Durante este mes de mayo, tradicionalmente vienen celebrándose las primeras comuniones; sin embargo, esto no siempre ha sido así en Fuente Álamo. Tal evento ha ido celebrándose, dependiendo de las circunstancias, en tres épocas del año; que eran: el propio mes de Mayo, coincidiendo con un fin de semana; el día de San Antonio, cuando era considerada fiesta mayor de la aldea y por último, el día de la Virgen del Rosario. Esto podía deberse fundamentalmente al fenómeno de la emigración temporal de los padres (a lo que ya dedicamos una entrada), aunque a veces, podía deberse a causa individuales o personales, como una enfermedad, u otros motivos, tal y como ocurrió el 6 de junio de 1976, una de las celebraciones más grandes por el número de comulgantes.
Las Primeras Comuniones en Fuente Álamo a
primeros de los años 40, con el triunfo de los nacionales y la declaración de
la religión católica, apostólica y romana como única del estado, eran
multitudinarias. Ello era debido al intento de “recuperarlos para el
catolicismo”, haciendo comulgar por primera vez a todos aquellos niños que en los
años de la Segunda Republica, no lo habían hecho, al haberse declarado la
aconfesionalidad del estado y al haberse producido un paréntesis religioso durante
la Guerra Civil en Fuente Álamo, que durante toda la contienda se mantuvo en Zona
Republicana, en la misma línea del frente. Se celebraban con cierta solemnidad,
en el sentido que era Doña Casilda Sierra Montanez quien invitaba a los niños a
una merienda consistente en un hornazo, que era un pan con un huevo cocido duro
dentro, y una taza de chocolate, que se solía tomar en la antigua escuela. El edificio tenía dos plantas, la superior estaba
destinada a la enseñaza y la parte de abajo era la casa del maestro de Manuel.
A primeros de los años 50, para algunas familias pobres y no muy convencidas católicamente, las primeras comuniones eran poco solemnes e improvisadas en algunas ocasiones. Es el caso de Matías Pérez, que en el día de su primera comunión estaba guardando cochinos y tuvo que ser relevado por sus hermanos para ir a tomarla, o el caso de Antonio Pérez “Nono”, que reclamaba insistentemente al maestro don Manuel, que se habían olvidado de darle la primera comunión cuando todos ya la había tomado. El maestro entonces acudió al cura y le dijo: “Este niño no ha tomado la primera comunión”, a lo que respondió el cura: “Bueno, que no se preocupe, ahora mismo se la damos. ¿Cuantos pecados tienes?, ¿Te has peleado con tus hermanos? Y se la dio.
La tradición de entregar una estampita de recuerdo se fue generalizando en Fuente Álamo a partir de mediados los años 50, conservando alguna de 1955, aunque la tradición venía de atrás. Como recuerdo de la Primera Comunión celebrada el 21 de mayo de 1966 se emitió una estampita colectiva de los niños y niñas de las Escuelas SA-FA.
Entre los años 50 y 60 se solían celebrar, como hemos dicho anteriormente, en tres épocas del año, y por poner algunos ejemplos, tenemos durante el mes de Mayo, los años 1955, 1962, 1963, 1966, 1967; el día de San Antonio los años 1957,1958, 1969, 1970 y menos habitual el día de la Virgen del Rosario que se celebraron algunas en 1958, debido a la emigración de los padres que impedía a los niños, celebrarla con sus compañeros. Por esa razón, la celebraran en solitario una vez que regresaba el padre.
Eran comuniones muy sencillas, en las
que, continuando con la tradición, se daba una taza de chocolate y un bollo en
la escuela, llegando a formarse grupos de 15 a 20 comulgantes primerizos.
En los años 70 la primera comunión era el segundo acto social religioso en las familias de Fuente Álamo después de las bodas, y se le daba gran importancia. Suponía un gran día de ilusión para el niño, que en algunos casos, al hacerse con la edad de 6 a 7 años, se tenía que aprender a leer en el catecismo. Una vez confesados todos los pecados, (aquellos típicos: me he peleado con mi hermano, no he obedecido a mis padres, he dicho palabrotas…), que ya todos teníamos aprendido antes de confesarnos, le seguía una taza de chocolate y un bollo en la escuela. Tras la merendola, cada familia se marchaba a su casa, donde los familiares más cercanos eran invitados a la comida. La estampita se entregaba a los familiares o amigos, quienes a cambio daban dinero, pero nada de regalos. Recuerdo que el 13 de Junio de 1969, fue el día de mi primera comunión. Habíamos sido preparados para ello durante el curso de parvularios, llegando a aprender a leer en el propio catecismo, siendo en la misma escuela donde se impartía la catequesis, y solía darla uno de los alumnos mayores más aventajados. En nuestro caso, nos sacaban al pasillo central que dividía las dos alas de la escuela y Juan Pedro Pareja, en una banqueta con listones de madera, nos sentaba a los 7 niños varones y nos daba catecismo. Las niñas eran formadas o preparadas separadamente.
Era un día de nervios y de ilusión a la vez, sin ser muy consciente de lo que significaba en sí tal acto, aunque muy concienciado de que ya no podía cometer pecados. No lo recuerdo muy alegre por la tensión que provocaba el miedo a poder cometer algún pecado y a tener que portarse obligatoriamente bien, pero como íbamos a recibir por primera vez a Jesús, era un día de ilusión. No se pensaba tanto en regalos, más bien en la taza de chocolate y dulce que nos tomaríamos en la escuela, aunque también en el dinero que podíamos recibir. Recuerdo que fue mi abuelo y mi tío Nazario quienes más dinero me dieron: 20 duros de papel. Aunque creo que sólo llegué a verlos, porque fueron destinados a otras necesidades familiares, no se muy bien cuales; pues, hasta el traje era prestado de Antonio Expósito “Nenillo”, y encima me dejaron el pernil corto y las magas largas; no sé lo que Fotos Sánchez de Frailes cobraría por las cuatro fotos de recordatorio. En cuanto a lo religioso, el miedo o temor a confesar los pecados era lo que más me preocupaba, pero como ya teníamos aprendida la lección de los pecados a confesar que nos habían enseñado los niños mayores. Con decir tres o cuatro pecados ya estaba bien (no fuera que nos pasáramos de malos, sin pensar en el secreto de confesión), y fueron el de haberme peleado con mis hermanos, con mis amigos, y haber dicho palabrotas.
A partir de los años 70, por poner algunos ejemplos, se celebraron durante el mes de Mayo, en los años 1975, 1976, 1992, 1995, 2000; el día de San Antonio en los años 1970, 1990 y lo que sí se generalizó, fue el día de la Virgen del Rosario en los años 1976, 1977, 1979, 1982,1983, 1985, 1995.
En Fuente Álamo, imagino que al igual que
en otros lugares, se iba a misa ese día, y disimulando poco a poco, durante el
mes siguiente, se iba dejando de acudir. Algunos sólo fueron a misa ese día.
A partir de los años 80, llegaron las
primeras comuniones con sus grandes regalos y su celebración en salones o
restaurantes. Se invitaba a familiares y amigos, donde la comunión del niño era
el pretexto, y siendo los padres los que tenían que hacer un gran sacrificio
económico. Se cambió el diseño de la estampita de recuerdo, donde en el reverso
ya no se imprimía ningún tipo de
recordatorio y era en el anverso dónde se
ponía tanto el dibujo gráfico o una foto como el recordatorio. En estos años
hay que destacar la labor desinteresadas de las catequistas, que eran las
propias jóvenes de la aldea; posteriormente se hicieron cargo de esta formación
un grupo de mujeres desinteresadas, en colaboración con las religiosas que
venían de La Rábita.
En los años noventa se generalizó el mes
de mayo como día de las primeras comuniones, siendo la preparación, la
ceremonia y la invitación similares a las actuales.
Esta entrada queda abierta, como todas, a
que cada fuentealameño que lo desee pueda contar alguno recuerdo del día de su
primera comunión y si quiere puede mandar su foto para ser publicada en esta u
otra entrada.
Mingui, soy Pedro Vega de las escalerillas, feliz año nuevo.
ResponderEliminarEn la foto de la primera comunión, porfavor podrias ponerles nombres a los niños, solo te reconozco a ti.
Otra cosa, como podria conseguir la camiseta de Fuente Alamo?
Enhorabuena por tu trabajo!
Un abrazo desde Premia de Mar (Barcelona)
Gracias
Hola Pedro, también te deseo feliz año nuevo para ti y para tu familia, pues me imagino que Ana será tu hija. Muchas gracias por interesarte por los temas de tu pueblo, en donde tu también formas parte de su historia, en donde aparece tu familia en otras publicaciones y recuerdo que una de fútbol también creo que apareces tú y tus hermanos. En cuanto a los nenes que aparecen en la foto, son: de izquierda a derecha y detrás Manolín de Arévalo, que creo vive en Villafrancas, a su lado el tristemente desaparecido Rafalín de la Teodora, Gregorio de Casero Sierra, Antonio de Charraga y Remualdo del Peñón, y delate tu y yo. En cuanto a las niñas son: Natalia, Julia, Maria Luisa, Nieves, Maria Rosa, y Rosi del Peñón. El Cura D. Antonio, los maestros D. Leovigildo y Dª Visi.
EliminarEn cuanto a la camiseta todavía se puede conseguir, creo que tu tío Antonio, ha comprado 4. Solo me tienes que decir la talla y el color y cuando vengas te la llevas, sale por 12 €. Ahora estamos en facebook en una campaña para la restauración de la Torre, donde hemos diseñado otras camisetas con el dibujo de la Torre. Perdona por el retraso en contestar, pero es que he estado un poco liado. Un abrazo y lo que necesites ya sabes donde encontrarlo.