martes, 11 de octubre de 2016

FIESTAS DE FUENTE ÁLAMO 2016 EN HONOR A LA VIRGEN DEL ROSARIO



                      Este año hemos celebrados las fiestas en honor a nuestra patrona la Virgen del Rosario, durante  los días 7, 8, 9 de octubre. Hemos tenido la suerte de que el tiempo nos ha acompañado, aunque  la lluvia viene siendo necesaria para el campo. La participación en las fiestas ha sido todo un existo. Nos hemos reencontrado con viejos amigos, y hemos convivido  con nuestras familiares unos días de júbilo, alegría y religiosidad. Participando en concursos de gastronomía, campeonatos en juegos variados, en bailes, tomando unas copas, y en la salida en procesión de Nuestra Sra. la Virgen del Rosario, acompañada del Sagrado Corazón de Jesús.




















Agradecer a los organizadores de las fiestas el trabajo bien hecho, a la hermandad y  la colaboración de todos los vecinos, a cuya cabeza ha estado la familia Anguita.


Aquí os dejo unos vídeos y unas fotos, referentes a la participación, con especial dedicación a sus gentes,  por aquello de que valen más que muchas palabras.

sábado, 1 de octubre de 2016

VÍCTIMAS DE LA GUERRA CIVIL Y DE LA POSGUERRA EN FUENTE ÁLAMO



           En este trabajo pretendo hacer un estudio lo más completo posible, aunque no tasado de las víctimas de la Guerra Civil que de alguna forma tuvieron relación con Fuente Álamo. Existen casos de cuerpos que no han aparecido, otros cuyos familiares hacen simples referencias a su desaparición y otros muchos de los que no tenemos ni tendremos noticia alguna. Algunos de ellos eran campesinos inocentes y ajenos a todo el conflicto. De oídas se comenta que algunos fueron fusilados en los alrededores de Priego de Córdoba o de Alcaudete y en las carreteras próximas, pero no consta la inscripción de la defunción en ningún registro.  Es un simple recordatorio y homenaje general a todas las víctimas fuentealameñas causadas directamente por la cruel guerra o a consecuencia de ella, sin distinción de bandos y sin buscar responsables, que solo hay uno: la injusticia y la sinrazón, pues no hay razón más poderosa que la misma vida.
El de Leocadio Anguita López fue el único caso de asesinato contrastado documentalmente que fue cometido en Fuente Álamo durante la Guerra Civil, si bien al parecer fue llevado a cabo materialmente en las inmediaciones de Alcaudete. También existe constancia verbal a través de sus nietos de que Fernando Vera Aguilera desapareció, o mejor dicho, se lo llevaron. Fue detenido por la zona de la Callejama, dirección a Priego de Córdoba donde fue fusilado en un lugar desconocido, sin que se supiera nada más de él después de finalizar la contienda. Hubieron otras víctimas civiles mortales fuentealameñas, unas colaterales de la guerra (Dulcenombre García Bermúdez, Manuel Moreno Pérez…), otras, consecuencia de ejecución de sentencias injustas (Francisco Alba Serrano, Justo Gutiérrez Vera…), y otras víctimas militares producidas en el mismo frente de batalla (Vicente Vera Moreno, Francisco Aguilera Calvo…), a las que hay que sumar las víctimas de la posguerra (Manuel Castillo Padilla, Juan Lagares, Antonio Jiménez, Isidora Pérez Vera...).

Víctimas causadas por la izquierda

     Las muertes de Manuel Moreno Pérez y Dulcenombre García Bermúdez fueron consecuencia de los bombardeos producidos posiblemente por las fuerzas republicanas sobre la zona de Fuente Álamo, entiendo yo, de forma accidental o fortuita. El historiador D. Luis Miguel Sánchez Tostado las considera víctimas causadas por las izquierdas, aunque no creo posible que la aviación o la artillería republicana disparasen contra su propia población civil.

Manuel Moreno Pérez, nacido el 1 de Enero de 1862,  hijo de José y Francisca, viudo en primeras nupcias de Dominga Sánchez Zamora, de cuyo matrimonio tuvo un hijo llamado Eustaquio (padre Marcos Moreno, quien fuera vocal de la sociedad “La Espiga Floreciente” y quien al finalizar la Guerra se exiliara en Francia) y en segundas estuvo casado con Dominga Zamora, sin que de ésta tuviera descendencia. Dedicado al campo, falleció el 17 de Septiembre de 1937, (Reg. Civil de Alcalá la Real, Tomo 122,  Pag. 264 vto.) en su domicilio, durante el bombardeo aéreo en Fuente Álamo, en concreto, en los olivos situados en la parte baja del pueblo que fueron propiedad de Luis Montes “Pacheque”. Muchos de los mayores de la aldea, antes niños, recuerdan como vieron transportar su cuerpo destrozado con las vísceras fuera en unas narrias llevadas por cuatro hombres.
            Dulcenombre García Bermúdez, de 50 años, hija de Fernando y Josefa, casada con Pedro Ramírez Alba apodado “Pedro la Muerte”, de cuyo matrimonio quedaron tres hijas, Catalina, Fermina y Narcisa (casada con Manuel Castillo Padilla, otra víctima de la postguerra). Dedicada a sus labores, falleció en su domicilio el 6 de Julio de 1938 por heridas de metralla en un bombardeo de Fuente Álamo (Reg. Civil de Alcalá la Real Tomo 122, Pag. 254 vto.). Vivían en la casilla que después sería de Isabel Pérez Vera.
Se le compuso una letrilla picante antes de que la Guerra terminase con su vida y que puede servir de cariñoso recordatorio:
Dulce tiene mala suerte
Por ser mujer de la Muerte (Pedro)
Según dicen sus vecinos
Que fue a encalar el molino
Y echó en el aceite el chu…
               Laureano Pulido Cano, nació el 4 de julio de 1891, hijo de Francisco y María, trabajador  del campo y fallecido con 48 años de edad el 15 de agosto de 1937, (Reg. Civil de Alcalá la Real Tomo 122, Pag. 283 vto.),  según se hace constar en la inscripción de muerte violenta en el Cerro de Pineda.  Estaba domiciliado en La Hortichuela y casado con Cándida Ramírez Jiménez con quien tuvo 6 hijos.
       
  Leocadio Anguita López, apodado “Parraco”, desapareció el 10 de enero de 1937. Padecía la incapacidad de sordomudez, que fue otro más de los condicionantes que le llevaron a la muerte. Fue detenido por la zona de los Baños de Ardales y fusilado al parecer en las inmediaciones de Alcaudete, a donde fue llevado desde la fábrica de aceite de D. Francisco Serrano del Mármol, convertida en cuartel de una brigada roja instalada en Fuente Álamo. Fue acusado por  el Jefe de la Brigada de ser  espía y negarse a levantar el brazo y saludar con el puño en alto. Vivía en la casa que después fuera de  Luis Montes “Pacheque”.
 http://historiadefuentealamo-jaen.blogspot.com.es/2015/02/el-caso-leocadio-anguita-parraco-un.html 
    Francisco Aguilera Calvo, hijo de Antonio y Francisca. Según información  facilitada por los familiares murió en el frente de batalla.
Antonio Puche, el marido de María Ramírez falleció según testimonios orales también en el frente de batalla.

Víctimas causadas por la derecha

    Francisco Alba Serrano, “Alameas”,  nació el 2 de Agosto de 1906 en Fuente Álamo. Hijo de Antonio y de María, ambos naturales de Fuente Álamo. Era nieto del que fuera al principio del siglo XX alcalde pedáneo de Fuente Álamo, don Antonio Alba Muñoz. Se casó en Fuente Álamo el 20 de Enero de 1926, a los 19 años de edad, con Encarnación Sánchez Malagón de 20 años, natural de Brácana, con la que tuvo 5 hijos. Era campesino, no sabía leer ni escribir, de estatura regular, tenía pelo castaño, barba cerrada, cejas al pelo, color moreno y ojos oscuros. Según contaban los mayores del pueblo, la familia vivía en la que después sería la casa de la Huerta de Benito Fuentes, aunque sus antepasados vivieron en la llamada Casa de Alba, enfrente de la Escuela. Enjuiciado en el Procedimiento Sumarísimo de Urgencia nº 16.509 fue condenado a pena de muerte. Falleció por fusilamiento en las tapias del Cementerio de Jaén el 31 de Mayo de 1941, a los  34 años de edad (Reg. Civil de Jaén Tomo 144, Pag. 159). Su nombre está grabado en octavo lugar (orden alfabético)  en el monolito situado en el Cementerio de Alcalá la Real, inaugurado en 2013, recordatorio a dichas víctimas alcalaínas junto a otros muchos desaparecidos. otros muchos desaparecidos.
   Domingo Cervera Valverde “Sacristán”, nació el 24 de septiembre de 1892. Sus padres eran Pedro y Juana, y estuvo casado con Ana López Muñoz, en segundas nupcias. Fue padre de 5 hijos: 3 varones y 2 hembras. Encausado en el Procedimiento Sumarísimo de Urgencia nº 40.215 y nº 56.814, fue condenado a la pena de Reclusión Perpetua (30 años). Falleció el 30 de Enero de 1941, a los 48 años de edad en la Prisión Central de Celanova, provincia de Orense, donde fue trasladado el 17 de septiembre de 1940, y según se certifica a consecuencia de un cáncer de estómago, tal y como consta en el folio 286 vuelto, Tomo 28 del libro de defunciones del Registro Civil de Celanova.  Aunque natural de la Hortichuela, estuvo vinculado con la aldea de Fuente Álamo ya desde inicio de Guerra Civil, formando parte de la Colectividad allí constituida. Como hemos dicho estuvo casado en segundas nupcias con Ana del “Bar Royal” de Fuente Álamo, y sus hijos nacieron y estuvieron siempre ligados a Fuente Álamo. Un hijo suyo llamado Domingo Cervera Ortega fue fusilado al parecer en Priego de Córdoba, sin que apareciese el cadáver. Otro de sus hijos, llamado Próspero Cervera Ortega, tuvo que “purgar injusticias sobre la familia”  en la División Azul. Su nombre está grabado en una relación alfabética en el monolito situado en el Cementerio de Alcalá la Real, inaugurado en 2013, recordatorio a dichas víctimas alcalaínas junto a otros muchos desaparecidos. otros muchos desaparecidos.
Vicente Vera Moreno era hijo de Eusebio y de Josefa. Estuvo casado con Carmen Ortega Moyano, con quien tuvo dos hijos: Gregorio y Josefina. Según testimonios orales murió en la Batalla de Teruel. Fue encausado pero sin poder ser juzgado  en la misma causa que Francisco Alba Serrano. Posiblemente de haber sobrevivido hubiese corrido la misma suerte que Francisco.
Según se cuenta, José Ortega Moyano murió durante la Guerra Civil en el frente de batalla. Dirigente o “cabecilla” señalado en el sumario contra el alcalde pedáneo Vicente Aguilera Castillo, en Fuente Álamo, no consta su enjuiciamiento. Estuvo casado con Fermina Castillo,  con la que tuvo un hijo. Era hermano de Carmen, mujer de Vicente Vera.
Justo Gutiérrez Vera, “Pipo”. Nació el 6 de agosto de 1909, hijo de José María Gutiérrez Arjona y Francisca Vera Viana. Se casó con Eulogia Sánchez Nieto, con la que tuvo 3 hijos. Murió a los 31 años. Era natural de Las Grajeras, aunque siempre estuvo muy vinculado a Fuente Álamo, donde desarrolló parte de su actuación y donde vivió parte de su familia. Unos años antes del inicio de la Guerra Civil se había establecido en la Aldea de Santa Ana, donde regentó un establecimiento de bebidas. Fue juzgado en el Procedimiento Sumarísimo Causa 1009/39 y condenado a la pena muerte, siendo fusilado en las tapias del Cementerio de Jaén el 6 de febrero de 1942. Participó en algunos de los hechos por los que fue condenado Francisco Alba Serrano y también juzgado, así como en otros por los que fue juzgado su hermano Gregorio Gutiérrez Vera en Procedimiento Sumarísimo de Urgencia nº 22564, condenado a la pena de reclusión de 12 años. Su nombre está grabado en una relación alfabética en el monolito situado en el Cementerio de Alcalá la Real, inaugurado en 2013, recordatorio a dichas víctimas alcalaínas junto a otros muchos desaparecidos. otros muchos desaparecidos.
Fernando Vera Aguilera, según testimonio de Juan y Mercedes Ramírez Vera (su abuelo materno y padre de Juliana Vera Jiménez) fue llevado por los Nacionales,  junto a 8 ó 10 personas de otras aldeas, en un camión dirección a Priego de Córdoba y allí lo mataron, no volviéndose a saber nada de él. Parece ser que lo cogieron por la zona de la Callejama, acusándolo de portar una pequeña pistola.  Fue uno de los muchos arrestados que desaparecieron sin que se supiera nada más de ellos después de finalizar la contienda.
 Antonio Padilla Cano falleció a los 29 años de edad. El campo era su profesión. Vivía junto a su familia en Cañada Honda, casado con la fuentealameña Feliciana Pérez Mesa. Fue fusilado en  “El Barranco”. Su nombre está grabado en una relación alfabética en el monolito situado en el Cementerio de Alcalá la Real, inaugurado en 2013, recordatorio a dichas víctimas alcalaínas junto a otros muchos desaparecidos. otros muchos desaparecidos.
       Aunque sólo lo recuerdan los mayores y vagamente, por lo que no está totalmente contrastado, también falleció a consecuencia de la metralla de las bombas que cayeron debajo de una higuera en el Cerro, Tiburcia Ávila, la madre Gregorio “Grigo” y Ramona

Victimas de la Posguerra.

En la posguerra hubo varias muertes, muchas de ellas en circunstancias extrañas:
Manuel Castillo Padilla “Caejo”. Natural del Castillo de Locubin, hijo de Francisco y de Petronila, pelo negro, ojos azules, estatura: 1,65. Fue enjuiciado en Procedimiento Sumarísimo de Urgencia nº 44810 y condenado a la pena de 20 años de reclusión temporal. Estuvo casado con Narcisa Ramírez García, hija de Pedro  y Dulcenombre, (también fallecida a consecuencia de un bombardeo en la Aldea), con quien no tuvo hijos. Era hermano de Antonio Castillo Padilla, vocal de la Sociedad la “Espiga Floreciente” de quien no consta causa abierta. Murió al poco tiempo de salir de la cárcel (mediados los años 40), a consecuencia de una enfermedad que contrajo en la prisión.
Juan, del que solo conocemos el apodo “Lagares”, esposo de Felisa, sobrina de Francisca “La Pasta”. Vivió en el Cortijo de los Tajos y murió a consecuencia de una paliza propinada por agentes de la guardia civil. Detenido y llevado a casa de Baldomero de Córdoba,  fue acusado de unos supuestos hurtos famélicos, recibiendo para obtener la confesión de los hechos una gran paliza. Le introdujeron cañas por las uñas y le colgaron cabeza abajo, muriendo a consecuencia de todo ello.
Antonio Jiménez,  casado con Isabel Pérez Vera con la que tuvo 8 hijos, murió al poco tiempo de haber recibido otra paliza de la guardia civil y a consecuencia de ella, por los mismos hechos que “Lagares”. A su yerno, apodado “Mariqui” y esposo de Encarnación Jiménez Pérez, también le dieron una paliza, si bien sobrevivió a ella. Fueron agresiones brutales por parte del poder establecido y con el único propósito de resultar “ejemplarizantes” y propagar el miedo entre la población fuentealameña.
Isidora Pérez Vera, falleció en la posguerra, consecuencia de un susto o más bien de un abuso.
Foto publicada en el Diario de Jaén el 6-07-2016- Artículo de D. Luis M. Sánchez Tostado.
Juan Rivera Jiménez “Riverilla” (2) y su hermano Carlos Rivera Jiménez “Hijo de Jeromo”(3),
Sin que se puedan precisar exactamente los lugares, todo apunta a la presencia del grupo de Tomás Villén Roldán “Cencerro” en la zona de Fuente Álamo. La Guerrilla que se fue organizando después de la Guerra Civil para seguir combatiendo al régimen franquista llegó hasta el Cortijo de Valenzuela, término de Fuente Álamo. Dicho cortijo guarda una de las historias más negras sobre maquis u “hombre de la sierra”. En su barranco, tras ser delatados por un pastor, fueron sorprendidos por un tiroteo de la Guardia Civil y fusilados el 1 de noviembre de 1946, tres guerrilleros que se  habían integrado a finales del verano de 1946 en el grupo de “Cencerro”. Eran Diego García Gómez, “Chirri”, natural de Jaén; Juan Rivera Jiménez “Riverilla” y su hermano Carlos Rivera Jiménez “Hijo de Jeromo”, nacidos en Albolote. Sus cuerpos fueron expuestos dos días en las puertas del Hospital de Alcalá la Real, con alto significado ejemplarizante.

Otras víctimas no mortales

Las anteriores fueron algunas de las personas fuentealameñas que pagaron con su vida las consecuencias de esta guerra fratricida, y  que también produjo muchos daños colaterales: mutilaciones, exilios, y matrimonios dobles o parejas.
Otros tuvieron que exiliarse a Francia después de la Guerra Civil como  Vicente Arévalo Castillo, o un hijo de Eustaquio Moreno, llamado Marcos Moreno Montes.
Otros fuentealameños participaron como voluntarios en la División Azul, para intentar “limpiar el nombre” de la familia: Domingo Ortega Serrano, Prospero Cervera Ortega, e Hilario Castillo Pérez  afortunadamente volvieron.
La lista de víctimas como dije al principio no está cerrada y seguro que quedarán otras muchas sin nombrar, por lo que si alguien conoce otras, se puede ir añadiendo. De esta forma estaríamos haciendo un pequeño homenaje, que no les devolverá a la vida, pero si contribuirá a tener presente lo que nunca les debió pasar.