domingo, 15 de enero de 2017

PÁRROCOS DESDE LA POSTGUERRA EN FUENTE ÁLAMO



         Los fuentealameños, por lo general, han sido y  son un poco agnósticos desde mi punto de vista, y más los hombres que las mujeres. En épocas, como la II República y durante la Guerra Civil, algunos demostraron el ateísmo propio de aquellos tiempos, llevando a sus últimas consecuencias el Art. 3º de la Constitución de 1931, que  recogía que “El Estado español no tiene religión oficial”. Se cuenta que en estos tiempos, la otra imagen que había de San Antonio de Padua, tallada en madera, fue atada con cuerdas y arrastrada por el pueblo y mojada en el pilar, a la vez que se le decía “como eres Santo no te ahogarás”, y según se cuenta finalmente quemada para hacer unas migas, “acto vandálico” muy corriente en la época republicana.
Su feligresía perteneció desde su creación, así como las ermitas de los partidos rurales de Charilla, Ermita Nueva, Val de Granada, las Caserías y Hortichuela, a la parroquia de Santa María la Mayor, que estaba situada en la explanada de la Fortaleza de la Mota, y que al ser quemada por los franceses en 1812, fue traslada a la Iglesia de Consolación, así sus documentos relativos a bautismos y matrimonios, que no fueron destruidos por el referido incendio. Posteriormente en 1893 pasó a depender de la Parroquia de San José de la Rábita, inscribiéndose allí todos los asientos sacramentales relativos a los fuentealameños.
Han sido muchos los párrocos que han predicado y oficiado la eucaristía en la iglesia de Fuente Álamo desde su construcción en el siglo XVIII, salvo el intervalo de la Guerra Civil, que fue utilizada como granero o como prisión. Con una simple consulta de los archivos parroquiales, podríamos puntualizar el tiempo y su sucesión. Los asientos que se conservan en la Parroquia de San José datan de 1893, sin que sepamos donde se conservan los anteriores a esta fecha, aunque, como hemos dicho, se encuentren seguramente en la Parroquia de Santa María la Mayor. Este trabajo está fundamentado en base a los recuerdos propios y los trasmitidos por los fuentealameños y abarca a partir de la Guerra Civil hasta nuestros tiempos.
La doctrina católica se ha ido predicando por misioneros o por sacerdotes que a lo largo del tiempo han pasado por el mundo rural fuentealameño. Traían los aires dogmáticos que corrían en cada época. Los hemos visto con sombrero, con sotana, con alzacuellos, sin sotana y con chaquetilla vaquera. Algunos siguiendo los cánones eclesiásticos de los años 50, negaban el matrimonio católico a los fuentealameños porque “se habían llevado la novia”, (ante tal negativa le respondió Pablo, en el bar de Domingo Aguilera, que si él no quería le daba igual, que “curas había para apestar”); hubo otros de corte más liberal en los años 90 del siglo pasado que llegaron a renunciar al celibato y abandonó el sacerdocio para casarse.
Muchos fuentealameños recuerdan en esos años 40, 50 y 60 como los párrocos venían desde San José de la Rábita. Para ello, Pedro González “Cañuelos” o el alcalde pedáneo José Pedro, solían mandar con un mulo a uno de sus hijos. Se les veía asomar por la Piedra Gorda, al párroco a lomos de la bestia y al mulero con el cabestro en la mano y el mulo a la reata. Así, después de la Guerra Civil aparece como párroco D. Diego Galán Martos, quien fue sucedido en el cargo por D. Emilio Gondra Cigorraga en agosto de 1940 hasta 1944, quienes tuvieron bastante trabajo, pues tuvieron que cristianizar a los fuentealameños que la II República y la Guerra Civil les dejó la libertad de optar.
Luis Cano Nieto, recuerda después de la Guerra Civil a D. Manuel  Armenteros Guerrero (1944-1953). Aunque otros como Antonio Aguilera e Iluminada Valverde nombran a Don Santiago Cozar López (1953-1958) como el cura que les casó en 1958. Don Cristobal Merino Almagro (1959-1966) debió ser el cura que casara a Santiago Cano y María Haro en el año 1959, y no lo hizo porque los novios se retrasaron y se marchó a San José de la Rábita. Tuvieron que echar mano a nuestro cura local Don José Zamora Jiménez, el hijo de Blas, quien fue el que al final les echó las bendiciones; si bien el hermano de Santiago le reprochó aquel desplante diciendo que curas había muchos… Con Don Cristóbal hicieron mi hermana Loli y sus amigas en 1961 la Primera Comunión, así como mi hermano Antonio en 1963. En 1962 también caso a Feliciano Ibáñez y Justa Aguilera.
Desde mediados de los años sesenta, el párroco que procesaba misa en Fuente Álamo, se llamaba D. Antonio Marín Sánchez (1966-1971). Fue el último cura que usó sotana en Fuente Álamo. Junto con los maestros D. José o D. Leovigildo y el alcalde José Pedro, representaban la autoridad en el pueblo. Con él hice la Primera Comunión en 1969, pero mis recuerdos son un tanto vagos, pues sólo tenía 6 años, de tal forma que tuve que aprender a leer en el catecismo. Mi continuidad o asiduidad a la eucaristía, al igual que otros trece niños que hicimos la primera comunión aquel año, no sería más de tres o cuatro veces después de comulgar por primera vez.
D. José Lomas Maya (1971-1973), nacido en Noalejo (Jaén), el 19 de febrero de 1945, realizó sus estudios eclesiásticos en el Seminario de Jaén y en el de Granada. Fue ordenado sacerdote en Jaén el 11 de julio de 1971. Entre otros puestos ocupó los de párroco de Campillo de Arenas y Noalejo, de la Asunción de Martos y fue vicario episcopal y párroco de Santa María y San Pablo de Úbeda (hasta 2003). Falleció en Jaén, a la edad de 67 años; en el momento de su muerte, el 12 de Junio de 2012, era párroco de San Bartolomé de Jaén y consiliario de la Agrupación de Cofradías de la capital jienense.  Llegó a Fuente Álamo a primeros de los años setenta, donde trajo aires predemocráticos, ya sin sotana. Supo unir a la juventud fuentealameña entorno a la Iglesia, de quienes obtuvo un apoyo multitudinario para intentar evitar su traslado, que fue manifestado con la exhibición de pancartas ante el Obispo de Jaén durante su visita a Las Caserías de San Isidro, sin que se consiguiera dicho propósito. Fuente Álamo fue su primer destino, estando vinculado al pueblo hasta que se marchó, allá en el año 1977. 
D. Bernardo Velasco Valenzuela (1973-1975) en su breve paso, creó un clima de integración de los niños en la misa, asimismo produjo una cierta revolución en la forma de decir las misas, llamando la atención a los feligreses cuando dejaban de prestar atención al sermón. Fue el primero que dijo una misa fuera de la iglesia, en concreto en la Explanada de la Escuela, y animó a los niños a ir a misa (nosotros éramos los monaguillos y los que pasábamos el cepillo). Unió en aquel verano de 1975, junto a Doña Concha delegada de la Extensión Agraria, a todo el pueblo para colaborar en la limpieza del mismo; en aquella época que en cada rincón había un muladar. Incluso se atrevió a gastar en aquella época alguna broma, preguntando a M.B. si la mujer que le acompañaba era su esposa, diciéndole que le acompañaba en el sentimiento.
Le sustituyó D. Antonio Sánchez Garzón (1975-1977), con quien en alguna ocasión jugamos al fútbol en la explanada de la escuela, pero fue en un corto espacio de tiempo.
D. Juan Quiles Clajer (1978-1989) estuvo en la parroquia más de una década, siendo el párroco que más tiempo ha permanecido en ella.  Se marchó creo que a Arjonilla. Recuerdo que nos llamaba “fuentelameros”. Tuve la suerte de tenerlo como profesor de religión en el Instituto de Bachillerato “Alfonso XI”. Se acercó a la taberna y con ello a los hombres de la aldea, llevando a cabo aquello de que si la montaña no iba a Mahoma, Mahoma iba a la montaña. Hasta se atrevió a jugar a los chinos, “pida Ud. primero D. Juan…”
D. José Antonio García Romero (1989-1991) quien debió casarme, al no poder venir D. Juan Quiles; haciéndolo el párroco de la Iglesia  de Santa María la Mayor de Alcalá la Real a nuestra iniciativa.
Hubo un periodo de interinidades hasta que llegara con aires modernísimos, chaquetilla vaquera, D. Giner Mata Amaro (1991-1994), quien tomó la decisión de dejar el sacerdocio, decisión por supuesto muy respetable, pero en las aldeas cercanas donde predicaba fue motivo de comentarios y la consiguiente polémica con las Religiosas de La Rábita por algún comentario seguramente mal interpretado. Debió bautizar a mi hija mayor, pero le sustituyó otro párroco en aquel día de fin de año de 1991.
D. Julio Ángel Delgado Navas (1994-1999) fue conocido por sus misas polémicas, quejándose de la poca participación y escasa colaboración de sus feligreses. Por no haber llevado el laurel que él había pedido, dijo en forma de metáfora, que si él ahora no quería, no salía San Antonio de Padua en procesión.
D. José Villén Gallego (1999-2000)
D. Antonio Ramírez Pardo (2001-2007)
D. Juan Ángel Delgado (2007-2010)
Otro buen párroco que predicó en la Aldea durante un lustro fue D. Manuel Luís Anguita, (2010-2014) quien organizó varios viajes culturales y religiosos, dejando buenos recuerdos. Ahora desde la Parroquia de la Virgen de las Angustias tiene siempre presente nuestra Aldea, conservando y cuidando nuestros archivos parroquiales.
El 19 de Septiembre 2014 se incorporó para la eucaristía nuestro nuevo párroco D. Manuel Ángel Castillo Quintero (2014-2015) que un año después nos abandonaría.
D. Javier Delgado Patón es el párroco que actualmente procesa los actos religiosos, aunque a menudo es sustituido.
Actualmente, el párroco quiere poner cierto orden entre sus feligreses, y el día 26 de Diciembre de 2015, impuso la norma de la que llegase tarde le negaba la comunión. Hay que decir que desde hace tiempo la eucaristía se viene practicando con intermitencia y ausencias prologadas.
Hay que hacer mención a las personas que colaboraron como sacristanes, monaguillos o simples seglares con la iglesia. Eugenia Bailón fue la sacristana hasta que falleció por los años 70, al igual que su marido Pedro Castillo Palomino, apodado como “Pedro XIV”.
La Hermandad de la Virgen del Rosario, asociación de tipo religioso encargada de organizar las fiestas mayores y el mantenimiento de la Iglesia de San Antonio de Padua. Cada año nombra a sus hermanos/as mayores; anteriormente salían voluntarios, o en caso contrario, se hacía por orden del que nunca lo había sido. Podía haber algún caso que por diversos motivos rechazaba el nombramiento, entre ellos el tener luto por la muerte de algún familiar, pero por lo general cada uno asumía el cargo el año que era “echado”. Actualmente existen dificultades para su elección, dada la escasa población joven que se mantiene en la aldea.
Hasta finales de los sesenta también existió la Hermandad de la Santa Cruz, que desapareció por motivos de la emigración.
Otras pequeñas hermandades las formaban la de la Cruz de Clavijo y la de la Cruz de la Setilla, que han celebrado sus respectivas fiestas en honor a las respectivas cruces hasta tiempos recientes el 11 de mayo.
La religiosidad en la Aldea la representó en los años de la Postguerra, en su máxima extensión Dª Casilda Sierra Monteñez y D. Francisco Serrano del Mármol, quien al fallecer donó parte de sus propiedades agrícolas que poseía en Fuente Álamo a la Fundación Sagrada Familia (SAFA) y según se dice dejó dicho que era para que los niños del pueblo pudieran estudiar carreras, así entre otros estudiaron José Zamora Jiménez. Que tengamos conocimiento, como curas originarios de la Aldea solo tuvimos al mencionado hijo de Blas Zamora, quien después dejaría el sacerdocio. Fue catedrático de latín en Sevilla, donde reside actualmente, disfrutando de su jubilación. Formó parte del Tribunal nº2 de Madrid en el año 1979 para la provisión de plazas en el Cuerpo de Profesores Agregados de Institutos Nacionales de Bachillerato turno restringido.
  
Listado cronológico de párrocos que ha pasado por Fuente Álamo después de la Guerra Civil hasta ahora:

D. Diego Galán Martos
D. Emilio Gondra Cigorraga (agosto-1940-1944)
D. Manuel Armenteros Guerrero (1944-1953)
D. Santiago Cozar López (1953-1958)
D. Cristóbal Merino Almagro (10-1959- 2-1966)
D. Antonio Marín Sánchez (3-1966 – 9-1971)
D. José Lomas Maya (11-1971 a 8-1973)
D. Bernardo Velasco Valenzuela (8-1973 a 8-75)
D. Antonio Sánchez Garzón (10-1.975 a 12-1977)
D. Juan Quiles Clajer (01-1978 a 9-1989)
D. José Antonio García Romero (9-1989 a 6-1991)
D. Giner Mata Amaro (6-1991 a 6-1994)
D. Julio Ángel Delgado Navas (9-1994 a 9-1999)
D. José Villén Gallego (9-1999 a 6-2000)
D. Antonio Ramírez Pardo (2000-2007)
D. Juan Ángel Delgado (2007-2010)
D. Manuel Luis Anguita (2010-2014)
D. Manuel Ángel Castillo Quintero (2014-2015)
D. Javier Delgado Patón (2016- )

3 comentarios:

  1. La referencia que haces a D. Julio Ángel es mentira.

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    1. DOMINGO PEREZ PEREZ9 de mayo de 2023, 10:51

      Muchas gracias por su testimonio y con el debido respeto, aunque no suelo contestar a comentarios sin que fundamente lo dicho. Y como lo que se indica en el blog aún puede ser corroborado por personas que aún viven en la Aldea, cuando quiera se lo puedo demostrar. Para más abundamiento le puedo decir a dónde se fue a cortar el laurel después, casa de Inés, que en paz descanse. Dicho queda y no contestaré a más comentarios que no argumenten y prueben lo dicho. No teniendo inconveniente en tectificar en el caso que así sea. Un saludo

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  2. En 19.89, D. Juan Quiles Clajer fue destinado a Torreperogil, a la parroquia de Santa María la Mayor. Recientemente se ha jubilado, siendo párroco de El Salvador de Baeza y Canónigo de la S. I. Catedral.

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