
responsable el procesado, al que procede imponer la pena señalada al delito
cometido, aplicándola en su grado máximo, por concurrir las circunstancias agravantes
de peligrosidad social y gravísima transcendencia de los hechos ejecutados.
Fallando:
Que debemos condenar y condenamos al procesado Francisco Alba Serrano a la pena
de muerte, como autor responsable de un delito de adhesión a la rebelión
militar, con las agravantes apreciadas y al pago de las responsabilidades
civiles.
El
31 de mayo de 1941, constituido el Juzgado
a las 22 horas en la prisión provincial, se hizo comparecer ante el mismo al
condenado Francisco Alba Serrano, de 34 años, natural y vecino de Fuente Álamo,
de profesión campesino, hijo de Antonio y de María, de estado casado con
Encarnación Sánchez Malagón de la que tiene
cinco hijos, vistos en Consejo de Guerra celebrado en esta plaza el día primero
de marzo de 1940, en virtud de cuya sentencia se le condena a la última pena,
la cual le es notificada así como el acuerdo del Iltmos. Sr. Auditor de Guerra
del Ejercito de Operaciones del Sur, aprobando la misma y el oficio de la
Secretaria del Estado Español en virtud de la cual S.E. el Generalísimo se da por
enterado de la pena impuesta que se ejecutará en la forma propuesta.
Se
extiende Diligencia de Entrada en Capilla. En la misma plaza e igual fecha,
siendo las veinte y tres horas, se constituyeron el condenado Francisco Alba
Serrano (a) Alameas en capilla, requiriéndose S.Sª para reclamasen los auxilios
espirituales o de otra clase que estimare necesarios.
Y
por último, la Diligencia de Ejecución.
En Jaén a 31 de mayo de 1941. Por la presente se hace constar que a las cinco
horas y en las tapias del cementerio ha sido ejecutada la pena de muerte en la
persona de Francisco Alba Serrano por el piquete de
ejecución que manda el oficio a don…..Reconocido posteriormente los cuerpos de los
reos por el médico militar D. José Soler Giménez, certificó la defunción.